9/14/2019

Las abolicionistas de la ciudad de México en pie de lucha

Teresa C. Ulloa Ziáurriz
Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, A.C. (CATWLAC por sus siglas en inglés).


No hay plazo que no se cumpla, y para las abolicionistas de la Ciudad de México, nuestro plazo ya se cumplió.
El pasado 3 de septiembre el Diputado de MORENA Temístocles Villanueva Ramos presentó una iniciativa disfrazada, donde quiere reglamentar la prostitución.
Y quién es Temístocles Villanueva, nació en la Ciudad de México el 21 de diciembre de 1989. Desde los 16 años de edad se ha desempeñado como activista social y defensor de los derechos humanos. Comenzó su trayectoria política con grupos de apoyo al Movimiento de Regeneración Nacional, encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
A lo largo de su carrera ha trabajado a favor de los derechos humanos de la población lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual (LGBTTTI). Siendo miembro de dicha comunidad participó en la lucha por la obtención del matrimonio igualitario en 2010, hecho que lo llevó a ser uno de los primeros en América Latina y en la Ciudad de México en contraer matrimonio con una persona del mismo sexo, el 11 marzo del mismo año.
Promovió la creación de la Secretaría de la Diversidad Sexual de Morena, y de la cual fue elegido como Secretario Estatal de la Diversidad Sexual en la Ciudad de México, en 2012, y más tarde ocupó el puesto de Secretario Nacional, desde donde impulsó la agenda de los derechos LGBTTTI+.
Sus propuestas de campaña se enfocaron en la promoción cultural, movilidad y el fomento de la participación política. Como principal compromiso se enfocó en las poblaciones de atención prioritaria: Jóvenes, mujeres, personas adultas mayores, personas con discapacidad y en situación de dependencia, personas de la diversidad sexual y personas en situación de calle.
Dentro del congreso capitalino desempeña el cargo de Presidente de la Comisión de Derechos Humanos. También es Secretario del Comité de Asuntos Internacionales del Congreso de la Ciudad de México; y de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación; e integra la Comisión de Igualdad de Género; Comisión de Turismo; Comisión de Hacienda; y Comisiones Unidas de Atención Especial a Víctimas y Derechos Humanos.
En calidad de Presidente de la Comisión de Derechos Humanos, impulsó la Ley Constitucional de Derechos Humanos y sus Garantías de la Ciudad de México, misma que entró en vigor el 8 de febrero del 2019 y que puede ser consultada en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México. También presentó la iniciativa para reformar el artículo 206 bis del Código Penal de la Ciudad de México, para tipificar como delito todo tratamiento, acto, actividad o servicio que atente contra el libre desarrollo de la personalidad, la orientación sexual, la identidad de género y la libre autodeterminación de las personas de la Ciudad de México. Se propuso eliminar las terapias denominadas como ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género).
Presentó una iniciativa para reformar el artículo 10 de la Ley de Establecimientos Mercantiles del Distrito Federal, referente al acceso igualitario en los servicios de higiene, habla de dar acceso igualitario a los baños o sanitarios en establecimientos, instituciones o universidades públicas y privadas, a personas de la población transgénero, travestis, transexuales e intersexuales, esto debido a los riesgos de salud y a los actos de acoso, exclusión y discriminación a los que se ven sometidos por el uso de un baño público.
En la Exposición de Motivos de su iniciativa titulada LEY DEL TRABAJO NO ASALARIADO, en la que intenta que se reconozca el “trabajo sexual”, como fenómeno social y actividad económica existente y persistente a lo largo de los años; y agrega que el hecho de negarlos o condenarlos, no implica una solución del mismo.
A mayor abundamiento, agrega que en la Ciudad de México, el trabajo sexual se presenta como un fenómeno muy extendido que engloba diversos tipos de actividades, mismas que pasan por una variedad de formas y lugares en los que se ejerce. Frente a su realidad y existencia, el gobierno de la capital con la reciente derogación al artículo 24, fracción VI de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, dio paso a la no criminalización del oficio. El siguiente paso resulta ser su legalización y reconocimiento. De no hacerlo, quienes lo ejercen seguirán siendo víctimas de la discriminación estructural y sistemática, así como de la vulneración de no solo el derecho al trabajo, sino todos los demás derechos bajo el principio de interdependencia de estos.
Y también dice que en este sentido,
queda claro que sí existen personas que por elección propia optan realizar el «trabajo sexual» y así, sustentar sus necesidades económicas y las de su familia. Se trata de una vía de emancipación económica que les permite disponer de su propio cuerpo autónomamente, por lo que deviene una forma de trabajo. Al respecto, la Ley Federal del Trabajo, en su artículo 8, establece que “…trabajo es toda actividad humana, intelectual o material, independientemente del grado de preparación técnica requerido por cada profesión u oficio”.
Y llega al colmo cuando dice que la Constitución de la Ciudad de México, en el artículo 10 “Ciudad Productiva”, garantiza el derecho de las personas a participar en el desarrollo económico, social, cultural y político de la Ciudad y reconoce que toda persona tiene derecho a ejercer un trabajo digno, independientemente de si la ocupación que se realice en la Ciudad de México sea temporal o permanente, asalariada o no.
Y, por supuesto, en la propuesta del Diputado incluye que se deben de dar de alta en un padrón, tramitar un permiso, pagar impuestos y su seguridad social voluntaria. Aceptar que se les fijen zonas de tolerancia y claro está que si no cumplen con sus obligaciones, se les cancelará el permiso. Al parecer, el Diputado no sabe que cuando se les intento dar credenciales de trabajadoras no asalariadas, sólo se registraron 79 mujeres en situación de prostitución.
Con esto se confirma que quienes impulsan la agenda trans activista, también apoyan al lobby proxeneta para legalizar el supuesto “trabajo sexual”.
Yo me pregunto ¿cómo van a distinguir a las mujeres forzadas de las voluntarias, yo nunca he visto que las formen en líneas separadas, o les pongan un distintivo.  Creo que el Diputado Villanueva ha escogido el peor momento para salir con su iniciativa, justo cuando estamos protestando contra la violencia hacia las mujeres y las niñas. Lo que nos queda claro es que al Diputado no le importa toda la violencia que sufren las mujeres en situación de prostitución. Esa violencia que proviene de la colonización patriarcal y la opresión institucional perpetrada principalmente por los hombres.

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