5/28/2018

Los periodistas pal café. . .


Para los políticos en el poder no hay en estos momentos nada más importante que los cálculos y la operación electorales. Ya casi a un mes de los comicios que pueden significar un giro peligroso para la estabilidad complicitaria sostenida durante décadas, urgidos muchos gobernantes y funcionarios públicos de golpes y movimientos que encubran o permitan ciertos virajes, aparece en escena el factor de las órdenes de aprehensión que parecieran necesitadas de escaparate electoral para producirse.
De súbito fueron tres movimientos político-judiciales: la noche del sábado fue detenida, con suavidad insólita, la esposa del jefe máximo del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el más próspero en lo que va de las presentes administraciones estatal y federal. Rosalinda González Valencia, casada con Nemesio Oseguera, El Mencho, vivió una suerte de detención banquetera (como las entrevistas que de pronto dan políticos y funcionarios), por elementos de la Secretaría de Marina que le leyeron la instrucción de un juez para hacerse de ella, ante lo cual alcanzó a encargar su bolso de mano a un propio y girar la apropiada instrucción del caso, consistente en hablar al licenciado.
La caballerosa aprehensión de la señora González Valencia cerró una semana que había iniciado con una peculiar demostración de ineficacia del cártel jalisciense, usualmente tan implacable en sus operaciones. Según diversas notas periodísticas, derivadas de la información oficial difundida el lunes pasado, dos comandos de criminales habían llegado hasta un restaurante de lujo de la muy concurrida avenida Chapultepec, de Guadalajara, con la delicada encomienda de ejecutar a Luis Carlos Nájera Gutiérrez de Velasco, quien había ocupado cargos en gobiernos panistas, sobre todo con Emilio González Márquez, como poderoso secretario de Seguridad Pública.
Voces generalizadas atribuyeron a Nájera los arreglos que mantuvieron una paz narca durante el sexenio blanquiazul de González Márquez. Pero llegó de nuevo el PRI al poder, con Aristóteles Sandoval, y a Nájera le mantuvieron las atribuciones de seguridad pública (fue el único funcionario panista sobreviviente) y le añadieron las de la procuración de justicia, para constituir una apabullante Fiscalía General del Estado, a la que tuvo que renunciar tres años atrás, luego de lo cual volvió al escenario público en febrero de este año, cuando extrañamente el gobernador Sandoval lo nombró secretario del Trabajo, sin tener experiencia alguna en el ramo.
A pesar de que los atacantes habrían sido entre 15 y 20, de los cuales fueron detenidos seis, Nájera sólo resultó con una lesión leve en una mano, como resultado del rebote de una esquirla en el suelo. Dijo que él había detectado a dos personas que le parecieron ser del crimen organizado, así que estableció su estrategia de protección a la salida del restaurante. Ordenó el movimiento táctico de su camioneta blindada, salió entre una lluvia de balas, abordó el vehículo y más adelante bajó de él. Posteriormente tomó un taxi y llegó a la Casa de Gobierno. Al sábado siguiente la esposa del Mencho estaba siendo detenida en una avenida de una elegante colonia de Zapopan, trasladada a las afueras de un estadio de futbol y enviada en helicóptero a Ciudad de México, sin narcobloqueos ni una inmediata respuesta violenta de las fuerzas del Mencho.
Horas después, por la mañana del domingo, el fiscal estatal de Veracruz, Jorge Winkler (instalado en el puesto por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares), anunció que un juez había ordenado la aprehensión de Karime Macías, esposa del ex gobernador priísta Javier Duarte de Ochoa. Dado que la autora de la famosa frase merezco abundancia está fuera del país, supuestamente en Inglaterra, la fiscalía yunista ha pedido que la procuraduría federal de justicia haga las gestiones para la búsqueda y detención de Karime en la nación en que se encuentre.
Lo raro del asunto no debería ser que se librara la orden de aprehensión contra la señora Macías, sino que nunca antes se hubiera hecho. Como si se hubiera producido un pacto peñista de protección a la familia de Duarte de Ochoa, a la enriquecida cónyuge se le dejó ir tranquilamente fuera del país, con la posibilidad de administrar y disfrutar la riqueza acumulada durante el sexenio de crimen y saqueo que encabezó el priísta.
