9/08/2016

Abrogación de la mal llamada Reforma educativa


Un problema candente
FRAGUA

Como organización hemos apoyado incondicionalmente al movimiento magisterial-popular en la medida de nuestras capacidades. No hemos cuestionado sus decisiones tomadas hasta hoy; sin embargo, tenemos una opinión acerca de lo que se presenta en este momento como un problema candente: luchar hasta la abrogación de la mal llamada Reforma educativa o no.
Nos importa este asunto por la trascendencia para todo el movimiento social, por sus consecuencias para los maestros, pero también para los padres de familia y organizaciones populares, y por las posiciones políticas que nos descubre y el debate de fondo que prevalece.
Dicho lo anterior, entremos en materia.
Para la clase burguesa y su Estado es de suma importancia:
1. Impedir el paso de la lucha económica a la lucha política. Evitar se transite de la lucha por la abrogación de la Reforma educativa a la exigencia de la abrogación de todas las reformas neoliberales. De ahí a pedir la abrogación del capitalismo, sólo hay un paso.
2. Impedir que se desarrollen formas de lucha que afecten los intereses económicos de la burguesía. Por ello proponen liberar a los presos, condicionar la discusión abriendo vías como foros y espacios en el poder legislativo, a cambio de parar los bloqueos a los puertos o a las vías férreas y el cierre de centros comerciales.
Para la clase burguesa es de vital importancia que, en caso de llegarse a dar cambios y/o adecuaciones a la mal llamada Reforma educativa, como describió Lenin en su obra Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática, dichos cambios “…desarrollen lo menos posible la acción independiente, la iniciativa y la energía revolucionarias del pueblo sencillo, es decir, de los campesinos y particularmente de los obreros…”. Por esta razón la lucha no es entre los inflexibles y los flexibles al interior del movimiento magisterial-popular, sino entre quienes desean avanzar de la lucha económica a la lucha política y respetan la solidaridad y apoyo popular y quienes sólo la utilizan para lograr sus fines más inmediatos dentro del movimiento magisterial.
La lucha contra la mal llamada Reforma educativa se puede convertir tan sólo en una victoria verbal si se acepta que las modificaciones a la misma por mínimas que sean se consigan como resultado de las concesiones de la clase burguesa y no por la presión de la lucha magisterial-popular.
En la actualidad, la presión combativa de las acciones populares-magisteriales contra la Reforma educativa enfrenta la presión de la burguesía y su Estado para impedir la abrogación de la misma. Estos últimos plantean los foros de discusión, la liberación de los presos y otras medidas de “distención” para:
1.- Ahondar las diferencias al interior del magisterio con el fin de romper su unidad interna y la unidad con el movimiento popular.
2.- Presentar los foros de discusión y la liberación paulatina de los presos, entre otras cosas, como concesiones resultado del “diálogo” con el movimiento magisterial y no como un fruto de la presión de las acciones del movimiento magisterial-popular. Mientras tanto, continúan con las amenazas al magisterio y con el uso de paramilitares para golpear al movimiento magisterial-popular, como lo demuestra el desalojo del plantón de la autopista San Cristóbal de las Casas-Tuxtla Gutiérrez en el estado de Chiapas en el que participaron paramilitares indígenas.
Frente a lo anterior, nosotros nos proponemos y proponemos al conjunto del movimiento las siguientes tareas:
1.- Desenmascarar que el fin principal del Estado es impedir que el movimiento magisterial-popular avance en su lucha por la vía de las acciones combativas para que, llegado el caso, una modificación de la Reforma educativa sea hecho pasar como resultado de las supuestas concesiones del Estado al movimiento magisterial-popular.
2.- Ampliar y fortalecer la relación entre el magisterio y las organizaciones populares para clarificar y avanzar en el vínculo necesario entre la lucha por la abrogación de la mal llamada Reforma educativa y la lucha por abrogar todas las reformas neoliberales, es decir, contra la Reforma educativa y contra el neoliberalismo y el capitalismo.
3.- Insistir en la idea de la necesidad de pasar de la lucha por las demandas inmediatas a la lucha contra el capitalismo y el neoliberalismo. La supresión del capitalismo en México pasa por la supresión del neoliberalismo y la construcción del socialismo como solución real a los problemas que enfrentamos.
Todas las victorias del movimiento magisterial-popular han sido hasta hoy producto de la movilización del mismo, producto de su combatividad y creatividad, de su persistencia en la organización y de su capacidad de construir vínculos de solidaridad con organizaciones y pueblo en general. Las victorias parciales conseguidas hasta hoy no han sido, como pretenden algunos, producto de quienes median los conflictos y buscan que ambas partes cedan para resolver las cosas ya que, aunque ambas partes cedan, no ceden lo mismo ni es proporcional. Porque la solución del conflicto, que “va de salida” según el Secretario de Gobernación, se pretende fincar sobre la falta de justicia para las víctimas y afectados en esta lucha y sobre el aislamiento, persecución y desarticulación de las partes del movimiento magisterial-popular que pretenden avanzar de la abrogación de la mal llamada Reforma educativa a la abrogación de todas las reformas neoliberales.
Mal precedente sería para la clase burguesa que este movimiento nos enseñara que sí se puede abrogar una reforma estructural y los medios para hacerlo.
 ¡Por la abrogación de la mal llamada Reforma educativa!
¡Por la abrogación de todas las reformas neoliberales!
Nota:
Este artículo fue publicado como parte de la sección ANÁLISIS del No. 20 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), en circulación desde el 2 de septiembre 2016. 

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