1/13/2017

Los periodistas pal café. . . .



Nunca afortunada ni virtuosa, la producción verbal de Enrique Peña Nieto (usualmente constreñida a lo que le han escrito en su pantalla portátil, invisible a la detección gráfica ajena, el teleprómpter) ha llegado a una fase en que atenta contra los intereses del propio emisor y multiplica el encono social.
Abastecido conceptualmente por un equipo que se supone ha de encabezar el cerebro sustituto de Los Pinos, Luis Videgaray Caso, el mencionado Peña Nieto se ha dedicado, a su regreso de vacacionar, a repartir frases con las que pretende convencer a los mexicanos de que el gasolinazo ha sido por su bien. Con una solemnidad en busca de apariencias de profundidad, insiste en barajar, frente a los indignados opositores a las alzas en el combustible, el conjunto de grandes obras y servicios que se habrían salvado del incendio presupuestal mediante la aplicación de una incomprendida maniobra fiscal que ha disparado el precio de las gasolinas y el gas en este mes inaugural y que se seguirá incrementando en el próximo.
En el registro de su palabrería irritante tiene un lugar memorable la desvaída frase, tentativa de fuga histórica, con la que pretendió transferir a los gobernados la responsabilidad y la toma de decisiones ante nefastos hechos consumados: ¿Qué hubieran hecho ustedes?, preguntó en el segundo de sus mensajes en cadena nacional de este año, en una reformulación atlacomulca del ¿Y yo por qué? pronunciado en su momento por otro rey del humor negro en la política, Vicente Fox Quesada (dedicado éste, por cierto, a una improbable tarea de remozamiento de imagen, consistente en contrapuntear, como patriota, a Donald Trump).
Y ayer, en una reunión oficial en Los Pinos, en la que se habrían de detallar las Prestaciones sociales para el blindaje de la economía familiar que diversas áreas del gobierno federal habilitan para darle algo de cuerpo a lo que el lunes anterior fue anunciado como Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar (como puede verse, ese gobierno es muy rico en cuanto a títulos rimbombantes, mayúsculas iniciales y reciclamiento de programas), Peña Nieto aportó otra frase para no olvidar y para sí sublevar: ...la gallina de los huevos de oro se nos fue secando, se nos fue acabando (https://goo.gl/ZpwLmP).
La confesión de dorada muerte avícola fue realizada con un lenguaje corporal, pero, sobre todo, facial, que da cuenta de una visión alterada del curso nacional. Tristemente sonriente, con el aire de quien va explicando con afabilidad y condescendencia lo que probablemente la audiencia no alcanza a entender, el autorizado expositor mantuvo la expresión de quien no es comprendido adecuadamente por la generalidad pero, convencido de su verdad aún no apreciada, la va desgranando con una media sonrisa (entre amarga y divertida), apoyado a veces sobre el lado derecho de su cuerpo, revelando a sus subordinados las noticias funerarias.
La referencia gallinácea fue tomada como afrenta por la nueva plaza pública instantánea, la República del Internet. A muchos mexicanos les pareció inaceptable, e incluso cínico, que se pretenda dar tal parte mortuorio con tan simplista explicación. El plural del nos fue rechazado, pues, en realidad, esa gallina petrolera fue secada, acabada, extinguida, por una cauda de políticos y empresarios dedicados durante décadas a saquear esa fuente básica de la riqueza nacional. Y, en especial, dicha ave productora de oro negro fue sacrificada por la actual administración federal mediante la reforma energética y sus adecuaciones fiscales.
De la producción tuitera al respecto, destacaron expresiones como las siguientes: @henryblanco00 de todas las explicaciones del gasolinazo, la de @EPN ha sido la más deficiente/ridícula/pobre; @jesus7antonio11 ¿Se nos fue kimosavi? Se acabaron PEMEX por avorazados, por rateros insaciables, se la acabaron PRI PAN; @tagliacci La Gaviota de los huevos de oro; el mismo @tagliacci hay gaviotas que cruzan el pantano y sí se manchan; @jrisco La Gaviota de las casas de oro; @AitorUnzeta hay gaviotas que cruzan el pantano y no se manchan, y el pantano de @EPN es de ésos.; @MxMonsalvo corrección: fue su pésimo gobierno, su séquito de gobernadores saqueadores y otras finuras como los líderes sindicales; y, como estas, muchas expresiones adversas.
Petróleos Mexicanos (Pemex) acusa a tres activistas, detenidos en Durango durante protestas contra el gasolinazo, de haberle provocado daños por 61 millones de pesos, de tal manera que la liberación de esos ciudadanos, provisional o definitiva, es obstruida por el tamaño de la acusación. Francisco Javier Reyes Ortiz, Hiram Soto Chávez y Job Gilberto Villanueva Berumen son los manifestantes presos y acusados de causar tal daño a Pemex, porque esta empresa no pudo cumplir sus ventas durante cinco días.
Un reportaje de @manuelhborbolla, en la edición mexicana de The Huffington Post (https://goo.gl/YUcHko), señala que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto se retiraron en secreto 240 mil 518 millones de pesos del patrimonio nacional invertido en Pemex y CFE, situación que contribuyó a descapitalizar a las dos empresas productivas del Estado (...) Estos retiros al patrimonio nacional se realizaron de 2013 a 2015, mediante diversas solicitudes emitidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, firmadas por el subsecretario de Ingresos Miguel Messmacher, en las cuales se solicita a los directores de Pemex y CFE realizar los pagos correspondientes por concepto de Aprovechamientos. Por medio de ellos, el gobierno federal obtuvo ingresos extraordinarios que pasaban desapercibidos en el paquete económico que el Ejecutivo entrega cada año al Congreso, al ser etiquetados en el rubro de Otros, sin mayor especificación.
Y, mientras continúan las manifestaciones de protesta en varias ciudades del país (Mexicali y Ciudad Juárez, entre ellas) y la organización de próximas actividades en la Ciudad de México, ¡hasta el próximo lunes!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx




