Pedro Echeverría V.
1. El gobierno de Enrique Peña Nieto, junto a sus empleados, los
directores del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de seguridad de los
Trabajadores del Estado (ISSSTE) niegan y hasta juran que no se
privatizarán esas instituciones de salud porque desde que se fundaron
-1944 el IMSS y 1960 el ISSSTE- los trabajadores entregan
obligatoriamente sus cuotas de sostenimiento. Sin embargo, conocidas
las enormes deficiencias de médicos, consultas, medicinas,
hospitalizaciones, camas, enfermeras, prácticas de subrogaciones y
trabajadores recontratados y, ahora, retiro de medicamentos del “cuadro
básico”, la privatización de esos servicios es imparable. ¿Aumentaran
enormemente las cuotas y darán de baja a los sectores que no puedan
pagarlas?
2. Hasta finales de los años setenta el gobierno de la burguesía
“nacionalista” controlaba más de 1,500 empresas estatales y
paraestatales (bancos, ferrocarriles, teléfonos, electricidad,
petróleo, tierras ejidales, Conasupo, siderúrgica, aviación) que
competían con el sector privado. Sus funcionarios eran muy corruptos,
la mayoría de las empresas funcionaban con “pérdidas”, pero en tiempos
de crisis los trabajadores mantenían sus empleos y los sectores
sociales mantenían sus subsidios. En 1982 el FMI y el gobierno de De la
Madrid firmaron la “carta de Intención” obligando al gobierno de México
a vender todas sus empresas, a acabar con los subsidios, a debilitar al
Estado y a iniciar un proceso acelerado de privatización en todos los
sectores (salud, educación, vivienda)
3. El decreto de la privatización abierta y total no se da de la
noche a la mañana, se prepara durante meses y años. Primero los medios
de información hacen campañas demostrando las deficiencias de la
institución, calumnian culpando a los trabajadores, sean profesores,
médicos, enfermeras y luego demandan la privatización propagando
beneficios al pueblo. Sin embargo las privatizaciones que se impulsaron
desde 1982 han creado más desempleo, más pobreza, miseria y hambre
entre la mayoría de la población. La privatización del IMSS y del
ISSSTE marcha desde 1982 y todos los males (falta de medicinas,
hospitales, médicos) que hoy son claros y muy evidentes son fruto de la
privatización; sólo falta que se reconozca y se decrete.
4. A una primera etapa del capitalismo se le llamó de libre
competencia; pasadas unas décadas al otro período se llamó capitalismo
colonial y monopolista, pero ya desde fines del XIX se le ha conocido
como capitalismo imperialista. En su primera etapa pudo ser
revolucionario porque destruía a la sociedad anterior, vieja, atrasada
y buscaba la modernidad impulsando el progreso y nuevas formas de vida
para la humanidad; pero una vez triunfante el capitalismo se organizó
en monopolios, impulsó las guerras e invasiones sobre países débiles.
El capitalismo imperial (o como hoy se llama economía global o
globalizadora) domina sin limitaciones en todo el mundo. Hubo un tiempo
de capitalismos nacionales; hoy los EEUU de los siete dominan el
universo.
5. Los ferrocarriles fueron vendidos a empresas yanquis y la mayoría
desapareció; Pemex, después de ser privatizado en partes, está siendo
entregado a inversionistas extranjeros; la electricidad cuenta con
muchas empresas privadas a su alrededor y solo se espera su remate
total; Teléfonos fue vendido a Carlos Slim y sus tarifas son de las más
caras del mundo; las tierras ejidales fueron vendidas a grandes
terratenientes comerciales; la Conasupo fue enterrada para beneficiar
al comercio privado; los bancos después del grito “nacionalizador de
López Portillo ahora pertenecen al capital extranjero, la compañías de
aviación entraron en quiebra para ser sustituidas por nuevas de grandes
capitalistas privados.
6. El viejo programa fascistoide privatizador del PAN, nacido en
1939 con la influencia de los asesores hitlerianos y yanquis que
disputaban el apoyo de México en la II Guerra, es el que ha triunfado
hasta hoy en política y economía en el país. Si bien el PAN estuvo
arrinconado hasta 1985 porque el gobierno priísta “nacionalista”
determinaba todo, a partir de entonces entendió que todas las reformas:
relaciones con el Vaticano, reforma agraria, las privatizaciones, el
debilitamiento del Estado y la venta de empresas, iban exactamente por
el rumbo de su viejo programa anticomunista y privatizador. El PRI
incluso se corrió totalmente a la derecha y buscó incluso cambiar su
nombre con el de Partido Solidaridad.
7. Por ello, es demasiado iluso, muy tonto, pensar en que en el
capitalismo algo se puede salvar de no ser privatizado de manera
directa o ser privatizado sin decirlo de manera abierta. Sólo podrá
salvarse aquel sector donde los trabajadores luchan en contra de manera
frontal y abiertamente. Por ahora sólo veo a maestros de la CNTE, a
electricistas del SME, a estudiantes de la UNAM, Poli, UAM, UCM,
etcétera, a mineros, zapatistas. Los trabajadores del IMSS lograron
mantenerse en manifestaciones algunos años, pero después el charrismo y
traición de sus líderes los sometió; en el ISSSTE no hay tradición de
lucha, aunque podría surgir. Los profesores de la CNTE son por ahora
cobertura contra la privatización del ISSSTE; por ello debemos
apoyarlos. (19/VII/15)
alterar@gmail.com
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