4/18/2012

Los periodistas pal café....




Julio Hernández López: Astillero
Hacer que todo se discuta para no discutir nada. Circo callejero para tratar de definir al ganador del Pinocho de la temporada, aunque a fin de cuentas los dos competidores sepan con toda seguridad que cada cual tiene los méritos suficientes para alzarse con el premio a la falsedad y la corrupción sexenalmente ejercidas. La profunda batalla por la definición técnica de lo que es un puente y lo que es una mentira (ingeniería filosófica electoral) deviene un ejercicio porril del panismo contagiado de las ínfulas violentas de su máximo dirigente pinolero, mientras el priísmo asume el impensado papel de víctima y promete (esta vez sin notario que dé fe del compromiso) que no será causante de nacionales divisiones (pues aspira a retomar este año su larga carrera de aritméticas sustracciones).
Peña Nieto ha hecho de sus ofertas ante fedatarios un rosario de mentiras, de una manera parecida a la que sus hoy impugnadores han practicado desde el gobierno federal: de las manos limpias y la presidencia del empleo a la rapiña, la violencia institucionalizada y la agudizada falta de fuentes de trabajo. Tanto miente el que vivía en Toluca como el que lo hace en Los Pinos, pero lo que se busca es concentrar la atención nacional en dos contendientes susceptibles de entendimientos finales (a pesar del fragor de las reyertas necesarias del día) y desplazar a la tercera opción que navega con bandera de amorosidad recientemente revelada. La mesa de la verdad convertida en telenovela de pasiones y desenlaces previsibles, con los primeros actores (Madero, Gil, Joaquín Coldwell, Videgaray) saliendo de sus foros, siempre bajo control, a las eventualidades de la intemperie, corriendo riesgos de que la escenografía de cada consorcio acabase dañando o aplastando al otro (los imponderables que se deben aceptar si se lucha por instalar un bipartidismo de posteriores comodidades compartidas).
Ganan todos, marca la pirinola ahora cuatricolor (verde, rojo, blanco y azul): el PAN avanza en su estrategia de golpear al puntero en la vulnerable franja de la credibilidad y con ello, cueste lo que cueste, cree ayudar a su candidata, colocada a prudente distancia de los estallidos y los sofocones, a remontar su largo decaimiento, mientras el PRI logra zafarse en lo inmediato de la trampa tendida a partir del incumplimiento de las promesas para contrapuntear acusando al panismo de violencia grave y autovacunándose contra posteriores debates (un ex funcionario del estado de México, Gerardo Ruiz Esparza, aseguró ayer mismo que de no haberse conducido con prudencia el grupo tricolor frente a las agresiones panistas podrían haberse producido cientos de muertes: si en diciembre de 2006 el PRI salvó a Calderón al apoyarlo en su toma de posesión, ahora cree salvar las elecciones y la viabilidad institucional por no haber respondido a lo que en términos generales sucede en momentos candentes de múltiples reuniones y asambleas ajenas a los pasterizados modos priístas).
Y, sin embargo, lo que en realidad importa no está en la inflada discusión sobre la credibilidad de un mentiroso crónico que pretenden demostrar los personeros de un gobierno federal igualmente mendaz y simulador. A fin de cuentas, el incumplimiento de las promesas firmadas ante notarios públicos es materia específica de los ciudadanos del estado de México que, haiga sido como haiga sido, permitieron la continuidad del peñanietismo en la persona del afanoso Eruviel de las Chapitas, que hacendosamente busca medio arreglar a la carrera parte del tiradero dejado por el maniquí que ahora busca ser presidente de la República. Y, también a fin de cuentas, el incumplimiento de promesas, firmadas o no ante notarios, constituye también notoria parte del saldo del calderonismo trágico.
En realidad, lo que puede afectar de manera trascendente al candidato presidencial priísta, y a los sueños de bipartidismo sobrentendido, son los gastos de campaña de Peña Nieto, pues según una auditoría ciudadana a la que ha convocado la campaña presidencial de izquierda, por la vía de Ricardo Monreal, hay pruebas firmes del despilfarro cometido por el partido de tres colores en un rubro, acaso uno de los de menor cuantía económica en al presupuesto real del peñanietismo, el de los anuncios espectaculares y otras formas de propaganda (paradores de autobuses, promocionales en salas cinematográficas, por ejemplo). Otro renglón altamente explosivo es el de la flotilla de aviones y helicópteros que usa el candidato priísta para sus desplazamientos, no sólo en razón del costo usual de esos servicios, sino incluso en cuanto a la propiedad real o disfrazada de esos vehículos y de las vinculaciones empresariales y políticas que podrían saltar mediante una investigación directa.
Mientras PAN y PRI ensayan choques cuasipandilleros en un puente de Tlalnepantla, y discuten respecto a interpretaciones de corte geopolítico, en otras latitudes, demostrables físicamente, cuantificables por vía ocular, han sido cívicamente recopiladas las evidencias de que Peña Nieto ha rebasado sus topes de gasto de campaña en dos semanas, sólo tomando en cuenta estas pruebas que hoy dará a conocer Monreal en una conferencia de prensa al mediodía. Ya se verá si el IFE actúa con base en estos datos que le serán presentados formalmente, a sabiendas de que si en este país resplandeciera la justicia, y las leyes fueran obedecidas, a un partido que hubiera hecho tal gasto arrollador le correspondería la pérdida de su registro.
Astillas
El IFE ha desoído a los gestores priístas que buscaban que rápidamente fueran retirados los anuncios televisivos del PAN que denuncian a Peña Nieto como mentiroso. Si algo duele a EPN es la difusión en pantalla. Lo demás, le vale. En contraprestación, seguirán al aire los promocionales de EPN con sus compromisos cumplidos... Y, mientras AMLO se decide a dar a conocer la encuesta realizada por una gran firma internacional en la que está en ruta de empate técnico con Peña Nieto, ¡hasta mañana!
Twitter:
@julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