La senadora independiente Martha Tagle, quien ha estado revisando el presupuesto de su cámara, comparte que para 2017 el Senado ‘‘tiene un presupuesto de 4 mil 541 millones 972 mil 587 pesos, y diferenciando gasto ordinario (plazas y gasto fijo) de partidas discrecionales, considera que se puede recortar el sueldo de senadores en 50 por ciento y otras partidas, hasta llegar a un ajuste de 20 por ciento del presupuesto camaral, que puede significar entre 700 y mil millones de pesos. ‘‘Por supuesto que eso depende de que lo acepten los coordinadores de las bancadas de los partidos, pero sería una medida de austeridad necesaria para exigir al Ejecutivo que se reduzca el IEPS a gasolinas y se baje su precio’’, dijo la senadora Tagle.
Trump va sobre las medicinas
FotoTambién la industria farmacéutica sintió ya el ‘‘efecto Trump’’. En la primera conferencia de prensa, además de insistir en que la industria automotriz regresará a Estados Unidos, prometió que su administración ahorrará millones de dólares al obligar a las compañías farmacéuticas y de biotecnología a licitar las ventas con el gobierno, y reiteró su exigencia de eliminar el Obamacare. ‘‘Somos el mayor comprador de fármacos del mundo y, sin embargo, no licitamos adecuadamente’’. Casualmente el mismo día se reunían en el lujoso Westin St. Francis Hotel, de la ciudad de San Francisco, y recibieron con desagrado la noticia, mientras el valor de las acciones de sus compañías caían en las bolsas de valores. Por otro lado, México es el mercado de fármacos y tratamientos más importante en América Latina. Las principales firmas, como Pfizer y Johnson&Johnson, están establecidas en nuestro país generando alrededor de mil 500 empleos. De acuerdo con el estudio Competitive Alternatives 2016, de KPMG, México ofrece 17.1 por ciento de ahorro en costos de manufactura de la industria farmacéutica, en comparación con Estados Unidos.
El gallinero
En la ceremonia sobre Prestaciones Sociales para el Blindaje de la Economía Familiar, el presidente Peña Nieto reconoció que ‘‘la gallina de los huevos de oro se nos fue acabando, se nos fue secando y de ahí se financiaron muchas cosas; y cuando el precio del petróleo estaba alto, el gobierno tenía excedentes, pero se acabó’’. Por ello, dijo, fue inevitable el aumento a los precios de la gasolina. Muerta, lo que se dice cadavérica, no está. De otro modo empresas nacionales e internacionales no estarían comprando los yacimientos. Pero enferma sí, y no sólo la gallina, sino el gallinero completo. Una investigación del HuffPost México revela que Felipe Calderón y Peña Nieto utilizaron dinero del patrimonio de las empresas productivas del Estado para obtener ingresos y tapar la crisis de las finanzas públicas. Durante el gobierno de Peña Nieto se retiraron 240 mil 518 millones de pesos de Pemex y CFE, situación que contribuyó a descapitalizarlas. En 2012 el gobierno del entonces presidente Felipe Calderón también utilizó el mecanismo de retiro de patrimonio invertido de la Nación para obtener ingresos por más de 30 mil 522 millones de pesos, monto superior a lo aprobado por el Congreso.
Ombudsman Social



