4/03/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


Reporte mundial: un millón de contagios y millones de desocupados
Presentará AMLO su programa para crear empleos
¿Fobaproa II?
Ayer al mediodía llegó a un millón el número comprobado de enfermos por el contagio del coronavirus en el mundo y paralelamente creció por millones la cifra de personas desempleadas. En Estados Unidos aproximadamente 10 millones han solicitado su seguro de desempleo. En Francia, 4 millones hicieron lo mismo las dos semanas recientes. En España, 800 mil quedaron en paro el mes pasado, de acuerdo con estimaciones del diario Financial Times. En Reino Unido, casi un millón ha solicitado crédito universal, un esquema de beneficios estatales, mientras que en Irlanda, aproximadamente 34 mil compañías se han inscrito en un programa gubernamental de subsidio salarial en menos de una semana. En el caso específico de Estados Unidos, una cifra récord de 6.6 millones de personas solicitaron ayuda por desempleo este fin de semana, informó el Departamento del Trabajo, y se sumaron a los 3.3 millones que lo hicieron la anterior. En México, el reporte más reciente del IMSS indica que tenía registrados 20 millones 613 mil 536 empleos formales, entre permanentes y temporales. También suministra servicios a afiliados de programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro. El presidente López Obrador anunció ayer que el programa económico que presentará el domingo será enfocado a crear empleos. La ayuda se volcará a los más necesitados del país, no a los magnates, como ha ocurrido en otras crisis, dijo.
¿Se incuba otro Fobaproa?
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El sector bancario presentó un esquema de apoyo a sus clientes que consiste en diferir el pago de sus tarjetas de crédito, hipotecarios, personales, de nómina, así como créditos PYME. Según los bancos, millares de personas están solicitando su incorporación al programa que permite diferir de cuatro a seis meses los pagos sin que generen intereses moratorios. Sin embargo, el plan tiene excepciones. Por ejemplo, las tarjetas de crédito sí generan intereses ordinarios. Si usted decide diferir su saldo de 20 mil pesos, al final del plazo deberá pagar alrededor de 21 mil 226 pesos, dependiendo de la tasa establecida. La condición viene en la letra chiquita, no en la letra grande en que resaltan los beneficios del plan. Éste tiene una ventaja evidente para las instituciones de crédito: las deudas de los clientes se mantendrán como cartera vigente, de otro modo, deberían clasificarse como cartera vencida, lo que afectaría negativamente sus estados financieros. Son varios millones las tarjetas de crédito en circulación, créditos hipotecarios, personales, de nómina y Pymes. ¿Qué sucederá al final del cuarto o el sexto mes? Se anticipa que la economía sufrirá una contracción de alrededor de 4 por ciento este año, lo que implicaría que millones de clientes se quedarán sin empleo. Las deudas no pagadas arrojarán un saldo de miles de millones de pesos. ¿Está incubandose un Fobaproa II? ¿Están esperando los bancos que el gobierno se haga cargo del problema?
Lo transitorio y el anillo al dedo
AMLO mantiene optimismo
Pero: temporada de zopilotes 
Crisis, ¿afianzará transformación?
Es comprensible que el Presidente de México se esfuerce en mantener un talante positivo ante la crisis múltiple que se abate sobre el mundo y que está por entrar en México a su peor momento, según ha advertido el propio Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
En diversas ocasiones ha explicado el político tabasqueño las razones de sus dichos y conductas, que van en sentido contrario a los postulados médicos que ordenan aislamiento y lo cual le ha acarreado ácidas críticas locales y foráneas. Si el máximo líder de una comunidad se retrae, ha planteado, estaría enviando un mensaje equivocado y no estaría en sintonía con los millones de mexicanos que deben seguir trabajando y arriesgándose al contagio del archifamoso virus. Por ello se mantuvo cuanto pudo en contacto directo con la gente y aun ahora sigue en giras con mínimo público asistente.
