7/23/2010

Los periodistas pal café....


Julio Hernández López: Astillero
Cada día se cierran más los caminos electorales que Andrés Manuel López Obrador comenzará a transitar abiertamente por segunda ocasión a partir del próximo domingo. El fraude de 2006 fue una plataforma de lanzamiento del mensaje restrictivo: por más ilusiones, emociones, esperanzas y votos que acompañen a un candidato popular reformista, los poderes reales habrán de fabricar los resultados legales que cerrarán el paso a esas opciones de transformación, por tibias, graduales o enigmáticas que parezcan. No sólo eso: la capacidad de manipulación de esas fuerzas cupulares amafiadas puede instalar percepciones adulteradas que van formando verdades políticas y electorales entre el desinformado público votante, al extremo de legitimar golpistas y satanizar a opositores. O, inclusive, de alentar y bendecir el retorno del priísmo rapaz, disfrazado de alternativa de cambio hacia el pasado, de retorno de lo malo por conocido, una especie de síndrome de Estocolmo expresado en tres colores.
López Obrador ha resistido todo. Las campañas criminales de difamación, el virus de la desesperanza inoculado en el cuerpo del perredismo chuchista que acabó colaborando con el defraudador, la abulia cívica que asume posiciones fatalistas y se desentiende de la participación en los asuntos públicos, parapetándose en la tesis impulsada por conveniencia desde el gobierno y sus voceros mediáticos de que todos los políticos son iguales. Y no sólo los obuses han venido de fuera: terquedad caminante, viajera, practicante de una oratoria cansada, repetitiva, llena de lugares comunes cuyos desenlaces verbales pueden anticiparse apenas iniciada la frase, rodeado de algunos personajes de nada dudosa moralidad política, saltimbanquis evidentes, oportunistas que han aprovechado las promociones del tabasqueño para ganar elecciones locales y luego han olvidado cualquier compromiso político y se han entregado al peor de los gobiernos (como en el caso extremo de Juan Sabines, en Chiapas).
Sobrevivió. E, incluso, pudo preservar posibilidades electorales a pesar de que el PRD ha mantenido una permanente lucha contra él, navegante a contracorriente en los ríos de suciedad de los partidos, casi náufrago en asuntos de futuros registros de candidaturas a no ser por el Partido del Trabajo al que se ha asido como virtual último recurso. Y, sin embargo, ha seguido moviéndose. Tanto que sigue siendo el único mexicano con capacidad de convocatoria masiva nacional por sí mismo. Tanto que, a pesar de sus errores y tropiezos, López Obrador es hoy la única posibilidad electoral de frenar la barbarie panista, de enfrentar el triunfalismo comercial del priísmo salinizado y de recomponer algo de las maltrechas filas de la izquierda formal. Podría decirse que AMLO representa la última oportunidad institucional de sobrevivencia depurada de un régimen político que está en las últimas. Sin embargo, la reciente postulación por sí mismo a una segunda oportunidad de competir ha reavivado los odios mediáticos, la enfermiza polarización, la intolerancia política e ideológica, los llamados al linchamiento del incómodo, del molesto, del que resiste.
Todo es peor para AMLO ahora. No es el puntero en las encuestas, tiene una imagen marcadamente negativa en ciertos sectores conservadores o despolitizados, el PRD le juega las contras y Camacho y Ebrard construyen una opción de izquierda light, bonita, civilizada, no confrontacional, que busca desplazarlo. Pero López Obrador podría crecer en la medida en que la crisis calderonista se agudizara y la voracidad priísta llevara a sus principales personajes a comerse entre ellos mismos. Sin embargo, la clave no está en esos procesos de competencia política tradicional que son falsos, como lo mostró 2006. Ir de nuevo a los comicios por sí mismo, confiado en una mejor organización, en cuadros locales organizados mediante credencializaciones y comités, esperanzado en que el sistema sí respete esta vez la voluntad popular, sería el equivalente a volver a poner la cabeza en la guillotina, pero con la ilusión de que ahora no caiga la hoja afilada porque desde las alturas así generosamente lo decidan.
