11/12/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada martes 12 de noviembre 2024

El temible zar de migración de Trump
Delincuentes de cuello blanco
Denuncia fraude en Banco del Bienestar
El zar de la frontera que designó el presidente electo Donald Trump es un convencido de que deben ser deportados millones de indocumentados. Tom Homan no va a llegar a aprender, él sabe cómo hacerlo. En su primera presidencia le asignó el cargo de jefe del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, el pavoroso ICE, por sus siglas en inglés. Sus agentes hacían visitas sorpresa a los centros de trabajo para llevarse a todos los que no tenían papeles. No le importaba separar a padres y madres de sus hijos. En su segundo debut en el equipo trumpiano tendrá mayores facultades. Será el encargado de deportar a las personas que detenga. Horas después de su designación, Homan estuvo en Fox News y encaró las críticas a su política de separar familias: No me importa lo que la gente piense de mí, especialmente en la izquierda.

Marco Rubio, al Departamento de Estado
Cuando terminaba de teclear estas líneas llegó otra noticia inquietante: Trump designó a Marco Rubio como secretario de Estado. Es descendiente de cubanos anticastristas, no es preciso añadir más. El hasta ahora senador de Florida tuvo fricciones con el ex presidente Andrés Manuel López Obrador. Sería un error del gobierno mexicano desestimar las circunstancias que están surgiendo. Son problemas críticos para la presidenta Claudia Sheinbaum y su canciller Juan Ramón de la Fuente, pero tienen el voto de 36 millones de mexicanos como respaldo para su delicada tarea.

La delincuencia de cuello blanco
Los jefes de los partidos de oposición PAN y PRI tienen cuentas pendientes con la ley. Tanto Alito Moreno como Jorge Romero se han servido del fuero que les obsequian sus diputaciones para esquivar procesos penales. Sin embargo, fue “lo mejorcito“ que encontró el junior tóxico Claudio X. González. La huella de Alito por su paso en Campeche es muy conocida. La presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer antecedentes del recién electo jefe del panismo. Echó mano ni más ni menos de una denuncia del ex presidente panista Felipe Calderón que incluye en su libro Decisiones difíciles.

¿Y el desafuero?
Dice el Comandante Borolas: Jorge Romero de la Ciudad de México, ex delegado en Benito Juárez, famoso por los casos de corrupción que constantemente empresas extorsionadas revelan. Un amigo suyo y sobrino mío me relató que dejó de trabajar con él cuando el propio Romero le confesó que asociaciones de ambulantes y otros le representaban a su grupo ganancias de 7 millones de pesos al mes, con ellos además habían filtrado el padrón del PAN en toda la ciudad. Eso es lo que opina Calderón, que no es alguien que apoya a la 4T. Es el jefe del cártel inmobiliario el presidente del PAN (Jorge Romero), lo conocimos muy bien en la Ciudad de México, dijo Claudia; Morena tiene suficientes votos en el Congreso –eso ya no lo dijo la Presidenta, lo agrego yo– para promover el desafuero del par de malandros, pero tal vez le conviene tener enfrente a delincuentes que puede borrar del mapa político en cualquier momento. Es una jugada que lleva riesgos.

Díselo a Claudia
Asunto: fraude en Banco del Bienestar
Desde 1972 tengo cuenta de ahorro en el actual Banco del Bienestar, entonces era Bonos del Ahorro Nacional, después Bansefi. Más de 50 años ahorrando para resolver diversos contratiempos económicos. Y jamás tuve problemas. Ahora, los primeros días de octubre desaparecieron la mitad de mis ahorros por compras que yo no realicé. Lo más curioso y kafkiano es que no utilizaron mi tarjeta actual, sino la anterior que estaba dada de baja. La resucitaron tres días y la dieron de baja. ¿A qué funcionario de alto nivel del Banco del Bienestar le puedo hacer llegar esta situación?
José Luis Martínez Morales

Twiteratti
Felicidades Jorge Romero @JorgeRoHe por tu triunfo. En estos tiempos tan cruciales para #México, es urgente construir una oposición sólida. Éxito en esta encomienda, que sea por un mejor país.
Margarita Zavala @Mzavalagc
RT: No se ponen de acuerdo ni entre ellos. Felipe dice que es un corrupto y Margarita lo felicita.

Supersecretario García Harfuch, ¿la solución?
Acepta: violencia grave 
Sistemática presión de EU
Rocha Moya: punto crítico
Omar García Harfuch se consolida como la carta fuerte (muy prevista) de la presidenta Claudia Sheinbaum para tratar de frenar la violencia criminal que el propio secretario de Seguridad y Protección Ciudadana reconoció como grave, aunque no desbordada, en un país que, a pesar de todo, estaría bajo control, según declaró el coordinador político de los diputados federales, Ricardo Monreal, luego de una reunión de tres horas de esos legisladores con el alto jefe policiaco.

Más allá de discursos y declaraciones, lo cierto es que se han multiplicado los focos de violencia en el país, en varios casos con expresiones extremas (la decapitación del presidente municipal de Chilpancingo y el acribillamiento de 10 personas en un bar de Querétaro, por citar dos casos).

Tal exacerbación (el secretario García Harfuch aduce que no hay desbordamiento) puede tener dos interpretaciones rápidas, a riesgo de ser simplistas: que la nueva administración federal está apretando de verdad contra los grupos criminales y éstos están reaccionando con provocaciones y golpes efectistas, o que la nueva administración federal ha agitado el avispero (con más detenciones de generadores de violencia y una evidente disposición a la confrontación armada, con mayor letalidad) y está siendo rebasada al menos en esta primera etapa.

El acrecentamiento de la violencia extrema tiene como marco de referencia los primeros cuarenta y tantos días de gobierno de la presidenta Sheinbaum y, ahora, la programada toma del poder estadunidense por Donald Trump, quien tiene una tripleta de temas con los que tratará de frenar o acotar la continuidad reformista de la llamada Cuarta Transformación: la revisión del tratado comercial subcontinental, la migración (rubro también relacionado con los cárteles) y el crimen organizado.

La presión estadunidense, en realidad, es sistémica, no necesariamente asociada con los cambios de membretes partidistas en la Casa Blanca, el Pentágono y conexos. La estrategia de combate a la 4T tuvo un arranque previo a las elecciones mexicanas con el uso de tres medios extranjeros para acusar al entonces presidente López Obrador de haber recibido financiamiento del narcotráfico para una campaña electoral de 2006. Luego vino la muy costosa campaña en redes con las etiquetas # narcopresidente y # narcocandidata. Para aterrizar en un aeropuerto fronterizo con Ismael Zambada, El Mayo, y uno de los hijos de Joaquín E l Chapo Guzmán, en un episodio aún oscurecido a partir del cual se desató la principal narcobatalla nacional, entre chapitos y mayitos.