Otra cara de ese poliedro es el riesgo de permitir, según el análisis andresino, vacíos políticos que serían ocupados por sus adversarios, por los conservadores ansiosos de arrebatarle el poder. Ha de dejarse constancia aquí de la agresiva evolución de los mensajes orquestados en las redes sociales contra López Obrador y sus políticas. De manera coordinada, cual si fuera el guión a desarrollar, muchas de las cuentas rabiosamente antiobradoristas están proponiendo abiertamente que se retire del poder al nacido en Macuspana, en algunos casos con redacciones de violencia política que desarrollan casi como obligación patriótica deponerlo.
En consonancia con esa elevación del tono político bélico, en Palacio Nacional no ha habido ahorro de expresiones y figuras retóricas contra adversarios a los que se considera golpistas (ayer, por ejemplo, el titular del Poder Ejecutivo habló de que vivimos en temporada de zopilotes, en referencia a la prensa amarillista y a quienes no se resignan a perder sus privilegios). Además, se han producido momentos de filosa definición política frente a los verdaderos y más peligrosos opositores al obradorismo, los grandes capitales cuyas preocupaciones por el futuro económico tienen resonancia entre el empresariado en general, incluyendo los niveles mediano y pequeño, y entre una clase media, política y electoralmente volátil, que hoy está sensiblemente preocupada por los riesgos de disminución de sus niveles de vida.
Las faenas en curso de erosión de la figura presidencial tratan de sustentarse en los momentos equívocos o sumamente polémicos que produce un político en abundante exposición diaria ante medios de comunicación. Ayer, por ejemplo, quien fue presidente nacional de los partidos de la Revolución Democrática y Morena dijo en su conferencia temprana de prensa que la pandemia que conmueve y remueve al mundo en realidad es una situación pasajera. Si quisiéramos ser más profundos, diría una crisis transitoria de salud pública. Incluiría lo económico, crisis transitoria (...) Esto significa que vamos a salir pronto, que no es una debacle, que son mucho más nuestras fortalezas que nuestras debilidades o flaquezas (nota de Alma Muñoz y Néstor Jiménez en La Jornada https://bit.ly/3bIdutm).
Contar bien los contagiados
Cuarentena y hacinamiento en transporte y casa
Las cifras de personas contagiadas con Covid-19 en México y otros países periféricos son muy poco confiables. Esto es así por varias razones. Peter Townsend, el más importante estudioso de la pobreza, dedicó algunos años de su vida a estudiar la desigualdad en materia de salud en Gran Bretaña, país con un servicio nacional de salud único, universal y totalmente gratuito. Se pensaría que, en esas condiciones, la desigualdad habría desaparecido totalmente. Pero el servicio y el financiamiento se descentralizó a los counties (condados) y, por tanto, la oferta de servicios es desigual. Pero Townsend encontró también que la demanda de servicios de salud es más baja entre los pobres, porque acuden al médico sólo cuando los síntomas son muy fuertes, mientras en otras clases sociales se acude con síntomas más leves. Podría interpretarse esto como parte de la adaptación a la pobreza, en la que sufrir es lo cotidiano. He aquí una primera razón de la baja confiabilidad del dato de los contagiados entre los pobres en cualquier país. Pero la cantidad de personas con el virus que no acuden al médico, incluso ante síntomas fuertes, en un país en que, como en México, existe una desigualdad enorme en el acceso a los servicios de salud, crece enormemente a pesar de ciertos puentes digitales recientemente puestos en marcha, por las barreras económicas e institucionales de acceso. Para colmo de males, la actitud adoptada por la autoridad sanitaria de minimizar las pruebas del Covid-19 al mínimo, lleva a aumentar el riesgo del error de no aplicar la prueba a los que sí están contagiados y que, incluso, los médicos los regresen a casa o al trabajo, donde contagiarán a otras personas.