Ahora, en momentos en que papá Yunes necesita apuntalar la candidatura a la sucesión en la persona de su hijo Yunes (en peligro electoral ante el crecimiento de la campaña del morenista Cuitláhuac García), el gobierno estatal ha sacado la carta efectista del caso Karime Macías, acusada de defraudaciones al DIF estatal tan sólo por 212 millones de pesos, aunque la resolución jurídica y la eventual detención de la mencionada esposa se diera hasta después de los comicios o incluso fuera denegada tal solicitud.
Otras horas después, un helicóptero artillado fue parte del equipo militar utilizado para aprehender a Juan José Farías Álvarez, El Abuelo. Según las primeras versiones, desde dicho aparato de la Marina se habría disparado contra la camioneta en que viajaba quien fue parte importante de las autodefensas en Tepalcatepec, Michoacán, y ahora es acusado de formar parte del crimen organizado. Aquí sí hubo incendio de vehículos e incluso la retención de varios soldados en un local municipal.
El tufo político-electoral es inevitable. Enturbiar el ambiente nacional, acrecentar el miedo y fortalecer la militarización ayudaría a inhibir el voto opositor y daría paso al sufragio comprado. En Veracruz, por ejemplo, el yunismo busca beneficiarse del golpe contra la esposa de Duarte. En Jalisco, el PRI tiene perdidas las elecciones frente al alfarismo. Y en Michoacán se pretende ligar el caso del Abuelo y las autodefensas con el ahora candidato a diputado local por Morena, el médico José Manuel Mireles, y con destino final en el caso de la ex comandante de policías comunitarios de Guerrero, Nestora Salgado, y la figura de Andrés Manuel López Obrador. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Recibí de un remoto lugar de Estados Unidos, Menomonee Falls, Wisconsin, vía Twitter, este mensaje de Alejandro Lopez @Ale4:
“Mi voto desde el extranjero es para @lopezobrador_.
Uno de los primeros de los millones más que AMLO tendrá’.
Envía una copia de su boleta marcada en el cuadro de Morena.
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Ya comenzó, pues, la votación que culminará la tarde del día primero de julio. Son 181 mil 256 mexican@s que participarán en la elección, la mayor parte residentes en Estados Unidos. Es motivo para celebrar. Sin embargo, el INE se encargó de sembrar un innecesario sospechosismo. Los sobres de mensajería para que los ciudadanos envíen sus sufragios a México vienen prerotulados para que los reciban Alejandro Sosa Durán o María de la Paz Lara Lugo, no el INE como institución. Además, están siendo entregados en varias direcciones. La reacción en redes sociales fue inmediata. Denunciaron que está fraguándose un fraude, y señalaron como responsable al presidente del INE, Lorenzo Córdova, y exigieron su renuncia. El responsable del proyecto Voto Extranjero en el instituto, René Miranda, trató de calmar las aguas con esta explicación: “Hubo un ‘corrimiento’ en la numeración de la calle en algunas guías. Lo importante es que el paquete llega a la mensajería, la cual lo identifica y nos lo entrega directo con acompañamiento del Ejército. Personal de UPS, la empresa de mensajería, puso mal la dirección en algunas guías y por eso el número cambia; sin embargo, el código de barras es el mismo. Es el que cuenta y el que tienen todos los paquetes que llegan a avenida Tláhuac 5502”. ¿Y quiénes son Alejandro Sosa Durán y María de la Paz Lara Lugo, las personas a las que vienen dirigidos los paquetes? Se trata del director de Servicios de Productos y Servicios Electorales del INE, y una funcionaria del Registro Federal de Electores. El consejero Ciro Murayama corrigió al responsable del proyecto, René Miranda. No son algunas guías en las que hubo corrimiento de direcciones, sino 44 mil 197, de un total de 181 mil 256. Así arrancó la votación, con funcionarios desconocidos que están recibiendo los paquetes, corrimientos de direcciones, disculpas del INE y una creciente desconfianza hacia la institución. Habían llegado ya 4 mil 235 votos al 25 de mayo.

Empresarios en la política
Las organizaciones empresariales están guardando una prudente actitud frente al proceso electoral, después de la publicación del documento Así no, pero algunos hombres de negocios se muestran muy activos. Envían mensajes a sus trabajadores tratando de influir en su voto. Eloy Vallina Laguera, presidente del Grupo Chihuahua; Héctor Hernández-Pons, de Grupo Herdez, y el menos conocido José Ramón Elizondo, de Grupo Vasconia, coinciden en sus mensajes en que, sin mencionar el nombre de los candidatos, refieren que la elección de uno de ellos perjudicaría la economía del país, la de sus empresas y haría peligrar sus empleos. La referencia implícita es AMLO.

Es inútil negarlo: la columneta tiene más atraso en sus comentarios que el tabloide llamado La voz del Agua, que según datos encontrados en el Antiguo Testamento (Génesis 7: 2) en su edición del día quinto del segundo mes del año 600 aC, publicaba en su primera plana insistentes rumores sobre una fuerte llovizna con la que Jehová pensaba dar un sustito a su pueblo, cuya conducta no lo tenía del todo satisfecho. De inmediato, la vocería y los medios afines al patriarca Noé acusaron a los llamados miembros del círculo rojo de promover una labor de desestabilización y de dar inicio a una campaña intensiva de fake news. Sólo cuando el día 17 del segundo mes del año mencionado, 600 aC, comenzó una pertinaz llovizna, las noticias ya pasadas de moda comenzaron a flotar sobre las aguas y demostraron que, a veces, lo que se pierde en oportunidad se gana en certidumbre.
Ustedes comprenderán que el párrafo anterior no es sino una bola de humo para tratar de distraer su atención sobre mi incapacidad de ir al día en el remolino de acontecimientos en el que estamos inmersos; por eso sin más, regresemos al punto en el que nos interrumpió la noticia, jamás imaginada, de la renuncia de la señora Calderón.
Bajo este tema central se realizó el 20 de mayo el segundo debate de los candidatos a la Presidencia de la República, aunque tanto las preguntas como las respuestas se enfocaron básicamente a la relación México-Estados Unidos.
Así, temas como el TLCAN, la migración, Trump, la seguridad, el narcotráfico, o las diferencias salariales de Norteamérica recibieron mucha retórica y pocas propuestas concretas, algunas de ellas importantes.
Retomando estas últimas, y sin intentar una reseña, en este Reporte trataremos de enfocar la temática del debate adicionando las posiciones que hemos abordado ya en estas páginas.

México en el mundo
De hecho la debacle económica, social, institucional, ética, política, de inseguridad y criminalidad que padecemos hoy todos los mexicanos (mujeres, jóvenes y comunidades vulnerables con mayor énfasis) tiene su origen en la enorme estupidez y/o entreguismo con que México fue insertado en el modelo globalizador desde hace tres décadas.
La rendición/entrega incondicional y absoluta del país a las reglas de un mercado monopolista guiado por el capital transnacional, sus intereses de dominación global y acumulación de poder y ganancias a cualquier costo, y respaldado políticamente por las potencias (en nuestro caso Estados Unidos), marca el momento en que México perdió la brújula de la historia y de la realidad, de la nacionalidad y la dignidad, y del desarrollo con progreso social.
Las políticas públicas y los genios que las promueven ni de lejos aguantan el filtro de la realidad, mucho menos en tiempos electorales y especialmente cuando el desabrido candidato oficial, José Antonio Meade, permanece inamovible en un lejanísimo tercer lugar en la carrera por el hueso mayor.
Tales políticas, sus inventores y promotores suelen tener una boca enorme a la hora de anunciarlas y ponerlas en marcha, pero enmudecen o echan mano del voluminoso costal de los pretextos cuando la realidad los pone a prueba.
En su edición dominical, La Jornada (Juan Carlos Miranda) publicó lo siguiente: “El costo al público del combustible se incrementó, desde el inicio del año, 4.5 veces más que en todo 2017. Cifras oficiales muestran que la gasolina regular subió 29 centavos a lo largo del año pasado (cerró en 16.28 pesos por litro), mientras en lo que va de 2018, el primero en que los precios serían determinados, sin la intervención del Estado, se elevó 1.63 pesos (se cotiza en 17.94), según datos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) actualizados hasta la tarde del sábado.
