9/24/2016

“La formación con perspectiva de género no existe en las facultades de Periodismo”


Barcelona, 19 sep. 16. AmecoPress/LaMarea.- “Podemos llamar periodismo feminista a una información que aporta calidad, diversidad y pluralidad por el simple hecho de que informa sobre los saberes de las mujeres, porque nos da voz cualificada, porque no nos discrimina, porque no transmite los estereotipos sexistas que nos infantilizan y minusvaloran”. La periodista Isabel Muntané reflexiona en una entrevista con La Marea sobre la necesidad de incorporar a los medios, de manera definitiva, la perspectiva de género. Esta semana, uno de los casos más comentados ha sido la entrevista del exárbrito que denunciaba el machismo en el deporte junto a la foto sexista de una chica en la contraportada del diario As. “¿Tenemos miedo a denunciar el machismo? ¿Tenemos que compensarlo? Los medios de deportes son la máxima expresión de la información sexista”, denuncia. Muntané es codirectora del Máster de Comunicación y Género de la Universidad Autónoma de Barcelona, el único de estas características en España. Comienza el 6 de octubre y aún está abierto el plazo de inscripción.

¿Por qué es necesario un máster de comunicación y género?
Es necesario porque los medios continúan trasmitiendo y perpetuando unos discursos machistas que no reflejan la realidad de la sociedad. No sólo invisibilizan el saber y los conocimientos de las mujeres sino que cuando aparecemos en los medios lo hacemos desde una mirada machista y heteropatriarcal que nos cosifica, nos sexualiza y nos infantiliza. Los medios tienen una gran responsabilidad en la construcción del imaginario colectivo y son una herramienta poderosa de transformación social. Y desde el máster entendemos que hacer un periodismo feminista es reflejar mejor la realidad al tiempo que construimos una sociedad más justa e igualitaria.
¿Por qué es necesario impartirlo en la universidad?
Porque la formación de las y los profesionales del periodismo es fundamental para cambiar los discursos de los medios. Es necesario tener herramientas teóricas y prácticas a las que recurrir en nuestro ejercicio diario de la profesión. Conocimientos que nos permitan analizar con mirada crítica feminista la información que recibimos y ser capaces de emitirla con perspectiva de género. Y este es uno de los objetivos el máster, educar la mirada para poder elaborar informaciones no sexistas. Y tengo que decir que la formación que damos en el máster no se circunscribe sólo a una formación académica sino que es una formación práctica y activista. Es una formación que abarca la academia, el feminismo y el activismo. Ejemplo de ello es el profesorado con que cuenta: académicas, profesionales del periodismo y activistas feministas. El máster, además, ofrece la posibilidad de cursar módulos de forma independiente en diferentes años académicos y obtener un certificado de la Universidad. Una vez finalizados todos los módulos se obtiene el título oficial. Ello facilita la incorporación a la formación de las profesionales que están en activo y que a lo mejor les interesa profundizar en los nuevos formatos o en la información política, para mejorar su trabajo.
¿Por qué hay un único máster de estas características en España?
Quizás porque hasta ahora no nos habíamos tomado en serio la necesidad de cambiar los discursos de los medios desde esta perspectiva. Pero esto ha cambiado. En los últimos años estamos asistiendo a una demanda de la sociedad, especialmente de organizaciones de mujeres, que cada vez reclama unos medios más paritarios, unos medios donde no lea titulares como los que hemos visto durante los Juegos Olímpicos o unas informaciones que no des-responsabilicen al hombre que asesina a una mujer por el simple hecho de ser mujer. También es cierto que es una apuesta arriesgada. No dejamos de escuchar que un máster de estas características no sirve para encontrar trabajo. Tengo que desmentirlo rotundamente. Primero porque los medios están tomando conciencia de la necesidad de cambiar sus discursos y para conseguirlo necesitan profesionales cualificadas que los grados no ofrecen. Esta formación es un valor añadido que las y los profesionales pueden abanderar para el cambio. Un ejemplo, los primeros meses de la edición del año pasado dos empresas nos pidieron periodistas con perspectiva de género para incorporarse a sus redacciones. ¿Algún otro máster ha tenido esta demanda en tan poco tiempo y en su primera edición? Es un reflejo claro de la necesidad que el máster viene a cubrir.