Enrique Galván Ochoa: Dinero
No le vamos a pagar lo que ellos quieran, esos 10 mil millones de dólares, advirtió el viceministro de Economía, Axel Kicillof, a nombre del gobierno de la presidenta Cristina Fernández. El presidente de Repsol había anunciado antes que recurriría al tribunal de arbitraje del Banco Mundial y exigiría una indemnización. El viceministro dijo que los tarados son los que piensan que el Estado debe ser estúpido y cumplir lo que dice la propia empresa. Y agregó: No es que no nos dimos cuenta que YPF (la filial de Repsol) andaba mal, es que les tuvimos paciencia. Sus declaraciones hacen sentido a la luz de una información que publicó ayer el diario Financial Times de Londres, dando cuenta de que los directivos de la petrolera española estaban cerca de venderla a la china Sinopec. ‘El intento secreto de vender su parte de 57 por ciento en YPF a un comprador chino, se rompió después de que el gobierno argentino anunció el lunes que expropiaría 51 por ciento de la compañía’, publica el Financial Times. Repsol pedía 10 mil millones de dólares pero no informó a Buenos Aires de sus negociaciones con los chinos, las que el grupo español esperaba finalizar antes de buscar la autorización de Cristina Fernández, de acuerdo al diario británico.
Cumbre ensombrecida
Por otro lado, en círculos diplomáticos comienza a correr la versión de que la presidenta Fernández no asistirá a la reunión del G-20 que tendrá lugar en Los Cabos el próximo mes de junio. Sería su respuesta a la posición que asumió el presidente Calderón en favor de Repsol. Y ayer siguió la misma ruta: ahora trata de azuzar a la opinión pública contra Argentina, sostiene que la expropiación perjudica a los mexicanos. ¿Qué tanto? Sus acciones han caído 6 por ciento y el valor de la empresa había descendido mil 766 millones de euros. Pemex es dueño de 10 por ciento, su pérdida es de 176 millones. No es definitiva, cuando pase la crisis volverán a subir. Lo extraño es que Calderón no haya dicho lo mismo con el fraude de los contratos de mantenimiento de los aviones del hangar presidencial. La cuestión es que la no asistencia de Cristina a la reunión de Los Cabos, que podría ser secundada por algún otro jefe, o jefa, de Estado, como muestra de solidaridad, ensombrecería el evento máximo del calderonismo con el que pretende cerrar el sexenio con broche de oro, diría un clásico, y en el cual se están gastando muchos millones de pesos del presupuesto público.
El magnate
Warren Buffett anunció que tiene cáncer de próstata en etapa inicial, que no pone en peligro su vida. El personaje que ocupa el lugar número tres de la lista de Forbes, con un capital estimado en 45 mil millones de dólares, ha cobrado celebridad en los últimos tiempos por un motivo distinto a su riqueza. Admitió que paga –proporcionalmente– menos impuestos que su secretaria e invitó a sus colegas millonarios a contribuir con más, ahora que el gobierno de Estados Unidos enfrenta tiempos difíciles. Su declaración sirvió al presidente Obama como punto de apoyo para una reforma fiscal que gravaría con un impuesto mayor a quienes ganen más de 250 mil dólares al año. Desafortunadamente, el Congreso ya la envió al congelador. Buffett tiene 80 años y seguirá un tratamiento de radiación.
La flotilla de Peña Nieto
El empresario tamaulipeco Juan Armando Hinojosa Cantú, quien aparece como el proveedor de la flotilla de aviones y helicópteros en que se moviliza Enrique Peña Nieto, es un suertudo en materia de contratos. En enero de 2010, cuando Peña Nieto todavía era gobernador, ganó la licitación para la construcción y mantenimiento del Hospital Regional de Zumpango, según información que apareció en diversos medios de comunicación. El hospital se realizó mediante el esquema PPS –proyecto de prestación de servicios–, por el cual la empresa cobrará una renta anual de 300 millones de pesos al gobierno estatal por los próximos 25 años. Por tratarse de un endeudamiento que iba más allá de la gestión de Peña Nieto, tuvo que ser aprobado por el Congreso local. Y ese es sólo uno de numerosos contratos.


