5/04/2011

Edomex: el asesinato de Nadia, a investigación


Jenaro Villamil


MÉXICO, 4 de mayo (apro).- La senadora panista Adriana González Carrillo propuso a la Comisión Permanente solicitar un informe completo al gobierno del Estado de México sobre el asesinato de Nadia Alejandra Muciño Márquez, ocurrido en 2004, después de un episodio de violencia doméstica, y que el Ministerio Público mexiquense concluyó que se trataba de “un suicidio”.

Muciño Márquez forma parte de los nueve de cada 10 homicidios dolosos de mujeres que quedan impunes en el Estado de México por causa “de las graves deficiencias en las investigaciones” y de la “misoginia institucional”, argumentó la senadora.

González Carrillo citó los datos de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, según la cual, sólo 15% de los homicidios dolosos de mujeres ha concluido con una sentencia condenatoria y en 56% de los casos se ignora la identidad del atacante, quedando en la total impunidad.

“Más preocupante resultan las declaraciones de las autoridades responsables de la atención y procuración de justicia en el Estado de México que reflejan, en gran medida, la falta de interés y preocupación por este fenómeno ante la persistencia de una cultura institucional que discrimina y culpabiliza a las mujeres”, puntualizó la senadora.

La historia de Nadia

Recordó que Nadia Alejandra vivía con su pareja, Bernardo López, desde 1998 en Villa Nicolás Romero. “En medio de golpizas, amenazas verbales y demás vejaciones propinadas por su pareja, procrearon 3 hijos. En mayo de 2003, Nadia no regresó a su casa. Su madre María Antonia Márquez la buscó durante días ante la completa indiferencia del esposo”, relató la senadora.

La suegra “descubrió que Bernardo la había secuestrado en un rancho en donde la golpeó y dejó gravemente herida”. La madre y la hija acudieron al Ministerio Público estatal, que acusó a Nadia por las reacciones de su esposo Bernardo.

El 12 de febrero de 2004, Nadia apareció muerta en el baño de su casa, con una soga y un cable de luz en el cuello. A pesar de los indicios y antecedentes de violencia de género, el Ministerio Público estatal determinó que la muerte se debió a un “suicidio”.

La madre de Nadia Alejandra, María Antonia Márquez, consiguió, después de seis años de clamar justicia, que el hermano de su yerno, Isidro López, fuera sentenciado a 42 años de prisión, pero éste apeló la condena en febrero de 2011 y dos meses más tarde fue puesto en libertad.

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