“El incremento se ha dado pese a que el gobierno ha tratado de contener el alza de los precios internacionales del crudo (que con el nuevo esquema que representó la reforma energética de 2013 implica un factor determinante en el importe) con disminuciones en la carga impositiva que los combustibles tienen en México y que para la Magna representa hasta 30 por ciento del costo, dependiendo de la región del país, frente a 17 por ciento que se paga, por ejemplo, en Estados Unidos… Según datos del Banco de México, el precio de la mezcla mexicana de petróleo ha subido en estos casi cinco meses un poco más de lo que subió en todo 2017.
“A principios de 2018, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) determinó que dejaría de cobrar 34 por ciento (1.48 pesos ) de los 4.30 pesos que había fijado como cuota de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). En la actualización al viernes 25 de mayo, la dependencia determinó que dejaría de cobrar 75.5 por ciento del monto que originalmente cobraría por tal gravamen, con lo que el estímulo fiscal quedó en 3.47 pesos, en lugar de los 4.59 pesos que el gobierno planeaba recaudar.
Sin embargo, pese al discurso oficial de la liberalización de precios, el gobierno ha mantenido el estímulo fiscal que funciona como mecanismo de suavizamiento de los precios, que según cifras de la SHCP implicaron dejar de captar 9 mil 315 millones de pesos por concepto de IEPS a combustibles en el primer trimestre de 2018 (léase subsidio electoral).
Hasta allí la parte medular de la citada información, que debe contrastarse con las afirmaciones y promesas de José Antonio Meade, padre del megagasolinazo, cuando fungía como secretario de Hacienda y anunció incrementos en los precios de los combustibles de hasta 24 por ciento de un plumazo.
El 27 de diciembre de 2016, cuando hizo el anuncio del megagasolinazo, Meade dijo lo siguiente: “El aumento en el precio de las gasolinas no debe asustar a los consumidores mexicanos, porque con el nuevo esquema se divorciará el precio del petróleo de razones tributarias o políticas.
“Ello permite que ese mercado tan relevante se aleje ya de las políticas tributarias, de la política, y que se vaya ajustando lisa y llanamente conforme se vayan dando las condiciones de precio. Y veremos, en consecuencia, momentos y días donde suba, y momentos y días donde vuelva a bajar.
“La flexibilización en el precio de los combustibles es un cambio tan importante que nos permite hablar por primera vez en nuestra historia de un mercado de gasolinas, en donde se dan los elementos de costo, los elementos reales que lo determinen, y no un gobierno que podría mantener el precio artificialmente bajo, o artificialmente alto, en función de sus conveniencias y sus circunstancias.
De cara a todo lo que viene, es necesario fortalecer las finanzas públicas. Lo que no podemos ya tener es un mercado en donde por diferentes razones mantengamos el precio artificialmente alto o artificialmente bajo. Esos momentos no son ya compatibles con las finanzas públicas, no son ya compatibles con la modernidad que el país debe tener. No es razonable pensar que sea el gobierno el que tenga que administrar el precio de algo que en el resto del mundo es un mercado competido, que genera inversiones, que genera diferentes estrategias comerciales.
Meade pronunció tan bonito y convincente discurso casi un año antes de que el sagrado dedo presidencial lo destapara como candidato ciudadano, es decir, lo hizo desde la comodidad de ser secretario de Hacienda y la encabronadísima reacción ciudadana le valía una pura y dos con sal, algo así como griten hasta quedarse afónicos, que a mí no me importa.
Pero a la vuelta de 11 meses, el dedo presidencial lo convirtió en candidato del partido en el gobierno, y cada centavo que aumenta el precio de la gasolina –aunado al interminable inventario de errores, abusos y corruptelas de la banda que representa– ha sido igual, potencialmente, a un voto menos para Meade, y de ello da cuenta el último lugar en las encuestas.