Carlos Fernández-Vega: México SA
Cinco inquilinos de Los Pinos al hilo no quitaron el dedo del reglón, y en la perspectiva político-electoral tres de los cuatro candidatos al hueso mayor se han pronunciado en el mismo sentido: lo moderno, lo actual, lo de avanzada, lo chic, es privatizar el sector petrolero nacional, despojar al país de esa renta (de la que, por cierto, vivió, y muy bien, esa quinteta). Los primeros avanzaron en su intento, aunque no todo lo que querían; los segundos ofrecen redondear la tarea, llegar hasta el fondo, abrir hasta el último resquicio para que por la puerta grande ingrese, orondo y voraz, el gran capital, como en tantas otras áreas de la economía mexicana.
Tras la decisión argentina de nacionalizar –paradójicamente– su petróleo y, con ello, salvaguardar el interés nacional, el furibundo Felipe Calderón reaccionó como si le hubieran quitado algo propio, y soltó un rosario: fue, dijo, una medida irresponsable y muy poco racional; ningún empresario en sus cinco sentidos pensará en invertir en un país que expropia las inversiones; es una decisión que no va a hacer bien a nadie; no es un acto racional; el camino no es ni el proteccionismo ni las expropiaciones; que Cristina Fernández de Kirchner rectifique esa lamentable medida. Lo moderno, pues, es entregar los recursos naturales a intereses extranacionales.
Los tres candidatos que se han comprometido a no gobernar con más de lo mismo dicen al respetable que, de llegar a la primera silla de la nación, ofrecerán exactamente eso, más de lo mismo: A) realizaré una reforma energética que dé apertura al sector privado en las áreas de exploración y refinación en la industria petrolera (Enrique Peña Nieto); B) reglas más amigables para que el capital privado invierta en petróleo; no creo en el camino de las expropiaciones” (Chepina); y C) convertir a Pemex en una empresa de sociedad anónima, pues así colocaría acciones en la BMV; estoy contra dogmas, catecismos y fetiches del pasado que comprometen seriamente el desarrollo de México (Quadri).
Entonces, según todos ellos, la tendencia mundial es ceder el petróleo al voraz capital financiero-especulativo. ¿Será? Pues bien, encontramos luz en el propio proyecto de ley que la presidenta Fernández de Kirchner envió al Congreso de su país para nacionalizar YPF, y lo que en este sentido destaca es que, en realidad, la norma internacional es el control del Estado sobre los hidrocarburos, comenzando por la empresa Petrobras, tan presumida y cacareada por la derecha privatizadora como ejemplo de modernidad.
Lo actual, pues, no es lo que proponen los modernos políticos mexicanos, sino todo lo contrario: Arabia Saudita, el mayor productor petrolero mundial, cuenta con la empresa Saudi Aramco, cuya propiedad, al 100 por ciento, corresponde al Estado. El consorcio ruso Gazprom, el mayor productor de gas natural en el planeta, pertenece al Estado ruso (51 por ciento), quien decide cómo, cuándo y a quién, y no la inversión privada minoritaria. Del mismo origen, la empresa Rosneft (75 por ciento) es la segunda productora internacional.
Entre otras, propiedad del Estado (100 por ciento) son las petroleras CNPC (China), NIOC (Irán), PDVSA (Venezuela), Pemex (México), Adnoc (Emiratos Arabes Unidos), KPC (Kuwait), Sonatrach (Argelia), Kazmunaigas (Kazajistán), QP (Qatar), Pertamina (Indonesia), Socar (Azerbaiyán), Petronas (Malasia), EGPC (Egipto), Petroecuador (Ecuador), SPC (Siria), YPFB (Bolivia), ANCAP (Uruguay), NNPC (Nigeria), y ENAP (Chile, el sempiterno ejemplo para presumir los éxitos privatizadores neoliberales).
Otras petroleras, que permiten participación privada, también tienen propiedad y control mayoritario del Estado: Sinopec y CNOOC (China), con 75 y 67 por ciento, respectivamente; Petrobras (Brasil), 51 por ciento; Statoil Hydro (Noruega), 63 por ciento; PNGC (India), 74 por ciento; PDO (Omán), 60 por ciento; y Ecopetrol (Colombia), 90 por ciento. Entre las pocas que aparecen con participación estatal minoritaria están OMV de Austria (32 por ciento del Estado); Inpex de Japón (29 por ciento) y Eni de Italia (30 por ciento). Como se constata, en materia petrolera lo chic no es, ni lejanamente, ceder el control y el usufructo de la riqueza petrolera a trasnacionales del ramo, por mucho que éstas intenten meter la mano en todas partes. México conoce muy bien de qué se trata la intervención de los vampiros petroleros, y el enorme costo (político, económico y social) de mantenerlos en casa. Argentina también lo vivió y lo entendió, y por ello su gobierno actuó en consecuencia.
Como lo apunta el citado proyecto de ley, la experiencia internacional no hace más que confirmar que la posibilidad de garantizar el autoabastecimiento en materia de combustibles contribuye de manera crucial a determinar el tipo de modelo económico y de crecimiento que puede desenvolverse en cada país. Así, durante la vigencia del denominado Consenso de Washington, la política en materia de hidrocarburos que el neoliberalismo implementó en Argentina buscó maximizar la extracción de este recurso natural con vistas a colocarlo en el mercado mundial, conduciendo al desabastecimiento interno, el cual es impulsado por el incentivo que constituye para el sector privado la completa apropiación del excedente económico generado por un recurso natural no renovable.
Así, la precisa intervención del Estado en la definición de la política de producción y precios de los combustibles “es crucial en un mundo que ha estado crecientemente afectado por la participación de capitales financieros especulativos en los mercados de materias primas en general, y del petróleo en particular, impactando así en los costos de producción a escala mundial… Hay tres elementos a tener en cuenta y que aconsejan la injerencia directa del Estado en la política de precios y cantidades: su impacto sobre la competitividad de la economía, el efecto de su precio sobre el poder adquisitivo de los salarios y la apropiación de los excedentes derivados de la explotación de los hidrocarburos”.
Las rebanadas del pastel
Entonces, lo moderno es que los grandes recursos petroleros y su producción estén en manos estatales, y no como coto de caza del capital trasnacional, como Repsol comprenderá. Que Calderón y comparsas repitan como pericos que lo mejor para México es privatizar sus hidrocarburos no es más que el canto de una suerte de Menem michoacano al que no le fue suficiente destrozar el tejido social del país, sino que intentó lo mismo con el último jirón de soberanía económica.
cfvmexico_sa@hotmail.com

