9/19/2016

Los periodistas pal cafe. . . .



Nunca se había mostrado de manera tan nítida la confrontación de posturas políticas antes de un grito de Independencia como el pasado jueves. En pocas ocasiones la persistencia de una inconformidad social tuvo oportunidad de manifestarse en escenarios múltiples y de maneras tan definidas como éste, el cuarto asomo de Enrique Peña Nieto al balcón principal del Palacio Nacional para tañer la campana histórica.
No fueron tantos y, al mismo tiempo, fueron muchos: miles de personas en marcha desde el Ángel de la Independencia (reproche y denuncia arquitectónica actual) con la intención de llegar a la Plaza de la Constitución para desahogar ahí la exigencia a Peña Nieto, sintetizada en la etiqueta de Twitter ampliamente difundida: #RenunciaYa. Movilización en libertad y por conciencia, que fue frenada a la altura del Palacio de Bellas Artes por cuerpos policiacos que tenían órdenes de evitar el paso hacia el Zócalo capitalino, donde ya se acomodaba la contraparte: los acarreados.
Manipulación sin atenuantes: gobiernos priístas de lugares cercanos a la capital del país proveyeron de contingentes aborregados a las necesidades teatrales del apabullado Peña Nieto, a quien le colocaron como protección contra protestas a esos grupos llegados en cientos de autobuses, con brazaletes o etiquetas para identificar el lote humano y su almacenaje específico. Y aun así, el ocupante del balcón de palacio no se escapó de las protestas sonoras desde la parte del Zócalo, la trasera, donde habían permitido que se instalaran los que no ve-nían acarreados. Peña despachó el grito con rapidez, sin emoción, distante, en apariencia hasta enojado en momentos con la misma esposa que en aras de una austeridad de a mentirijillas había vuelto a usar algún vestido de gala (¡oh!, qué pena, tampoco hubo cena de honor).
En Oaxaca, el lamentable gobernador Gabino Cué sufrió para cumplir con el libreto, pues grupos magisteriales inconformes con la reforma educativa y con el sistema en general trataron de apoderarse de la plaza donde Cué daría su grito y dar el propio, alternativo. Fuerzas armadas tuvieron que apersonarse en el lugar para garantizar que se cumpliera la ceremonia oficial y hubo enfrentamiento entre policías y profesores, con saldo de heridos. En Tapachula, adonde se fue en busca de eludir las protestas que había en Tuxtla Gutiérrez, el gobernador Manuel Velasco Coello sufrió parecidas expresiones de inconformidad social pero, además, regaló a la nación una jocosa estampa (rudeza y delicadeza en un momento marcial), cuando un soldado, conforme a los usos militares, tomó con fuerza la bandera nacional de las poco firmes manos del gobernador chiapaneco, quien añadió a las gráficas su expresión entre sorprendido y avasallado por la fuerza del protocolo castrense, ¡oh!
Un día antes del grito, por la noche, Peña Nieto también provocó sorpresa al anunciarse que Tomás Zerón de Lucio ocuparía la secretaría técnica del Consejo Nacional de Seguridad, luego de haber renunciado, apenas unas horas atrás, a la poderosa dirección de la Agencia de Investigación Criminal (ACI), de la Procuraduría General de la República. Sí cayó Zerón de Lucio, pero no del todo. Lo quitaron de un cargo importante, con mucho personal y recursos a su disposición, casi independiente de la procuradora Arely Gómez, pero no le retiraron la aureola de protección superior, pues lo mandaron a un puesto menor, incomparable con la enorme ACI. Sin embargo, un error inicial de los boletineros oficiales hizo creer que iba a la Secretaría Ejecutiva del Consejo Nacional de Seguridad Pública, lo cual sí hubiera sido importante, pero en realidad sólo lo enviaron a una secretaría técnica de un consejo de seguridad nacional cuya mayor relevancia es la denominación (y el sueldo: de subsecretario de Estado). Pero lo trascendente es la protección de Peña Nieto al sembrador de evidencias en el río San Juan, de Cocula, para sustentar la verdad histórica. A los socios no se les abandona.
El surrealismo nacional se declaró bien servido en la instalación de la asamblea constituyente de la Ciudad de México: Augusto Gómez Villanueva, un político priísta que tuvo sus mejores momentos con Luis Echeverría Álvarez (quien presidió el país de 1970 a 1976), prototipo de la política demagógica y simuladora (fue líder cenecista y secretario de la Reforma Agraria), quedó de presidente de la mesa directiva, en medio de una disputa con Morena en busca de precisar cuál partido tenía más derecho a esa presidencia, en razón de más años acumulados y más experiencia legislativa. Otro héroe de aquellos tiempos echeverristas, Porfirio Muñoz Ledo, tiene funciones estratégicas en el proceso de constitución de la Ciudad de México.
Miguel Ángel Mancera presentó este sábado su cuarto Informe de labores como jefe del gobierno capitalino. Demandó que no se ahorque en términos de presupuesto a la capital del país y antes, en entrevista con La Jornada, había dicho que la relación con la administración de Peña Nieto ya hasta ahí dio. Dando continuidad a su búsqueda de posicionarse como candidato presidencial de izquierda, declaró Mancera este domingo en Morelia (adonde fue para escuchar el primer Informe de gobierno del perredista Silvano Aureoles Conejo), que impulsa un proyecto en el que converjan los partidos del Trabajo, Movimiento Ciudadano y de la Revolución Democrática, más candidatos independientes e intelectuales.
También en campaña está el cardenal Norberto Rivera, quien ayer oró en misa para pedir que los poderes Legislativo y Judicial hagan lo necesario para defender la familia como Dios la creó. Las palabras del titular del arzobispado primado de la Ciudad de México forman parte de las arengas a favor de la marcha nacional que este sábado 24 organiza el brazo civil del clero, el Frente Nacional por la Familia. ¡Viva Cristo Rey!
Y, mientras queda esclarecido el escándalo del funcionario de la delegación Cuauhtémoc Pedro Pablo de Antuñano, quien llevaba 600 mil pesos en efectivo en la cajuela de su automóvil, ¡hasta mañana!



