1/12/2015

Reconstruyen escena de agresión sexual contra Yakiri Rubio


   Juez determinará si la absuelve por “abusar de legítima defensa”




“Aquí saca la navaja”, dice Yakiri Rubí Rubio Aupart a un grupo de peritos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) que permanecen en la calle de Doctor Liceaga, en la céntrica colonia Doctores en esta capital, para reconstruir el recorrido que hizo la joven hace un año y un mes cuando fue violada sexualmente.

El Juzgado 23 de Delitos No Graves recreó hoy lo sucedido a Yakiri el 9 de diciembre de 2013, cuando dos sujetos que iban en motocicleta –los hermanos Miguel Ángel y Luis Omar Ramírez Anaya– la amagaron con una navaja y la llevaron a un hotel, donde uno de ellos la violó y después huyó herido.

Acompañada de sus padres, José Luis Rubio y Marina Beltrán, y de su abogada, Ana Katiria Suárez, además de peritos de la PGJDF y el  juez Fausto Agustín Favela Ayala, Yakiri Rubio volvió a recorrer la ruta que siguió la noche que fue atacada, a fin de entregar la última prueba que podría absolverla o condenarla por homicidio con “uso excesivo de la legítima defensa”.

Y es que a la joven de ahora 21 años se le acusa de homicidio por defenderse de la violación y herir, con la misma navaja con la que fue amenazada, a Miguel Ángel, el hombre que la ultrajó sexualmente.

En lugar de ser defendida por la autoridad judicial, Yakiri fue encarcelada en el penal femenil de Santa Martha Acatitla, y después en el de Tepepan, ambos en esta capital.

Tras manifestaciones de su familia, feministas y activistas, y la acción de su defensa legal, la Quinta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF) reclasificó el delito de homicidio a homicidio con “uso excesivo de la legítima defensa”, por lo que la joven pudo seguir el proceso en libertad.

Hoy, Yakiri de nuevo relató cómo sucedieron los hechos, dando detalles para no dejar duda de su testimonio. En cada escala ella señaló con la mano, luego dos actores improvisados la subieron a una moto llevada para la ocasión. Mientras, el personal de la Procuraduría tomaba nota y le hacía más preguntas.

En esta reconstrucción de hechos, el grupo de unas 10 personas que acompañaba a Yakiri pasó por una academia de Ciencias Forenses y por la subdirección de Control Vehicular de la PGJDF, un camino que de día está repleto de patrullas, policías, restaurantes, fondas y establecimientos de abogados, pero que de noche está desierto.

Tras varios minutos, el grupo llegó a la avenida Niños Héroes, donde se ubica un edificio del TSJDF. “En esa esquina es donde Luis Omar se bajó (de la moto)”, repite la joven mientras el personal toma nota de su dicho.

Según consta en la Averiguación Previa 248/2013, Yakiri fue obligada a subir al vehículo y luego se dirigieron al hotel Alcázar, en la misma colonia Doctores, pero antes de entrar al estacionamiento Luis Omar descendió y se fue. Así ella y Miguel Ángel quedaron solos y entraron; él saludó al encargado del lugar con familiaridad.

“Miguel Ángel le pregunta: ‘¿Qué onda? ¿Cómo te va?’”, relata la joven retratando la escena en la administración del hotel. El personal de la PGJDF escucha atento. Yakiri prosigue como si estuviera dictando para que ninguna palabra fuera omitida por los peritos. “(Entramos al hotel) sin dar algún objeto, alguna llave o algún dinero”, narra.

Describe detalles: cómo ella y su agresor entran al hotel, cómo la toma de la cintura, cómo la acorrala con la navaja, cómo suben las escaleras. Termina su relato y entonces se aleja y toma un respiro. Sus padres no pueden hacer nada más que abrazarla.

A las tres de la tarde Yakiri termina de explicar cómo fue agredida y cómo logró doblar la mano de su agresor para herirlo con la navaja con la que él pretendía matarla. De su salida, de su desesperación y de cuando escapó desnuda, nadie le preguntó nada.

Sus padres explicaron que esta “mecánica de hechos” es la última diligencia para cerrar las pruebas, y ahora el siguiente paso es el análisis del juez para dictaminar si Yakiri es condenada o absuelta, lo cual podría tomar un par de meses.

Archivo CIMACFoto | César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.- 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario