Eduardo Ibarra Aguirre
Seguramente pasará desapercibida o casi, la reunión privada de tres horas de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados con Omar García Harfuch, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, quien salió de la reunión sin responder preguntas de los colegas, pero un solícito y protagónico Ricardo Monreal Ávila lo cubrió informando generalidades que no ponderan, al parecer, la sustancia del encuentro.
Desapercibida porque vivimos tiempos políticos en los que la dictadura mediática más que privilegia la confrontación de las oposiciones con el gobierno de Claudia Sheinbaum y sobre todo la nota roja –esto desde los tiempos de Ernesto Zedillo (1994-2000) cuando hasta los comunicadores oficiales se quejaban en privado del lamentable fenómeno que tres décadas después forma parte del ecosistema desinformativo, salvo en 2011 cuando Felipe Calderón compró el silencio de los propietarios de los grandes medios.
El hecho más trascendente, sin embargo, es que las bancadas de todos los colores respaldarán la reforma al artículo 21 constitucional para dar facultades de investigación de los delitos a la SSPC y así avanzó el día 11 en el Senado, donde fue aprobada en comisiones por unanimidad.
Y aunque son escenarios legislativos distintos en varios aspectos institucionales, ambos tienen a la misma coalición política gobernante con mayoría calificada, Morena, Verde y Del Trabajo. En el Senado fue donde más y mejor se tejió fino para armar el consenso con motivaciones diversas pero en busca de la anhelada paz y el abatimiento mucho mayor de la impunidad.
Como bien lo planteó (el ¿impresentable?) Higinio Martínez “hay muchos reclamos en esta materia, cuando lo que se debería hacer es evitar hechos como las masacres recientes de Cuautitlán, Querétaro y Guerrero. Hay que parar el horror” que se está registrando sea quien sea el culpable. Para lo cual es indispensable, digo yo, que todos y cada uno de los gobernadores y alcaldes asuman sus obligaciones en seguridad pública y no sigan el ejemplo que dejó en Guanajuato Sinhue Rodríguez en delitos como homicidio y feminicidio que son del fuero común. Y el engañabobos y desobligado Sinhue juraba: “No me corresponde, le corresponde a la Federación”.
O mejor aún el planteamiento del exprófugo Ricardo Anaya, que “la reforma al 21 constitucional pone el acento en algo que es clave si queremos pacificar al país: la investigación de los delitos; y, segundo, porque establece una coordinación bajo un mando civil (…) Esos son dos grandísimos aciertos de esta reforma”, e insistió en que la ruta para pacificar al país es la investigación dirigida a desmantelar a las organizaciones criminales y no solamente “descabezarlas”, porque eso en muchos de los casos agrava el problema.
Tampoco se quedó atrás el priista Rubén Moreira, hermano del que saqueó a Coahuila, Humberto, al exigir que en el combate al crimen “nadie se excuse, porque todos los gobernadores lo hacían con la política de ‘abrazos, no balazos’, para no hacer nada”. Cínico como buena parte de los dirigentes del Revolucionario Institucional de ayer y de hoy, planteó la preocupación de su partido por la “militarización del país”, cuando cogobernaron a México al lado de Calderón, el presidente que decretó la “guerra contra el narcotráfico” con el Ejército y Marina que estaban impedidos por la Constitución de entonces.
Mas el pasado no tiene remedio y el presente y el futuro podría ser de más y mejores consensos en lo que más preocupa a la mitad de los mexicanos, pero que debiera ser tarea de todos, gobernantes y gobernados para que se eficaz y consistente.
Acuse de recibo
Sandy Hernández, del Canal 21.1 de televisión abierta, hizo un buen perfil de Guadalupe Acosta Naranjo, pero omitió un dato clave: en julio-agosto de 2006 negoció con Felipe Calderón le otorgara la gubernatura de Nayarit que no ganó en las urnas, pero se le atravesó Andrés Manuel López Obrador y exigió no aceptarla. Y no le quedó de otra a “Don Lupito”, de allí su odio enfermizo a AMLO… De Inés Ortiz V.: “Esta Cumbre (del BRICS) no solo refleja un mundo multipolar sino la multipolaridad de derechos. Las decisiones se toman por consenso: veto de Brasil a Venezuela. Rusia lidera el movimiento por un modelo alternativo de desarrollo, que aboga por la descolonización mundial, por el desmontaje de un país hegemónico que impone las reglas del juego a todos. En medio de tanta deshumanización del mundo occidental, la doble moral, la destrucción de valores éticos básicos, el bombardeo de ‘verdades’ a través de los medios oficiales, el ocultamiento de información, masacres y genocidios, las guerras hibridas, los vetos a los que discrepan con la posición oficial, sanciones que agobian y entorpecen el desarrollo económico de los países que ‘osan’ oponerse, esta Cumbre es un aliento de esperanza”… Entrevista con Hugo López Gatell, uno de los más repudiados por los neoconservadores, https://www.jornada.com.mx/
http://www.forumenlinea.com/
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