12/10/2015

Siete puntos para entender la reforma al PENSIONISSSTE


Se consideraba que PENSIONISSSTE era una administradora “sin fines de lucro y altamente competitiva en el sistema de ahorro para el retiro”, según establece en el comunicado del 29 de noviembre de 2015, ahora será una empresa paraestatal, aquí 7 puntos principales.



Después de 12 horas de discusión, los diputados aprobaron una reforma al Fondo Nacional de Pensiones de los Trabajadores al Servicio del Estado (PENSIONISSSTE) que lo convierte en una empresa estatal, separándolo del ISSSTE. Mientras la izquierda (PRD, MORENA y Movimiento Ciudadano) acusaron que se trata de una privatización, el PRI, PAN y PVEM afirmaron que es una modificación administrativa que traerá beneficios a los pensionistas.

El Fondo, nacido en 2007, maneja casi 120 mil millones de pesos y según el gobierno Federal, entregó 295 millones entre los usuarios por concepto de remanentes, es decir, las ganancias generadas en 2014, lo que representó 32% más que el año anterior. Por ello se consideraba que PENSIONISSSTE era una administradora “sin fines de lucro y altamente competitiva en el sistema de ahorro para el retiro”, según establece en el comunicado del 29 de noviembre de 2015.
Sin embargo, el presidente Enrique Peña Nieto envió una propuesta de reforma para cambiar el PENSIONISSSTE -que forma parte de las 21 prestaciones, seguros y servicios que el Instituto otorga a los derechohabientes- y transformarla en una empresa competitiva.
Finalmente la posición priísta defendida por diputados como Mariana Benítez Tiburcio, consiguió la aprobación de la reforma este martes 8 de diciembre, con 343 votos a favor, 116 en contra y dos abstenciones. Fue enviada a la Cámara de Senadores para discutirla y de ser aprobada, entraría en vigor el 1 de julio de 2016.
El diputado del PRD, Francisco Martínez, advierte que las modificaciones convierten al secretario de Hacienda en “un dictador” debido a que él presidirá el Consejo de Administración, órgano encargado de decidir el funcionamiento de la “empresa”.
En tanto, la fracción de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados realizó un análisis de la reforma en el que destaca la pérdida de la utilidad pública y social.
En cambio, Pedro Vázquez Colmenares, ex director de PENSIONISSTE, advierte que ésta es una “buena reforma, pero mal entendida” porque le quita trabas burocráticas al Fondo que derivará en mejor atención a los pensionados.
A continuación presentamos siete puntos para entender la reforma:
  1. El PENSIONISSSTE deja de ser una unidad administrativa del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) para convertirse en una “empresa de participación estatal mayoritaria”. Esto quiere decir se transforma en una paraestatal, como PEMEX o la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
  1. Ser una paraestatal implica que se regirá bajo la Ley Federal de las Entidades Paraestatales. Además de tener autonomía de gestión y manejar sus propios recursos, también podría ser extinta por decreto, como ocurrió con Luz y Fuerza del Centro. En el artículo 31 de la ley se establece que cuando “ya no resulte conveniente conservarla como entidad paraestatal desde el punto de vista de la economía nacional o del interés público, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público propondrá al Ejecutivo Federal la enajenación de la participación estatal o en su caso su disolución o liquidación”.
  1. Se crea un consejo de administración con 18 integrantes. Presidido por el  secretario de Hacienda y Crédito Público, e integrado por el director general de la empresa, el director general del ISSSTE, tres representantes de Hacienda, uno del Banco de México, de la Secretaría de la Función Pública, de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y 9 de organizaciones de trabajadores (que determinará la STPS). Además, 9 consejeros independientes elegidos por el Ejecutivo Federal. Este órgano se encargará de decidir el funcionamiento de la nueva empresa.
  1. En la ley se establece que el Gobierno Federal “no responderá por las obligaciones a cargo de la nueva sociedad, ni de las minusvalías por una variación negativa en el valor de las acciones”. Esto, explicaron diputados, significa que si hubiera alguna variación financiera o mala inversión, el gobierno no absorbería esas pérdidas, sino que los trabajadores perderían el dinero de sus pensiones.
  1. Se mantiene la obligatoriedad de que la nueva empresa ofrecerá la comisión más baja por la administración de los fondos de retiro, que el resto de las afores comerciales.
  1. Se modifica la facultad de la asamblea general de accionistas de poder ordenar la reinversión del remanente de operación, estableciendo que la sociedad lo reinvertirá en la proporción que el Consejo de Administración decida. A decir de los diputados, esto abre la posibilidad de que las ganancias no se repartan entre las cuentas de ahorro de los pensionados, como sucede actualmente, sino que se invierta en gastos de operación.
  1. Todos los bienes y presupuesto destinado al PENSIONISSSTE pasarán a la nueva empresa. Lo mismo que los trabajadores, con los mismos derechos laborales.

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