Uno de los puntos críticos del posicionamiento mexicano ha residido en la virtual inactividad, durante la administración obradorista, y la permisividad y protección a figuras que son parte expresa de la citada 4T o que han favorecido este proyecto. Ejemplos del pasado reciente: Quirino Ordaz, quien dejó el gobierno de Sinaloa para irse de embajador a España, y Claudia Pavlovich, que pasó de Sonora a un consulado de lujo: Barcelona.

Véase lo que sucede en Sinaloa, donde el gobernador Rubén Rocha Moya sigue en el cargo a pesar de las evidencias de sus punibles manejos políticos, mediáticos y forenses en el caso del asesinato del ex rector de la Autónoma de Sinaloa Héctor Melesio Cuén y en el episodio clave de las horas en que El Mayo Zambada habría sido secuestrado, según versiones que la propia autoridad no logra o no quiere esclarecer. En una incesante espiral de violencia, ayer se anunció la cancelación de la tradicional feria ganadera y del palenque en Culiacán.

Por lo pronto, García Harfuch se consolida como el máximo jefe policiaco, con pretensiones hasta ahora cumplidas de coordinar a los mandos de la Defensa Nacional y la Marina, además de controlar los servicios de inteligencia y la operación de policías en todo el país y estar en espera de reformas constitucionales que le permitan investigar directamente actos delictivos. Superpoderes, supersecretario, supercompromiso, ¿superlogros? ¡Hasta mañana!

X : @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx

Guerra y tecnologías
Las multimillonarias inversiones en tecnología que se hacen alrededor del mundo no sólo impactan en el bienestar de la humanidad, sino que también en su posible destrucción. Ahora mismo podemos traer una bomba en el bolsillo a través del celular, sólo es cuestión de que algún grupo extremista incorpore un explosivo al artefacto y programe su activación.

El mecanismo destructivo se probó el 17 y 18 de septiembre en Líbano, cuando Israel provocó la explosión de buscapersonas y radio comunicadores, con un resultado de más de al menos 40 muertos y de 3 mil 500 quinientos heridos. Además, no es la única tecnología moderna que se utiliza para causar daño letal. En forma paralela, aviones no tripulados o drones generan miles de muertes en el mundo. En estas condiciones, nadie está exento de padecer las consecuencias de las guerras.

Los dos conflictos más relevantes en estos momentos ya se ampliaron a nivel regional. En Medio Oriente participan con Israel aliados occidentales, entre los que destaca Estados Unidos y, junto con Palestina, diversos países árabes, principalmente Irán. En el caso de Ucrania sucede un fenómeno parecido con la intervención de Europa y Estados Unidos, que proporcionan armas y financiamiento; y en el caso de Rusia, con Corea de Norte y naciones que formaron parte de la URSS, como Bielorrusia.

Estos conflictos los ganarán quienes utilicen la tecnología más avanzada, como sucedió en la Segunda Guerra Mundial con el uso de la bomba atómica. Ahora, las armas de vanguardia están ligadas a los sistemas de comunicación satelital.

La llegada de Donald Trump al gobierno de Estados Unidos y la participación de Elon Musk cambiarán la correlación de fuerzas en los conflictos. La razón es que Musk cuenta con la red de satélites más avanzada del mundo en materia de comunicaciones mediante Starlink. Esta red permite la conexión a Internet aun en zonas sin infraestructura, herramienta que utilizó Ucrania para repeler en un primer momento el ataque de Rusia y ahora está al servicio de los aliados occidentales. El regreso de Trump implicará nuevas negociaciones políticas con Rusia, China, con Europa y con Israel. El control que Estados Unidos tiene sobre la red satelital definirá en parte el futuro de los grandes conflictos que padecemos.

Jorge Romero, líder del cártel
Dirigente nacional inmobiliario
Negocios, enjuagues, chicanas
En lo que internamente denomina renovación de la dirigencia, el PAN confirma su decisión de desaparecer del panorama político del país, pues sus cabezas visibles privilegian, una vez más, el negocio, la transa, la chicana, los moches y demás enjuagues que han enriquecido a la cúpula, pero hundido a la agrupación como alternativa opositora, y ello es fácilmente comprobable con la elección del jefe del cártel inmobiliario de la Ciudad de México, Jorge Romero Herrera, como nuevo presidente nacional del blanquiazul.

El PAN es un dinosaurio en extinción, cercano ya a la pérdida de su registro como partido político nacional, toda vez que su militancia registrada ante el Instituto Nacional Electoral (INE) ha caído vertiginosamente y de todas (Presidencia de la República, gubernaturas, diputados y senadores, etcétera), prácticamente ha perdido todas, aunque a sangre y fuego mantiene la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México como su centro de negocios.

Para conservar su registro, el INE obliga a los partidos políticos nacionales a mantener un número de militantes no menor a 0.26 por ciento del padrón electoral federal utilizado en la elección federal inmediata anterior (100 millones 454 mil 859 ciudadanos). De acuerdo con la estadística de dicho instituto, al cierre de 2023, el PAN a duras penas registró 277 mil 665 militantes, y la propia institución advierte que cada tres años verifica el cumplimiento mínimo de los padrones de militantes de los institutos políticos nacionales para la conservación de su registro, y realiza el conteo para garantizar que cada fuerza política cumpla con los requisitos previo al inicio del proceso electoral federal.

Dado lo anterior, la empresa blanquiazul disfrazada de partido político está a escasos 16 mil 458 militantes de perder el citado registro federal, lo cual, todo indica, a la cúpula panista le importa un bledo, porque lo suyo es el negocio, aunque debe entender que está muy cerca de cerrar las puertas, con todas las prebendas que ello implica, ante la caída en picada de su militancia. Entonces, ¿existirá el PAN en las próximas elecciones intermedias? (2027). Hagan sus apuestas.

El pasado domingo, el PAN eligió nuevo dirigente nacional, en relevo de otra inenarrable joya blanquiazul, Marko Cortés, y en ese proceso participó menos de 50 por ciento de la militancia (menos de 138 mil sufragantes). De acuerdo con las cifras del propio partido, el diputado con licencia Jorge Romero Herrera –ex jefe delegacional en Benito Juárez– ganó con alrededor de 80 por ciento de los votos, con 91.7 por ciento de las casillas computadas. Desde luego, atrás del ungido está el junior tóxico.

No es casual que ahora se recuerde que el año pasado la fiscalía capitalina informó que investigaba a ex funcionarios de la alcaldía Benito Juárez por un esquema de operación ilícita con bienes inmuebles en el territorio, un grupo al que se llamó cártel inmobiliario ( La Jornada, Néstor Jiménez). Y en la lista de involucrados aparecen Jorge Romero y quien el domingo pasado, muy pegadito, le aplaudió a rabiar: Santiago Taboada, a su vez ex jefe en esa misma demarcación.

