4/01/2015

Campañas con contenido

Miguel Carbonell
Una vez que el domingo pasado se cerró el plazo para el registro de los aspirantes a ocupar alguna diputación federal, es de esperarse que podamos, en breve, comenzar a ver plataformas de campaña animadas por ideas de fondo y no por meros slogans o jingles.
Los problemas de México no se van a resolver con la mera repetición de esos mensajes de 20 o 30 segundos llamados spots, que están siempre completamente vacíos, pero que inundan a todas horas nuestras estaciones de televisión y radio, y que nos persiguen incluso cuando vamos al cine con la intención de pasar un momento de sosiego con nuestra familia. Todavía no termina uno de acomodarse en la butaca cinematográfica y ya están apareciendo las mentiras del Partido Verde y sus demagógicos mensajes que son un verdadero atentado a la inteligencia de los ciudadanos.
Lejos de esas prácticas comunicativas que solamente hacen aumentar la, ya de por sí, enorme distancia entre los votantes y los partidos, lo que nos urge es saber qué van a proponer los candidatos respecto a los enormes problemas que tenemos en el país.
Los ciudadanos queremos que nos digan con detalle y con precisión, qué piensan hacer en el tema del combate a la impunidad, cómo van a promover empleos mejor pagados, de qué manera van a combatir la corrupción, qué propuestas tienen para mejorar la insuficiente infraestructura del país, qué ideas tienen para mejorar la infame educación que reciben millones de niños y jóvenes, y un largo etcétera.
Necesitamos escuchar ideas novedosas pero de aplicación práctica en cuestiones como el transporte público, el acceso al agua, el financiamiento de la vivienda, el ingreso a una carrera universitaria, la calidad de los servicios que presta el gobierno, la atención en los hospitales públicos y muchos otros temas. Eso es lo que, al final del día, hace que las personas puedan elevar sus estándares de calidad de vida.
A los ciudadanos no nos interesa seguir escuchando las mismas ideas gastadas de siempre. Todos los candidatos prometen y prometen cosas, pensando seguramente que somos idiotas, que no tenemos memoria o que nos pueden seguir engañando hasta la eternidad. Hay que exigirles a los partidos seriedad en sus planteamientos y a los candidatos definiciones puntuales sobre los temas que nos importan a la mayoría de los ciudadanos.
No olvidemos que estamos ante un momento particularmente delicado de la historia del país. El Presidente de la República está en niveles ínfimos de credibilidad según las encuestas disponibles, al grado de que tuvo que salir a decir que él no gobernaba para las encuestas ni para quedar bien con la gente, lo cual es algo que cada día resulta más evidente. El resto de la clase política tampoco anda muy bien que digamos. Los partidos políticos están en el sótano de la confianza institucional del país. Esa es una muy mala noticia para todos.
Esperemos, por tanto, que a través de la exigencia de la ciudadanía y de los medios de comunicación podamos asistir a una competencia electoral que no se base exclusivamente en la imagen de los candidatos y en las trilladas frases que adornan bardas y pendones, sino que podamos encontrar entre todos un terreno común para discutir los grandes temas de interés nacional, y que sean esos temas, y no otros, los que ocupen la mayor parte del tiempo de las campañas electorales que están a punto de arrancar. Ojalá así sea.
Investigador del IIJ de la UNAM.

@MiguelCarbonell

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