Como titular de Hacienda, a los consumidores les exigió no asustarse por el megagasolinazo, sin advertirles que en 2017 el efecto de tal medida llevaría al índice de precios a niveles no vistos en los pasados 17 años y que, por lo mismo, el poder adquisitivo del ingreso se iría al caño. Ahora el asustado es él.
Agentes del gobierno estadunidense están literalmente arrancando a cientos de niños de los brazos de sus madres que migran a este país buscando refugio. El llanto se escucha, pero la sordera sigue permitiendo una política oficial brutal.
Se reportan cientos de casos en la frontera en los cuales agentes de migración quitan por la fuerza a niños pequeños, incluso de sólo dos años, a sus madres, entre gritos de por favor, por favor, quiero a mi mamá, no me lleven, y las madres desoladas, sin saber dónde están sus hijos. Hubo un caso en Arizona de un niño de 53 semanas de edad presentado ante un juez sin su madre. En otro, una mujer fue obligada a subir a su hijo menor en una patrulla mientras le gritaba que no lo dejara ahí, sólo para que se lo llevaran a un destino desconocido.
Los abogados de defensa de inmigrantes y de libertades civiles afirman que no hay precedente en estas acciones, justificadas por el gobierno como una firme medida de disuasión para frenar la migración.
Desde octubre, más de 700 niños han sido arrancados de los brazos de sus padres por agentes de migración, 100 de ellos menores de cuatro años, reveló el New York Times hace casi un mes. Seguramente hoy hay más. Algunos no saben dónde están sus hijos, ni éstos saben dónde están sus padres; a veces están a miles de kilómetros, al otro extremo de este país. Muchos, tal vez la mayoría, vienen huyendo de sus países, vienen para proteger a sus hijos viajando miles de kilómetros, sólo para que un oficial los separe por órdenes de Washington.


Miles de personas salieron ayer a las calles en varias ciudades de Brasil en demanda de la liberación del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, sometido a una persecución judicial y encarcelado por el actual régimen como una forma de impedir que compita en la elección presidencial de octubre próximo, para la cual es el aspirante más favorecido por las encuestas de intención de voto. Las manifestaciones de este domingo fueron también el arranque de la campaña de Lula da Silva, cautivo desde principios de abril pasado y condenado a 12 años de prisión por cargos relacionados con corrupción, que muchos analistas consideran fabricados. Así, muchos brasileños, convocados en las redes sociales con la etiqueta #MaisCandidatoQueNunca, participaron en movilizaciones en Brasilia, Río de Janeiro, Sao Paulo y Curitiba –donde el ex mandatario se encuentra recluido– y otras ciudades del país sudamericano.

Mensaje desde España: México, es hora de cambiar
La violencia se apoderó de México desde hace muchos años. Tantos días robando vidas, rompiendo sueños, ahogando los corazones de tantos mexicanos que no se lo merecen. Una civilización inteligente, con una creatividad increíble y un arte descomunal tiene que despegar por fin de este lado oscuro.

En el prólogo al libro programático del candidato presidencial de la coalición Todos por México, José Antonio Meade, El México que merecemos (Grijalbo 2018), Luis Rubio afirma que las reformas y los cambios que en nuestro país hemos experimentado en los últimos años son muy importantes y transformadores, pero que faltaron visión y liderazgo en su consumación plena, que permitiera llevarlas hasta la entraña de la sociedad, que debe ser la beneficiaria final. Considero que sí hubo visión para concebir, acordar y aprobar reformas históricas de gran calado, pero para lograr los cambios que las reformas conllevan, y para resolver los problemas que se han presentado antes de bajarlas todas a la sociedad, se requiere primero transformar el sistema de gobierno, una estrategia diferente de operación política y contar con una moderna y eficaz política de comunicación social del Estado mexicano.