El Correo Ilustrado
Solidaridad con expropiación argentina
La Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros UNTyPP manifiesta su más amplia solidaridad con el pueblo argentino por la expropiación de 51 por ciento del patrimonio de YPF, SA, que con esta decisión histórica recupera uno de los recursos naturales más estratégicos para el desarrollo económico de cualquier país.


Javier Lewkowicz: Un chiste de gallegos sobre el caso YPF
Repsol cotizó el valor de su participación en YPF en 10 mil 500 millones de dólares, suma que el gobierno argentino ya aclaró que no va a pagar, y anticipó que acudirá al Ciadi, tribunal arbitral del Banco Mundial, para exigir una indemnización por las acciones expropiadas. El presidente de la firma española, Antonio Brufau, ofreció ayer una conferencia de prensa donde consideró que la decisión de expropiar casi la totalidad del capital de Repsol, grupo de control de YPF, respondería a una necesidad de la administración de Cristina Fernández de tapar una supuesta crisis inflacionaria, cambiaria, energética y de transporte.
La Argentina querida es otra, se lamentó Brufau, quien también vinculó la medida con una supuesta intención del gobierno de quedarse con las inversiones realizadas por la firma en el yacimiento de Vaca Muerta, donde existen recursos hidrocarburíferos no convencionales. Según especialistas, Repsol no realizó un desembolso de dinero significativo en ese reservorio.