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Nadie sabe cuándo sucederá, pero todos apuestan a que el peso bajará a 20 por dólar. Hubo cierre de mercados por el Día de la Independencia, pero en la víspera la divisa volvió a caer. En sólo 24 horas descendió 1.4 por ciento y quedó en 19.65 pesos por dólar. ¿Se avecina una tormenta mayor? Culpan a diversos factores, como siempre: la caída de los precios del petróleo, el efecto Trump que, según algunas encuestas, empató a Hillary Clinton, y el anuncio de una probable alza de la tasa de interés en Estados Unidos. Inclusive el Banco de México ocupa un incómodo sitio entre los probables responsables. Generalmente el BdeM es el que reparte culpas; ahora lo sentaron en el banquillo de los acusados: Según Nicholas Bennenbroek, jefe de estrategia cambiaria del banco Wells Fargo, en Nueva York, citado por Bloomberg, aumentar la tasa de interés en México ha sido contraproducente. A partir de que el Banco Central elevó el costo del dinero en un punto porcentual hasta 4.25 por ciento, el peso figura como la segunda moneda más perdedora del mundo. Lo que parecía una buena estrategia en los hechos alejó a los inversionistas de los bonos de corto plazo nacionales (Cetes) y se tradujo en una salida de capitales, de acuerdo con el analista del banco estadunidense.
Inteses moratorios
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores, bajo presión del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales, deberá dar a conocer las tasas de interés moratorio que cargan a sus clientes Bancomer y Banamex en créditos quirografarios (son los que no requieren garantía, tipo tarjeta de crédito). La comisión se negó a hacerlo en primera instancia y Jaime González Aguadé le lanzó el paquete de Agustín Carstens, pero el comisionado de INAI Francisco Javier Acuña Llamas dictaminó que aun cuando el Banco de México fija las tasas, es la comisión la encargada de vigilar y controlar las facultades que tienen las instituciones de crédito y los bancos para otorgar créditos y exigir el pago de intereses. (Algo que al parecer no hizo en el caso de Ficrea.) El ciudadano que solicitó la información insistió a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, con el resultado descrito: la comisión tendrá que desproteger la información.
Díaz Polanco
Carmen Bohórquez, presidenta de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos en Defensa de la Humanidad, fue la encargada de anunciar el premio Libertador al Pensamiento Crítico 2015, en su XI edición, a la obra El jardín de las identidades, la comunidad y el poder, del antropólogo Héctor Díaz Polanco, según dictaminó en forma unánime el jurado calificador. La profesora Bohóquez recordó que el premio fue creado por Hugo Chávez en 2005 para promover, difundir y estimular la ‘‘producción de pensamiento crítico y alternativo ante el poder hegemónico del capital’’.
De película
Entre los laureados productores/directores de cine Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu hay que irle haciendo un campito al director Jurídico y de Gobierno de la Delegación Cuauhtémoc, Pedro Pablo de Antuñano, pillado con 600 mil pesos en efectivo transitando por las calles de la ciudad. En la carpeta de investigación CI=FSP/B/UI=B=3T/D/1761/09=2016, de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, aparece su declaración en el sentido de que el dinero lo recibió para hacer una película de la asociación civil Suma de Esfuerzos Ciudadanos en Movimiento, o como quien dice, es falso que fue producto de la colecta de giros multicolores. ¡Qué peliculón!