El calderonismo, y los intereses que le impusieron en 2006 y ahora diseñan escenarios de alternancia para que el PRI continúe con la tarea mal hecha por los panistas fallidos, están desactivando diariamente las opciones electorales. El nar- cotráfico ya fue expresamente en estos comicios locales recién pasados un factor de instalación o ex- clusión de candidatos, de manipulación de datos elec- torales por amenazas o directamente bajo el poder de las armas, de asesinatos, amenazas, secuestros y condicionamiento de recorridos geográficos. En 2012, la delincuencia organizada será una amenaza paragubernamental a candidaturas y campañas que vayan contra la lógica de quienes todavía tendrán el poder formal. Desde ahora el IFE acepta que hay condicionamientos y obstáculos en ciertas zonas del país para el cumplimiento de tareas electorales básicas. Y, como si el pasado se asomara burlonamente al presente que trata de animarse a participar, allí está la resolución del propio IFE que acepta que Calderón (como Fox en 2006) cometió actos indebidos de inducción del voto a favor de su partido (en 2010, con los anuncios en cadena nacional, días antes de las elecciones locales, en que FC anunciaba presuntos logros y avances de su administración), pero que no se le puede castigar. Y, sin embargo, allí está de nuevo el camino electoral. AMLO, en un segundo intento al que en un descuido harán crecer los mismos que hoy le aporrean rabiosamente.
Y, mientras el secretario Blake atiende al dirigente del SME, como una manera de dar salida burocrática intrascendente a las exigencias de diálogo con Calderón que han hecho los huelguistas del Zócalo capitalino, quienes han llegado al extremo de escribir con sangre sus demandas, ¡hasta el próximo lunes, en esta columna que lleva una pancarta contra las leyes racistas de Arizona!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mxhttp://www.twitter.com/julioastillero
La juez Susan Bolton es una mujer de 58 años, tiene fama de ser inteligente, reflexiva, pero también enérgica. Cuentan que en una ocasión dos abogados discutían a gritos frente a ella en la sala de la corte; no tenía a la mano ese martillo que aparece en las películas de Hollywood, pero tomó un cenicero y comenzó a golpear su escritorio hasta que los hizo callar. Entre sus sentencias más sobresalientes se recuerda una de 2002, cuando sentenció a 16 años de prisión a un pollero que llevó a la muerte a cuatro paisanos en el desierto de Yuma. En otro caso absolvió a agentes de la Border Patrol. Habían sido demandados por tomar parte en el arresto de 430 migrantes; sin distinguir su condición migratoria, cargaron con todos sólo por su apariencia física. Ayer, en la primera audiencia que tuvo lugar en Phoenix sobre la ley Arizona, la juez Bolton se abstuvo de dictar una resolución. Tiene dudas, no la convencieron los argumentos de la gobernadora Brewer, quien está aprovechando la ventolera para buscar votos con miras a su relección. Está previsto que la ley entre en vigor el jueves de la semana próxima. Antes habrá otra audiencia. Ruidos raros. De entrada es difícil entender lo que significan términos como espacio radioeléctrico, frecuencias, megahertz, rondas, etcétera. No hay que ruborizarse, pertenecen al lenguaje de las telecomunicaciones. Lo que es fácil entender es que tiene relación con la atmósfera y por ahí transitan las señales que hacen posible la comunicación de los teléfonos celulares y otros servicios. Pertenece a la nación y la ley permite que lo concesione a empresas privadas. Lo han venido haciendo recientemente la Secretaría de Comunicaciones y la Cofetel. Hay síntomas de la presencia de influencias políticas. Televisa, asociada con Nextel, según dicen algunos de sus competidores, se quedó con una parte del espacio con una oferta de 180 millones de pesos, cuando otras compañías han ofrecido varios miles de millones. Exigen que se anule la licitación y vuelvan a comenzar de cero.
Mann y Dickinson (MyD), en su artículo de 1978 y Mann en su libro de 1990, al igual que Ariel José Contreras2, centran su identificación de obstáculos al desarrollo del capitalismo en la agricultura (lo que para ellos explicaría la persistencia de las formas de producción agrícola no capitalistas) en: la diferencia entre tiempo de trabajo y tiempo de producción (distinción conceptual realizada por Marx en el Volumen II de El Capital); y otras características naturales como el carácter perecedero de los productos que afectan la comercialización, así como los riesgos naturales que suelen afectar los resultados productivos.

Carlos Fernández-Vega: México SA
La cifra en sí resulta socialmente aterradora, pero al habilitado secretario de Hacienda, Eduardo Cordero, le ha dado por confundir magnesia con gimnasia y manejar, a su gusto y conveniencia, los números y tiempos de producción de la fábrica de pobres del Calderonato SA, en un intento por minimizar la responsabilidad directa del gobierno federal –y la del propio funcionario– en el incremento de depauperados en el país, antes y durante la más reciente crisis. No es la primera vez que procede en tal sentido, pero en su encuentro del pasado miércoles con el presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, aseguró que 5 millones 800 mil personas ingresaron al ámbito de la pobreza en el país a consecuencia de la crisis de 2009, escalofriante proporción que, en realidad, corresponde al avance de tal condición sólo en el primer bienio del actual inquilino de Los Pinos (2007-2008), o, lo que es lo mismo, antes del reconocimiento oficial de la susodicha crisis, de acuerdo con cifras oficiales (Coneval).
