6/18/2019

Preocupa a intelectuales la creciente actividad militar en comunidades zapatistas

Estrategia de guerra

Personalidades del ámbito internacional y nacional, como el lingüista Noam Chomsky y los sociólogos Boaventura de Sousa y Michael Löwy, manifestaron su preocupación ante la creciente actividad militar en los territorios zapatistas, lo que consideraron, más que una estrategia de seguridad, parece una estrategia de guerra.

En una carta pública de apoyo a los zapatistas y contra la militarización, firmada por 65 personajes, académicos e intelectuales del mundo y por 92 mexicanos, como la defensora de derechos humanos Magdalena Gómez, el antropólogo Gilberto López y Rivas, el escritor Juan Villoro y el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, alertaron sobre la posibilidad de que la administración de Andrés Manuel López Obrador, como sus antecesores, liberales y conservadores, orille a los pueblos indígenas al borde del exterminio.

La Carta contra la militarización y en solidaridad con las comunidades zapatistas y los pueblos indígenas de México, se difundió ayer por diversos medios, y los signatarios expresaron su temor por lo que nuevamente está pasando en aquel rincón olvidado del sureste mexicano que se convirtió en el corazón de la esperanza y la rebeldía: Chiapas.
“Nos preocupa enterarnos de la creciente actividad militar en los territorios de las comunidades zapatistas. Vemos que en medio de la compleja situación de seguridad que vive México, el camino de la militarización del país esté tomando más fuerza. Es una señal de alerta que bajo la muy cuestionada estrategia en torno a la Guardia Nacional, ésta sea, como ha ocurrido tantas veces, una fuerza de ‘seguridad’ que no distinga entre crimen y resistencia, entre crueldad y digna rebeldía.
Es contradictorio que cuando los datos del propio gobierno de México indican que la zona zapatista es de las de más bajo índice delictivo, la estrategia de seguridad se dirija de manera amenazante ante esas zonas que son de los pocos santuarios de libertad y seguridad para el México de abajo. Eso más que una estrategia de seguridad parece una estrategia de guerra.
En el documento, que se promovió desde la semana pasada y logró juntar además la adhesión de varias organizaciones civiles y sociales, los firmantes alertan ante lo que consideraron un proceso creciente de hostilidad hacia resistencias auténticas, históricas y legítimas que se oponen a proyectos (impulsados por el gobierno federal) como el Tren Maya, el Corredor Transístmico y el Plan Integral Morelos, entre otros.
Preocupa enterarnos de recientes homicidios de integrantes del Congreso Nacional Indígena y del Consejo Indígena de Gobierno.
Subrayaron que la misiva no es un manifiesto ideológico ni una declaratoria de postura frente a los cambios políticos que están ocurriendo en México, sino que se trata de un mensaje de genuina preocupación por lo que se siente que se avecina en ese abajo que después de 25 años, de 500 años, sigue resistiéndose al exterminio y al olvido. Nos preocupan aquellos que durante un cuarto de siglo han luchado por su autonomía, que han puesto la dignidad por encima del pragmatismo político, que han sido un ejemplo de libertad en un mundo encadenado por el miedo, nos preocupan los zapatistas.
Entre los firmantes, destacaron, hay personas que ven la administración de López Obrador con esperanza y otros con escepticismo, pero todos somos personas que soñamos con un mundo distinto, mejor.
Aseguraron que un cambio en México no puede ocurrir bajo una sombra de pragmatismo político, cediendo ante presiones que llevan al autoritarismo, al despojo y a la violencia en beneficio del uno por ciento, ni con la descalificación de voces críticas que con su autenticidad y consistencia se han ganado el respeto del mundo.
El mundo está mirando con ojos y corazón lo que pasa en México y en Chiapas. ¡Alto a la guerra contra los zapatistas y los pueblos indígenas.
Emir Olivares Alonso
Periódico La Jornada
Martes 18 de junio de 2019, p. 5

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