Después de la última edición de Proceso en la que expusieron sus opiniones sobre el affaire Alvarado, Marta Lamas, Sabina Berman, Pável Granados, Oswaldo Zavala, y del texto sin paralelepípedo del poeta Yuri Rojas, las cuartillas de Musacchio (que durante meses nos alertó sobre el comportamiento temperamental, caprichoso, efervescente del novel funcionario unamita); las colaboraciones en La Jornada de Alejandro Brito y Javier Aranda Luna; las entrevistas de Carlos Puig, Ciro Gómez, López Dóriga, la amplia y muy cálida declaración de Luisito de Llano y los miles de mensajes en Twitter y Facebook además, por supuesto, de los de ingeniosísimos memes, debo confesar que me sentí convencido que la mitad de la columneta anunciada para cerrar el tema ya no tenía sentido. Sin embargo, había dos o tres puntos que no consideraba suficientemente aclarados y, además, al ex funcionario le dio por insistir, ya post mortem, en sus sinrazones. Iniciemos por el final de la pasada entrega: después de una catarata de epítetos denostativos (es decir, de palabrotas que nada tienen que ver con las muy conocidas dichosas palabras) contra la obra juangabrielina, sibilinamente chivatea y dice: en mi casa hay dos discos de Juanga, ¡pero! no son míos y no los oigo nunca (a menos que esté totalmente solo). Más adelante califica su texto como irónico y socarrón. The Free Dictionary apunta que la ironía es decir lo contrario de lo que en verdad se quiere decir. Broma pesada para expresar lo opuesto a lo que se piensa. Por su parte, doña María Moliner opina que socarrón se aplica a la persona hábil para burlarse de otro disimuladamente y, en la segunda entrada agrega: cazurro, taimado. Pero sobre estas manifiestas diferencias familiares, concretémonos simplemente a tomar debida nota para evidenciar que no pasamos por alto el carácter y la proclividad del renunciante a las descalificaciones y los agravios, rasgos muy pronunciados y que parecen acentuarse desde que traspasó los 40. Ya nada más como un detallito ofrezco (a requerimiento, por supuesto) el teléfono del abogado Javier Molina que ha hecho de la causal sevicia y malos tratos una verdadera trinchera del debido respeto entre cónyuges (y sin diferencia de género). Dicen allá por Saltillo que un bisabuelo de este Molina fue el fiscal en el sonado caso acontecido a principios del siglo pasado por aquellas tierras. A un brioso joven de buen nombre Hipólito se le pasó la mano con los malos tratos que le propició a una señorita de apellido Alvírez, y aunque ese día esta bellísima mozuela andaba de suerte pues, ya lo saben, de tres tiros que le dieron nomás uno era de muerte, el abuelo Molina que actuó como fiscal, refundió en la cárcel al sensible Hipólito, que apreciaba en mucho su nombre y buena fama, y todavía le dio a Rosita una oportunidad de recapacitar sobre su naquísimo y discriminador comportamiento, pero Rosita que se sentía de muncha clase y de las primera familias saltillenses, bajando por la Sierra de Arteaga, rechazó a Hipólito, quien todavía la reconvino y llamó a cordura: Rosita no me desaigres, la gente lo va a notar / pa’mañana en la mañana todos me van a twitear.



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Fusionando las encuestas nacionales de ocupación y empleo del primero y segundo trimestres del año, la población total en el semestre fue de 122 millones de personas, de las cuales 89.6 m tienen 14 años o más (Gráfico 1) De éstas (clasificación UNITÉ) 59.2 millones integran la Población Económicamente Activa (PEA) y 30.4 m la No Activa.

Variaciones quinquenales
Dado lo errático de las cifras trimestrales, como en otras ocasiones hemos sacado cifras promedio semestral por quinquenios con los (aun así extraños) siguientes resultados:
1) En el quinquenio 2007-11 la PEA creció en 1.2 millones de personas al año (2.4%), y en el quinquenio 2012-16 en sólo 824 mil (1.5%).
2) De la PEA, la población ocupada aumentó en 694 mil personas anuales (1.6%) en el primer período y 931 mil (2.0%) en el segundo, y
3) La población desocupada creció en 502 mil personas anuales (8.2%) en el primer quinquenio y disminuyó en-108 mil personas (-1.2%) en el segundo.
La población ocupada en 2016
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Comparando el primer semestre de 2016 con el de 2015, la ocupación aumentó en 1 millón 035 mil personas (2.1%) (Gráfico 1) y llegó a 51.1 millones, de los cuales sólo 18.8 m están en instituciones de salud.

Del total el 64.5% (33 millones) son asalariados, y el 22.3% (11.4 millones) son trabajadores por cuenta propia. (Gráfico 2).