Consultada sobre dicho nombramiento, la presidenta Sheinbaum fue directa: Jorge Romero “es el jefe del cártel inmobiliario; lo conocimos muy bien en la Ciudad de México. Probablemente no fueron ‘los de abajo’ quienes revelaron, sino incluso los propios empresarios como testigos revelaron el modus operandi de ese grupo muy corrupto de la alcaldía Benito Juárez. Entonces, pues ese es el hoy representante del PAN”.

De pasadita, la mandataria propuso “preguntarle a Felipe Calderón qué opina de Jorge Romero; en su libro dice: ‘Jorge Romero, de la Ciudad de México, ex delegado en Benito Juárez, famoso por los casos de corrupción que constantemente empresas extorsionadas revelan. Un amigo suyo y sobrino mío me relató que dejó de trabajar con él cuando el propio Romero le confesó que asociaciones de ambulantes y otros le representaban a su grupo ganancias de 7 millones de pesos al mes. Con ellos, además, habían filtrado el padrón del PAN en toda la ciudad’. Eso es lo que opina Calderón, que no es precisamente alguien que apoya a la 4T, ¿verdad? Entonces, así que digan ‘¡qué renovación tuvo el PAN!’, pues no mucha, ¿verdad?”

Las rebanadas del pastel

Luego de 85 días de vacaciones pagadas –con cargo al erario–, los holgazanes de la sede del Poder Judicial de la Federación por fin se animaron a retornar a lo que ellos llaman trabajo, pero advierten: mantendremos la protesta.

Twitter: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

Donald Trump y el factor odio
Resistencia organizada, esa es la estrategia que se está formando desde California, Estados Unidos, y algunos estados en México, y hay quien asegura que podría extenderse hasta Centroamérica, cuando menos.

No hay, por lo pronto, más que amenazas que producen, eso sí, miedo entre la gente que quiere o pretende convertirse en migrante. Miedo a que Donald Trump se lance en contra de ellos, que cierre la frontera y cercene lo que ellos pretenden como única posibilidad de hacer más vivible su vida.

Quienes están convencidos de que lo dicho por Trump no es amenaza, sino un plan bien definido, quieren adelantarse al hecho y formar una especie de barricada frente a los horrores que esboza el presidente electo de Estados Unidos.

No sabemos si aquí, en México, las autoridades encargadas del asunto migrante estén elaborando un plan que pudiera aminorar el efecto de las medidas de Trump, pero dejar en manos de las organizaciones no gubernamentales la tarea sería un verdadero desatino.

Si estos grupos crecieron y se multiplicaron fue a merced de la desatención del gobierno y hasta de su torpeza para tratar el problema. Funcionarios como el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Francisco Garduño, y sus malos manejos, permitieron que ONG, por ejemplo las ligadas a la Iglesia católica, se convirtieran en grupos de presión hacia el gobierno.

Ahora, la Comisión de Migración deberá ser una entidad fuerte dispuesta a solucionar no sólo la ola de deportaciones que prometió Trump, sino la situación de los nuevos grupos que buscarán llegar a Estados Unidos desde nuestro país.

Algo que debe tenerse muy en cuenta es que el hoy triunfador en las elecciones pasadas no tienen ninguna reserva cuando habla de violencia, y si a eso le agregamos la ración de odio que contiene la sociedad de aquel país, podríamos empezar a entender qué sucedió hace ocho días.

Y esto porque si Trump es preocupante por peligroso, la sociedad gringa debe inquietarnos mucho más porque ha demostrado que el país del norte es un mundo enfermo que puede elegir como su representante a un delincuente. No hay otra explicación.

A esa sociedad, como a muchas de las llamadas democracias, no les interesa ni por asomo saber el rumbo que marcan los principios de los organismos políticos. Se vota por los personajes, no por las ideas.

Pero a los partidos políticos tampoco les interesa poner a consideración de la gente su proyecto de gobierno, su atención se centra en conseguir un candidato popular y no importa si es afín o no a las ideas del partido, siempre que les haga ganar la elección.

Que quede claro: para los partidos políticos ganar una contienda electoral no es marcar un rumbo a la sociedad que los vota; ganar es conseguir recursos económicos suficientes para vivir bien. Lo demás carece de importancia.

El método ha logrado que, por ejemplo, en el caso de la elección reciente no encuentra razón en la explicación superficial, somera, del hartazgo por el gobierno de Biden, pero parece que se vuelve razonable cuando el factor odio interviene.

Será muy interesante para los estudiosos de la materia descifrar lo que parece la muy incongruente elección en EU, pero por el momento habrá quien diga: que nadie se sorprenda, así son los gringos.

De pasadita

Pero de qué criticamos a la sociedad gringa si aquí, en nuestra política, las cosas van por el mismo camino, o cuando menos se parecen.

Ahora resulta que el Partido Acción Nacional decidió –apenas 35 por ciento de su padrón– poner al frente a Jorge Romero, uno de los tres cerditos (marranos) que nada hicieron por la reconstrucción de la ciudad después del sismo de 2017, pero según los datos públicos, desviaron –¿a sus bolsillos?– algo así como 80 por ciento de 7 mil millones de pesos que se asignaron para la reconstrucción.

Se hicieron las denuncias, se les quitó lo que faltaba por ejercer, pero la justicia –que afortunadamente ahora ya cambió– nada hizo de verdad para castigar la corrupción de Jorge Romero, hoy presidente del PAN.

Si allá eligieron a un delincuente convicto, aquí el partido de los azules de derecha ya tiene a un presidente acusado de robar el dinero que requerían muchos, que aún viven en la calle, porque sus casas no fueron reconstruidas.

Y no sólo eso, también se ha dicho, en casi todos los ámbitos, que el ahora presidente del PAN es un miembro activo del cártel inmobiliario. Lo que sí nos queda claro es que Romero, a eso de sacarle jugo a las casas sí sabe, y sabe mucho. En esas andamos.

EDITORIAL
Según la Comisión Organizadora del proceso interno para la elección del titular del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Acción Nacional (PAN), el diputado con licencia Jorge Romero Herrera obtuvo 80 por ciento de los votos para ocupar ese cargo. Su única contrincante, la ex diputada Adriana Dávila Fernández, reiteró las denuncias que se han repetido desde el inicio de la contienda: no se tuvo certeza, se violó la legalidad y fue una elección inequitativa; así, de esa manera, hoy ganaron. Asimismo, llamó a la nueva dirigencia a reconocer que el modelo de partido construido desde hace una década no funciona, y se preguntó si habrá la voluntad para hacer del PAN una institución que merezca ser heredera del legado demócrata y liberal de Manuel Gómez Morín.