Foto
Agnes Heller (AH) continúa su abordaje de las relaciones entre producción y Sistema de Necesidades (SdeN) en la Sociedad de los Productores Asociados (SPA), al señalar que en la concepción de necesidades (N) materiales predomina cierto igualitarismo en el sentido actual del término, el cual no tiene enemigo más encarnizado que el propio Marx, quien considera que el concepto de igualdad es inherente a la producción de mercancías. Añade AH:
“La igualdad como consigna y como exigencia permanece… en el horizonte de la sociedad burguesa... En la sociedad que promueve la riqueza de la individualidad –la SPA– no se realiza la igualdad: igualdad y desigualdad en su determinación reflexiva se convierten en irrelevantes y carentes de sentido” (Teoría de las Necesidades en Marx, TNM, p. 148).
Para apoyar estas interesantes tesis, AH cita el libro La Sagrada Familia, en el cual Marx (excluye a Engels, su co-autor) expresa que la idea de la posesión igualitaria es expresión alienada del fin real que debiera ser la superación de las relaciones alienadas; y también cita Crítica del Programa de Gotha, en el cual Marx ataca el derecho igualitario al que ve como el derecho de la desigualdad, ya que la ‘igualdad’ abstrae las N efectivas de los individuos y les adjudica porciones iguales de riqueza social por igual trabajo (sean cuales fueren sus N). La distribución según las N, contrariamente a la distribución según el trabajo, supera tanto la igualdad como la desigualdad”. (TNM, pp. 148-149). En la segunda fase del comunismo habrá abundancia de bienes, razón por la cual no hay lugar para el aspecto ‘igualitario’ del comunismo. En contraste, en El capital encontramos, dice AH, un modelo de saturación respecto de los bienes materiales, sobre el cual señala que se trata de un igualitarismo (relativo) sobre las N efectivas que remiten a bienes materiales. AH critica a Marx: No podemos imaginar una ordenación social en que las N de bienes materiales sean susceptibles de saturación de un modo simple y homogéneo y donde la individualidad se de- sarrolle exclusivamente con respecto a las N no materiales. Señala que a la concepción de Marx en El capital la llamaríamos hoy igualitaria (TNM, p.149) aunque Marx le otorgaba una gran importancia a la restructuración del SdeN.