Paulatinamente crece en los estadunidenses el sentimiento de que cada vez es más remota la posibilidad de que Donald Trump sea separado de su cargo – impeachment–, coinciden varios analistas políticos. Algunos apuntan que iniciar un juicio político contra el presidente pudiera dañar las pretensiones de algunos de los candidatos demócratas para llegar al Congreso en las próximas elecciones de noviembre. A los estadunidenses no parece gustarles la idea de que su presidente sea defenestrado. Eso se refleja en el crecimiento de quienes piensan lo inoportuno de iniciar un juicio político en su contra. De acuerdo con una encuesta reciente de la NPR/PBS, 47 por ciento de los entrevistados dicen que votarán contra los candidatos que quieren separar a Trump de su cargo. En otra encuesta de la CBS, 53 por ciento considera que la investigación de Robert Mueller, el fiscal especial que investiga la posible colusión de Trump con los rusos para sabotear la campaña de Hillary Clinton, está motivada por cuestiones políticas, mientras que sólo 48 por ciento estima que es legítima. En un artículo publicado en el New York Times la semana pasada, Frank Bruni, uno de los editorialistas más críticos de Trump, consideró que los demócratas jugarían una carta muy peligrosa si deciden iniciar un juicio político y no logran reunir los votos suficientes para su propósito.
En México, como en América Latina, desde hace décadas los pueblos indígenas se han convertido en sujetos políticos que reclaman derechos colectivos, de pueblos, que es lo que son. Este hecho histórico colocó a los estados nacionales en una crisis que los obligó a pactar con ellos acuerdos de transformación para que pudieran incluirse en la vida nacional, como parte de la sociedad, de donde habían sido excluidos desde que los españoles llegaron a estas tierras. Casi todos los países de América Latina realizaron pactos con sus pueblos donde invariablemente aceptaban reconocerlos como sujetos de derecho, sus derechos colectivos (autonomía, territorio, gobiernos y sistema de justicia propios, entre los más importantes). Sólo que a la hora de su reconocimiento y ejercicio, esos pactos se minimizaron al extremo de que en muchos casos quedaron diluidos. Desde entonces, es bien visto que los políticos hablen de reconocer a los pueblos indígenas y sus derechos, así como crear las instituciones y los mecanismos para que puedan ser exigibles.
Una de las características de la actual contienda electoral es la tempestad de propuestas sin sustento hechas por los tres verdaderos candidatos que buscan triunfar el próximo primero de julio. En los dos debates oficiales, más que programas de gobierno hemos visto ataques personales y hasta mentiras. Y en el reciente de Tijuana, se agregó el lamentable espectáculo de los dos moderadores (León Krauze y Yuriria Sierra), que por limitaciones profesionales y en aras de protagonismo, no aprovecharon los 15 minutos de fama de que hablaba Andy Warhol.
En los debates de los candidatos presidenciales se han perfilado claramente las líneas de la polémica principal, o del desacuerdo de sustancia entre los mismos: la oposición de dos visiones del mundo que son irreconciliables y que pareciera que no hay manera de hacerlas compatibles, sino que, al contrario, se muestran como absolutamente excluyentes y antagónicas.
En el segundo debate entre candidatos a la Presidencia debió tocarse con más amplitud el tema de la soberanía nacional, el objetivo de la confrontación era exponer puntos de vista sobre política exterior. Lamentablemente ni el formato ni el ánimo de algunos de los participantes permitieron una exposición amplia y sustentada del asunto. Sin embargo, López Obrador, candidato de Morena, blanco de ataques y señalamientos, sí tuvo la oportunidad y la aprovechó, para hacer dos propuestas patrióticas sobre el tema.
Que exista la corrupción no es novedad. Que emane del gobierno tampoco. Que la haya en el sector privado es también sabido. Igual lo es que en muchas ocasiones se combinen.
La popularidad de la efeméride genera expectativas y recrudece resentimientos. ¿Podemos decir que el 68 fue traicionado por quienes participaron en los acontecimientos? ¿Líderes, bases, simpatizantes? ¿En México, Francia, Alemania, Estados Unidos? ¿Traicionaron como generación los ideales, quedando en el sentencioso poema mínimo de José Emilio Pacheco con el 68 en mente: Ya somos aquello contra lo que luchamos a los 20 años? Lo que Ezra Pound expresara en su ABC de 1935: Uno de los placeres de la edad mediana es descubrir que uno estuvo en lo correcto, y que más lo estaba a los 17 o 23.

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