4/05/2025

Política japonesa propone toallas sanitarias en baños públicos; recibe oleada de amenazas de muerte

 

Fue a través de sus redes sociales que, el 25 de marzo, Yoshida compartió una breve historia, señalando que se vio en apuros luego de no encontrar ninguna toalla sanitaria al interior de un baño en el Ayuntamiento de la ciudad de Tsu, por lo que externó sus deseos de que «al igual que el papel higiénico» estos productos de gestión menstrual fueran accesibles en los sanitarios. Y aunque esta propuesta ha sido reconocida en muchos otros países del globo donde estos productos son considerados de primera necesidad, la respuesta de los internautas terminó por reventar a Yoshida.

De forma inmediata, los comentarios fueron de odio; la señalaban por ser demasiado vieja para no llevar toallas sanitarias de emergencia. Sin embargo, el odio no sólo comenzó a aparecer en sus redes sociales, sino que sólo un par de días después, su bandeja de correo empezaría a recibir un correo electrónico por minuto donde era amenazada de muerte, presuntamente, este contenido provenía de una misma fuente.

«Yo mataría a la asambleísta Ayaka Yoshida, quien no lleva toallas sanitarias de emergencia con ella, a pesar de ser demasiado vieja para saberlo», se lee en uno de los correos enviados a Yoshida.

Fuente: Ayaka Yoshida vía X

Asimismo, se le advirtió que, para resolver el problema de las toallas sanitarias «preferían matar a esa idiota [Yoshida]» antes de poner un sólo yen de sus impuestos para realizar esta política pública. En conferencia de prensa, Ayaka Yoshida externó que ya ha entregado un reporte a la policía de Tsu, donde se contienen todos los correos con amenazas de muerte y los comentarios desagradables que pretendieron agredirla por razones de género.

«Así es como han silenciado a las mujeres, pero tal como lo hicieron mis predecesoras, no permaneceré en silencio. Las mujeres no callarán, #Womandontshutup», posteó Yoshida en su cuenta oficial de X.

En entrevista para el medio This Week in Asia, el maestro en sociología Chisato Kitanaka advirtió que este no es un fenómeno aislado, sino sostenido. La misoginia que se vive en la política japonesa es un hecho preocupante y señaló que, aunque la reacción «extrema» de los internautas es un llamado de emergencia, esta no sería la primera vez que una mujer política es sometida al escrutinio público.

De acuerdo con Kitanaka de la Universidad de Hiroshima, «estamos viendo cosas similares pasando una y otra vez», pues «cada vez que una mujer hace o propone una política pública, es atacada». Particularmente, cuando se habla de asuntos que les atraviesan y que, usualmente, no han sido colocadas en el panorama japonés como por ejemplo, los derechos sexuales, los sistemas de cuidado, los apoyos a las madres trabajadoras, frenar la violencia doméstica y abolir la violencia sexual.

Los sectores conservadores de Japón, si bien no son mayoría, avanzan en la política ocupando curules en las asambleas. Este hecho resulta importante, pues la participación política de las mujeres en ese país está profundamente rezagada y el camino se vuelve más complejo cuando estos sectores de ultraderecha ejercen violencia. Sólo para tenerlo en el mapa, en julio del 2024 Yuriko Koike fue electa por tercera ocasión para gobernar la capital japonesa -Tokio- y aunque esta victoria podría parecer una tregua al machismo, la realidad es que la política ha encarado de primera mano al patriarcado japonés.

«No podemos dejarle Tokio a una mujer», «utiliza demasiado maquillaje» y «no debería vestirse de mujer cuando por dentro es un hombre» (esto último haciendo alusión a una intervención quirúrgica en la que se removieron los ovarios de Yuriko Koike). Estos son algunos de los comentarios reiterados que, desde 2016, la gobernadora tokiota recibió tras su primer periodo electoral.

La prensa, se ha encargado de señalarla por su vejez y su edad, a pesar de que anualmente cuentan con el mismo candidato casi tres décadas mayor que Yuriko Koike, el inventor Yoshiro Nakamatsu.

Aún con un sistema patriarcal tan violento, la gobernadora se ha mantenido firme en sus propuestas y referido que “no importa, pues está acostumbrada” (a los comentarios de sus colegas y opositores).

