4/28/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


IMSS: ya van 66 mil 590 créditos de 25 mil pesos a la palabra
Préstamos boutique, los del BID-CMN
La incertidumbre
Del viernes pasado al día de ayer, el Instituto Mexicano del Seguro Social había otorgado 66 mil 590 créditos de 25 mil pesos cada uno a pequeños empresarios, sin más garantía que su palabra. Forman parte del programa de un millón de créditos que anunció el presidente López Obrador, el cual se ampliará, dijo, a 3 millones. El trámite es simple y no es necesario ir a una sucursal bancaria. El interesado ingresa al portal del IMSS y ahí encuentra una guía de los pasos a seguir.
Hay tres requisitos que no pueden dejar de cumplirse: 1.- Que el patrón no haya despedido a empleados en fecha reciente. 2.- El RFC y 3.- La firma electrónica del SAT. Si cumple los requisitos, en 72 horas estará depositado el dinero en su cuenta bancaria. Con 25 mil pesos el dueño de la tintorería o la tiendita de la esquina o el taller mecánico saben hacer maravillas. Los abonos son progresivos de 600 a 800 pesos mensuales, hasta saldar la deuda. El primer pago será dentro de cuatro meses. (Y no necesitan tener grado de inversión de Fitch, Moody’s o Standard&Poors).
Créditos boutique
FotoPero a las empresas que sí se les exige tener el aval de las calificadoras de crédito internacionales son las que participan en el programa de financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo y el Consejo Mexicano de Negocios, que ayer provocó un agrio comentario del presidente López Obrador. Supongo que no fue bien informado de qué se trata por el secretario de Hacienda, Arturo Herrera. Son créditos exclusivamente para los proveedores de las empresas del Consejo. En este militan alrededor de 50 hombres de negocios del calibre de Carlos Slim, Germán Larrea y el propio presidente de la organización, Antonio del Valle Perochena. No se requiere aval del gobierno mexicano, por lo que no hay riesgo de que el crédito público vaya a ser afectado. Ayer ofrecieron una conferencia de prensa Del Valle Perochena y el representante del BID en México, Tomás Bermúdez, e hicieron las aclaraciones necesarias. Las empresas micro, pequeñas y medianas (mipymes) pueden acceder al programa de financiamiento sólo a través de empresas ancla de miembros del Consejo Mexicano de Negocios. Del Valle dijo que ya se cuenta con la participación en el programa de seis empresas: Mabe, Cemex, Nemak, Genomma Lab, Axtel y Xignux. En otras palabras, son créditos boutique, para un grupo no mayor a mil empresas. Lo que falta por aclarar, y se está tardando, es el otro mecanismo de financiamiento que anunció el Banco de México por 750 mil millones de pesos. Lo que quiere saber la opinión pública es si compromete las reservas internacionales –no deben tocarse, son reservas– o cuál es la fuente de los recursos. Ayer hice una consulta al banco central y no contestó.

AMLO y empresarios: los moditos
Acuerdos con el BID
Floreros y prepotencia
Banxico: “no vaya a ser…”
Encarrerado en consolidar su caracterización como el más rudo opositor empresarial a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos Walther, no dejó pasar ayer la oportunidad de decir que el Presidente de la República ni ayuda ni se deja ayudar y, aún más, miente.
En el papel del policía bueno, Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios (la entidad privada que negoció con el Banco Interamericano de Desarrollo un programa de créditos a empresas mexicanas), matizó al decir que AMLO había tenido un malentendido, pues el mencionado programa no implica ninguna obligación para el erario nacional: No hay aval crediticio alguno por parte de la Secretaría de Hacienda, no hay recursos del sector público, no se incrementa la deuda, es de operación privada.
Aún así, Del Valle aseguró que la secretaría a cargo de Arturo Herrera ha estado informada del plan de créditos del BID a micro, pequeñas y medianas empresas que son proveedoras de grandes corporativos. El propio BID, a través de su representación en México, aseguró que lo anunciado ya había sido informado a Hacienda y que en esta secretaría se había considerado bueno el proyecto.
El tema se proyectó desde la plataforma conocida como La mañanera. El Presidente de México dijo que no le parecían las formas correspondientes al anuncio hecho por el consejo empresarial y el banco de financiamiento antes mencionados. Preguntado acerca de si otorgaría su administración el aval al acuerdo anunciado este domingo, respondió: Ese aval no podemos otorgarlo, porque no queremos endeudar al país y queremos rescatar, primero, a los más necesitados.
También encarrerado, López Obrador se dejó ir: “Además, no me gusta mucho el ‘modito’ de que se pongan de acuerdo y quieran imponernos sus planes. ¿Se hace un acuerdo y ahora que Hacienda lo avale? ¿Y qué? ¿Nosotros estamos aquí de floreros? Imagínense que el Presidente se entera de que ya hubo un arreglo, que ya nada más van a pedirle que Hacienda avale. ¿Así se lo imaginaron? ¿O cuando dijeron ‘que el gobierno se adhiera a nuestro plan económico’? ¡¿Cómo?! Es mucha la prepotencia”.
Tres puntos resaltan del desahogo declarativo que tuvo ayer López Obrador: no le gusta el modito de esta parte de la élite empresarial; es decir, la forma en que ese segmento hace política y se relaciona con el máximo poder político, asentado en Palacio Nacional; el Presidente de México no es un florero; y son prepotentes quienes promueven que el gobierno federal se adhiera al plan económico propuesto por esos empresarios. Es decir, más allá del diferendo específico (los créditos negociados directamente por el Consejo Mexicano de Negocios con el BID), el desacuerdo es más amplio y, por lo que se ve, creciente.

