11/02/2019

Desmontando falacias argumentales




El Movimiento Abolicionista se está viendo envuelto en una corriente continua de desinformación, que trata de ocultar sus referentes e intenta denostar sus objetivos.

El conocimiento es poder, y eso lo sabían muy bien las maestras republicanas, conscientes desde muy jóvenes de la situación de pobreza e ignorancia en que se encontraba gran parte de la sociedad española, e implicadas en la creación de un sistema de enseñanza basado en el principio de igualdad, que posibilitara que las niñas se convirtieran en ciudadanas conocedoras de sus derechos e independientes económicamente, que no se vieran atrapadas en la dependencia marital, eclesiástica o prostitucional (tradicionalmente sus únicas opciones), con derecho a disfrutar de su sexualidad (que dejaba de ser un privilegio masculino), entendida prioritariamente como el derecho a la autosatisfacción, y que simultáneamente las preparaba para que cuando desearan una relación sexual buscaran el disfrute mutuo.

Estas ideas tan avanzadas, y el conocimiento de las graves secuelas que para las mujeres y la convivencia social tiene la actividad de la prostitución, son las que posibilitan que durante la II República fuera abolida. Pero desgraciadamente parece que una parte de la sociedad española nunca es partidaria de que se consiga una sociedad igualitaria, de que se defiendan los derechos humanos y se exija justicia social, y el triunfo del pensamiento reaccionario y totalitario acabó con la independencia de la mujer y con la vida de las maestras republicanas, represaliadas y eliminadas física y socialmente, ya que el nacionalcatolicismo no quería mujeres formadas e independientes, y rápidamente volvió al sistema de enseñanza segregada, que condenaba a la mujer a la dependencia del hombre, y reabrió los burdeles, simultáneamente. Esta dolorosa coincidencia la sufrieron durante 40 años las mujeres españolas, obligadas a permanecer en la ignorancia y sometidas al poder y al deseo masculino. Nos llenó de esperanza la llegada de la democracia, pero asentada sobre cimientos podridos, en la necesaria reforma del sistema educativo no se actuó con valentía, y en vez de diseñar un plan para un sistema educativo basado en la igualdad (Coeducación), se optó por la enseñanza mixta, lo que suponía incluir a las niñas en el sistema educativo androcéntrico que ya existía, y que recibió presiones desde el primer momento y hasta la actualidad para impedir la introducción de la educación afectivo-sexual en la educación pública.

Esta es la realidad de la que venimos y en la que estamos, y por eso son más necesarios que nunca los movimientos abolicionistas de la pornografía, la prostitución y los vientres de alquiler en España. Porque el conservadurismo más salvaje tiene muchos recursos y sabe cómo adaptarse a las circunstancias, y actualmente es el más interesado en regular y normalizar la prostitución como un trabajo más, afirmando que ha existido siempre, y que seguirá existiendo. Pero esto es una Falacia Argumental porque la prostitución no es un hecho Natural, es un hecho Cultural integrado en la estructura socioeconómica de las sociedades indiferentes a las desigualdades sociales y a la discriminación por género. Como también lo es hablar de “libre elección” , cuando la única libertad presente en la prostitución es la del consumidor, que , con su dinero, elige con quién, qué, cómo y cuánto. Y es que resulta muy chocante que los que más han impedido la libertad de las mujeres y les han negado sus derechos sexuales y reproductivos, hablen de “libertad de elección” y “consentimiento”, o de que “la prostitución empodera”, y lo vendan como el culmen feminista, intentando que no veamos que lo que hay detrás es hacer accesible para cualquier hombre la fantasía del harén: las mujeres que quieras a tu disposición pero sin obligación de mantenerlas, y sin ningún tipo de responsabilidades. Y lo grave es que hay quien lo compra.

Otra Falacia Argumental es igualar el Abolicionismo con el conservadurismo, caracterizado precisamente por su oposición a las reformas sociales , cuando lo que el Abolicionismo propugna es la igualdad de derechos y la justicia social, considerado por esta línea de pensamiento como reformas radicales.

Y me niego a aceptar que se intente engañar a la sociedad española calificando de prohibicionista al Abolicionismo, cuando lo que exige es la persecución de la explotación machista proxeneta, y las sanciones a los consumidores de prostitución,( mayoritariamente hombres) por su conducta asocial, violenta y vejatoria, puesta al descubierto por varios estudios psicológicos y sociológicos, como los de Melissa Farley y Beatriz Ranea, y ocultado por el argumentario regulacionista en lo que constituye una Falacia más.

La misma que se usa cuando se identifica al Abolicionismo con posturas reaccionarias, que lo alejan del espíritu revolucionario que inspiró al feminismo en sus inicios, y que demuestra ignorancia o mendacidad, porque desde la Declaración de los Derechos de la Mujer (Olympe de Gouges, 1791), pasando por la Vindicación de los Derechos de la Mujer (Mary Wollstonecraft, 1792), e incluyendo la Declaración de Sentimientos y Resoluciones de Seneca Falls (1848), se considera revolucionario exigir la desaparición del ancestral binomio imperante, tanto en la socioeconomía como en las tradiciones, Dominancia Masculina- Sumisión Femenina, mantenido en toda su crudeza en la prostitución, y que las posiciones que defienden su normalización intentan ocultar, perfumando con aroma de vanguardia y modernidad el olor a putrefacción que desprende su intento de mantener las retrógradas y asfixiantes estructuras de pensamiento patriarcal, que combinadas con el individualismo depredador neoliberal, son las causantes de graves daños en la salud física y psíquica de millones de niñas y mujeres, ignorados por completo por quienes dicen defender a las mujeres prostituídas. 

Por eso, y a pesar de todas las presiones, obstáculos, manipulaciones y mentiras, el movimiento Abolicionista continúa y continuará con el mismo primigenio espíritu revolucionario, denunciando la injusticia social y exigiendo Coeducación y reformas económicas y sociales que posibiliten una sociedad igualitaria. Progresismo de pura cepa.

*Puri Liétor, psicóloga sanitaria, integrante del Front Abolicionista

No hay comentarios.:

Publicar un comentario