Con la novedad, mexicanos derrochadores, que la gallina de los huevos de oro se nos fue acabando, se nos fue secando, dijo el veterinario que despacha en Los Pinos. Se refería a la gallina petrolera, a los huevos de oro negro y a los voluminosos recursos obtenidos por el gobierno federal durante tantos años, que llegaron a representar una parte fundamental en el armado del presupuesto anual de egresos.
Pero eso, dijo Peña Nieto, se acabó, por mucho que en los hechos esa riqueza se la quemaron los insaciables cuan corruptos gallos de la clase político-empresarial dedicada a vaciar los depósitos petroleros, a saquear a la hoy empresa productiva del Estado, a endeudarla hasta la coronilla y a embolsarse alegremente los voluminosos ingresos provenientes del oro negro, aunque para efectos prácticos el inquilino de Los Pinos atribuya el desastre al simple paso del tiempo (se nos fue acabando) y un país, México, que consume mucha más gasolina per cápita que todas las naciones de Europa y la mayoría de América Latina, debido a que era barata (¡¡¡!!!).
Se acabó, pues, pero ¿en serio fueron los desaforados consumidores mexicanos los que masacraron a la gallina de los huevos de oro? Las reservas petroleras –versión Peña Nieto– se están agotando y es así simple y sencillamente porque poco a poco fue cayendo el nivel de producción, y en consecuencia es necesario pagar los precios internacionales de los combustibles.
Lo justificó así: “la decisión del gobierno (el megagasolinazo) fue para privilegiar el gasto social, a los sectores más vulnerables, y no eliminar el destinado a infraestructura, especialmente la educativa, sino más bien ajustarnos y reflejar en el precio de la gasolina la cotización internacional que tiene este insumo. Nos habíamos acostumbrado a los precios más bajos del mundo. Lo que estamos dando es un paso para dejar de subsidiar precios bajos de la gasolina con la aportación de todos los mexicanos, cuando bien podrían dedicarse a temas más relevantes como la seguridad… Es un parto doloroso, pero responsable”.
Y reiteró que aun cuando la liberación de los precios de la gasolina ha generado un ajuste en el costo final del combustible, México ofrece un precio mucho menor de los disponibles en otros 125 países. Bien, pero los mexicanos lo pagan con su ingreso de aquí no con el de otros países. Si el gobierno decide cobrar por la gasolina como lo hacen en Noruega, bien, pero que los salarios que se pagan en México sean como los que obtienen los trabajadores noruegos.
Y se hace referencia a esa nación europea, porque ésta fue puesta de ejemplo a la hora de presentar en sociedad la reforma energética. Se dijo reiteradamente que si aquella se aprobaba los mexicanos vivirían como los noruegos, y no sólo en materia salarial, sino con amplios beneficios sociales, infraestructura, precios bajos de los combustibles, y todo ello con inversiones de ensueño, con un gobierno eficiente y sin corrupción, que cobraría impuestos, sí, pero que los utilizaría como en Noruega.
Eso prometió, una y otra vez, pero la susodicha reforma fue palomeada, está en funcionamiento y nada de lo ofrecido ha sido verdad. Por el contrario, Petróleos Mexicanos se desmorona, la industria del sector se ha entregado a manos particulares, se agotan las reservas de crudo y de pilón a los consumidores les meten el mandarriazo del aumento de precios, porque dice Peña Nieto estamos entrando a este modelo (de precios) que me parece justo.
Pero, bueno. El inquilino de Los Pinos responsabiliza en genérico: se nos fue acabando la novela petrolera, y por lo mismo se acabaron los excedentes provenientes del oro negro, y por lo mismo es necesario el megagasolinazo para atender prioridades sociales. Aquí las preguntas obligadas son ¿qué hicieron con los excedentes petroleros? ¿Dónde están? ¿En qué los gastaron? Y en el Olimpo tecnocrático dirán que en escuelas, infraestructura y tantas necesidades del país.
Pero a la par que se comieron los excedentes petroleros, endeudaron al país y a Pemex hasta llevar el saldo a niveles históricos, exprimieron hasta la última gota a la gallina, rescataron a empresas y empresarios, arriesgaron los recursos de la nación en aventuras financieras que reventaron estrepitosamente e implicaron un creciente costo para el erario, saquearon a la petrolera, la llenaron –como en el gobierno federal– de amigos, compadres y amantes, todos ellos con salarios de cuentos de hada, guaruras, faraónicos viajes (familia incluida), mansiones espectaculares, cirugías estéticas y muchísimo más, y el resto de los dineros simplemente los trasladaron a sus respectivas cuentas bancarias.
En lo que va del nuevo siglo la gallina enteró a la Secretaría de Hacienda alrededor de 15 billones de pesos, que al tipo de cambio actual equivalen a cerca de 700 mil millones de dólares, pero a Pemex lo endeudaron a niveles nunca antes vistos que ahora superan los 100 mil millones de billetes verdes.
La deuda pública nacional, en su versión amplia, la multiplicaron por cuatro, al pasar de 2.1 billones de pesos a 9.2 billones, y de representar 23 por ciento del producto interno bruto en 2000 elevaron tal proporción a 50 por ciento del PIB.
Y los subsidios, los famosos subsidios. Con Felipe Calderón en Los Pinos por tal concepto se erogaron alrededor de 675 mil millones de pesos, y en los primeros años de Enrique Peña Nieto cerca de 100 mil millones adicionales. En suma, 775 mil millones.
Pero en 2015 y 2016 el gobierno peñanietista lejos de subsidiar la gasolina, logró ingresos fiscales maravillosos por impuestos a los combustibles: 220 mil y 264 mil millones de pesos, respectivamente. Para 2017 espera captar no menos de 285 mil millones (además el IVA en todos los casos, que siempre es positivo), de tal suerte que en el trienio la cifra positiva acumulada sería de 769 mil millones, con lo que se alcanzaría el equilibrio.