Más allá de los vicios que hayan podido enturbiar el proceso, el hecho es que el blanquiazul tendrá de dirigente nacional a un político salpicado de escándalos e investigado por las autoridades debido a los sólidos indicios de que creó y se benefició del esquema corrupto conocido como cártel inmobiliario: la explotación del ininterrumpido control panista sobre la alcaldía Benito Juárez, de la que fue jefe delegacional entre 2012 y 2015, para apoderarse de cientos de inmuebles a cambio de otorgar permisos de construcción ilegales.

A Romero Herrera se le considera el jefe del grupo político que controla la vida interna del blanquiazul en toda la Ciudad de México. La naturaleza mafiosa de su poder, que comenzó a construir desde 2007 gracias a su cercanía con la familia del ex presidente Felipe Calderón, ha sido denunciada a lo largo de los años por sus propios correligionarios. Tras abandonar el PAN, Calderón y su esposa, la actual diputada federal Margarita Zavala, señalaron varias veces su cacicazgo: en 2018, el michoacano lo acusó de manipular el padrón interno del PAN capitalino y de encabezar la corrupción en la Benito Juárez; en 2020, publicó un libro donde afirma que Romero es famoso por extorsionar a empresas y que asociaciones de ambulantes y otros le representaban a su grupo ganancias de 7 millones de pesos al mes.

Por añadidura, como legislador local Romero Herrera integró con los perredistas Mauricio Toledo (prófugo) y Leonel Luna (fallecido) la Comisión para la Reconstrucción tras el devastador sismo del 19 de septiembre de 2017, encargo en el que manejaron 8 mil millones de pesos de los cuales no rindieron cuentas.

Está claro que los militantes de Acción Nacional pueden elegir a quien prefieran para conducir su partido, incluso si ello redunda en acelerar la descomposición, el desprestigio y la pérdida de votos de su organización partidista. Sin embargo, esta decisión no afecta sólo a los 300 mil afiliados que le quedan al organismo político más emblemático de la derecha mexicana, sino también al conjunto del régimen de partidos y al mismo país. Dado que los institutos partidistas forman parte del Estado, mantener al frente de ellos a quienes practican el uso de los cargos públicos para el enriquecimiento personal degrada la vida institucional e introduce un elemento de desconfianza en la democracia.

También es lamentable que la principal formación opositora se coloque en una posición de extrema debilidad al ser dirigida por un individuo desacreditado por su historial de corruptelas, ya que una democracia funcional requiere de instituciones competentes para representar el sentir de los ciudadanos que no comulgan con los grupos gobernantes. Con la elección de Romero Herrera, el PAN se excluye a sí mismo de esa función.

Celebra que México progrese en edificación de viviendas sociales

El gobierno de México, liderado por Claudia Sheinbaum, está impulsando cambios históricos en la política de vivienda para beneficiar a los trabajadores y reparar injusticias pasadas. Bajo el programa Vivienda para el Bienestar, se congelarán los saldos y mensualidades de 2 millones de créditos Infonavit otorgados antes de 2013 y que estaban atados a un esquema de pagos crecientes, atrapando a muchas familias en deudas difíciles de pagar. Más de medio millón de personas verán este beneficio de manera automática, mientras un millón y medio podrán revisarlo en oficinas del instituto o en línea.

Además, el gobierno busca extender estos apoyos a quienes obtuvieron créditos entre 2014 y 2020 bajo un contrato similar. Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) ha asegurado la reserva territorial para construir un millón de viviendas en los próximos seis años. Este programa no sólo garantiza viviendas dignas, sino también la regularización de escrituras y acceso a créditos para quienes no son derechohabientes. Con estas acciones, México avanza hacia una política de vivienda centrada en el bienestar de la gente, atendiendo demandas de justicia largamente ignoradas.
Carlos Fernando Cárdenas Amaro

Impotencia ante la brutalidad de Israel
En septiembre de 2024 tuvo lugar un hecho de barbarie: unas 40 personas resultaron muertas y más de 3 mil 550 heridas, debido a un ataque de alta sofisticación contra supuestos integrantes del grupo rebelde Hezbollah. A control remoto se activaron miles de radiocomunicadores llamados buscapersonas (beepers) que habían sido armados con explosivos.

Es un método de asesinato tan indiscriminado y ventajoso que miembros del ejército israelí se opusieron a su ejecución, pero Benjamin Netanyahu decidió que se llevara a cabo la operación a cualquier costo. El propio primer ministro sionista lo acaba de reconocer, diciendo que se llevó a cabo la operación a pesar de la oposición de altos funcionarios del estamento de defensa y los responsables de ellas en el escalafón político (La Jornada 11/11/24).

Cada día es más abierto el desa-cato del sionismo a las reglas del derecho internacional de los derechos humanos, incluso si tiene que confesar que ha engañado a la opinión mundial en su afán de cumplir con el objetivo final: echar a los palestinos para siempre de su territorio con el fin de apropiárselo junto con otros que pertenecen a Líbano y demás pueblos.

El desprecio a la Organización de Naciones Unidas es otra muestra de descaro. Declararon enemiga a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo. Pretenden que eso les otorgue derecho a deshacerse, por el medio que elijan, de personal humanitario. Y no les provoca ningún reparo, pues ya han masacrado niños, mujeres, personal de hospitales y escuelas y a más de 43 mil inocentes.

Resulta espantoso presenciar, en vivo y en directo, el genocidio del siglo XXI y nos sentimos impotentes ante la brutalidad desatada que, para mal de la humanidad, sigue siendo respaldada por los gobiernos de Occidente con Estados Unidos a la cabeza. Ojalá no empeore con la vuelta de Donald Trump a la presidencia.
José Enrique González Ruiz

Piden apoyo a Claudia Sheinbaum para regularizar dos colonias
Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta constitucional de México:
Los habitantes de las colonias La Zorra y La Media Luna solicitamos su apoyo para concluir la regularización de ellas. Actualmente el proceso se encuentra en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano y una vez concluido se iniciará la expropiación que garantizará la seguridad jurídica de nuestras viviendas.

Queremos al mismo tiempo reconocer el compromiso que usted ha mantenido con la comunidad de los pedregales cuando fue jefa de Gobierno: ajuste en el pago del impuesto predial, sectorización en el suministro del agua, pero sobre todo su compromiso con la construcción del parque de La Cantera y la suspensión del proyecto inmobiliario del Estadio Azteca; estos dos últimos hechos que pusieron alto al pulpo inmobiliario en Coyoacán, por ello estamos seguros que apoyará nuestra petición.

