9/03/2010

México: Decidido impulso al Feminismo

Juana María Nava, Sara Lovera

Zacatecas, México, 03 sep. 10. AmecoPress/SEMLAC.- A pesar de las divergencias ideológicas, de edad y de acción, las feministas mexicanas concluyeron en procurar una articulación real para impulsar una efectiva agenda política que impacte en la vida de las mujeres, iniciar juntas una gran jornada contra los embates de la derecha y hacer a un lado las diferencias ante la emergencia que significa el retroceso político en México.

Luego de 18 años de no reunirse, más de 1.500 mujeres se congregaron del 27 al 29 de agosto en Zacatecas, México, en el Encuentro Nacional Feminista 2010, y discutieron, entre otras cosas, el contexto del feminismo, los avances, los retrocesos y la manera de transitar de forma más coordinada en la lucha de los derechos humanos de las mujeres.

Las asistentes, procedentes de 28 de las 32 entidades federativas del país, destacaron la necesidad de reconocer la pluralidad de ideas y de disciplinas de las cuales proceden, pues en ese espacio convergieron tanto académicas, como políticas, indígenas, legisladoras, funcionarias públicas, activistas, integrantes de organizaciones civiles, sindicalistas, profesionales, estudiantes, muchas de ellas con un importante trabajo en la difusión e impulso de los derechos humanos de las mujeres.

Ahí estaban las feministas más jóvenes, de diversos espacios y grupos, como las Feministas Socialistas, pero también muchas de las más antiguas en la lucha de los derechos, la libertad y la vida de las mujeres, como Susana Vidales, Lucero González, Elena Tapia, Marcela Lagarde, Josefina Chávez, Patricia Mercado, Eli Bartra, Adriana Ortíz, Soledad González, Sara Lovera, Maricarmen Rioseco, Virginia Sánchez.

Y más allá de las molestias por la falta de organización y de metodología en las mesas de discusión, las feministas mexicanas coincidieron en que tras 18 años, la reunión fue revitalizante para el movimiento, para verse, reencontrarse, evaluar, discutir el futuro, el qué y el cómo podrán ahora tratar de articularse con base a la agenda de derechos vitales para la población femenina de México que supera los 50 millones.

El viernes, en el inicio de los trabajos, María Elena Ortega, integrante del comité impulsor del Encuentro, dijo que "tras 18 años de que las mujeres feministas no se reunían formalmente, llegamos a Zacatecas con el objetivo de rearticular los diferentes movimientos de mujeres para discutir y reflexionar sobre tres puntos básicos".

Ellos son: "el estado que guarda el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres en México, la defensa de los derechos sexuales y reproductivos, incluido el aborto, y la revisión de las diversas expresiones del feminismo, dónde estamos hoy las feministas, qué estamos haciendo y cómo podemos articularnos nuevamente para recuperar la fuerza política del movimiento".

De manera especial se dio la bienvenida a un grupo de mujeres del estado de Chihuahua, quienes al momento de la inauguración del evento, ataviadas de negro, con sombreros rosas y una gran pancarta, encabezaron una demanda unánime de "justicia" por el asesinato y desaparición de mujeres en esa entidad del norte de México.

En la inauguración estuvo presente la gobernadora Amalia García -tercera mujer en la historia de México que ha ocupado ese cargo por elección constitucional-, quien dijo que el avance de la sociedad se da a partir de que cambia la vida de las mujeres.

Destacó que es parte de una generación que dio la batalla para la conquista de los derechos ciudadanos de las mujeres, y que ahora hay que reconocer la pluralidad del movimiento, que ha tenido avances y retrocesos, pues hay una parte muy conservadora de la sociedad que limita el desarrollo y el ejercicio de los derechos a plenitud.

Ahí estuvieron las mujeres discutiendo en diversos grupos temáticos, en el marco de un escenario moderno que significó el Palacio de Convenciones en la ciudad de Zacatecas -capital del estado del mismo nombre- ubicada en el centro-norte del país. Ésta es una de las entidades con mayor migración hacia Estados Unidos, con millón y medio de habitantes en ese país, la mitad de su población.

La presencia de las mujeres organizadas del estado de Chihuahua, cuya situación de violencia sistemática ha trascendido a nivel internacional, fue emblemática en el ENF2010. Llamó la atención la voz serena de Marisela, quien desde hace dos años exige justicia tras el asesinato de su hija Rubí, cuyo verdugo fue absuelto por un dictamen judicial.

El primer día de trabajo, las asistentes al Encuentro se enfocaron en el diagnóstico de la condición de vida de las mexicanas, que aún enfrentan altos niveles de violencia, elevados índices de mortalidad por causas relacionadas con la maternidad y con el cáncer de mama, así como una marcada discriminación política, laboral, educativa.

Para ir construyendo una agenda común, las mesas del segundo día hicieron análisis más profundo y estructurado, enfocado en la ética, la autonomía, el liderazgo, la institucionalización y el poder de las feministas, destacando la participación de las jóvenes. Ellas, en voz de Sofía Yáñez, del grupo Pan y Rosas, demandaron el alto a la militarización en el país.

También analizaron la relación intergeneracional con las "feministas históricas", pidieron una relación horizontal, sin violencia y sin discriminación donde se valga disentir y haya congruencia entre las feministas con mayor trayectoria para que eliminen el doble discurso y reconozcan que las jóvenes pueden impulsar la autonomía del movimiento.

En el análisis de los derechos humanos de las mujeres, la antropóloga Marcela Lagarde hizo un llamado a las asistentes a asumir colectivamente y en sintonía las causas de las mujeres por las que se lucha, de modo particular a través de los diversos feminismos. Aunque los derechos se han construido uno a uno, agregó, los estamos fraccionando, luchamos en canales diferentes, marchamos por vías paralelas y no logramos la sinergia entre nosotras y nuestras demandas, y esto lleva a una ciudadanía precaria.

También puntualizó la necesidad de que las feministas retomen el control ante la expropiación que el sistema ha hecho del cuerpo, de la sexualidad, de las ideas, del trabajo y de la vida de las mujeres.

Las Feministas Socialistas, en su espacio del análisis sobre la vigencia del feminismo socialista, coincidieron en que es necesario estudiar de nuevo la relación feminismo-marxismo, ampliar la organización a través de la conformación de una red nacional, pero con la suma de otras mujeres.

Además, las mujeres integradas en la red Milenio Feminista discutieron la necesidad de retomar de nuevo los ejes centrales de Beijing para conformar una agenda elemental de acción que vincule a las organizaciones del país.

El Encuentro Nacional Feminista también contó con actividades independientes y culturales que consistieron en 18 talleres, 23 paneles y 23 debates sobre diversos temas enfocados a los derechos humanos de las mujeres, así como a la presentación de libros, documentales, exposiciones fotográficas y plásticas, obras de teatro y danza.

Foto: Archivo AmecoPress

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