Japón logró el sufragio femenino en el 45, tras la Segunda Guerra Mundial y con ello, la participación política femenina comenzó a avanzar. Hace 75 años, las mujeres ocupaban el 8.4% de la Cámara y hoy, en 2024, representan el 9.9%.

Es decir que, en dos tercios de siglo, la participación femenina sólo aumentó un 1.5%, un avance frustrante e increíblemente lento que tiene por consecuencia, que las políticas que atraviesan a las mujeres no sean contempladas en las agendas de discusión; se recrudece la brecha salarial, se dan retrocesos en los derechos reproductivos, escuetas políticas menstruales y la violencia de género se mantiene sin políticas públicas verdaderamente contundentes.

Como resultado, el Foro Económico Mundial ha advertido a Japón sobre su enorme falta de inclusión, pues se encuentra en el puesto 120 de brecha de género, siendo el país con la peor posición entre los miembros del G-7. Aunada a las siguientes posiciones a nivel global:

  • Posición 147 de participación política
  • Posición 117 en participación y oportunidades económicas

Y aunque podría apuntarse a que, lo vivido por Yoshida sólo corresponde a un grupo reducido de hombres con ideas de extrema misoginia con tendencias claras al feminicidio como máxima expresión de odio, el panorama se recrudece, a sabiendas de que en la esfera política y popular japonesa existen personajes desdeñables con discursos patriarcales que pretenden limitar la vida de las mujeres a su papel reproductivo.

La derecha japonesa: Desconocer el abuso sexual y considerar a las mujeres máquinas reproductivas

En noviembre del 2024, el lider del Partido Conservador de Japón Naoki Hyakuta, señaló que era necesario cooptar a las mujeres de mejores salarios, oportunidades y educación, pues se debía recordar que su causa última era la maternidad y dedicar sus días al cuidado, especialmente, las mujeres menores de 25 años y aquellas que sobrepasaran los 30, enfrentarían consecuencias.

Este partido, de apenas un año de trayectoria, ha cobrado especial relevancia y ganado jóvenes adeptos quienes abrazan el conservadurismo, el belicismo, la xenofobia y la misoginia. Según compartió Hyakuta, una vez leyó de un «futuro hipotético» donde aquellas mujeres que tengan más de 25 años ya no podrán casarse por ser consideradas demasiado viejas, mientras que las mujeres solteras de 30 años en adelante, serían sometidas a una histerectomía -extracción del útero-.

Según el titular del partido, esto se trata de una serie de «hipótesis» que había leído en varios foros de discusión y que podrían acarrear una probable respuesta ante la crisis de natalidad que atraviesa al pueblo nipón, pues, estas políticas extremas presionarían a las mujeres a convertirse en madres a edades más tempranas y levantaría el número de nacimientos de forma considerable.

Y aunque su mano derecha, la periodista ultraconservadora Arimoto Kaori le replicó inmediatamente diciendo que eso era inapropiado, Hyakuto sostuvo que no era nada malo y que sus comentarios sólo decían una verdad inmutable sobre «el tiempo biológico» de las mujeres.

Aunque Hyakuta terminó señalando que sus comentarios no tenían el objetivo de resultar «desagradables», sino más bien, de abrir la oportunidad al diálogo, la verdadera conversación está en cuál es el trasfondo de este pensamiento y cómo las mujeres son limitadas como objeto de reproducción en los países donde la tasa de natalidad va en decadencia.

Y es que, se debe apuntar a que este pensamiento no deviene de un político japonés que decidió compartir sus ideas, sino más bien, de un problema estructural a nivel global que se ha replicado generacionalmente y se arrastra hasta nuestros días.

En 2018, Kanji Kato del Partido Liberal Democrático dijo que las parejas debían tener al menos 3 hijos y aquellos matrimonios que no alcanzaran esa «cuota», serían llevados a vivir en pensiones y aunque Kato se disculpó por esto poco después, se evidencia la forma en que muchos políticos japoneses han instado a las mujeres a tener múltiples hijas e hijos a través de medidas violentas de control.

En el mapa público, se encuentra a Kiyoteru Mizuhara, un político, activista y youtuber que ha ganado gran popularidad en los últimos años y que es conocido por presentar posturas extremas, como denunciar que las mujeres y niños son un desperdicio de recursos públicos. Además, de apoyar el trabajo sexual forzado, sorprendentemente, tiene un fuerte séquito de hombres que respaldan sus ideas quienes, además, le envían dinero en sus redes sociales.

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