9/19/2019

La soledad de Fox y Calderón



Vicente Fox y Felipe Calderón, expresidentes de México. Foto: Miguel Dimayuga Vicente Fox y Felipe Calderón, expresidentes de México. Foto: Miguel Dimayuga
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- No se sabe si trabajan o a qué hora lo hacen pero desde el año pasado, cuando estaba la campaña y ahora que Andrés Manuel López Obrador ya llegó a la Presidencia, Vicente Fox y Felipe Calderón se la pasan enviando mensajes en redes sociales todo el tiempo denostando el gobierno del tabasqueño augurando siempre el fracaso.
Ese continuo martilleo de opiniones de los dos expresidentes de la República pareciera ser reflejo de una enorme soledad y frustración tras el fracaso que tuvieron en su oportunidad de llevar a buen puerto al país.
A Vicente Fox le llegó esa oportunidad histórica en el año 2000 de ser el primero que le arrebató el poder de 71 años seguidos al PRI. Su lema del cambio era precisamente lo que la gente deseaba escuchar con el ánimo de terminar ese periodo tan largo de poder hegemónico del PRI que ya daba visos, como lo hace hoy también, de un agotamiento y desgaste en sus cuadros de gobierno manchados de manera indeleble por la corrupción y la impunidad.
Pero Fox, envuelto en la soberbia y la ignorancia, no llevó a cabo esa gran oportunidad de iniciar la transición democrática tan anhelada por generaciones y se conformó con una alternancia del partido en el poder.
Todos los males del priismo los repitió el ranchero de Guanajuato y empresario de Coca Cola con sus decisiones débiles y el carácter frágil ante las ambiciones de poder de su esposa Martha Sahagún y sus hijos aposentados a su lado haciendo negocios y gobernando el país.
Con Fox se crearon vacíos de poder que antes eran llenados por el PRI y sus gobernantes. En lugar de llenarlos con nuevos y vigorosos grupos democrático provenientes de la sociedad, dejó que llegaran otros grupos de poder, entre ellos por los gobernadores que se erigieron como virreyes o señores feudales, por las grandes empresas de comunicación y, sobre todo, por los carteles de la droga.
Aún así el PAN mantuvo el poder presidencial a través del “hijo desobediente”, Felipe Calderón, como el mismo se llamó como mote de guerra en la campaña electoral del 2006 para enfrentar López Obrador que venía de ser jefe de gobierno de la Ciudad de México.
Fox junto con Carlos Salinas de Gortari, Diego Fernández de Cevallos, Enrique Peña Nieto y Elba Esther Gordillo, urdieron el plan para descarrilar a López Obrador con los famosos videos de Carlos Ahumada.
Según en su propio libro “Derecho de Réplica” el empresario argentino reveló el plan de los videos en los que aparece René Bejarano recibiendo dinero por los cuales le pagaron este grupo de panistas y priistas. De hecho, dijo que fueron Peña y Elba Esther Gordillo los encargados de darle el dinero de la compra de dichos videos.
La campaña sucia en contra de López Obrador llegó hasta el desafuero constitucional. Aún así, el entonces líder del PRD hizo una campaña fuerte por todo el país, venciendo ese lema de que era “un peligro para México” ideado por el asesor de campaña de Calderón, el español Antonio Solá.
Esa guerra sucia dio frutos raquíticos. La diferencia entre Calderón y Andrés Manuel fue mínima, de apenas 0.5 por ciento de la votación nacional. Con un grave problema de legitimidad llegó el panista a la presidencia con esa frase burlona que lo describe de cuerpo completo hasta ahora: “haiga sido como haiga sido”.
Deslegitimado Felipe Calderón hizo uso del ejército para arroparse así mismo de poder lanzando declaración de guerra contra el narcotráfico, estrategia que estaba destinada al fracaso porque nunca atendió las causas y tampoco las consecuencias de su inefable decisión: miles de muertos, desaparecidos y desplazados en todo el territorio nacional.
Perdido en su propio laberinto de poder, rodeado únicamente de su familia y sus allegados, Calderón concluyó su administración dejando al país ensangrentado y sumido en una espiral creciente de violencia.
Ante el rechazo popular Calderón tomó la invitación del gobierno norteamericano de una beca en Harvard donde estuvo un año simulando dar clases en esta universidad de élite que lo que menos necesita es tenerlo como catedrático.
Hoy tanto Fox como Calderón, desde su soledad, rumiando su coraje, se pasan el día enviando mensajes en las redes sociales contra de López Obrador a quien siempre vieron y siguen considerando como un enemigo de clase.
Por cierto… ni Fox ni Calderón hicieron presencia en el 80 aniversario del PAN, partido al que gracias llegaron a la presidencia. Vaya agradecimiento de ambos.

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