Horacio González*: Petróleo y democracia
Las medidas de democratización financiera, recomposición empresaria, soberanía energética, federalismo no estamental y autonomismo nacional que la presidenta tomó sobre YPF pueden –y deben– significar una nueva perspectiva para la hipótesis general de una sociedad argentina emancipada. Los atributos de una democracia capaz de revisar con más fuerza las rigideces y desigualdades de nuestra sociedad siempre tuvieron que ver con la cuestión petrolífera. Esta no fue sólo una cuestión de tecnología, perforación y metros cúbicos, sino también de sentido de la economía compartida y equitativamente distribuida. Y un poco más allá, de un llamado a construcciones políticas novedosas enraizadas en la conciencia colectiva. YPF no se equivocaba, desde sus orígenes, en ninguna de las tres letras que forman su sigla. Yacimiento, que significaba la economía descubierta en las napas profundas del territorio y una sutil apelación a lo que subyace y hay que recobrar; petrolífero, porque la vieja y enigmática palabra que ya tiene varios siglos de antigüedad significaba el óleo que viniendo de rocas y huesos milenarios irrumpía en la era del capitalismo para definir, a favor o en contra, la suerte de los pueblos. En cuanto a Fiscales, la expresión hoy suena un poco anacrónica o dislocada, entre tanta diversificación de su uso y de tantas teorías del Estado decisionistas y no decisionistas. Pero no era así cuando en la época de Yrigoyen se le puso nombre. Fiscal significaba el poder público democrático operante, construyendo escuelas, viviendas, incluso poblaciones enteras y empresas fundadas en el interés público. Y aún hoy debe seguir significando eso.


Luis Linares Zapata: El frente estructural
Las élites nacionales, todas integradas de lleno en la derecha ideológica, han logrado posicionar las reformas estructurales como algo no sólo deseable sino imperativo. Las reformas ya realizadas forman, a su vez, un espeso telón de respaldo en el imaginario colectivo. Las consecuencias negativas de su puesta en marcha no han sido, por tanto, exploradas con la atingencia debida. El sedimento que van dejando, en cambio, lo soportan las muchas promesas de cuestionables resultados con que fueron envueltas. Las que faltan (y siempre hay una o varias adicionales) se les asume impostergables aunque, se alerta con marcado dejo de ignorante cinismo, un tanto dolorosas. Los masivos intereses de tal élite conservadora han logrado, con intensa difusión de respaldo, dominar este frente mal llamado modernizador.


Carlos Martínez García: Chilil: ¿trampa o solución?
Esto se preguntan defensores de los indígenas evangélicos expulsados de Chilil hace casi tres años: ¿la actual estrategia del gobierno de Chiapas es una trampa, o voluntad de solucionar el conflicto? Cansados de ser objeto del conocido principio burocrático cánsalos y vencerás, quienes del grupo desarraigado de la comunidad Lázaro Cárdenas Chilil, en el municipio de Huixtán, en Chiapas, perseveran en la defensa de sus derechos anunciaron que regresarían a su poblado con o sin la protección de las autoridades gubernamentales de la entidad.


José Steinsleger: Desde Cuba, Fidel enterró las cumbres de las Américas
Persuadidos de la legitimidad de la doctrina Monroe (América para los americanos, 1823), los políticos de Washington inventaron el día de las Américas el 14 de abril de 1890 para justificar el saqueo, las invasiones y la explotación de los pueblos al sur del río Bravo.


Claudio Lomnitz: La globalización por Detroit
Perdonen el albur, pero no encuentro mejor fórmula.



Argentina está hoy en el centro de atención por la nacionalización de 51 por ciento de las acciones de Repsol-YPF. Es una medida notable y marca un cambio decidido frente a los esquemas del modelo neoliberal. Pero mucho más importante fue la decisión de rescatar el sentido y prioridades de la política monetaria a través de las reformas a la ley del banco central argentino en marzo pasado.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario