12/04/2019

Avanza la Cuarta Transformación: exitoso primer año de gobierno de AMLO

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 En el primer aniversario de la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en el llamado gobierno de la Cuarta Transformación, México ha experimentado una reconfiguración sin precedente, marcada en gran medida por el combate a la corrupción, una reorientación presupuestaria redistributiva, un política energética no entreguista y soberana y una política exterior que retomó los principios de la diplomacia mexicana.

Las transformaciones emprendidas por AMLO cuentan con un respaldo social, acaso sin precedente desde el gobierno de Lázaro Cárdenas, y las multitudes lo acompañan a su paso por todo el país, pese a la irritación que han provocado sus políticas en sectores altos y medios, que no pudieron ser capitalizados por los perdedores de las elecciones.

Los avances en el primer año de esta Cuarta Transformación se suman a la inviabilidad manifiesta de una regresión conservadora, recalcó AMLO en su discurso, y dan muestras que México, más allá de un cambio de gobierno, está transitando el fin del viejo régimen y los dolores de parto de uno nuevo.

“Tendrían que esforzarse muchísimo y pasar mucha vergüenza para retroceder a los tiempos aciagos de la corrupción, de los contratos leoninos, de los fraudes electorales, del racismo, del desprecio a los pobres, del mátenlos en caliente”, añadió.

En su extenso discurso ante más de 300 mil personas, López Obrador consideró que la cooperación en la relación bilateral con Estados Unidos se ha profundizado y agradeció los gestos de apoyo que tuvo Donald Trump en la crisis de violencia generada durante el operativo en Culiacán y tras los lamentables y dolorosos ataques a la familia mormona de LeBarón.

“Ofreció ayuda y respetó nuestro derecho soberano a decidir con independencia y libertad. El gobierno de México cumplirá su responsabilidad de hacer justicia. No aceptamos ningún tipo de intervención, somos un país libre y soberano”, dijo.

Asimismo, reivindicó la posición mexicana frente al conflicto en Bolivia: “Que se escuche bien y que se escuche lejos, Evo no sólo es nuestro hermano que representa con dignidad al pueblo mayoritariamente indígena de Bolivia, Evo fue víctima de un golpe de Estado y desde México para el mundo sostenemos: democracia sí, militarismo no”.

Apeló a Benito Juárez para enfatizar la irreversibilidad de los cambios impulsados: “¿Qué decía Juárez, entre otras cosas, en circunstancias como ésta, cuando se estaba llevando a cabo la segunda transformación, la época de la Reforma, momentos mucho más difíciles que los que estamos viviendo? Decía Juárez: ‘El triunfo de la reacción es moralmente imposible’.”

En hora y media de discurso, aseguró que ya se han cumplido 89 de los 100 compromisos de gobierno que asumió hace un año y recalcó el desmonte de los esquemas que favorecían la corrupción: Ley de Extinción de Dominio, creación del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, prohibir la condonación de impuestos, Ley de Austeridad Republicana, clasificar la evasión fiscal y el fraude electoral como delitos graves y eliminación del fuero presidencial, entre otros.

La transformación

La Cuarta Transformación nada tiene que ver con la continuidad o la consolidación de la pretendida transición democrática de antaño, sino la negación y la superación de este viejo concepto fallido, un sistema de privilegios, impunidad y simulación, cuando la corrupción derrotó la institucionalidad, el neoliberalismo aniquiló la justicia y el poder aplastó la pluralidad.

Hoy AMLO busca un cambio profundo en las relaciones del Estado con la sociedad, el sector privado y el sistema político.

Las transformaciones constatadas en  este primer año de gobierno incluyen el combate a la corrupción, una reorientación presupuestaria con fines redistributivos, un política energética soberana y una política exterior que retomó los principios de la diplomacia mexicana.

 En un año de gobierno, la llamada reforma educativa del gobierno anterior fue revertida, la política energética fortaleció la estatal Pemex y la Comisión Federal de Electricidad; y el gobierno cumplió con su promesa de no aplicar medidas represivas contra movimientos sociales. Y, además, los ha escuchado.

Lo que no ha logrado es llevar a un crecimiento económico del 4%, pese a la resaltable  mejoría en la economía popular a partir del aumento generalizado de los apoyos para los más necesitados: jóvenes, mujeres, indígenas, campesinos, discapacitados, tercera edad. En este primer año, el 27.7 por ciento de los mexicanos perciben un aumento en su ingreso familiar y el 51,2% señala que la situación económica les alcanza sin grandes dificultades.

Lo que no le ha resultado fácil al actual gobierno es frenar la inseguridad y la violencia delictiva, generados y aupados durante los últimos tres gobiernos anteriores. Es muy pronto para que la apuesta por atacar las raíces de la inseguridad (pobreza extrema, desempleo, marginación, deterioro de los sistemas de salud y educación) den resultados.

La decisión de no continuar con las políticas belicistas y violentas dejó a la intemperie el enorme poder que las organizaciones criminales sumaron en los 12 años anteriores.

Pero también se ha transformado la relación entre el Estado y el sistema político, con una mayor democratización. Hoy el presidente ya no dicta lo que ocurre en los otros poderes del Estado ni en el partido político en el gobierno sino un primero entre pares.

 Gerardo Villagrán del Corral
Antropólogo y economista mexicano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)

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