Año tras año el saldo de la deuda pública aumenta, al igual que el pago de su servicio (amortizaciones e intereses) que consume crecientes cuan abundantes recursos presupuestales que asfixian a las finanzas públicas y cancelan proyectos productivos. En el círculo perpetuo, el gobierno federal (como los estatales y municipales) se endeuda cada día más para no fallarles a los acreedores, aunque sí a los mexicanos, quienes son los que cubren este circuito.
Con Peña Nieto en Los Pinos (y junto a él Luis Videgaray) la deuda pública creció a paso veloz, mientras los ingresos apenas caminaban y el crecimiento del país se mantenía estancado. Resultado: hasta los eternos amigos del régimen encendieron los focos rojos y exhortaron al gobierno a poner fin a la enloquecida carrera de endeudamiento. Obviamente, no hizo caso.
Si se atiende la sempiterna promesa gubernamental de que (ahora sí) reducirá el nivel de la deuda pública con respecto al producto interno bruto, en 2017 el plan es abatirlo en apenas una décima de punto porcentual, si bien va, cuando en los primeros cuatro años de EPN se incrementó 15.4 puntos del PIB.
Así, el gobierno peñanietista avienta la papa caliente a la próxima administración para que ésta intente desactivar la bomba del México en movimiento y deja la responsabilidad del pago a las generaciones venideras de mexicanos. Como bien detalla el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados, si se analiza el crecimiento real anual de la deuda del sector público es posible identificar con claridad que a partir de 2013 se observan incrementos superiores a 9 por ciento; sin embargo, sobresale el aumento de 14.6 por ciento en términos reales de 2015 respecto de lo registrado un año atrás. La Secretaría de Hacienda estima que para el cierre de 2016 registrará un crecimiento de 10.3 por ciento y que para 2017 crecerá a una tasa de 2.3 por ciento en términos reales.
El propio CEFP detalla que es de destacar que los ingresos del sector público observaron tasas de crecimiento que fueron de 0.7 por ciento en 2010 a un máximo de 6.3 por ciento en 2013. Para 2015 estos crecieron a un ritmo de 4.4 por ciento y se espera que al cierre de 2016 alcancen un incremento de 5.9 por ciento. Respecto del crecimiento del PIB, pasó de 5.1 por ciento en 2010 a 2.5 por ciento en 2015, manteniéndose este nivel de crecimiento en el producto interno bruto estimado tanto para el cierre de 2016 como para 2017, es decir, más deuda, poco ingreso relativo y estancamiento económico.
De acuerdo con las estimaciones oficiales, la deuda del sector público cerrará 2016 en 48.5 puntos porcentuales del PIB, de los cuales 32.2 corresponderán al endeudamiento interno y 16.3 a deuda contraída en moneda extranjera. De acuerdo con información presentada por la Secretaría de Hacienda en los Criterios Generales de Política Económica, la deuda neta del sector público comenzará una trayectoria descendente a partir de 2017, año en que observará una reducción de 0.1 puntos porcentuales del PIB y alcanzará 46.6 por ciento del PIB en 2022. Esa misma trayectoria decreciente se observará para la deuda contraída en moneda extranjera, mientras la adquirida en moneda nacional comenzará a reducirse a partir de 2018.
El plan gubernamental es dar la impresión de que comenzó a reducir el monto del débito, aunque en realidad se trate de proporciones verdaderamente raquíticas (una décima de punto porcentual en 2017). El problema empeora cuando se documenta que el propio gobierno ha incumplido su promesa de reducir la deuda. De hecho, el CEFP documenta que en 2017 la deuda crecería 2.3 por ciento en términos reales, mientras los ingresos reportarían una caída de 10.6 por ciento con respecto a los obtenidos en 2016.
El citado centro de estudios advierte que mientras la deuda del sector público ha registrado tasas de crecimiento superiores a 8.5 por ciento en promedio, en el periodo 2010-2016 los ingresos del sector público y el PIB lo han hecho a tasas reales de 3.8 y 3.1 por ciento en promedio, en ese orden, lo cual nos da un panorama más amplio de las implicaciones que tiene este nivel de deuda y su ritmo de crecimiento, vinculado al crecimiento del PIB y los ingresos del sector público, situación que evidencia que de continuar dicha tendencia se pondría en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas.



Todos somos sospechosos aquí. Por eso hay una vigilancia masiva sin precedente a esta población –de hecho, a las del mundo, México incluido–. Esta columna será leída, antes que por los editores de este periódico, por alguna computadora y tal vez por analistas enmascarados del complejo monstruoso de espionaje civil que revisará si hay algo preocupante o alarmante. Tienen la capacidad para ver, escuchar y leer todo lo que hacemos y expresamos, todos.
Eso fue lo que reveló Edward Snowden. Arriesgó todo para alertar a los ciudadanos de esta sociedad libre y con derechos fundamentales de que, sin su permiso ni bajo ninguna autorización judicial, el gobierno tiene la capacidad de seguirlos y perseguirlos.
Revelar la verdad sobre lo que un gobierno hace en nombre de su pueblo aparentemente puede ser un delito muy grave. De la Casa Blanca para abajo, la respuesta fue perseguir y enjuiciar al que se atrevió a hacer tal cosa y buscar encarcelarlo con base en una antigua Ley de Espionaje de 1917. De hecho, vale recordar que el gobierno de Barack Obama ha acusado a tres veces más funcionarios y periodistas según la Ley de Espionaje que todos sus antecesores… combinados.
Los whistleblowers –los que soplan el silbato para alertar al público sobre abusos y violaciones dentro de un gobierno o una empresa– ahora son considerados una especie de traidores.
Snowden, entre otros, han indicado que sus motivaciones no son más que defender la democracia, y asegurar que los ciudadanos sean los que decidan qué está en su interés y qué no. Por ello, afirmó, su propósito al filtrar la información sobre los sistemas de espionaje masivo fue detonar un debate entre el pueblo sobre cuánto poder debe o no tener su gobierno, y por qué para él la privacidad es un derecho sagrado, sobre todo para los que no tienen poder.