¿No hay perspectiva de género en las facultades de Periodismo?
No puedo hablar en nombre de todas las universidades pero hasta donde yo sé no existe formación con perspectiva de género. Esta formación o este mensaje queda en manos de cada profesora y profesor, de si tiene conciencia y quiere llevarla al aula. No puede ser una opción personal. Tenemos que reivindicar el papel fundamental de las mujeres en todas las disciplinas y a lo largo de la historia. Visibilizar unos saberes que son obviados y desde esta invisibilización estamos dando una mala formación a las nuevas generaciones porque negamos una parte de la historia y de la realidad.
¿Qué falla en los medios de comunicación a la hora de abordar la perspectiva de género? ¿Se puede corregir teniendo en cuenta que las propias estructuras están dirigidas por hombres? Estos días ha sido noticia que dos mujeres han sido nombradas directoras de periódico
Cambiar los discursos de los medios es un trabajo transversal que requiere concienciación y formación y que requiere de cambios en la organización empresarial. Que haya mujeres dirigiendo medios no es garantía de que las cosas vayan a cambiar de un día para otro. Es necesario que las mujeres también se formen porque ser mujer no es garantía de tener una mirada feminista. Pero sí que hemos comprobado que la incorporación de mujeres no sólo en la dirección sino en cargos intermedios de los medios lleva consigo un cambio de discurso. Todas las mujeres estamos discriminadas, aunque muchas no lo reconozcan en ellas. Y en el momento que se empieza a tomar conciencia de ello ya no hay marcha atrás. Y quizás por ello, cuando una mujer llega al poder, masculinizado y androcéntrico, reconoce más fácilmente la discriminación y puede atacarla.
¿Se ha avanzado en algo en el tratamiento de los crímenes machistas?
Sí que avanzamos aunque no con la rapidez y la calidad que querríamos. Hace unos años era impensable que el asesinato de una mujer fuera a portada; o abriera un debate sobre las violencias machistas; o que se criticaran las informaciones sexistas; o que se reclamara que queremos mujeres opinando en los medios… Pero aun así es cierto que queda mucho por hacer, no es sólo informar, es informar con perspectiva de género. Por ejemplo, cuando hablamos del asesinato de mujeres por el hecho de ser mujeres, ¿por qué no empezamos a hablar de feminicidios? ¿Por qué no dejamos de culpabilizar a las mujeres? ¿Por qué no dejamos de des-responsabilizar a los hombres? ¿Por qué no hacemos campañas de prevención con el foco puesto en los hombres y no en las mujeres? ¿Por qué no dejamos de sumar números de mujeres asesinadas y empezamos a darles nombre, a hablar de sus vidas, de su lucha, de sus logros, que también los tuvieron? Desde el máster lo que queremos, y en este sentido formamos al alumnado, es cambiar esta mirada informativa y trabajar con mayor responsabilidad, poniendo el foco donde tiene que estar.
Existen decálogos y guías destinadas a los profesionales de los medios para abordar la violencia machista. ¿Son estas fórmulas efectivas?
Todas las guías son bien recibidas pero lo cierto es que hasta ahora no han funcionado. Podemos tener muchas recomendaciones pero si no existe voluntad de aplicarlas ni existen sanciones para quien no las aplica no sirven de mucho. Es como las leyes, si no las aplicamos o no las dotamos de presupuesto o de medidas explícitas… La igualdad sobre papel está contemplada pero la realidad nos dice otra cosa.
¿Qué hay que hacer entonces para que los periodistas y las periodistas informen con perspectiva de género, más allá de denunciar los casos de discriminación, brecha salarial, etc…?
Tenemos que tomar conciencia de la situación de discriminación que vivimos y de cómo informamos y buscar las herramientas periodísticas para revertir esta situación. Es necesaria voluntad y formación y si las empresas y los gobiernos tomaran conciencia de esta necesidad seguro que todo sería más fácil. Los medios de comunicación somos unas poderosas armas de transformación junto al sistema educativo y la familia, no podemos olvidarlo, ni nosotras ni quienes tienen la obligación de trabajar para hacer cumplir la ley.
Fotos: lamarea.com

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