Pedro Echeverría V.
1. Hoy vi, por primera vez en mi vida, un partido de fútbol entre blancos y negros. Yo fui deportista de los 13 a los 20 años de edad, pero a partir de entonces comencé a comprender que los deportes –que deberían hacer “un cuerpo sano para construir una mente sana”- estaban llenos de nacionalismo, fanatismo y el comercialismo correspondiente. En aquellos años fui comprendiendo que la llamada patria, nación, bandera, himno, incluso héroes, que representaban a países, eran nombres, palabras, etiquetas, muy cargadas de ideología para mantener a las masas controladas por quienes organizan, dirigen y mandan en cada país.
2. Los únicos que movilizan a las masas en grandes niveles multitudinarios, son la religión, el fútbol y –en menor medida- los artistas y los políticos. Yo a todo ello le llamo “acarreo” porque, aunque no los lleven o traigan en camiones, autobuses y carros, todos son víctimas de la intensa propaganda en los medios de información (prensa, radio, TV) y por grandes campañas. Creí que el fanatismo era sólo de países que sufrieron siglos de analfabetismo que tardaron mucho a adoptar eso que llaman civilización o modernidad. Por ello me parece muy importante investigar acerca de la formación de la conciencia socioeconómica de países y pueblos.
3. Hace 100 años, cuando salíamos de nuestra revolución, México tenía un analfabetismo de 80 por ciento, cuando Argentina apenas alcanzaba el 10 por ciento); sin embargo, hoy miro que el fútbol moviliza a tres o cuatro millones de fanáticos en plazas y calles de esa nación; lo mismo se ve en México alrededor de ese deporte. No sé si ese fanatismo religioso, que puede verse, sobre todo, en las visitas realizadas del Papa, o futbolero, también se registre en países europeos, en EEUU o Canadá. ¿Será que ese religiosismo ha sido la base del desarrollo del nacionalismo de gran potencia que ha llevado a guerras y muchas amenazas que mantienen al mundo en presiones competitivas?
4. Otra cosa que ví en ese partido es que todos los jugadores argentinos eran blancos y me pareció que los jugadores franceses eran todo negros. Yo no le iba a ningún equipo porque de fútbol no entiendo nada ni tampoco deseo saber. Pero sí me llamó la atención el mucho racismo porque de manera permanente –como argumentaba el líder social Malcom X y el campeón de box de todos los tiempos Mahomed Alí (alias Casius Clay)- he defendido las luchas de los negros por la igualdad. ¿Alguien –para no quedarme en la ignorancia total- podría analizar o explicar por qué los jugadores de Argentina y Francia tienen radicales diferencias de color?
5. Otro problema que me hizo abandonar el cariño por los grandes deportes como el fútbol, béisbol, básquet, fue su conversión comercial, haberlos convertido en gigantescos negocios que producen enormes ganancias para los multimillonarios que los manejan. En vez de que los gobiernos intervengan en las escuelas para que todos los estudiantes hagan deportes para beneficiar su salud, inmediatamente se les da un giro comercial a los deportes a fin de preparar “estrellas” individualistas que luego se vendan a quienes los buscan. En fin, hay mucho por decir del deporte que es una cosa más del capitalismo que no puede sustraerse de esa realidad. (18/XII/22)
http://pedroecheverriav.
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