En alguna entrega de Economía Moral pedí, parafraseando a Alfonso Reyes que pidió el latín para las izquierdas, la estadística para las izquierdas. Ahora creo que me quedé corto, tenemos que pedir la ciencia para las izquierdas. Aparte de eliminar el pensamiento mágico (como el asociado a las estampitas del sagrado Corazón de Jesús como defensoras contra el virus), y dejar de pensar que somos especiales y no puede afectarnos el virus (Omar Santiago, quien trabaja como cargador en una cremería, le dijo a Ulises León, reportero de Reforma, que no toma precauciones porque personas como él no pueden contagiarse) es necesario aplicar la prueba del Covid-19 a una muestra, al azar, de la población para estimar la incidencia del contagio en el país. En función de los resultados se diseñaría una estrategia de detección sistemática del virus y una estrategia de prevención y atención. Esto lo puede llevar a cabo, de manera muy eficaz, el Instituto Nacional de Salud Pública. La accesibilidad a la realización de la prueba aumenta la demanda de la misma y la detección de casos, como lo muestra la experiencia reciente en la UNAM. Hace unos días la UNAM inició un servicio de diagnóstico molecular del Covid-19. Realizó más de 120 exámenes y detectó 7 casos positivos. Todas las universidades del país podrían hacer lo mismo. En conclusión, la Secretaría de Salud cree y nos ha hecho creer, que la incidencia del Covid-19 en México es la más baja del mundo. Como el avestruz: escondemos los ojos para no ver y como no vemos, decimos que hay muy pocos casos.
Sin cambios, idénticos resultados
Influenza 2009-coronavirus 2020
Allá por los meses de la influenza –concretamente mayo de 2009– el entonces secretario de Hacienda, Agustín el doctor catarrito Carstens, reconocía que es un hecho que estamos en recesión y que la realidad económica del país era por demás delicada, al tiempo que pronosticaba que ese año el producto interno bruto (PIB) descendería 4.1 por ciento debido a esa pandemia, aunque obvió decir que, cuando menos desde octubre de 2008, México reportaba caída libre en dicho renglón.
En los hechos, en 2009 el PIB mexicano se desplomó 6.5 por ciento, el peor desde los tiempos de la Gran Depresión de 1929 y uno de los más pronunciados a escala global, mientras el propio doctor catarrito reconocía que ese año el boquete en el gasto público superaba los 300 mil millones de pesos, un agujero que intentó tapar con más deuda pública (en la primera mitad del borolato dicho débito se incrementó en más de un billón de pesos y cerca de 3 billones en el sexenio), con todo y que para el efecto utilizó todos los recursos del Fondo de Estabilización Petrolera y los seguros de cobertura y excedentes del Banco de México.
Once años después, México enfrenta otra pandemia, mucho más feroz, dañina y de mayor alcance que aquella de la influenza. De hecho, los pronósticos oficiales ya comenzaron: Las perspectivas macroeconómicas en la presente coyuntura tienen un elevado nivel de incertidumbre ante la complejidad de la situación de la epidemia, lo que dificulta establecer un pronóstico puntual de crecimiento para la economía nacional. Por este motivo, se considera un rango de crecimiento del PIB para 2020 de entre menos 3.9 y más 0.1 por ciento, consistente con proyecciones de organismos internacionales y de analistas del sector privado. Las estimaciones de las finanzas públicas para 2020 se realizan bajo un escenario prudente que considere un balance de riesgos acorde con la elevada incertidumbre que existe sobre la actividad económica (Secretaría de Hacienda, documento Precriterios generales de política económica 2021 enviado al Congreso).
En tal documento, la Secretaría de Hacienda asegura que la coyuntura actual es más compleja que la que podía haberse anticipado en septiembre de 2019, cuando se presentó el Paquete Económico 2020. En un periodo muy reducido el panorama económico global se ha deteriorado de forma rápida y significativa. La velocidad con la que se ha propagado el Covid-19 a escala global ha provocado la triste pérdida de vidas humanas y la materialización de condiciones de enfermedad para un elevado número de personas. Adicionalmente, las medidas sanitarias necesarias para la contención de la pandemia están generando efectos negativos importantes sobre la actividad económica.
Covid-19: visiones de guías religiosos
Mientras la ciencia busca afanosamente una vacuna contra el coronavirus, ofrezco la visión que del problema tienen varios guías religiosos y dos expertas en el tema.
Para Atanasius Schneider, obispo de Kazajistán, el Covid-19 es ‘‘una intervención divina para castigar y purificar al mundo pecador y a la Iglesia”. Asegura: ‘‘La presencia de la Pachamama en el Vaticano durante el Sínodo de la Amazonía fue una abominación”.
Fray Francisco Manuel Gomero, capellán del templo de San Francisco en Querétaro, aclaró: las enfermedades ‘‘no las manda Dios, las manda el maligno porque también tiene poder sobre la naturaleza’’.