Pero el Cordero del señor no sólo se dedica a mezclar indiscriminadamente tiempos y números, sino a elaborar frases de colección, como la del pasado miércoles: 5 millones 800 mil personas ingresaron al ámbito de la pobreza en el país a consecuencia de la crisis de 2009, (pero) este impacto fue menor al observado en la crisis de 1995, cuando 15 millones de mexicanos cayeron en esta condición. Así, junto con Rosita Alvirez, festeja que de los tres tiros que le dieron sólo uno resultó mortal. Lo cierto es que aún no existe una evaluación documentada del costo social provocado por el brutal golpe del año pasado (el Coneval difundirá tal medición a mediados de 2011).
Ahora que si Cordero no confunde magnesia con gimnasia, ni mezcla discrecionalmente números y tiempos, y si la cifra que el titular de Hacienda hizo pública el pasado miércoles sólo corresponde a 2009, entonces en la primera mitad del calderonato alrededor de 12 millones de mexicanos habrían caído en pobreza (a razón promedio de 913 por día, y siempre de acuerdo con las cifras oficiales), del tal suerte que al cierre del año pasado los paisanos en tal condición representarían cerca de 52.2 por ciento de la población total, proporción equivalente a 56.4 millones de personas. De cualquier forma, pues, no aplica la técnica Rosita Alvirez utilizada por el ex titular de Desarrollo Social.
En 2007-2008 dos panistas despacharon como titulares calderonistas de la Secretaría de Desarrollo Social: Beatriz Zavala (que regresó a su escaño en el Senado de la República) y el propio Ernesto Cordero; éste prolongó su estadía en esa dependencia hasta el 9 de de diciembre de 2009, cuando el inquilino de Los Pinos lo ungió como secretario de Hacienda, tras premiar a Agustín, el doctor catarrito, Carstens con el Banco de México. Y el resultado concreto de su paso por la Sedeso, con la decidida participación de Felipe Calderón y su muy buen equipo económico, tal vez el mejor (como el propio michoacano lo evaluó), fue el incremento de la pobreza en cerca de cinco puntos porcentuales (casi 6 millones de mexicanos) tan sólo en ese bienio, lo que para el delfín significa que México va por el rumbo correcto, o, como dijo en julio del año pasado (tras conocerse la evaluación del Coneval), que las cifras oficiales sobre la pobreza en el país no son un reflejo de la realidad, ya que si se observa a largo plazo la tendencia es decreciente.
A mediados de 2008, es decir, cuando oficialmente no existía la crisis, las cifras sobre la pobreza en el país difundidas por el Coneval fueron las siguientes: 50.5 millones de mexicanos se encontraban en condición de pobreza patrimonial; 26.76 millones en pobreza de capacidades y 19.5 millones en pobreza alimentaria. Si ese fue el resultado sin crisis, sólo hay que imaginar cuál fue el resultado en 2009. Sirva de referencia que en 1992, cuando el país se insertaba en el primer mundo (Salinas dixit), el número de pobres ascendió a 46.14 millones (53.1 por ciento de la población total en aquel entonces); en 2002 a 50.4 millones (50 por ciento del total); en 2006 se redujo a 44.7 millones (42.6 por ciento); en 2008 se incrementó a 50.7 millones (47.4 por ciento), y a 56.4 millones (52.2 por ciento) si en realidad Cordero sólo se refirió, el pasado miércoles, a 2009.
Como en su momento se publicó en este espacio, en el balance del primer bienio calderonista, y siempre de acuerdo con las cifras oficiales (Inegi y Coneval), se tiene que nacieron un millón 896 mil 53 mexicanos; en ese mismo periodo 5 millones 872 mil 205 paisanos fueron obligadamente incorporados a la pobreza, de tal suerte que Calderón condenó a la miseria a todos los nacidos en el primer bienio de su administración y entre las patas se llevó a otros 3 millones 976 mil 152 que arribaron a este heroico país entre 2001 y 2005, un resultado que para Ernesto Cordero es sinónimo de que México va por el rumbo correcto.
Para redondear el cuadro, el propio Coneval informó que en 2008, con un ingreso mensual de mil 900 pesos en el área urbana y de mil 282 pesos en la rural, la mitad de la población no tuvo con qué cubrir sus necesidades básicas (educación, salud, alimentación, transporte). Los programas sociales han sido un paliativo y servido para mejorar el acceso a algunos servicios, pero resultan insuficientes para aumentar los ingresos de los mexicanos y dotarlos de los satisfactores mínimos. En las zonas rurales (poblaciones con menos de 15 mil habitantes), más de 60 por ciento de los mexicanos se encontraba en pobreza patrimonial y en las urbanas casi 40 por ciento; 65 por ciento de los mexicanos no eran derechohabientes de alguna institución de seguridad social. Y a todo esto Cordero le llama caminar por el rumbo correcto.
