8/07/2014

Aprueba Senado dictamen que asume pasivo laboral de Pemex y CFE


El priista David Penchyna junto a sus compañeros de bancada. Foto: Miguel DImayuga.
MÉXICO, D.F. (apro).- El último debate en el Senado sobre la reforma energética pasó de los pasivos laborales de Pemex y CFE, a los pasivos personales, luego de ser aprobadas con 90 votos a favor y 27 en contra las leyes Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria y la General de Deuda Pública.
Desde tribuna, el priista David Penchyna argumentó que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas propuso que el gobierno federal se hiciera cargo de “la deuda completa” de los trabajadores petroleros, electricistas y mineros. “Esto entierra por entero toda esta argumentación excelsa, de que queremos acabar con Pemex y con CFE”, afirmó el senador hidalguense.
A Penchyna respondieron Benjamín Robles, del PRD, quien acusó a los priistas de “vendepatrias”, y el senador Bartlett, del PT, quien dijo que con esa decisión se incrementaran los impuestos a los mexicanos.
Incluso, Robles mostró un vale para acreditar que Pemex otorgó al sindicato petrolero 500 millones de pesos para apoyo a viviendas, fuera del contrato colectivo, y el dinero fue a parar a la campaña presidencial del PRI en el 2000.
Al filo de las 17:00 horas, Penchyna montó en cólera cuando Benjamín Robles puso en duda en la tribuna el origen de los bienes del senador hidalguense y acusó a su padre, José Penchyna, de haber defraudado al Banco Ejidal (Banjidal).
En ese momento, el salón de sesiones dejó su letargo. Penchyna exigió a gritos que se quitara del Diario de los Debates la mención a una persona ausente. También reclamó a su coordinador, Emilio Gamboa Patrón, que lo defendiera, y sostuvo un agrio intercambio con el jefe de la bancada del PRD, Miguel Barbosa.
El propio presidente de la Mesa Directiva, el panista Raúl Cervantes Andrade, fue rebasado por la vehemencia de Penchyna.
“No se vale de ninguna manera meterse con ningún padre de ningún senador de la República, con ninguno, y menos con un hombre que no vive. Me parece que se le falta el respeto a este Senado de la República”, alegó desde su escaño Gamboa Patrón.
Enseguida, Penchyna subió a tribuna “para hechos”. No sólo defendió a su padre sino que ofendió al petista Manuel Bartlett, a quien acusó de no poder ingresar a territorio de Estados Unidos y de haber colaborado con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari como secretario de Educación.
Miguel Barbosa subió a tribuna para acreditar las disculpas a nombre de la bancada del PRD, convocó a “reconducir el debate”, a eliminar las alusiones personales y reviró a Penchyna: “¿Quién no ha tenido un raspón en la batalla política?”.
“Senador Penchyna, lleve para su familia y usted y todos los seres queridos de su señor padre, una disculpa del grupo parlamentario del PRD, por las referencias hechas al calor de los discursos y que se retire del Diario de los Debates lo dicho en relación con su señor padre”, concedió Barbosa.
Sin embargo, el coordinador perredista insistió en que Penchyna violó el reglamento porque subió para hablar de un asunto personal, no para “hechos”. Es “un violentador” de la ley y el pleno estalló en un aplauso.
Manuel Bartlett, desde su escaño, calificó como “loquito, mentiroso y abusivo” a Penchyna. “Está molesto porque durante todas las discusiones lo hemos puesto en su lugar”, afirmó el senador poblano.
Otro paisano de Bartlett, el inefable Javier Alarcón, del PAN, subió a tribuna en fallida defensa a Penchyna. Llamó “bocón” y “mala paga” a Bartlett Díaz, mientras Gamboa Patrón y Barbosa trataron de apaciguar los ánimos.
Después de la votación, en lo general, el debate profundizó sobre los temas particulares de los dos dictámenes.
La izquierda en contra
A nombre del PRD, Dolores Padierna, Alejandro Encinas, Mario Delgado, Benjamín Robles y Raúl Morón argumentaron en contra de los dictámenes porque implican un régimen fiscal anticompetitivo para Pemex, y se favorece la corrupción en la paraestatal.
Padierna Luna subrayó que en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria se establece que si los recursos son mayores a 4.7% del PIB, los excedentes se acumularán en el Fondo Mexicano del Petróleo, pero la ley del Fondo –aprobada un día antes— definió que, cuando la reserva supere 3% del PIB, se realizarán transferencias extraordinarias al gobierno federal.
Para el senador Luis Sánchez, del PRD, el componente fiscal, presupuestal y financiero de la reforma energética constituyen ejemplos de “la dialéctica del engaño, la simulación y la componenda con la que se acordó la reforma energética”.
El también perredista Mario Delgado admitió que era necesario absorber el pasivo laboral, pero insistió en que la diferencia está en cómo se dará la solución. “No irnos por la falsa puerta de que las Afores van a ser la solución, pues ya sabemos que está siendo un enorme negocio para los bancos, pero un pésimo negocio para los trabajadores mexicanos”, acusó.

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