1/15/2011

Los periodistas pal cafe......



Gloria Muñoz Ramírez: Los de Abajo
Una de las luchas más emblemáticas en contra de los proyectos hidroeléctricos en México la encabeza desde hace más de siete años el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (Cecop), cuyos integrantes reinstalaron el pasado 9 de enero un retén en la comunidad de Parotillas, para impedir el acceso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a los terrenos en los que se pretende levantar la obra.
En el efervescente estado de Guerrero, en el que además se realizarán elecciones estatales el próximo 30 de enero, las comunidades afectadas han reactivado las acciones en defensa de la tierra y el agua, pues ha tomado nuevos bríos una iniciativa que aunque se presenta como un proyecto de la CFE, en realidad, como lo advierte Rodolfo Chávez Galindo, integrante del Cecop, quienes están detrás son grandes empresas trasnacionales de origen estadunidense y español, que esperan entrar a diversos negocios que van desde la construcción hasta la generación y después la venta de energía.
La Parota es una de las 300 presas que están programadas en México como parte del Plan Puebla-Panamá (que también abarca Guerrero, Nayarit y Jalisco). El multimillonario proyecto tiene prevista la inundación de 17 mil hectáreas de tierras cultivables de los bienes comunales de Cacahuatepec, localidad ubicada al norte de la zona urbana de Acapulco, con lo que desaparecerían aproximadamente 30 pueblos, 25 mil campesinos serían afectados de manera directa y más de 70 mil de forma indirecta.
Tuvieron razón los comuneros del Cecop en no confiarse del anuncio de la suspensión de las obras, hecho en septiembre de 2009. Hoy, la construcción de la presa es parte de las promesas de campaña de los tres principales contendientes a la gubernatura.
A la reinstalación del retén que impedirá el paso a los trabajadores de la CFE asistieron representantes de 20 pueblos, quienes dejaron claro que el proyecto no pasará. “Nosotros –afirma Rodolfo Chávez– no estamos dispuestos a entregar nuestras tierras ni nuestra agua para su beneficio”. Hasta ahora, dijo, no se ha podido construir la represa, primero por la fortaleza del movimiento y después por el camino que ha seguido la demanda en los tribunales, donde también se ha ganado.
La CFE comenzó a impulsar el proyecto de La Parota desde 1976 en las aguas del río Papagayo y del río Omitlán. En 2002, comenzaron estudios topográficos e introducción de maquinaria en el lugar, trabajos que fueron parados por las comunidades afectadas. Ante los intentos de reanudar la obra, se reactiva la resistencia.
losylasdeabajo@yahoo.com.mx - http://desinformemonos.org
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Quién es el responsable del alza de los transportes –taxis, autobuses, camiones de carga–? En nuestra encuesta de esta semana, en la que participaron 2 mil 590 personas, 95 por ciento coincidió en responsabilizar al gobierno federal por el incremento de los energéticos; 2 por ciento a los especuladores del mercado internacional y otro 2 por ciento a los transportistas.
Sondeo por Internet
Encuestamos a 3 mil personas que forman parte de El Foro México. Se obtuvo la respuesta de 86 por ciento. Tienen su residencia en distintas partes de la República. Lean sus puntos de vista en el foro. Enseguida aparecen algunos fragmentos.
Opiniones
El aumento a la gasolina y otros combustibles fue iniciativa del Ejecutivo y aprobada en el Legislativo. ¡Caramba, no hay diputado ni senador con tantita vergüenza! Saben bien que ese aumento afecta a toda la cadena productiva y con ello a familias muy pobres. Se hacen tontejos. ¡Y nosotros tan dejados!
Yolanda Robles Garnica/Morelia
Los únicos responsables de la situación que vivimos en México son los políticos, llámense como se llamen. Pero, bueno, cada pueblo tiene el gobierno que merece y así estamos contentos.
Arnol Ruiz Ruiz/Oaxaca