Asociación de Colonos y Vecinos de las Colonias La Zorra y La Media Luna: Marcos Fuentes, Fernando Hernández, Carlos González, Rogelio Ronquillo y Gabriel Arnaldo Arias

Conmemora el Día Nacional del Libro
Hoy, en la conmemoración del Día Nacional del Libro que se celebra en honor del natalicio de la maravillosa Sor Juana Inés de la Cruz, que ya leía a los tres años, no hay mejor gesto que invitar a la lectura.

Como un modesto aporte junto con miles que hacen lo mismo en el país, mi columna Libros de Ayer y Hoy, que se difunde en redes sociales, ha cumplido felizmente 11 años con más de 2 mil 500 crónicas publicadas. Número parecido de libros y autores se han mencionado. La idea está a la vista, pero tiene la intención, además, de reverdecer viejos autores, mencionar la puerta al conocimiento, poner énfasis en ciertos aspectos de la lectura e incorporar comentarios de la vida actual, como reflejo del libro diario de esa vida.

No hay mejor manera de leer que cuando la lectura es voluntaria, pero la invitación abierta, con propuestas, siempre tiene buena intención. Los invito a llevar a cabo tan beneficiosa actividad.
Tere Gil

Invitación
Conversatorio: prioridades a considerar en el PEF 2025
Se invita al Conversatorio sobre prioridades a considerar en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2025 (PEF 2025), y sobre la demanda de la izquierda de antes y de ahora de combatir la desigualdad a través de una Reforma Fiscal Progresiva. A fin de atender, las demandas y prioridades de los y las trabajadoras que reciben el salario mínimo, y las del sector poblacional que trabaja en la economía informal. Son millones de mexicanos y mexicanas del campo y las ciudades, cuyos ingresos no les alcanzan para vivir con dignidad y con decoro. Con esta medida también disminuiría de forma inmediata el flujo de migrantes al extranjero.
Convoca el Colectivo Morena Chilangos (COMOCHI). 
La cita es hoy a las 18 horas, en el Albergue del Arte, ubicado en Alberto Zamora num. 32, casi esquina con Felipe Carrillo Puerto, a una calle de Miguel Angel de Quevedo, colonia Villa Coyoacán, CDMX
Araceli Hernández, Clara Robledo, Guadalupe López Alvarez, Laura Saénz, Gilberto García Mora, Marco Alvarado.


En julio de 2020 se publicó un desplegado titulado La deriva autoritaria, donde académicos firmaron un diagnóstico que, en esencia, acusó al gobierno de López Obrador de encaminar el país a una concentración de poder que socavaba al pluralismo mediante la destrucción de instituciones. Quizá sin proponérselo ese texto fue una especie de documento fundacional que articuló la alianza PAN-PRI-PRD.

Tras el fracaso electoral que ha padecido esa alianza desde 2021 –donde sus dos partidos principales perdieron 18 gubernaturas (11 el PRI, siete el PAN); y permanecen como minorías en congresos locales, en la cámara federal y el Senado, y donde perdieron la Presidencia de la República en 2024–, es de señalar que parte de la crisis de los dos sobrevivientes de la alianza PRIANRD se debe a la debilidad y tono apocalíptico que implicó su tesis de la deriva autoritaria.

Ese diagnóstico partía de premisas erróneas, como acusar riesgos en la libertad de expresión sin mencionar casos de periodistas censurados por la voluntad presidencial; en un entorno donde el grueso del ecosistema mediático enfocó sus baterías contra la 4T. Esa oquedad no sólo es falsa, sino una falta de respeto contra voces que sí lidiaron con la venalidad censora de Peña o Calderón.

Adoptar la proclama de la deriva autoritaria significó para el PAN un descuadre ideológico. El partido dio indicios el sexenio pasado de no saber cuál identidad confirmar como protagónica. Dos ejemplos: en 2021, senadores panistas, con Lilly Téllez a la cabeza, firmaron la Carta de Madrid para ligarse a extremas derechas como Vox; asumirse como fuerza política retardataria y refreír los prejuicios de la guerra fría. Sin embargo, poco después sería el PAN el partido que, sin democracia interna, postuló como candidata presidencial a Xóchitl Gálvez, a quien abanderaron no sólo esperanzados en que fuera una suerte de producto milagro, sino porque pretendían que, con su supuesto perfil alivianado y progresista, le arrebatara votos al electorado obradorista, bajo el compromiso de mantener la política social de la 4T.

Esa dualidad refleja un dilema identitario. ¿Qué hacer? ¿Adoptar una pose intransigente que desde la derecha más oscurantista interpelara al voto conservador? ¿O mejor dotarse de una fachada moderna, capaz de incluir derechos sociales e inclusión en su agenda, para así interpelar a un sector más amplio del electorado? La salida no fue acertada: el PAN adoptó un discurso intransigente, pero acciones zigzagueantes, donde, verbigracia, un día juraban mantener programas sociales, mientras diputados habían votado contra ellos y muchos de sus voceros acusaban de ninis a sus beneficiarios.

Con la débil consigna de la deriva autoritaria a cuestas, hay que señalar que la crisis de resultados electorales del PAN viene de lejos: en 2012, convertido en apéndice de la sevicia calderonista, se tornó en el primer partido que, como entidad gobernante, se fue al tercer lugar en una elección presidencial. Pero desde entonces su autocrítica ha sido escasa y sus autocríticos ninguneados.

El PAN se ha evidenciado en los últimos años como aparato que ve el gobierno como plataforma de lucro personal. De ahí que aliarse con rivales históricos como el PRI o el PRD fuera más producto de desesperación que de pragmatismo. Su discurso contra la deriva autoritaria, sus salmodias antipopulistas y su llamado a articularse sin chistar en causas inasequibles (la marea rosa) fueron una mascarada evidenciada por sus dirigentes: al mismo tiempo que el PAN alertaba contra una presunta democracia en riesgo, su dirigente Marko Cortés se repartía con el priísta Alito –en un modo más gansteril que antimeritocrático–, notarías, órganos autónomos o direcciones de universidades en Coahuila, acto ilegítimo que, para colmo, el PRI no acató, en un acto que eximió al tricolor no por la ingenuidad inepta de Cortés, sino por lo de que ladrón que roba a ladrón.

Hoy el PAN renovó dirigencia. Cortés dejó un instituto debilitado en manos de Jorge Romero, quien simboliza sin cortapisas la crisis del partido. Líder central de un cacicazgo gestor de corruptelas en la construcción, cuyo entorno se encuentra hoy preso, prófugo o confeso, Romero significa el ascenso en el PAN de un grupúsculo que ha hecho del partido en la Ciudad de México un coto y de los gobiernos locales ganados un nido de transas: el llamado cártel inmobiliario.

