Pluma Patriótica
En el mundo, el número global de las mujeres privadas de su libertad ha aumentado en un 53% desde el año 2000, mientras el número de hombres privados de libertad ha aumentado en un 20% durante el mismo periodo y en América Latina el incremento en la población carcelaria de mujeres ha sido el triple del aumento para los hombres, en cuanto a México, ha aumentado, aunque no en las mismas proporciones, se estima que del 2005 al 2023 la población penitenciaria de mujeres en el país aumentó un 20%.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía de México (INEGI), entre 2017 a 2022 se registró un crecimiento en el número de mujeres privadas de la libertad por delitos asociados al crimen organizado. Las cifras de mujeres sentenciadas y en prisión preventiva por estos delitos pasaron de 9.754 en 2017 a 11.295 en 2022, lo que equivale a un incremento en la tasa de 15 a 17 por cada 100.000 habitantes. La pregunta ahora es: ¿qué está pasando? Si bien entendemos que la crisis económica global forma parte fundamental de este incremento, tiene que ver sobre todo con las desigualdades sociales entre hombres y mujeres, y el menor acceso de estas últimas a el ejercicio pleno de sus Derechos Humanos.
En cuanto al aumento de la participación de las mujeres en delitos asociados al crimen organizado, el informe publicado en 2023 del International Crisis Group, encontró que las mujeres consideran cada vez más viable la participación en estructuras del crimen organizado para adquirir poder y protección en contextos de creciente violencia basada en género, y que la mayoría de las mujeres que participan en redes de narcotráfico están en la base de la estructura, en lugar de posiciones de liderazgo, lo que aumenta sus probabilidades de ser detenidas, de hecho quedan desprotegidas de sus organizaciones, y de inicio son a las que se les paga menos por similares actividades, permanentemente están en una situación de vulnerabilidad económica y social, en la que suelen carecer de recursos y el apoyo necesario para defenderse legalmente o financiar su salida de prisión, lo cual hace que un porcentaje mayor de ellas permanezcan en prisión preventiva en comparación con los hombres.
Son víctimas del sistema patriarcal y cómplices quizá de sus circunstancias, sabemos que la presidenta Claudia Sheinbaum en 2022 en el la CDMX liberó a casi 80 mujeres que eran mayores de edad, tenían enfermedades crónico-degenerativas o terminales, discapacidad física, originarias de pueblos y comunidades indígenas, seguro en el próximo año veremos acciones similares en el país, las mujeres reclusas en México son víctimas en gran medida del sistema patriarcal.
Eva Albavera
Antropóloga social, Feminista, Activista por el ejercicio de los derechos humanos, locutora, Presidenta de "Equidad y Autonomía en movimiento A.C."
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