Carlos Fernández-Vega: México SA
Los industriales agrupados en la Canacintra han tenido la gentileza de notificar a los consumidores que preparan un incremento de entre 2 y 3 por ciento en el precio de alimentos y bebidas, resultado del alza en las materias primas y los energéticos, como gasolina, electricidad y gas. Lo anterior, de acuerdo con el presidente del organismo, Sergio Cervantes, porque en la medida en la que nos aumenten los combustibles, tenemos que reflejarlo en el precio de venta y no podemos esperar. Hay muchas empresas que están prácticamente al día; si nos incrementan las materias primas tenemos que elevar forzosamente los precios.
Excelente noticia para los agujereados bolsillos de los mexicanos en este año de la contundente recuperación de la economía (ver México SA de ayer), pero los industriales no pueden llamarse sorprendidos, porque la respuesta del gobierno mexicano la dio, nada más arrancando 2011, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, y la ratificó el flamante secretario de Energía, José Antonio Meade: los gasolinazos no sólo continuarán, sino que se eternizarán. Sin embargo, Cervantes insistió en que tenemos que ponernos a platicar porque (las alzas) vienen no de nuestro país, sino del mercado internacional, como en el caso de la tortilla, que subió cuando se incrementó el precio internacional del maíz (La Jornada).
Enero de 2011, pues, inicia igual que en años anteriores: con una brutal escalada de precios, y con la misma respuesta del gobierno federal: no hay justificación para aumentos desproporcionados; existe capacidad productiva disponible, hay suficiente abasto nacional, el incremento al salario mínimo fue consistente con las expectativas inflacionarias y porque la debilidad del dólar abaratará las importaciones.
Cada cual defiende su trinchera, pero de cualquier forma los consumidores pagan por los platos rotos, quienes ya no sienten lo duro, sino lo tupido. Lo cierto es que de tiempo atrás el gobierno mexicano vio en el mercado internacional la solución de todos los problemas nacionales, de tal suerte que se olvidó de estructurar una política financiera e industrial interna, que estimule y aproveche esa capacidad instalada ociosa que ahora reivindica, que procure créditos accesibles –en tiempo y costo–, que evite que esos mismos industriales se conviertan, como muchos lo han hecho ante la cruda realidad, en simples importadores de productos, y que cuide los intereses de los consumidores, quienes son, al final de la cadena productiva, los que peor parte llevan en calidad y precio.
Es inconcebible que en un país como México, donde tres décadas atrás se producía prácticamente de todo –en el campo y en la industria– y se promovía el desarrollo industrial para ser considerado como potencia industrial, el único sector que registra un crecimiento medianamente aceptable y constante sea el de los servicios: mataron aquel sueño de potencia industrial, para promover una realidad de simple mayordomo de los intereses foráneos, con la práctica de que internamente cada quien se rasque con lo que pueda, si puede.
Entre otras grandes decisiones, por ejemplo, el gobierno mexicano optó por olvidarse del campo nacional e importar cada día más alimentos, en la creencia de que esa era la solución y fuente de no pocos negocios privados. En lo segundo acertó, pero a cambio de que la panza de la nación pasara a depender no de los productores nacionales, sino de los especuladores del mercado de Chicago y de un selecto grupo de trasnacionales que entre otras cosas imponen precios, de tal suerte que el estómago nacional depende cada día más de factores externos, pretextando asuntos de globalidad, cuando en los hechos se trata de un asunto de seguridad nacional.
En este contexto, México dejó de producir alimentos para su población, porque era más importante exportar brócoli, espinacas y acelgas. El llamado gobierno nacional creyó que era prioritario vender aguacates y jitomates en el mercado foráneo que garantizar la dieta nacional con productos nacionales, porque todo lo demás se compraba en el mercado internacional, especialmente en el vecino del norte. Desde luego que tal decisión se ha reflejado en el campo nacional y en el miserable ingreso campesino, a la par que en las jugosas y crecientes utilidades de las grandes empresas agroexportadoras. Para no ir más lejos, México importa chiles de China.
De acuerdo con la propia Secretaría de Economía, la Sagarpa reporta que la producción agrícola en 2010 será superior al año anterior debido a las buenas condiciones del temporal y al incremento de la productividad en el campo, lo que permitirá atender las necesidades de abasto nacional. Para el cierre de 2010 se anticipan aumentos en la producción de granos (16.6 por ciento), hortalizas (7.3), cultivos industriales (2.2), forrajes (4.1) y frutas (3.1), comparado con el año agrícola anterior. Para 2011 también hay buenas perspectivas. Se espera que la producción agrícola se ubique 3.3 por ciento por arriba de la cifra de cierre esperado para el año agrícola de 2010. Para el maíz se estima un aumento de 4 por ciento (25.2 millones de toneladas, blanco y amarillo). En trigo, se prevé una recuperación de la producción de 10 por ciento.
Lo cierto es que la producción interna de alimentos ni de lejos alcanza para cubrir la demanda nacional: indicadores oficiales revelan que en los últimos 15 años México incrementó 400 por ciento las importaciones de alimentos, para lo cual se erogaron alrededor de 180 mil millones de dólares. Para dar una idea, en 1980 México importaba 27 por ciento del consumo nacional de arroz; hoy, 75 por ciento. En igual lapso, 18 por ciento del maíz (actualmente 25 por ciento) y 10 por ciento de trigo (42 por ciento en 2010). La importación de carne en canal bovino se incrementó 281 por ciento de 1990 a 2010; la de porcino, 378 por ciento; la de aves, mil 35 por ciento; la de huevo, 185 por ciento, y así por el estilo.
En 2010, comparado con 2009 (información del Inegi), México importó cinco veces más de carne respecto de la que exportó. En el mismo ejercicio, seis tantos más de leche, lácteos, huevo y miel; 12 veces más de cereales; 3.6 veces más de productos de molinería; 30 veces más de semillas y frutos oleaginosos, frutos diversos; nueve veces más de grasas animales o vegetales y tres veces más de preparaciones de carne y animales acuáticos. En cambio, exportó 11 tantos más de hortalizas con respecto de lo que importó.
Las rebanadas del pastel
Alabado sea el Señor y la Iglesia que dice representarlo: ahora beatificarán a un protector de pederastas.
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mxhttp://twitter.com/cafevega