En la elección pasada parecía cinismo terminal que postulara en la alcaldía Benito Juárez, matriz del cacicazgo inmobiliario, al hermano de un panista preso, y como candidato a jefe de Gobierno a otro miembro del cártel. La asunción de Romero parece indicar que el partido pretende expandir esa iniquidad local a escala nacional. De la farsa de la deriva autoritaria el PAN pasa a la real deriva inmobiliaria, encabezado por un grupo para quien el gobierno es negocio y cuya renovación es cosmética: atrás quedan las barbas virreinales del Jefe Diego y las suplen los usos de los mirreyes en el poder.

*Autor del libro Las raíces del Movimiento Regeneración Nacional

Marco Antonio Campos escribió con ironía: ¿Por qué en Estados Unidos no cambian de pueblo en vez de Presidente? Sí, la explicación de lo que ahí ocurre está en la sociedad, más que en sus élites políticas. Desazones, idiosincrasias e ideologías gestadas en plazos largos, discursos de los actores políticos, entran en la historia en estampida y hacen lo suyo. Los medios gringos nos reseñaron mil aspectos de la pugna electoral, pero la sociedad está ausente de sus recuentos. Nos contaron una contienda de gallos enfrentados en empate: era falsa. Nos contaron que Trump ganó de calle; también es falso, veamos en qué sentido.

Al redactar estas líneas la fulgurante epopeya jamás vista en la historia ya aterrorizaba al por mayor por el planeta. Trump tenía en su haber 312 votos electorales (necesitaba 270), que le aseguran la presidencia; dominará el Senado, le faltaban siete votos para conseguir la mayoría de los Representantes. Y es suya la Corte Suprema. Trump ganó apoyo en todo el mapa electoral tanto en los estados republicanos como en los demócratas. Las derechas más a la derecha avanzarán más allá de EU.

Kamala y los demócratas desestimaron el principal malestar de las mayorías: las pérdidas en su nivel de vida: el impacto de la inflación y los estragos en las finanzas: ahora ahorran menos que antes de la pandemia, o están cayendo en mora, cada vez más, tanto en los préstamos para autos como en las tarjetas de crédito, con tasas de interés inicuas. En una sociedad hiperconsumista, esos datos se ven amplificados. Fue el factor de mayor peso en las decisiones de los electores. Creen que Trump mejorará su vida: agárrense. También desdeñaron la fábula trumpiana sobre los cientos de miles de asesinos y violadores extranjeros que les quitan el pan de la boca a los propios. Es una amenaza real según la percepción de la mayoría.

La suprema victoria de todos los tiempos es menor que la de Biden, que obtuvo 81 millones en 2020, frente a 74.6 millones de Trump en 2024. La población creció en 7 millones en el tramo 2020/24, y los votos no aumentaron sino disminuyeron: 15 millones menos que en 2020. Votaron por Trump 50.5 por ciento de los electores, y 48 por Harris: los electores están divididos en dos partes de tamaño similar. Cuarenta por ciento, no votó. Trump consiguió, en realidad, 28 por ciento del apoyo efectivo de los electores. Una victoria insólita está muy lejos de ser verdad. La contundente derrota de Harris es embuste trumpiano.

Con todo, dadas las reglas electorales, Trump tendrá dentro de las instituciones del Estado un poder que no tuvo Clinton, u Obama, o Biden. Las repercusiones por el mundo serán de gran alcance. Mientras la OTAN se tambalea, Europa ya está en alarma, buscando cómo va a proteger su casa. Las futuras decisiones de Trump estarán guiadas por el ultraderechista Proyecto 2025 formulado por la Heritage Foundation, una agenda para los supermillonarios. El impacto sobre las mayorías irá en sentido contrario a las creencias por las que las mayorías votaron por Trump.

Habrá republicanos en el poder por muho tiempo, prevén algunos analistas de EU; el próximo presidente será el vicepresidente J. D. Vance, de una derecha más recalcitrante que la de Trump, dicen. Es posible, pero el impacto sobre las mayorías también está por verse. El estándar de su vida decayó con Biden, la desigualdad social aumentó. Los asalariados históricamente prefirieron al Partido Demócrata (PD) pero, esta vez, explicablemente votaron republicano. Hace mucho tiempo que el PD es el partido de Wall Street y recibe de los banqueros ingentes montos de financiamiento para su campañas. Durante demasiado tiempo el Partido Demócrata ha llamado procazmente democracia al neoliberalismo.

Acaso esté llegando la hora de la izquierda subsumida en el Partido Demócrata, y la de las izquierdas que militan fuera de ese partido. Es la hora de la sociedad, no la de los partidos históricos de EU. Acaso están configurándose las condiciones para empezar a desmontar los espantosos preceptos del neoliberalismo, a echar por tierra su perversa doctrina sobre el individuo, su pauta según las cual las personas son consumidores y clientes.

Para Trump, es la hora de las corporaciones y de los ricos, que verán rebajados drásticamente sus impuestos. Para Trump es la hora de Elon Musk que verá ampliados los miles de millones de dólares en contratos gubernamentales que Musk ha recibido para SpaceX y Tesla, que contribuyeron a convertirlo en el hombre más rico del mundo. Musk ha intentado impedir que los trabajadores de Tesla se sindicalicen. El sindicato United Auto Workers presentó una denuncia contra Trump y Musk después de que ambos hablaran durante una conversación en X sobre la intención de Musk de despedir a trabajadores de Tesla en huelga. Es la hora de los Musk en un país donde el porcentaje de trabajadores sindicalizados ha caído por debajo de 7 por ciento, niveles no vistos desde 1932.

Es la hora del desiderátum de los de abajo.

Valencia, España., En la manifestación del pasado 9 de noviembre para exigir la dimisión del presidente de la generalitat, Carlos Mazón, una manta escrita advertía: La tempestad puede ocasionar daños. El capitalismo es mortal. La afirmación es contundente. Independientemente de los desastres naturales, el modo de producción dominante nos conduce a la barbarie.

Pero, más allá de la denuncia a la matriz que explica la letalidad y capacidad destructiva que puede adquirir una catástrofe climatológica cuando topa con un sistema inhumano, hay otras piezas del rompecabezas que dan cuenta de cómo la DANA fue gestionada torpe y criminalmente, y sus efectos han sido usados para objetivos que nada tienen que ver con la atención a las víctimas.

Entre esas otras piezas se encuentran la politiquería rapaz que busca sacar raja de la desgracia de miles de personas, el nuevo fundamentalismo de la derecha más rancia y el papel que influencers reaccionarios (y sus patrocinadores) han jugado en la difusión de bulos para exacerbar la legítima crispación social y rescatar a los responsables de la debacle. En ellas, ideas fuerza nacidas de la izquierda como que se vayan todos y sólo el pueblo salva al pueblo, han sido desnaturalizadas por la extrema derecha y puestas a su servicio para capitalizar políticamente el dolor, la rabia y impotencia de los afectados.