El rabino ortodoxo israelí Meir Mazuz afirmó que es castigo divino a las naciones que permiten las marchas del orgullo LGBT. ‘‘Es un desfile contra la naturaleza. En los países árabes no se ha propagado dicho virus, porque prohíben cualquier conducta homosexual’’.
el clérigo iraquí Muqtada al Sadr dijo: ‘‘Es un castigo divino a la progresiva legalización del matrimonio homosexual’’. Igual piensa Filaret, patriarca de la Iglesia ortodoxa de Ucrania: ‘‘Los matrimonios homosexuales son los responsables del coronavirus’’.
Brian Tamaki, líder de la Iglesia del Destino en Nueva Zelanda, dijo que en la pandemia ‘‘Satanás tiene el control a menos que seas un creyente amante de Jesús, creyente de la Biblia, lleno del Espíritu Santo y que pagues el diezmo’’.
Edir Macedo, obispo de la Iglesia universal y fiel partidario del neofascista presidente de Brasil, pidió a sus fieles no preocuparse del coronavirus, ‘‘porque esta es la táctica de Satanás’’.

El jazz en los tiempos del cólera
Los clubes 1
Tan sólo siempre, los músicos de jazz en México han mantenido un discurso de múltiples rostros y aristas, aderezado con una estupenda técnica instrumental, una envolvente intensidad escénica y una incesante escasez de fuentes de trabajo. Y ahora, en estos tiempos tan ciertos, estas escasas fuentes han tenido que cerrar sus puertas hasta nuevo aviso.
Ya en varias ocasiones hemos comentado que abrir un foro de jazz es un acto heroico en sí mismo, pero mantenerlo latente en medio de esta virulenta realidad... fuimos a platicar con los responsables de los clubes de jazz en el país.
Rodrigo Moctezuma (Jazzatlán): “Hace dos semanas cerramos tanto en Cholula como en la Ciudad de México. Vamos a esperar hasta que todo regrese a la normalidad. Pudimos negociar con nuestros dos caseros y tuvimos chance de negociar anticipadamente con nuestros equipos de trabajo para mandarlos de descanso y pagarles tres semanas para que estuvieran tranquilos, aislados en casa, esperando que no tarde demasiado este rollo.
Solamente estamos activos a través de un espacio hermano en Xalapa, que es Cauz, haciendo transmisiones en vivo. Ahorita nos estamos enfocando en apoyar a Jair Kai, dueño de Cauz, para hacer estas grabaciones a puerta cerrada y transmisiones en vivo. Así mantenemos vivas un poquito nuestras redes sociales y nuestra presencia en la escena.
Jair Kai (Cauz): Empezamos siendo un club de jazz, cumpliremos dos años en julio... pero esto tiene que ver con el crisol de la escena en Xalapa, que es muy amplia. Ahora tenemos una curaduría donde el 70 por ciento es jazz y de ahí nos vamos con grupos experimentales y son jarocho. El cauce es un poco el reflejo del estridentismo xalapeño; es también una librería, una galería de arte.

Ante la pandemia: conciertos por Internet
Con la emergencia sanitaria que vive el planeta, la música vive una difícil crisis que le pega a la gran industria, a los músicos independientes y al público amante de los conciertos en vivo, que mínimo en los siguientes dos meses (quizá sea algunos más) no podrán llevarse a cabo pues, como se sabe, se busca evitar los contagios masivos. Para sortear este escollo, que no es cosa menor pues los músicos viven sobre todo de sus actos en directo, se ha tenido que echar mano de la tecnología para salir adelante.
Así, en las últimas dos semanas se han efectuado actos interesantes y entusiastas por parte de instancias tanto públicas como privadas, así como de artistas y bandas por su cuenta, al transmitir conciertos por Internet, lo cual podría seguir siendo la única vía de expresión por un rato, en tanto que la gente que pueda hacerlo, se encuentre confinada en sus casas.
Por ejemplo. En México, el 21 de marzo se llevó a cabo la Noche de Primavera Virtual, auspiciada por la Secretaría de Cultura de la CDMX: usualmente en las calles del Centro Histórico, cambió de formato para transmitirse desde el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, de manera pregrabada. Con artistas como la Orquesta Sororidad (dirigida e integrada por puras mujeres, con arreglos sinfónicos hechos también por mujeres mexicanas), Ely Guerra, Chetes, las bandas Fobia y La Gusana Ciega, el espectáculo tuvo un millón y medio de espectadores, rebasando toda expectativa. Cosa interesante es que en el chat la gente simulaba estar en un concierto de verdad, con comentarios divertidos, sin agresiones, llenos de imaginación, alusivos a lo que se vive en un festival cotidiano. Fue alentador ver que la gente aceptara esta propuesta con buen ánimo, a pesar de la adversidad.


Editorial
De acuerdo con información revelada por la Reserva Federal (Fed, banco central) de Estados Unidos, ningún país latinoamericano supera a México en la cantidad de dinero transferido por sus ciudadanos y empresas al sistema bancario estadunidense: a enero de este año, el monto de los recursos remitidos por mexicanos a cuentas bancarias de la nación vecina sumó 76 mil 166 millones de dólares, 31 por ciento de los 246 mil millones depositados por el conjunto de Latinoamérica. En el podio de la expatriación de divisas le siguen Brasil, con 29 mil 239 millones; Chile, 29 mil 41 millones; Argentina, 22 mil 277 millones; Panamá, 17 mil 199 millones, y Perú, 17 mil 136 millones de dólares.

Ofensiva contra Venezuela, crimen de lesa humanidad
El capítulo mexicano de la Red en Defensa de la Humanidad expresa su indignación por la ofensiva del gobierno de Donald Trump en contra de la República Bolivariana de Venezuela, que no sólo rompe con el marco jurídico internacional y la convivencia pacífica entre las naciones, sino que, en el contexto de los devastadores efectos que está dejando la pandemia del Covid-19 en el ámbito planetario, resulta un crimen de lesa humanidad. En lugar de atender las urgentes necesidades del pueblo de Estados Unidos, paradójicamente, el nuevo epicentro de esta crisis mundial de salud, Trump hace gala no de políticas solidarias como las de Cuba, que manda brigadas médicas a varios países, sino de acciones perversas e inhumanas contra el pueblo y el gobierno venezolano. La reciente acusación de narcoterrorismo contra el presidente Nicolás Maduro, y otros connotados funcionarios del Estado venezolano, violenta los contextos jurídicos de la ONU, expresa el grado de descomposición de la política exterior estadunidense y refleja su desesperación por la continuidad del proyecto chavista y bolivariano y la responsabilidad social con la que, a pesar del bloqueo económico, financiero y comercial, el gobierno del presidente Maduro está enfrentando la pandemia. Rechazamos esa insostenible acusación, que constituye una nueva maniobra de agresión dirigida a avanzar en su objetivo estratégico de derrocamiento y cambio de gobierno, contrario a los principios de autodeterminación y no intervención que defienden los pueblos de América Latina y el Caribe. Hoy es tiempo de solidaridad, cooperación y oportunidad histórica de construir nuevas formas de vida con perspectivas colectivas y de fraternidad universal.

El 25 de marzo, mientras un equipo de médicos y técnicos de salud cubanos instalaban hospitales de campo en la región de Lombardía, en el norte de Italia, para atender a miles de italianos infectados con el Covid-19, el Departamento de Estado emitió una alerta absurda, vía Twitter, contra aceptar la ayuda humanitaria cubana. Los países que busquen la ayuda de Cuba para el Covid-19 deben someter los acuerdos a escrutinio y poner fin a los abusos laborales, declaraba el mensaje, y aseguraba que las misiones médicas internacionales cubanas llevan la única intención de compensar el dinero perdido el año pasado, cuando países como Brasil y Bolivia expulsaron a miles de médicos cubanos… decisión que ha venido a costarles caro ahora que el coronavirus se expande.
Esta interrogante no es tendenciosa. Es real, no puede negarse su factibilidad. Está fincada en situaciones verificables. Hasta donde es predecible, con datos del subsecretario de Prevención, Hugo López-Gatell, para septiembre el ambiente de riesgos para la salud prevalecerá. Ante esto, cómo conducir responsablemente la casi inevitable reunión de 200 mil personas en el Zócalo y el posterior desfile con semejante aglomeración.