Andrea Bárcena: Infancia y Sociedad
El peor presidente del mundo bien puede ser título de un nuevo cuento de Francisco Hinojosa para niños que, junto con la campaña NO + Sangre, ideada por Rius, queden en la memoria como símbolos de los años funestos que estamos viviendo.
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Javier Hernández Chelico: En el Chopo
El mayor logro del Tianguis del Chopo en 2010 fue en primera, permanecer y los festejos del aniversario. Esto dio pauta para dar un brinquito a lo que se venía planeando desde hace tiempo; esperamos mantener la dinámica para que sigan avanzando las propuestas, sobre todo, las culturales. Cumplir 30 años motiva. Lo que se hizo en este aniversario dio impulso para comenzar a hacer más actividades, afirma César Salas, integrante de la Comisión de Cultura del Tianguis del Chopo. Por supuesto, en un resumen de actividades también hay proyectos inconclusos y omisiones, propósitos que se tratarán de finiquitar este año. Hubo dos cosas que no se pudieron llevar a cabo: el libro de fotografías y el documental; estaban programados junto con la feria del libro y la feria del disco. Estas dos actividades sí se realizaron en las fechas acordadas, concluye César.


Túnez: la hora del estallido
Luego de casi un mes de intensas protestas, que dejaron un saldo de por lo menos 60 muertos, el primer ministro de Túnez, Mohammed Ganouchi, anunció ayer que había asumido de forma interina la presidencia del país, en sustitución de Zine Abdine Ben Ali, quien encabezaba un régimen autocrático y represor en la nación magrebí desde 1987.Continuar