Al tiempo que el gobernador Héctor Astudillo aseguraba que no se autorizaría incremento alguno a las tarifas de transporte, en los autos de alquiler amarillo y blanco de la ruta Renacimiento-Centro apareció adherida una copia fotostática con un supuesto sello de la Dirección de Transporte y Vialidad y una firma sobre un letrero que dice director general. El documento, aparentemente expedido en diciembre de 2016, autoriza cobrar 17 pesos.
Desde el martes, los colectivos que dan servicio en las colonias habían comenzado a cobrar ocho pesos, en lugar de los siete acostumbrados.
El lunes 9, Miguel Ángel Piña Garibay, director de la Comisión Técnica del Transporte y Vialidad, aseguraba que no se habían autorizado incrementos y que antes de aprobarlos se llevaría a cabo un estudio socioeconómico; incluso afirmó que se habían impuesto 25 multas a conductores de las rutas Centro-Colosio por cobrar hasta 18 pesos, cuando la tarifa, dijo, es de 15 pesos. En realidad, ni siquiera se había autorizado elevar la de 14.
Los hechos tienen varios ángulos; uno es que los transportistas nunca han necesitado autorización para elevar sus tarifas; lo hacen en el momento que les parece conveniente, con total impunidad.
Es incongruente asegurar que se sancionará a los infractores cuando las delegaciones de Transporte carecen de personal para vigilar y supervisar que se respete la tarifa, cuya alteración nunca denuncian los usuarios, pues la autoridad no actúa.


Parodiando la pregunta con que el presidente de México explicó por qué hubo necesidad de aumentar el precio de los hidrocarburos, ¿qué hubieran hecho ustedes si el rector de la universidad donde son profesores, estudian o trabajan es un plagiario? Seguramente exigirían su renuncia inmediata y ninguna institución de enseñanza lo admitiría como catedrático. Pero hay casos que rompen la regla.
El doctor Fernando Suárez Bilbao, rector de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, es un plagiario consumado. Ha hecho aparecer como suyas páginas y páginas escritas por historiadores y juristas ampliamente reconocidos. Uno de ellos, el historiador Carlos Barros, afirma que el rector usó el mismo método en todos los casos hasta ahora descubiertos: la reproducción literal de los textos ajenos, ensamblados con una habilidad que delata una larga experiencia. Y vaya que la tiene: hasta hoy son 14 sus escritos donde incorpora páginas enteras de otros autores sin darles el crédito correspondiente.