La Universidad Autónoma de Baja California (UABC) ya informó al Consejo Nacional del Deporte de la Educación (dependiente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Conade) que no podrá realizar la Universiada 2017, que reúne a 300 instituciones públicas y privadas de educación superior en un magno encuentro deportivo, por falta de recursos económicos.
El rector, Juan Manuel Ocegueda Hernández, explicó que la decisión se debe a que el gobierno del estado les anunció más recortes a su presupuesto. Ya hubo varios que afectaron el subsidio extraordinario.
El gobernador Francisco Kiko Vega hizo saber a la institución educativa que en 2017 le podría recortar el gasto ordinario, el que se usa para pagar la nómina y del que depende la operación diaria de la universidad.
Ante ese escenario, el rector decidió que la UABC no puede organizar una gesta deportiva que cuesta 40 millones de pesos, de los cuales la Conade sólo aportará 16.




¿Señala una lectora que en la columna anterior me distrajera con el Cid y Gardel, quitando espacio a lo mucho que debe decirse de la infinidad de logros en vida del Divo de Juárez, mexicano talentoso y ejemplar en muchos sentidos para vergüenza de tantos machitos incompetentes.
Se dice que en su fructífera carrera –45 años de profesionalismo y entrega– Juan Gabriel logró reunir alrededor de 30 millones de dólares, poco menos de 600 millones de pesos, en bienes raíces, joyas, obras de arte, cuentas bancarias y derechos de autor. Para los sencillos, como nos llama la Biblia a la mayoría, es una enorme fortuna; para los mexicanos de la revista Forbes entre los individuos más ricos del planeta, es nada, junto a los megacaudales acumulados –entre mil y 50 mil millones de dólares– por generar intereses y empleos, los más de salarios modestos. Ante esta desproporción, ¿a cuántos millones de personas emocionaron estos potentados en cuatro décadas?





El 19 de septiembre de 1984, hoy hace 32 años, La Jornada llegó por primera vez a manos de lectores que requerían y demandaban –ya por entonces– un espacio que presentara cada día los asuntos de interés nacional que no aparecían en los relatos oficiales ni en las versiones uniformadas del conjunto mediático nacional. La salida del diario fue resultado de un proceso de construcción que integró al núcleo de periodistas fundadores con artistas –los pintores Rufino Tamayo y Francisco Toledo a la cabeza–, académicos, intelectuales, científicos, dirigentes políticos y sociales y con ciudadanos que aportaron dinero, respaldo y entusiasmo para hacer realidad la nueva publicación. Fue consecuencia, también, de una concepción del periodismo en clave ética, establecida en una línea editorial a la que La Jornada se ha mantenido fiel y que explica su sobrevivencia y desarrollo a lo largo de crisis económicas nacionales e internacionales, a pesar de la animadversión de instancias del poder público y empresarial y ante denostaciones que han llegado a la calumnia abierta.

Exigen suspender edificio de 11 pisos en Álvaro Obregón
Doctor Miguel Ángel Mancera, Jefe de Gobierno de la CDMX: En 2011, siendo usted procurador general de Justicia del DF, tuvo pleno conocimiento del llamado amparo mil usos, el cual fue utilizado por Ciber México, SC de RL para violar usos de suelo en cualquier delegación capitalina, dado que la Fiscalía Desconcentrada de Investigación de Delitos Ambientales y Protección Urbana logró que se dictara auto de formal prisión al representante de dicha empresa.