Las rebanadas del pastel
En eso de arrasar con la de por sí desbalijada clase media e incrementar sostenidamente la producción en la fábrica de pobres, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no se quedan atrás: por mayoría y de un plumazo, decidieron reducir 60 por ciento el monto tope de las jubilaciones y pensiones, pero no las suyas, desde luego, sino las de los trabajadores del reducido sector formal. Y ya que según ellos tal medida no sólo es necesaria, sino legal, entonces que sean congruentes y que ellos mismos se jubilen con no más allá del equivalente a 10 salarios mínimos, porque tampoco alcanzará para pagar sus multimillonarios sueldos, prestaciones y conexos.
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

Penultimátum
Cabe el lector el nombre de algún alto funcionario que desempeñe su trabajo con humildad? ¿Que ejerza su cargo para servir a la población y no para enriquecerse? Gracias por acordarse de uno. Con él basta. Porque si algo distingue al quinto responsable de las fiestas del Bicentón y el centenario, el abogado José Manuel Villalpando, es su modestia, el dejar que otros juzguen su trabajo. Esa tarea la realiza su otro yo, que, ante los medios, confesó que la labor de Villalpando ha sido bastante acertada. No la califica de perfecta porque, afirma, la crítica, la envidia es algo muy hispánico, muy mexicano.Sí, es de envidiosos criticar y exigir cuentas claras a los funcionarios que manejan recursos públicos y disponen de ellos atenidos a su capacidad y conocimiento. Virtudes que engalanan al divulgador de anécdotas históricas cuando revela que fue él quien solicitó contratar a la empresa Instantia Producciones, del australiano Ric Birch, para hacerse cargo del máximo espectáculo del Bicentón en septiembre próximo. Lo hizo por adjudicación directa, legalmente, porque Birch es la única persona que puede hacerlo con categoría mundial, se justifica, se demuestra y se contrata.

Patricia Peñaloza: Ruta Sonora
El provocador tercer disco de la srilankesa/británica Maya Arulpragasam, mejor conocida como M.I.A., nombrado como ella misma, MAYA, pero con barras diagonales (oficialmente, se llama /\/\/\Y/\), ha dividido opiniones entre la crítica, y ella está feliz de que así sea: “Hago música para mis fans, no para la industria. Mi canción Paper planes (Kala, 2007) estuvo prohibida un año en medios, por incluir balazos; tuvo que aparecer en la película Slumdog millionaire (Dany Boyle, 2008), para ser aceptada”, dice a la revista Nylon. Aguerrida y firme en sus posturas, y poseedora de un humor ácido y juguetón, sigue siendo una de las artistas-emblema del rap/hiphop/artpunk de guerrilla sonora contemporáneo.

El Correo Ilustrado
La SCJN apuñala a jubilados
La jurisprudencia aprobada por la segunda sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el pasado 9 de junio, en el sentido de fijar un tope máximo de 10 salarios mínimos a las pensiones otorgadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), contraviniendo lo que la propia Ley del Seguro Social establece, que son 25 salarios mínimos, es una verdadera puñalada a la jubilación, como bien lo dijo La Jornada en su edición del pasado jueves. Más de 20 organizaciones de jubilados, pensionados y adultos mayores nos estamos organizando para defendernos mejor en esta noche oscura contra la sociedad.
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Gilberto López y Rivas: Juan Manuel Santos, persona non grata
El día de ayer llegó a nuestro país el presidente electo de Colombia, Juan Manuel Santos, quien en su carácter de ex ministro de Defensa es uno de los principales responsables por omisión o comisión del asesinato de miles de jóvenes que disfrazados con uniformes guerrilleros son presentados como muertos en combate y conocidos como falsos positivos. También, Santos está ligado al asesinato de cuatro ciudadanos mexicanos y al intento de homicidio, así como las lesiones y torturas sufridas por la mexicana Lucía Morett, en la invasión militar que violentó la soberanía nacional de Ecuador el primero de marzo de 2008. Tanto este presidente electo como el saliente Álvaro Uribe han reconocido con orgullo que ordenaron el ataque, mismo que provocó la muerte de 25 personas, entre ellas la de los estudiantes mexicanos Juan González del Castillo, Verónica Velázquez Ramírez, Soren Avilés Ángeles y Fernando Franco Delgado.
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