Puertos mexicanos
Aunque la mayoría de las actividades productivas se encuentran en paro forzoso por la pandemia, hay algunas indispensables para el abasto del país y, ahora más que nunca, muestran su buen desempeño.
Es el caso de los hospitales, en donde todo el personal labora a marchas forzadas. Otra actividad básica es la de los laboratorios farmacéuticos que invierten crecientes recursos para producir los medicamentos que se utilizan para atender a los pacientes infectados. Una tercera actividad fundamental es la producción y distribución de todo tipo de alimentos y bebidas y, a diferencia de otras naciones, en México se ha logrado mantener un abasto eficiente.
Así podemos señalar decenas de actividades que se encuentran activas y que han permitido que la producción, la distribución y el consumo de los bienes y servicios necesarios para la población estén disponibles en todo momento.
Destaca la desarrollada por la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, bajo el mando de Héctor López Gutiérrez. Los puertos han respondido con servicio eficiente que permite importar granos, petroquímicos, productos de limpieza, vehículos, minerales y lo que se adquiera en el exterior. También exportan bienes de consumo y capital necesarios en el extranjero.

CCE topa con la misma puerta 
AMLO: no, aunque se enojen
Cuando era amigo del actual gobierno, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) propuso mayor endeudamiento público como única salida viable al impacto económico del Covid-19, amén del consabido alivio fiscal para sus agremiados. El presidente López Obrador respondió que no, que ni un peso más de débito con cargo a los mexicanos y que en materia tributaria no hay concesiones, lo que provocó el airado reclamo del presidente de ese organismo, Carlos Salazar: el mandatario “nos cerró las puertas… pero abriremos otras”.
El desencuentro se dio en la primera semana de abril y motivó una serie de dimes y diretes, con un final más que cantado: la ruptura de los amigos. Salazar prometió abrir otras puertas –es de suponer que se refería a presentar otras propuestas–, pero ayer abrió la misma que le cerraron en Palacio Nacional: más deuda pública y alivio fiscal para sus agremiados.
Y la nueva puerta que abre el CCE, en voz de su presidente, no es peccata minuta: incrementar la deuda pública, este año y de un plumazo, 3 puntos porcentuales del producto interno bruto (algo así como 900 mil millones de pesos, monto ligeramente menor al pasivo actual por el rescate bancario, vía IPAB) para afrontar los efectos de la crisis, de tal suerte que la proporción débito-PIB se incrementaría a 52 por ciento. Además, desde luego, las facilidades fiscales, o lo que es lo mismo que el gobierno asuma todos los costos y el sector privado se quede con los beneficios.
Por lo visto, Carlos Salazar y sus muchachos ni lejanamente serían exitosos como porteros, porque si ya les cerraron una y, ante la negativa presidencial, ellos mismos prometieron abrir otras, entonces para qué insisten con la misma puerta, es decir, con la que ya les pegaron en las narices.

Un diferendo que llama a confusión
En tiempos como los que pasamos, tiempos de crisis, crisis de salud, en la economía, en la seguridad y en la sociedad misma, todo lo que las pueda combatir resulta necesario para, entre otras cosas, dar tranquilidad a la población.
De esa forma, si se recomienda una infusión de canela o de limón con miel y aspirinas, y claro, un piquete de ron o de tequila, tal vez no cure nada, pero tranquiliza a quien la beba, y la gente ha empezado a buscar su tranquilidad con las medidas que mejor cree convenientes, las recomiende o no el gobierno.
Y en esa discusión parecen haberse enfrascado la jefa de Gobierno y el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell. Aunque desde las dos partes se niega cualquier tipo de desencuentro, lo que se ve es que no hay confianza entre las partes, lo que ha traído alguna confusión entre la gente.
Desde casi el inicio de la pandemia López-Gatell salió a ofrecer, en su encuentro vespertino con la prensa, los datos que a nivel nacional se requerían para el combate al virus –hasta ahí las cosas pintaban con normalidad– o las anomalías que dictaba el avance de la enfermedad.
La Ciudad de México requería, y requiere, por su importancia –es aquí donde existe la mayor concentración de población, donde se ubican los mejores y la mayor parte de los hospitales públicos, y donde están los especialistas que pueden ofrecer alternativas ante el mal, esto sin contar que los campos de investigación de las universidades también se hallan en esta metrópoli– del seguimiento puntual y de la información que debe tener la ciudadanía.


