6/14/2012

Impune, violencia sexual en escuelas y hospitales de AL



Estados no atienden el problema: CIDH


Por la Redacción

México, DF, 13 jun 12 (CIMAC).- La violencia sexual contra niñas y mujeres en escuelas y hospitales de América Latina (AL) se mantiene en la impunidad, lo que provoca que esta agresión se repita y socave el derecho de esta población a la educación y la salud, denunció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En el informe “Acceso a la justicia para mujeres víctimas de violencia sexual: la educación y la salud”, la CIDH señaló que en las instituciones educativas y de salud de AL se cometen frecuentes violaciones a los Derechos Humanos (DH) de mujeres y niñas, y sin embargo no se han instaurado procedimientos eficaces para su prevención, investigación y sanción.

En el reporte se subraya que la violencia en escuelas y hospitales es una de las manifestaciones de violencia contra las niñas y mujeres más desatendida por lo Estados.

El mecanismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtió que en AL existen vacíos normativos, irregularidades en la implementación de las normas existentes, así como obstáculos para la denuncia y la sanción, a lo que se suman las resistencias culturales que impiden enfrentar la violencia sexual en ambos sistemas.

Así, las niñas y las mujeres de la región no tienen un acceso real, efectivo y oportuno a la justicia cuando han sido víctimas de este delito, lo que motiva la repetición del flagelo y en el que se están en mayor riesgo las niñas, las indígenas, las discapacitadas y las mujeres afectadas por conflictos armados.

La CIDH agregó que a pesar de que los Estados han reconocido que la violencia contra las mujeres es un desafío prioritario, y que muchos de ellos han modificado sus leyes para enfrentarlo, persiste un patrón de impunidad en el procedimiento judicial.

Señaló que entre las consecuencias más graves de la violencia sexual en las escuelas están los embarazos no deseados, que pueden tener secuelas graves, como abortos inseguros, suicidios y relaciones familiares que pueden conducir al aislamiento social, la exclusión e incluso el asesinato de la embarazada.

Asimismo, los abortos no seguros a que se recurre para poner fin a embarazos no deseados pueden causar numerosos problemas de salud, incluso la muerte, en el caso de las adolescentes.

En su documento, la CIDH afirmó que la violencia contra las usuarias de los servicios de salud tiene un impacto devastador en el ejercicio del derecho a la salud, toda vez que la provisión de servicios adecuados y oportunos es una de las medidas principales para garantizar el derecho a la integridad personal de las mujeres.

A pesar de ello, “en el ámbito de la salud, el abuso sexual, la agresión física y psicológica no son prácticas registradas por los hospitales y quedan en la impunidad”.

El organismo interamericano indicó que la falta de información; la desprotección frente a las amenazas de los agresores; las lealtades gremiales que privilegian intereses corporativos; la ausencia de normas administrativas y disciplinarias con perspectiva de género, y de procedimientos especiales de prevención y control en escuelas y hospitales, son factores que impiden el acceso a la justicia para las víctimas de este flagelo en ambos servicios.

Además hace falta un diagnóstico sistemático por parte de los Estados para abordar el problema. “Es desafiante conocer la dimensión exacta de la violencia sexual en las instituciones educativas y de salud dada la ausencia de cifras y estadísticas sistemáticas y confiables”, advirtió la CIDH.

Alertó sobre el subregistro de casos de violencia sexual en AL, y la ausencia y deficiencia de los sistemas de información estadística y cualitativa sobre el tema.

“La CIDH ha subrayado cómo las estadísticas oficiales en todas las esferas públicas no dan cuenta de la magnitud del problema de la violencia contra las mujeres, ya que considera que la violencia contra las mujeres, en todas sus manifestaciones y contextos, es mucho más frecuente de lo que se cree, de lo que los medios de comunicación difunden, y de lo que las estadísticas y registros oficiales sugieren”, añadió.

Para elaborar este informe, el mecanismo de la OEA realizó una investigación de escritorio recopilando información de los Estados, agencias internacionales, la academia y organizaciones civiles, sobre la violencia sexual en el ámbito educativo y en instituciones de salud.

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