11/05/2019

Renuncia integrante del Grupo de Trabajo sobre Alerta de Género para Sonora


Por segunda ocasión una académica integrante del Grupo de Trabajo para investigar la solicitud de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres en Sonora (AVGM) renunció por irregularidades detectadas en el proceso, coordinado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, Conavim.
La Doctora Raquel Güereca Torres, coordinadora de Bienestar Universitario y Género, de la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Lerma, denunció que fue blanco de exclusión y violencia institucional por parte de la Conavim, pues el Grupo de Trabajo publicó falsedades sobre ella en la minuta de la tercera reunión del colegiado.
La académica dijo que fue injuriada y difamada, pues en el sitio de transparencia de la Conavim se incluye un párrafo donde se muestra inconformidad por su supuesta inasistencia a las más recientes reuniones, aún cuando ella avisó que no podría estar presente y envió documentos con sus comentarios vía drive creado exprofeso para el GT de Sonora.
Esta renuncia se suma a la de Mercedes Zúñiga Elizalde, quien en el proceso de solicitud de AVGM para el municipio de Cajeme, Sonora de 2015, denunció irregularidades en el proceso e intromisión del Gobierno del estado de Sonora para influir en la decisión del GT para que no se declarara la AVGM en dicha entidad.
Con fecha 31 de octubre de 2019, Raquel Güereca presentó su renuncia al GT, dos días antes de haber solicitado una réplica al Acta publicada sin haberla contactado para preguntar qué había sucedido.
La renuncia fue dirigida a la titular de la Conavim, Candelaria Ochoa, a la directora adjunta de Conavim, Nadia Sierra Campos; y al Secretario Técnico del GT, Javier Contreras Arreaga.
En el documento, la profesora investigadora de la UAM Lerma, integrante del SNI nivel 1, acusó al GT de sostener un sesgo consistente en un rechazo hacia las Alertas de Género. Señaló que todas las veces que se expresó ese sesgo en las sesiones del GT, ella manifestó que las AVGM no son entidades con vida propia, y que su eficacia depende del funcionariado responsable de su implementación y seguimiento.
La académica expuso que el sesgo referido tiene un efecto negativo en los diagnósticos a realizar al revelar falta de capacidad institucional y voluntad de mejorar la implementación del mecanismo de Alerta por Violencia de Género.
Advirtió que hay diferencias de fondo entre su postura y la del resto del GT acerca del uso de la perspectiva de género en el análisis de la solicitud de AVGM en seis municipios de Sonora; así como en su consideración expresa de dar mayor cabida a la voz de las peticionarias en el proceso de análisis y contraste de la información.
Maltrato institucional
La ahora ex integrante del GT denunció que ha sido objeto de maltrato institucional por parte de la Conavim, así como de exclusión deliberada por parte del GT, pues no se consideraron sus aportaciones en el borrador enviado el día 30 de octubre para ser discutido en las sesiones del 31 de octubre y el 1 de noviembre a realizarse en Sonora.
El agravio “no sólo lesiona mi honorabilidad y el prestigio de mi trabajo académico y compromiso social con la justicia y libertad de las mujeres que realizo en la institución que dignamente represento en el GT: la Universidad Autónoma Metropolitana”, expresó en su renuncia.
De acuerdo con la académica, su renuncia se basó en que no existen condiciones de confianza, diálogo y buena fe necesarios para continuar con sus labores bajo el respeto y reconocimiento de su experiencia en la temática.
Con relación al panorama que encontró en la visita in situ al estado de Sonora, en el mismo oficio de renuncia lamentó que al entrevistar a jueces de control y otros funcionarios todavía prevalecen los estereotipos de género, así como la comprensión errónea de algunos conceptos sobre la perspectiva de género, que conducen a omisiones en el acceso diligente a la justicia en casos de violencia feminicida.
Como ejemplo citó la dilación en las denuncias de violencia familiar por parte de los Ministerios Públicos bajo la creencia de que “las mujeres no van a continuar con los trámites” y por ello retrasan los procesos.
“Algunos agentes entrevistados de las policías municipales señalaron que la perspectiva de género implica “entender cómo las mujeres provocan la violencia en su contra pues están muy empoderadas”, “que no les den de cenar ¿no es violencia?”.
Se identificó que no existen condiciones para que tanto el poder ejecutivo como el judicial impidan y sancionen la violencia contra las mujeres, lo que genera un contexto feminicida. Los bandos municipales no tienen perspectiva de género y sólo cuentan con faltas asociadas a la alteración del orden público, especificó.
Güereca Torres adviertió que en Sonora hay un contexto de vulnerabilidad a la violencia feminicida derivado de un enfoque “familista”, sin perspectiva de género en la atención judicial de la problemática. Tampoco se identifican mecanismos de seguridad para evitar que las mujeres que denuncian alguna modalidad de violencia fuera del ámbito familiar, reciban protección.
El documento de renuncia fue enviado con copia para la titular de la Secretaría de Gobernación, doctora Olga Sánchez Cordero, a la representante legal de las peticionarias, Ana Yeli Pérez Garrido, entre otras. 


Hermosillo, Son. 

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