En el centro del nuevo imaginario social que la derecha radical quiere construir están, como explicó Martín Caparrós en El País, los migrantes. “Y sin embargo –escribe el autor de La Historia–, ahora el ‘problema’ de los in-migrantes se ha transformado en uno de los grandes temas europeos: uno de los argumentos más incisivos, más decisivos que aplican las distintas derechas para hacerse votar; el que más usa la prensa que se les vende para venderlos.” Añade: Lo que se presenta hoy en Europa como derecha es el oportunismo de los políticos que intentan aprovechar ese miedito, los intentos desesperados de resistirse a la inevitable renovación de nuestras sociedades. Para lo cual inventan todo tipo de infamias sobre esos inmigrantes, que es lo primero que hacen los conservadores para defenderse antes de recurrir a métodos más contundentes.

Hagamos un recorrido a vuelo de pájaro por la política valenciana (y española), para entender claves de la coyuntura y cómo la migración juega en ella. El 28 de mayo de 2023 se realizaron elecciones en la comunitat Valenciana. La coalición de izquierdas que gobernaba perdió el poder. El Partido Popular (PP) fue la fuerza más votada (35.37 por ciento y 40 diputados). El ultraderechista Vox, obtuvo 12.41 por ciento de los sufragios y 13 legisladores. Juntos, sumaron más de los 50 diputados necesarios para la investir como presidente de la generalitat a Carlos Mazón.

En un hecho hasta ese momento inusitado en España, ambas fuerzas acordaron confeccionar un gobierno conjunto, integrado por tres consellers de Vox y siete del PP, incluido el presidente.

Así, se abrió la ruta para pactar coaliciones de gobierno PP-Vox en Extremadura, Aragón, Castilla y León, Murcia y Baleares. Seis, incluyendo Valencia. En ellas, la ultraderecha se concentró en protagonizar guerras culturales. En Castilla y León y Aragón intentaron borrar la memoria democrática, que permite el acceso a la adquisición de la nacionalidad española por opción, y para los nacidos fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, originariamente españoles.

Sin embargo, poco menos de un año después de la travesía valenciana (360 días), las alianzas gobernantes conservadoras se rompieron, con el pretexto de la acogida de menores inmigrantes en las comunidades autónomas. Santiago Abascal, presidente de Vox, anunció que cancelaba los acuerdos regionales con el PP y pasaba a la oposición. Se convirtió así en lo que algunos analistas califican de fuerza antisistema-dentro del ­sistema.

Vox tomó entonces una ruta similar a la seguida por otras formaciones de la derecha radical en el viejo continente: Rassemblement National en Francia, la Liga en Italia, el Fidesz en Hungría, y el Partido por la Libertad en Países Bajos. En el Parlamento Europeo se sumó al grupo político encabezado por el húngaro Viktor Orbán (Patriotas de Europa) y asumió posiciones más beligerantes en cuestiones migratorias, de integración regional, soberanía nacional y protección de las identidades nacionales. Apuesta así a hacer de la migración (en realidad, racismo y discriminación), una herramienta para capitalizar el descontento popular en torno a otros asuntos (como el de la tragedia valenciana) presentándolos como resultado de la emigración.

En La extrema derecha inunda las redes de bulos (https://shorturl.at/TA1ww) Miguel Urbán sistematiza cómo la ultraderecha ha usado la DANA para inundar las redes sociales de fakenews y conspiraciones con los que reafirmar su negacionismo climático, esparcir sus odios, atacar al gobierno y de paso salvar al soldado Mazón de su responsabilidad en la tragedia.

Como explicó magistralmente Ignacio Ramonet en La era del conspiracionismo: Trump, el culto a la mentira y el asalto al Capitolio, la derecha radical ha elabo­rado desde las redes sociales una ­política de la posverdad que ha cambiado radicalmente las claves de la acción en la vida pública. Lo que hoy sucede con la catástrofe valenciana es inimaginable sin ello.

Raimon, el emblemático cantautor valenciano, autor de Al meu país la pluja, escrita en 1984, dice en su canción: En mi país la lluvia no sabe llover. O llueve poco o llueve demasiado. Si llueve poco es la sequía. Si llueve demasiado es la catástrofe. Al igual que sucede con la lluvia, puede acusarse a la ultraderecha de no saber hacer política: en momentos de tragedia como la vivida en Valencia, en lugar de poner en el centro la solidaridad y la lucha por la vida, lo único que hace es avivar las peores pasiones humanas, asociadas al odio, la xenofobia, el racismo, el supremacismo y el clasismo.

X: @lhan55

Para demostrar que en el fracaso de los países no importan la geografía económica, los recursos para generar riqueza en la sociedad capitalista, ni la cultura, en el capítulo inicial de Por qué fracasan los países, los noveleros Acemeglu y Robinson comparan una ciudad dividida por una frontera (no dicen que un muro) que pese a compartir clima, situación geográfica (pertenecían al estado mexicano de California, sic), antepasados, e incluso nos atreveríamos a decir que tienen la misma cultura, una es el infierno en la tierra (Nogales, Sonora), y otra casi el paraíso (Nogales, Arizona). ¿Por qué las instituciones de EU conducen mucho más al éxito económico que las de México? La respuesta se encuentra en la historia.

¿Historia? Sobre cada afirmación suya podría escribir un artículo: no, Moctezuma no fue capturado desde el principio, ni se inauguró así la estrategia fundamental de los españoles, porque ese evento no se repitió en los cientos de altepemeh que fueron dominados posteriormente. Y cualquier historiador serio se reiría de la reducción al absurdo de las instituciones económicas del siglo XVI y su perorata sobre la encomienda basada en una sola fuente: Bartolomé de las Casas. Desde ahí, falsean y tergiversan y, por supuesto, omiten toda referencia al carácter capitalista de los mineros y comerciantes de la Nueva España… y no hablaré hoy de los errores elementales en fechas y hechos concretos ni de su paupérrima bibliografía.

A fray Miguel Hidalgo (garrafal error hacer fraile a un párroco) apenas se le menciona, y sólo para hablar de la muerte y destrucción. Pasan por alto a Morelos y así se ahorran la Constitución de Apat­zingán y ¡tampoco dicen una palabra de la Constitución de 1824! Y eso, aunque su tema sean las instituciones políticas y se desvivan en elogios a la democracia y la Constitución estadunidenses. Corramos un pudoroso velo sobre su Iturbide de estampita de primaria, para no hacer enojar a la derecha iturbidista que aplaude este panfleto (creo que esa parte no la leyeron).