Como se consignó en entregas pasadas, 2016 estuvo marcado por el fallecimiento de entrañables personajes claves, que ayudaron a configurar distintas escenas de la segunda mitad del siglo XX. De forma casi mística, algunos de los mejores álbumes del año estuvieron ligados a la muerte y, como en recientes recuentos, los veteranos dominaron los primeros pedestales. En lo más reciente dominaron los teclados paisajistas con guitarras texturosas, así como las melodías amables salpicadas de arreglos ligeramente progresivos y/o disonantes, en un afán sicodélico menos de los años 60, más actual. Hoy, la primera parte de los mejores discos de rock de 2016, a decir de este espacio.
1. David Bowie. ✭ (Blackstar). Un laberinto de rock pausado, jazz, beats frenéticos, postrimerías, saxofones tristes, cuerdas, enmarca el adiós consciente del ícono inglés que ve a la muerte de frente, pero también la eternidad. Intenso, existencial, es un álbum lleno de preguntas y ansiedad, que mira anhelante a las estrellas.





Auna semana de entregar el cargo, el presidente estadunidense, Barack Obama, anunció ayer el fin de la política de doble rasero que Washington ha venido aplicando desde 1995 a los migrantes procedentes de Cuba, popularmente conocida como pies secos, pies mojados, consistente en conceder permiso de residencia y trabajo a todo cubano que lograra llegar a territorio estadunidense, con o sin documentos migratorios, y al mismo tiempo, devolver a la isla a todos los que interceptara en el mar.

Violencia académica y de género
Duele, cómo duele la pérdida de una persona y más cuando su muerte es prematura y nos es cercana. Tere era bióloga, muy competente. Trabajó en un proyecto efímero de la Organización de Naciones Unidas. No hubo más.

Lejos de restaurar una mítica grandeza de Estados Unidos y recuperar millones de empleos perdidos ante competidores desleales, la aplicación de las medidas proteccionistas anunciadas en la campaña presidencial de Donald Trump generarían, a partir del 20 de enero, fecha de su toma de posesión, inflación, desempleo y déficit crecientes en la economía estadunidense ante otros bloques y países del orbe.
La generación espontánea no existe. Todo puede ser anticipado, todo se advierte, todo se anuncia mediante signos. El gran problema es saber especificar esos indicadores y descifrarlos con razonable confiabilidad. Nada surge de la nada, todo tiene un origen que es detectable de algún modo. Aceptarlo es parte de los cánones de la inteligencia política. En la gestión pública las sorpresas en principio son inadmisibles, son antinatura. Todo rastro proviene de otro ya existente.

En estos momentos de profunda indignación nacional frente a una más de las agresiones del gobierno de Enrique Peña Nieto contra los pueblos de México, esta vez a través del llamado gasolinazo, que de manera despiadada ha impuesto una alza generalizada de precios en el inicio del año, llaman la atención los importantes comunicados y resolutivos que resultaron de la reunión de fin de año del Congreso Nacional Indígena y el EZLN, que lejos están de ser intrascendentes, vacíos de ideas o carentes de propuestas para integrar un programa de lucha anti-capitalista, y, mucho menos, pueden ser considerados retórica o moralina inicua y desarmante. Los que ofician como sempiternos comisarios políticos de los procesos revolucionarios y luchas populares en marcha debieran leer con mayor acuciosidad los documentos que critican a la ligera, antes de lanzar sus dardos envenenados y sus recetas a modo, que, irrespetuosa y superficialmente descalifican los esfuerzos de innumerables compañeros y compañeras que durante todos estos años nos han estado advirtiendo de la catástrofe que se nos venía encima, y que, ahora, toman una iniciativa para: “la reconstitución integral de los pueblos […], esperanzas colectivas que se hacen comunitarias, municipales, regionales, estatales y que están dando respuestas precisas a problemas reales del país, lejos de la clase política y su corrupción […] no tengan duda, vamos por todo, pues sabemos que tenemos enfrente quizá la última oportunidad como pueblos originarios y como sociedad mexicana de cambiar pacífica y radicalmente nuestras formas propias de gobierno, haciendo que la dignidad sea el epicentro de un nuevo mundo.” [“ ¡Y retembló!, Informe desde el epicentro…”, Enlace Zapatista]

