Pedro Echeverría V.
1. Ya lo he publicado varias veces: todos los presidentes yanquis han
salido de poderosos grupos económicos, empresariales, inversionistas,
fundaciones o equipos de poder como el Pentágono, la Defensa y los
fabricantes de armas; esto ha sido muy importante, pero no definitivo
como lo ha sido el papel de la Reserva Federal (del tesoro yanqui)
integrado por los Rothschild, Rockefeller, Morgan, Lehman y Goldman
Sachs, que han sido en los últimos 70 años el gran poder en los EEUU.
Así que los Kennedy, Reagan, Bush, Clinton y Obama, de la misma manera
que los Trump e Hillary Clinton son la misma suciedad, pero revolcada.
2. Quizá Trump sea igual de “lengua larga”, hablantín y mentiroso que
el expresidente Fox, pero no es peor que la Clinton, mujer guerrerista y
corrupta. El racismo de Trump y la Clinton contra México, Puerto Rico,
latinoamericanos y africanos son toda una cultura de racismo contra todo
lo que no sea blanco y europeo. ¿O es sólo Trump el que desprecia a los
trabajadores mexicanos y de otros países o son el 99 por ciento de los
yanquis como Trump se ha atrevido a gritar en voz alta e Hillary
silencia pero practica? El partido Republicano y el Demócrata son como
el PAN y el PRI en México, la misma mafia, pero revolcada y pestilente. Y
no estoy con Trump o Clinton, estoy contra cualquier gobierno yanqui.
3. Sólo había que leer lo que nos dice un escritor de la Jornada,
John Saxe-Fernández: “Para la Fundación de la familia Walthon, dueña de
Walmart, la reforma educativa, ya en Estados Unidos o acá, es
instrumento de poder y negocio. También para la Fundación de la Familia
Clinton. En un bien documentado estudio, Guerra y Wall Street: el sombrío expediente de Clinton (Truthout org, 1/8/2016), Timothy Scott puntualiza que en la Fundación de los Clinton está la crème de la crème
del mundo bancario, corporaciones, filantropías, cabildos, contratistas
militares, de la industria del gas y del petróleo, la farmacéutica y
múltiples donantes, de Citigroup, Goldman Sachs y Exxon Móbil a Monsanto
y ¡Blackwater!”.
4. Atención maestros: “Una vez nombrado gobernador de Arkansas en
1988, Bill Clinton, colocó a Hillary a cargo del Comité de Evaluación
Educativa para la reforma del sector de ese estado. De ahí salió una ley
extremadamente regresiva que financia la educación con aumentos en los
impuestos al consumidor, dejando a las grandes corporaciones libres de
mayor obligación fiscal o impuestos. Para los educadores esa reforma no
fue diseñada para ayudar, sino para castigar y transformar a los
maestros en chivos expiatorios de todos los males del sistema educativo.
Desde entonces, Hillary mantiene contacto personal y profesional con
(textual) la industria de la reforma educativa y algunos filantropistas
claves”.
5. La mayoría de las veces pensamos que lo que sucede en nuestro
país: en salud, educación y otros planes de gobierno nada tienen que ver
con lo que se registra en otras naciones y con los planes globales
imperiales; sin embargo muy bien se podría demostrar que desde 1945, con
el fin de la guerra mundial, la creación de la ONU, la OMS, la UNESCO,
la OIT, y todos esos organismos mundiales, los cinco países más
poderosos entonces, encabezados por los EEUU, comenzaron a imponernos
sus planes de culturales, sus políticas de producción, de comercio, de
consumo, sobre todo su mercado de importación y exportación. A partir de
aquel año los EEUU se adueñaron política, económica y militarmente del
mundo.
6. Con la creación de la OTAN en 1949 con diez de los países más
poderosos de entonces, el mundo aprendió objetivamente dónde estaba el
gran poder mundial. México que hasta 1945 era un país rural, agrario,
campesino, con servicios de educación, salud, trabajo, alimentación,
dirigidos hacia esa sociedad, a partir de entonces comenzó a caminar
hacia lo urbano, lo industrial, hacia el modelo de ciudad plenamente
capitalista. Y lo que sucedió en México se registró más rápido o más
lento en otros países. No fueron disposiciones de presidentes del
partido Demócrata o Repúblicano, sino un modelo de capitalismo global
imperialista en el mundo.
7. A pesar de la fuerza que en un momento tuvieron los Roosevelt,
Stalin, o Churchil, no fueron ellos los determinantes; sólo fueron los
personajes visibles que representaron a los amos de la guerra ubicados
entre los fabricantes de armas, en los grandes bancos como el FMI, BM y
otros, en el Pentágono yanqui que une a todas las fuerzas armadas. Así
que no vengan con la broma tonta de que un candidato u otro cuando los
dos representa a los asesinos internacionales del imperio. Hemos estado
mil veces en la calle repudiando a los gobiernos de EEUU por sus
bombardeos criminales en el mundo y lo seguiremos haciendo sin importar a
qué partido pertenezcan. ¡Tan asesino es uno como el otro! (1/IX/16)
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