Donde sí se detienen es en la inestabilidad política de 1824 a 1867, omiten las razones económicas y geográficas, así como las presiones y agresiones de las potencias causales de esa inestabilidad. ¿La agresión imperialista de 1836-1848? Bastan dos líneas: Santa Anna presidió la pérdida de el Álamo y Texas, y la desastrosa guerra México-estadunidense que condujo a la pérdida de lo que se llegaría a conocer como Nuevo México y Arizona, y más adelante: grandes zonas del país no estaban bajo su control, lo que permitió la anexión de Texas por EU.

Suma: Mientras EU empezaba a experimentar la revolución industrial en la primera mitad del siglo XIX, México se hacía cada vez más pobre. ¿Razones de ello? Ni el acero, ni el carbón, ni los puertos naturales, los ríos navegables ni la masiva migración europea que aportó la imprescindible mano de obra: solamente las instituciones democráticas… ¡y tampoco hay una sola palabra sobre la Constitución de 1857, más democrática que la de EU!

“Tras el caos de la época de Santa Anna, hubo un intento fallido del emperador francés Napoleón II (sic) de crear un régimen colonial (sic) en México bajo el emperador Maximiliano… los franceses fueron expulsados y se redactó una nueva Constitución (sic).” Y luego: “Díaz violaba los derechos de propiedad… y concedía monopolios y favores a sus seguidores en todo tipo de negocios… Aquel comportamiento no era nuevo, sino que reproducía exactamente (sic) lo que habían hecho los conquistadores españoles y también Santa Anna siguiendo su ejemplo”. Y así sigue, sin mencionar ni por casualidad que los oligopolios que saqueaban nuestra riqueza (¡ah, el modelo extractivo, bestia negra del libro!) eran muy mayoritariamente de capital británico y estadunidense.

Para estos señores la competencia bancaria es clave (aunque nunca mencionen a tiburones como el Chase Manhattan o el National City Bank: en EU son pececitos que compiten sanamente), pero “el caso mexicano es muy distinto. De hecho, en 1910… solamente había 42 bancos y dos de ellos controlaban 60 por ciento de los activos… prácticamente no había competencia”. Se omite que esos dos bancos eran de capital británico y francés.

“Díaz y sus secuaces… se dieron cuenta de que México también tenía que cambiar. Sin embargo, el cambio no significaba arrancar las instituciones coloniales y sustituirlas por unas similares a las de EU…” Donde, a pesar de que los pueblos indígenas habían sido marginados (sic) se creó una frontera igualitaria a diferencia de México, donde Díaz siguió el modelo de Cortés, Pizarro y Toledo y enriqueció a sus cómplices. ¡Y aquí sí aparecen los indígenas!: “También se produjo a costa de quienes no tenían derechos en aquel nuevo orden, como el pueblo yaqui… Entre 1900 y 1910, unos 30 mil yaquis fueron deportados, esencialmente esclavizados…” Es cierto, pero ¡qué contraste con la omisión del exterminio de los nómadas de las llanuras de EU! Y ya. De la Constitución de 1917 no se habla tampoco, sólo de que Carlos Slim es multimillonario gracias al favor del gobierno, a diferencia de los magnates del complejo militar-industrial de EU y sus poderosos lobbys… supongo.

La receta es clara: échale ganas, erradica cualquier viso de socialismo o populismo, imita las instituciones y modelos yanqui y británico o, al menos, sudcoreano, responde a los incentivos como perrito de Pavlov pero, sobre todo, échale ganas: eres pobre –como país– porque quieres.

Toda torre es la torre de Babel: un alzarse al cielo para alcanzar la estancia de los dioses. Pero aquí o allá, las torres se han convertido en señas de identidad en todo el mundo: de París a Pisa, de Dubái a la Ciudad de México. Son la geografía humana que nos distingue.

En marzo de 1958 se inauguraron las torres de Satélite. No fueron tan altas como las imaginó su creador, Mathias Goeritz, ni llegaron a ser siete como había planeado. Por lo demás, la plaza desde donde se yerguen resultó más pequeña de lo previsto, sin los cuerpos de agua considerados y el color de una de ellas cambió por completo. Pese a todo ello, las torres de Satélite se han convertido en un símbolo entrañable del paisaje mexicano.

Dice Fernando González Gortázar que debemos considerarlas una concepción maestra, una completa novedad, una propuesta que cambió el modo de entender el arte para la nueva dimensión urbana y en la era del automóvil. Para él, las torres de Satélite marcaron un antes y un después en el arte hecho para la ciudad.

Si el 21 de noviembre de 2012 fueron declaradas monumento artístico nacional; hoy, un grupo de vecinos de Naucalpan busca que la Organización de Naciones Unidas, para la Educación, la Ciencia y la Cultura las declare patrimonio artístico de la humanidad.

Para Mathias Goeritz fueron pintura, escultura, arquitectura emocional con sus texturas de estrías y su volumen triangular. Para él, sólo recibiendo de la arquitectura emociones, el hombre puede volver a considerarla una obra de arte. Creía, como Le Corbusier, que la construcción tiene por misión emocionar: la emoción arquitectónica se produce cuando la obra suena en nosotros el diapasón de un universo, cuando la obra nos capta.

A Goeritz le hubiera gustado colocar pequeñas flautas y silbatos en sus esquinas para que interactuaran con el viento y quienes pasearan cerca de ellas escucharan su extraño canto, pero los promotores financieros desecharon la idea.

En 1958 el conjunto escultórico ya se había construido como lo conocemos. Estaban las cinco torres, no las siete, proyectadas por falta de presupuesto y, por ese mismo inconveniente, ninguna alcanzó los 200 metros considerados por Goeritz para una de ellas. La más alta sólo se levanta 52 metros y la más pequeña 37.

A más de medio siglo, las torres han enfrentado retos significativos, como el puente peatonal construido en 1974 y la calamidad que la ciudadanía logró conjurar: la construcción del segundo piso Bicentenario de 22 kilómetros que pasaría por sus lados. Lo que no se logró controlar fue el paisaje trasformado por una descontrolada urbanización y los cielos cada vez más contaminados.

Pese a ello, Goeritz siempre prefirió la calle en lugar del museo para compartir sus obras. En la calle, decía, la obra llega a tener una vida completamente independiente, va cambiando, enriqueciéndose, modificándose.

Aunque le gusta que sus obras produzcan emociones, sabe que las cosas pasan, se olvidan, y muchas veces las que permanecen y recordamos no son las más representativas ni las mejores de una época.

De cualquier manera las torres han sobrevivido. Este monumento, aseguraba González Gortázar, es una pieza imprescindible de nuestro proceso cultural, una seña de identidad visual para sectores muy amplios de la metrópoli, un punto de referencia, un emblema.

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