Este nuevo año se nos presenta con perspectivas que parecen preocupar a casi todos. Desde luego, cada principio de año cualquiera que recordemos siempre está repleto de incógnitas. Es como si volteamos a la última página del capítulo de un libro que estamos leyendo y el capítulo que sigue parece anticiparnos algo nuevo y lleno de sorpresas. En esta ocasión, el año nuevo si traerá cambios, como ya lo han anticipado varios expertos en políticas públicas, primero porque en nuestro vecino del norte se subirá al trono un personaje realmente detestable, que no ha dado muestras de que nosotros los mexicanos le agrademos siquiera un poco. Por otro lado, de acá de este lado tenemos un encargado del país que no tiene la mínima inteligencia para enfrentar con valor y dignidad a ese execrable personaje. Pero, como todo en la vida, nada es a 100 por ciento; de entre todo lo malo, hay cosas buenas y viceversa. Veamos bien: el señor ese que presidirá en Estados Unidos a partir del 20 de enero conjuntará una serie de estrategias que seguramente afectarán a nuestro país temporalmente. Estos molestos efectos se deben principalmente a la histórica necedad de depender hasta la asfixia de Estados Unidos. Nuestro comercio y/o relaciones estructurales están principalmente articuladas con los gringos, asunto que adolece económica y políticamente de una enorme miopía. Pero bueno, eso lleva años haciéndose y no se puede revertir, pero sí se puede corregir. Y qué mejor oportunidad para nuestro país. No nos quieren allá, pues volteemos la mirada hacia otras partes del mundo y hay muchas. Pero además podríamos enfocarnos, ahora sí en serio, a nuestra economía interna.

La vida. Pocos son los científicos sociales como Bauman (1925-2017) [goo.gl/nugJmB], cuya vida y obra se entrelazan tan íntimamente. Al contrario del dictum weberiano que la sociología debe ser una esfera neutral libre de valores personales, Bauman abre la puerta a su propia existencia y sus preocupaciones. Suele asegurar que para que algo tenga un valor, tiene que venir del reciclaje de las propias experiencias. Cada uno de los temas que analiza en sus más de 50 libros –modernidad, holocausto, libertad, ética, seguridad, comunidad, trabajo, socialismo, consumismo, educación, identidad, muerte, Estado, xenofobia, globalización, pobreza, migración, neoliberalismo, miedo, cultura, Europa o amor– lo vive de una u otra manera durante su larga, tendida entre la Gran Depresión de los 30 y la reciente crisis de los refugiados, vida. Esto es aún más cierto en su último periodo, cuando empieza a componer un solo libro sobre el cambiante estado de agregación de la modernidad, que va dividiendo en libritos (Büchleins) llenos de retornos y repeticiones. Pero también su obra más importante – Modernidad y holocausto (1989)– nace desde lo personal: gracias a la inspiración y vivencias de su primera esposa, Janina. A pesar de haber experimentado pobreza, guerra, purgas y exilio –o igual por eso–, Bauman parece amar la vida. Así, siempre entendía a su inseparable pipa, un vasito de whisky o vodka en las tardes y el gusto de estar con la gente. De allí vienen sus continuas alertas sobre diferentes peligros que corre nuestra sociedad. De allí que –tras quedarse viudo en 2009– se vuelve a enamorar y casar por segunda vez.

Múltiples adjetivos se han vertido en días recientes para intentar calificar el estado emocional y afectos que acontecimientos recientes han despertado. A las imágenes se han agregado palabras que intentan dar cuenta de lo experimentado en lo más íntimo de nuestro ser. Pero que el lenguaje no alcanza para dar cuenta de lo que discurre por lo síquico, siempre hay un plus que se escapa. Saturados los sentidos, aturdida la razón, rebasada la capacidad elaborativa, sólo queda la confusión y el desasosiego.

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