El Correo Ilustrado
Repudio a prejuicios y racismo de la SEP
La propaganda de la SEP despliega el racismo, tan grotesco como impune, de pretender que son los grupos indígenas –dueños de una tradición filosófica comunitaria– los ignorantes, necesitados de redención cultural; y en cambio, la clase media alta criolla –que practica el más brutal antintelectualismo–, los ya educados.
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Boaventura de Sousa Santos: Un horizonte de emancipación
Es para mí un honor muy especial recibir este premio. En primer lugar por ser la primera vez que es entregado a un científico social. En ese sentido, lo más importante para mí es que se haya reconocido la importancia y la validez epistemológica de este vasto campo del saber. Particularmente importante en un contexto en el que tantos cambios están convulsionando los saberes, las prácticas sociales, las instituciones, los derechos humanos, los regímenes democráticos. Importante también porque vivimos un tiempo de transición paradigmática, en el que la dicotomía rígida entre ciencias naturales y ciencias sociales ya no vale y da lugar a constelaciones de saberes donde se combinan de manera transdisciplinaria conocimientos de diferentes disciplinas científicas, así como conocimientos no científicos nacidos de la experiencia de los pueblos y sus luchas. El ejemplo más contundente es, quizás, la cuestión ambiental. La conferencia intergubernamental sobre cambio climático, realizada hace poco en Cancún, ha mostrado que los retos que enfrentamos nos obligan a ir más allá de las disciplinas y las soluciones técnicas que ellas nos ofrecen. Estos retos implican una dimensión de cambio civilizatorio y suponen la traducción intercultural tanto entre saberes como entre prácticas sociales y sus agentes.
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Enrique Calderón Alzati: Refutando a Pérez Rocha
Leí con interés el artículo Magisterio, resultados in- conmensurables, del ingeniero Manuel Pérez Rocha, publicado el lunes pasado. Estoy totalmente de acuerdo en el gran reconocimiento que da a un maestro suyo, relatando una plática que tuvo con él, la cual le marcó para toda la vida, transformando para bien todo su proceso educativo. En las biografías de hombres destacados por su obra y su legado histórico, nos encontramos un buen número de experiencias similares; recuerdo, por ejemplo, haber leído en las memorias de Winston Churchill, de Albert Schweitzer o de Richard Feynman, cómo una plática, la lectura de un libro o una conferencia les cambió la existencia y les abrió el camino del éxito. Un caso que recuerdo con nitidez es el de Ernest Schakleton, famoso por sus expediciones en la Antártida, para quien la lectura de un libro de Julio Verne le definió su existencia, como seguramente la de otros miles de niños alrededor del mundo; o la historia de Heinrich Schliemann, el padre de la arqueología, cuya vida entera giró en torno de la búsqueda de Troya, luego de que alguien le leyera un pasaje de la Ilíada en su adolescencia. Recuerdo igual el caso de Richard Feynman, uno de los científicos más importantes del siglo XX, para quien un experimento que le enseñó su padre cuando aún era pequeño le llevó, años después, a obtener el Premio Nobel de Física, como reconocimiento a sus aportes a la ciencia. Si, efectivamente, la historia está seguramente llena de hombres ejemplares cuyas acciones se definen no por una magnífica educación, sino por uno, dos o tres sucesos que les cambiaron la vida y su visión de ésta.
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Ana de Ita: Ley de baldíos: áreas naturales protegidas en territorio indígena
A la par que en el mundo aumentan las presiones para mantener protegidos sitios de alta diversidad biológica, los pueblos indígenas y comunidades locales redoblan sus luchas de resistencia al establecimiento de áreas naturales protegidas en sus territorios. La política que busca mantener los reductos mejor conservados del planeta se enfrenta muchas veces con los derechos de los pueblos nativos, ya que muchos de esos reductos existen porque las comunidades indígenas los han conservado, recreado y mantenido.
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Silvia Ribeiro*: El síndrome de Cancún
Las negociaciones de Naciones Unidas sobre cambio climático en Cancún en diciembre 2010 (COP 16) significaron un parteaguas en muchos sentidos, todos negativos. No así las movilizaciones populares frente a esta cumbre, de organizaciones como Vía Campesina y otras de base, que no han perdido el sentido de la realidad, de lo que es absurdo y de lo que necesitamos hacer. Cada vez, la brecha es mayor.Continuar

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