7/24/2017

Buscan mineras boicotear decreto de área protegida en Zacatecas


En 2014 se publicó en el Diario Oficial estudio que justifica científicamente la declaratoria

Resguardar y conservar especies de flora y fauna en 2.5 millones de hectáreas de 300 poblados, objetivo

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Aspecto del semidesierto de Vetagrande, municipio ubicado al norte de la capital de Zacatecas, donde habita 30 por ciento de todas las especies de colibríes de México

Tres años después de que el gobierno federal demostró científicamente, mediante un estudio realizado por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, las comisiones nacionales Forestal y la de Áreas Naturales Protegidas, la viabilidad para declarar el desierto semiárido de Zacatecas área natural protegida, todavía no se ha publicado el decreto.
Con esa declaratoria se pretende dejar bajo protección y conservación las cientos de especies de flora y fauna aún no estudiadas en su totalidad que habitan en 2 millones 577 mil hectáreas de 300 comunidades de los municipios de General Francisco Murguía, Villa de Cos, El Salvador, Melchor Ocampo, Concepción del Oro y Mazapil.
Sin embargo, hasta ahora no se ha promulgado el decreto de reserva de la biosfera de ese sistema biológico, debido a la oposición y presión política que han ejercido las grandes compañías mineras nacionales y extranjeras sobre las autoridades locales.
El estudio que justifica técnica, legal y científicamente la declaratoria, fue publicado en junio de 2014 en el Diario Oficial de la Federación. Desde entonces, representantes de las trasnacionales han cabildeado para boicotear la publicación del decreto por el presidente Enrique Peña Nieto, sostiene el doctor Rodolfo García Zamora, investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
En entrevista con La Jornada, Patricio Tavizón, doctor en ciencias biológicas por la Universidad Autónoma de Nuevo León, y Gustavo Cervantes, académico de la UAZ y consultor ambiental –ambos especialistas en manejo de vida silvestre, involucrados en la elaboración del estudio justificativo de la Semarnat, plantearon algunos aspectos de por qué es de importancia nacional emitir la declaratoria de reserva de la biosfera.
Geografìa favorable
Explicaron que debido a su geografía Zacatecas es un territorio que favorece la proliferación de muchas especies. Forma parte del gran desierto de Chihuahua, que abarca también Durango, Coahuila, Chihuahua, parte de Nuevo León, Texas y Nuevo México.
Paralelamente, el poniente de la entidad forma parte de la Sierra Madre Occidental, otro de los corredores biológicos más grandes de América, subrayan los expertos.
Tavizón subrayó que una parte del territorio estatal pertenece al sistema de sierras de pliegue, que son el corazón de la Sierra Madre Oriental (norte de Zacatecas, suroriente de Coahuila y gran parte de Nuevo León), integrado por cordilleras montañosas delgadas, largas y altas que forman islas biogeográficas.
Entre las especies que habitan en el desierto semiárido de Zacatecas están el puma, oso negro mexicano, tejón, jabalí, coyote, venado cola blanca, águila real y colibríes. Incluso, llegó a haber jaguar, pero fue exterminado por ganaderos y cazadores.
Contrario a los que funcionarios como Víctor Armas Zagoya, titular de la Secretaría del Agua y Medio Ambiente estatal, así como representantes de compañías mineras han argumentado en los últimos tres años, de que no es viable la declaratoria de reserva de la biósfera, porque en la entidad solo hay cerros pelones, apenas cubiertos con matorrales y cactáceas, los dos investigadores difieren de esas opiniones.
Minería daña hábitat de colibríes
Tavizón afirmó que Zacatecas alberga 30 por ciento de todas las especies de colibríes de México, “y eso que estamos rodeados en gran parte de ‘cerros pelones’, ironizó. Sólo en el desierto tenemos tres especies de chupamirtos residentes, esto quiere decir que están aquí todo el año”
Resaltó que existen dos especies migratorias que hibernan aquí, una de ellas proveniente de Alaska. Estas aves realizan viajes larguísimos, de miles de kilómetros y por etapas, entonces, si aquí dañamos el hábitat del desierto (con la minería extensiva, a cielo abierto), estamos provocando un severo daño a esta y muchas otras especies.
En total, 10 especies de colibríes viven y se alimentan de las flores de maguey, nopales y otras cactáceas y arbustos; otras dos variedades se adentran en territorio zacatecano provenientes de otras regiones del país, principalmente para reproducirse, y como se considera el desierto zona de amortiguamiento ecológico arriban aquí cinco especies migratorias más.
Entre los tipos de colibríes identificados en la región están el corona violeta, de barba negra, magnífico, garganta azul, zumbador canelo, de Allen y tijereta norteña, entre otros.
Considerando el flujo de picaflores en este desierto, debemos entender que éstas minúsculas aves son muy importantes, pues son indicadores de la buena calidad del hábitat, manifestó Tavizón.
–Entonces ¿no es el desierto de Zacatecas un páramo desolado, sin vida?, se le preguntó a al especialista Gustavo Cervantes,
–Claro que no, es un verdadero paraíso de biodiversidad. Las personas que incluso aseguran tener una relativa alta cultura, dicen ¿Pero qué hay ahí? ¡Si son puros cerros pelones! Bueno, en realidad los cerros pelones de nuestro desierto tienen una biodiversidad increíble –respondió.
Incluso, destacó, el oso negro es una especie que prácticamente había desaparecido de Zacatecas, y actualmente, investigadores y ambientalistas avistaron de nuevo varios ejemplares en un hábitat de bosque mixto con agave, al noroeste de la entidad.
Desierto rico en biodiversidad
–¿Zacatecas pierde sin esta reserva de la biosfera? –se le preguntó a Cervantes.
–Sí, porque se pierde el control para la conservación de la biodiversidad. El desierto es una de las áreas más ricas en esa condición; es triste que especialistas que trabajan para las mineras, se expresen de una manera tan precaria de la pobreza del desierto, al decir que ahí no hay nada, cuando es evidente que hay otros intereses que prevalecen.
El 2 de julio de 2014, se pronunciaron contra la reserva de la biosfera los representantes de las principales mineras de capital nacional y extranjero que operan en el estado: Minera Peñasquito de la canadiense Goldcorp (en Mazapil); Grupo Frisco, de Carlos Slim Helú, que opera las unidades mineras Tayahua (en Mazapil y Concepción del Oro), así como El Coronel (Ojocaliente); Minera Fresnillo PLC y Peñoles de Alberto Bailleres (en Fresnillo, Sombrerete y Zacatecas) y Grupo México de Germán Larrea Mota Velasco (Sombrerete), entre otras. A su oposición se sumó también la Cámara Mexicana de Minería.
Este sábado se conmemoró el Día Mundial contra la Megaminería.

Foto Alfredo Valadez Alfredo Valadez Rodríguez Periódico La Jornada


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