Editorial
Fue positiva a la postre la disonancia declarativa entre la Presidencia de la República y el Consejo Mexicano de Negocios (CMN) sobre la naturaleza del programa de financiamiento emergente acordado por ese organismo cúpula empresarial con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a fin de otorgar financiamiento a micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) para ayudarles a sortear el parón económico causado por las medidas destinadas a contener la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2 en el país: ha quedado claro que, pese a las presiones iniciales de las cámaras empresariales y diversos actores políticos, la administración pública no lo adoptará como medida gubernamental, que no habrá recursos públicos comprometidos en su aplicación –ni como erogación ni como deuda– y que será simplemente un convenio entre particulares y el referido organismo financiero internacional.

Aislamiento, cruel a cualquier edad
Lo cierto es que no hay recetas, dieta, ejercicio, sexo, lectura, meditación, labores domésticas y demás: el aislamiento es cruel para todas edades, porque el ser humano no está hecho para el confinamiento. Tenemos que ser inventivos, creer en la supervivencia de nuestra especie (diseñada para existir por poco tiempo en términos cósmicos). Por ahora lo más importante es confiar en nosotros mismos y ser muy solidarios. Por un momento olvidemos los nefastos medios comprados y a los políticos oportunistas y atendamos al interés de nuestra comunidad. Esta epidemia es un aviso contundente. No somos propietarios de este pequeño planeta.

Jair Bolsonaro llegó al gobierno con la promesa de mantener y profundizar el modelo neoliberal y de intensificar la lucha contra la corrupción. Con la primera ha ganado el apoyo del gran empresariado y de los medios. Con los segundos dio el pretexto para quienes, en verdad, lo que querían, era un pretexto para impedir que el Partido de los Trabajadores (PT) volviera al gobierno.

Don José –cuenta la periodista Ana Lilia Ramírez– era obrero en una fábrica de costura que manufactura partes para automóviles en Tijuana. Tenía 42 años de edad y llevaba cinco trabajando en la maquiladora. Padecía de hipertensión. El pasado 14 de abril falleció de Covid-19 en el Hospital Regional 1 del IMSS.

El diario británico The Guardian describe al banquero Jacob Wallenberg como el príncipe de la familia real de las finanzas de Suecia. Marco D’Eramo, uno de los fundadores del diario italiano de izquierda Il Manifesto, en artículo reciente en New Left Review cita las siguientes palabras de Wallenberg: No habrá recuperación. Habrá disturbios sociales. Habrá violencia. Habrá consecuencias socioeconómicas: un dramático desempleo. Los ciudadanos sufrirán dramáticamente: algunos morirán, otros se sentirán muy mal. No se trata de un agorero desinformado, sino de una visión que va extendiéndose por la clase dominante del centro del capitalismo globalizado neoliberal. Él mismo prevé una contracción económica mundial de 30 por ciento. Cualquier descripción de lo que puede ser un cataclismo social, político y económico, es pálida frente al cuadro que Wallenberg ve. Estoy muerto de miedo por las consecuencias para la sociedad, dice.

Magdalena Gómez: El Tren Maya en tiempos del Covid-19
Para los pueblos indígenas la decisión del go­bierno federal de acelerar el paso en la consolidación de sus proyectos prioritarios, se suma al desafío de la pandemia en curso, que entraña la necesidad de organizarse para la autodefensa frente a la misma. Es el caso del llamado Tren Maya, del que mucho se ha debatido y desde las comunidades organizadas en defensa de sus territorios han denunciado que se trata de un proyecto impuesto, validado por una consulta simulada, contraria a los estándares internacionales. Cuando se inició formalmente en el país la fase 1 de la pandemia, buena parte de las comunidades mayas se encontraban en el proceso de asambleas y éste se detuvo ante el imperativo de resguardarse como indispensable medida de protección. Sin embargo, más de 100 organizaciones, comunidades mayas y colectivos en defensa del ambiente y de derechos humanos así como académic@s,aún en el contexto de la cuarentena, han emitido pronunciamientos cuya respuesta es el silencio oficial. Destacan la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch’ Xíinbal, Colectivo Indignación, el Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes, Desarrollo Económico y Social de los Mexicanos Indígenas, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, Red de Litigio Estratégico en favor de comunidades indígenas y campesinas de la Península de Yucatán, Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (que logró la suspensión mediante un juicio de amparo en curso), el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas AC, Greenpeace México y Due Process of Law Foundation, entre otras. Solicitaron al presidente López Obrador suspenda la construcción del Tren Maya, y con posterioridad a la emergencia sanitaria inicie un proceso de diálogo real, serio, informado y equitativo.

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