La Segunda Guerra Mundial fue una de las últimas tragedias planetarias que causó millones de muertes y heridos, inconmensurables sufrimientos que afectaron a varias generaciones de seres humanos marcados por múltiples traumas que perduraron en los imaginarios colectivos de los pueblos que padecieron ese conflicto que finalizó con la derrota del eje nazi-fascista y la toma de Berlín por el Ejército Rojo, el 8 de mayo de 1945.
Pellízquenme una vez porque no me lo estoy creyendo. Cuando por años uno mostraba el mapa de Palestina, toda comida respecto al plan de partición de la ONU (1947), un surreal archipiélago de islas fragmentado por colonias, caminos exclusivos, muros y retenes militares, fruto de décadas de colonización e imparable crecimiento de asentamientos ilegales –y muestra visual que la solución de Dos Estados (Oslo, 1993) era una quimera para ir acaparando más tierra palestina−, le decían que estaba exagerando, boicoteando el proceso de paz (sic), y que al final esto no se iba a ver así. Todo a pesar de que las ofertas israelíes –sean de derecha o de izquierda− a los palestinos siempre contemplaban algo menos que un Estado (bit.ly/2w5mFoQ) muy al estilo de los bantustanes ( homelands) sudafricanos diseñados por el régimen de apartheid para fragmentar e ir marginando a la población negra desposeída de derechos políticos (bit.ly/2Utsjdw). Ahora que el Acuerdo del Siglo de Trump y Netanyahu presenta el mismo mapa, una verdadera cartografía de la opresión sazonada con patéticas proyecciones y anotaciones (bit.ly/3bFLGpQ) virtualmente indistinguible del mapa de los bantustanes (bit.ly/2wNn13H) como logro, progreso y parte del cambio de narrativa para resolver el conflicto, uno no sabe si reírse o llorar. Pellízquenme otra vez porque no me lo estoy creyendo. Cuando por años uno usaba la palabra apartheid para describir la realidad que vivían los palestinos bajo la ocupación israelí (bit.ly/2xyVXp0) se le decía no sólo que exageraba, sino que dicha analogía era inaceptable (bit.ly/2WUMxys). Ahora que el plan de Trump-Netanyahu con su visión de Palestina como un no-Estado basado en segregación y control racial calculado para sofocar la liberación palestina y el derecho a la autodeterminación (bit.ly/2UuqQ72) y el término apartheid irrumpió en el mainstream –desde un ex embajador israelí en Pretoria usando la paralela para advertir correctamente “que intentos de crear estados ficticios para ‘lavar’ un régimen opresivo no funcionaron en Sudáfrica y no funcionarán en ningún lugar” (bit.ly/2URsPRz) hasta un grupo de políticos europeos que antes jamás se atrevieron a decirle algo a Israel alertando hoy que el Acuerdo “es el camino recto al apartheid” (bit.ly/2UWAHBE)− uno no sabe si seguir riendo o limpiarse las lágrimas.
Esta vez la adversidad no ha abierto oportunidades de negocio a los especuladores, embaucadores y logreros de siempre: el sector salud se atiene a lineamientos científicos y a una estrategia planificada y no cede a las presiones para adquirir cualquier producto o servicio dudoso ni para otorgar contratos fraudulentos al amparo de la emergencia. Eso es un motivo adicional de enojo para la mafia desplazada del poder, pero no el central. La reacción mediática, política y empresarial espera que en México la epidemia de Covid-19 sea lo más desastrosa posible. Razona así: a más cantidad de muertos, a mayor desbordamiento del sistema hospitalario, a más cuantiosos daños a la economía, mayor será el descontento en contra del gobierno de la Cuarta Transformación y mayores, por tanto, las posibilidades de la corrupción derrotada de volver a hacerse con el poder presidencial y, a corto plazo, de propinar en 2021 una derrota electoral a los partidarios del Presidente.
La bella y artística Florencia conoció en 1346 el hambre y la desolación. Ya en alguna ocasión me referí a esa peste. Viene a cuento en la actualidad con la epidemia del Covid-19 que vive el mundo y en particular nosotros los mexicanos.

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