Aocho semanas de que se celebren las elecciones en la Estados Unidos (EU), se dejaron sentir algunos nubarrones en la campaña del Partido Demócrata. Su candidata, Hillary Clinton, se desmayó súbitamente al término de uno de sus mítines de campaña. Al parecer no pasó del susto y después de unos días de descanso continuó en la brega por la presidencia. De no haber consecuencias mayores, tiene buenas posibilidades de derrotar a Donald Trump en el colegio electoral, que es el que cuenta para ganar la elección. A diferencia de otros países, en EU no se vota por el presidente en forma directa, sino por los representantes de cada estado a un colegio electoral.

Septiembre es un mes de remembranzas, de fechas importantes de la historia de México; se recuerda la Batalla de Churubusco, que ganaron los estadunidenses sólo porque López de Santa Anna mantuvo sus tropas lejos de la batalla que daban los regimientos de vecinos de la capital, sastres, operarios, abogados, artistas, de todas las clases sociales y el famoso batallón de San Patricio, formado por irlandeses que pelearon de nuestro lado; el día 13 se rememora la Batalla de Chapultepec en la misma injusta guerra, que se perdió por el poderío militar de nuestros vecinos y por actitudes de cobardía o de franca traición de algunos generales mexicanos.

El lunes pasado referí en este espacio cómo afectarán las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (Naicm) el exitoso proyecto de regeneración ecológica que llevó a cabo hace un cuarto de siglo el ingeniero Gerardo Cruickshank en el lago de Texcoco.

Hay, por un sinfín de razones, una enorme crítica y rechazo al tipo de sociedad en que vivimos. Muestra de ello son la catarata de movimientos sociales contemporáneos oponiéndose a multitud de temas de la actualidad. De otro lado, sin embargo, parece que nos aferramos a lo que tenemos como si no hubiera otra salida, nos comportamos como si la autocrítica perteneciera a otra galaxia. Quienes así piensan son los conservadores más recalcitrantes y pesimistas, mientras quienes piensan en la posibilidad del cambio, digamos, serían los optimistas, quienes tienen confianza en un futuro mejor, en una mejor sociedad.

El capitán Alonso de León registra en su crónica el escándalo que producía el apareamiento entre los miembros de las tribus originarias de la Gran Chichimeca desde hacía más de 10 mil años en el ánimo de los españoles asentados en las tierras a las que llamaron Nuevo Reino de León. Corría el siglo XVII. De las valiosas observaciones recogidas por este funcionario de la corona sabemos cómo la cultura recién venida veía a los de la antigua cultura:

En el presupuesto federal para 2017, que presentó recientemente el gobierno al Congreso, hay un gran agujero, se trata de la gente. Toda la aproximación al ejercicio presupuestal está enmarcado en cuestiones técnicas relativas al déficit, la necesidad de restructurarlo para reducir el nivel de la deuda con respecto al PIB, a partir de conseguir un superávit primario (antes del pago de los intereses de la deuda) y, así, sostener lo que ahora es una precaria estabilidad macroeconómica.

En una situación nacional donde se entronizan la mediocridad, el mercantilismo, el control social y el silencio cómplice de las élites o su rendición, la cultura es un blanco del ultraliberalismo económico y el autoritarismo policial reinantes. Las señas de la demolición son tantas que los casos concretos se volvieron bosque. El Estado acota, coopta o desangra las opciones de formación y difusión artística e intelectual de alcance público. Encabezado por un grupo de políticos profesionales de probada ignorancia, no va solo en la empresa. Para una mentalidad donde el único valor real es el dinero, por encima de cualquier otra consideración, la cultura (así, en general) resulta indeseable, y prescindible a escala masiva como la salud y la educación públicas, los programas sociales de impacto agrícola o productivo, los fondos de pensión, la protección ambiental. Todo esto no sería atribución exclusiva de un Estado pusilánime en la medida en que la diversidad de nuestra sociedad estuviera no representada ni consultada, sino a cargo de sus decisiones vitales.

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Zhang Ziyi, actriz e integrante del jurado del encuentro fílmico, en la alfombra roja de la película The Edge of Seventeen 

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