1/13/2011

Nobel de la Paz 2003



Shirin Ebadi: voz feminista del Islam

Por Carolina Velázquez

México, DF, 12 ene 11 (CIMAC).- Si el siglo XXI desea liberarse del ciclo de violencia, actos de terror y guerra, y evitar que se repita la experiencia del siglo pasado (el período más desastroso de la humanidad), no hay otro camino sino comprender la necesidad de poner en práctica los derechos humanos para todas y todos, independientemente de su raza, género, religión, nacionalidad o estatus social. Estas fueron las palabras finales del discurso que Shirin Ebadi pronunció en Oslo, Noruega, en 2003, al convertirse en la primera mujer iraní y musulmana en recibir el Premio Nobel de la Paz.

En “Libres. Ciudadanas del mundo”, la política y feminista española Carmen Alborch sostiene que en el discurso de recepción del Premio Nobel de la Paz, Shirin Ebadi trataba de explicar al mundo que el Islam y la aplicación de los derechos inalienables de las personas no tenían que entrar en contradicción. Y cita: “la grave discriminación de las mujeres en los Estados islámicos, además, tanto en la esfera del derecho civil como en el campo de la justicia social, política y cultural, hunde sus raíces en la cultura patriarcal y machista que domina y prevalece en las sociedades, no en el Islam. “Esta cultura no tolera ni la libertad ni la democracia, y simplemente no cree en la igualdad entre los hombres y las mujeres, ni en la libertad de la mujer frente a la dominación del hombre (padres, maridos, hermanos…), porque ello iría en perjuicio de la posición prevalente histórica y tradicional de los gobernantes y los guardianes de esas culturas”.

Una de las cosas que más llamó la atención de la prensa internacional cuando Ebadi recibió el Premio fue que se presentó sin tener cubierta la cabeza con un chador (túnica que en Occidente se conoce como velo). Alborch comenta que esta forma de presentarse recibió duras críticas en los medios de comunicación más conservadores de Irán, que la llegaron a considerar indigna por este gesto. Ebadi nació en Hamadán en 1947 y es abogada por la Universidad de Teherán. En 1973 ocupó el cargo de jueza en Irán.

Era la primera vez que llegaba a este puesto una mujer. Y desde 1975 hasta 1979 fue presidenta del Tribunal de Primera Instancia de Teherán. Diez años más tarde, con la revolución islámica de 1979 que derrocó al Sha, se le obligó a renunciar y a cambio el nuevo gobierno le ofreció un trabajo administrativo en la Corte que antes presidía. Eran los tiempos en que el ayatolá Jomeini proclamaba la república islámica de Irán. A raíz de su inconformidad por su cargo administrativo, las autoridades asignaron a Ebadi como Experta en el Departamento de Justicia.

Al poco tiempo solicitó permiso y consiguió su retiro anticipado. A partir de entonces regresó a la Universidad como profesora de Derecho de Familia. Fue hasta los años 90 cuando volvió a ejercer su profesión con las modificaciones a las normas laborales y cuando las mujeres tuvieron acceso a los juicios. También se dedicó a defender las causas de las mujeres y de la infancia. Ha sido crítica de la cultura patriarcal “para combatirla es necesario conocerla y saber cómo funciona” y, en 1994, fue fundadora de la Asociación Nacional en Defensa de los Niños en Irán. Actualmente vive en Gran Bretaña. Para Alborch, el trabajo de Shirin Ebadi no se remite exclusivamente a niñas y niños, a las mujeres o a los presos de conciencia, sino a todas aquellas personas que no tienen voz, que no pueden defenderse y que, por tanto, sufren la humillación y la violación de sus derechos; no importa si se trata de una mujer iraní o de un preso de Guantánamo, de los miserables de Calcuta o de los niños condenados a ser terroristas suicidas en Palestina.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario