7/20/2008

Nuevo libro de Olamendi sobre clasificación de delitos contra mujeres


Muchas penalidades son ridículas y agravantes

Por Sandra Torres Pastrana

México DF, 18 julio 08 (CIMAC).- En México hay penalidades para delitos contra las mujeres que son ridículas: en algunos códigos penales hay aberraciones como el homicidio “por razones de honor”, donde de manera irónica se rebaja la sanción a la persona que asesina si sorprende a su cónyuge o concubina en un acto carnal o próximo a su consumación.

Así lo afirmó la maestra Patricia Olamendi Torres, durante la presentación de su libro “Delitos contra las mujeres. Análisis de la clasificación mexicana de delitos”, realizada el pasado 17 de julio en la Cámara de Diputados por el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM) y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

El libro, que intenta mostrar la magnitud real y las características de los delitos que se cometen contra las mujeres, señaló Olamendi, explica en 21 estados de la República se tipifican el delito de rapto como aquel que sustraiga, retenga o se apodere de una mujer, como si las mujeres fueran objetos o cosas, y en 14 entidades se extingue la acción penal si el delincuente se casa con la víctima.

Sólo 13 estados de la República tipifican como delito la violación entre cónyuges o concubinos, mientras 19 entidades todavía contemplan en sus legislaciones la obligación del débito conyugal, es decir, que las mujeres tienen que cumplirle a sus esposos, ignorando su derecho a ejercer su sexualidad de manera libre.

Se conocen 121 delitos contra las mujeres en los Códigos Penales de 31 estados y el Distrito Federal, así como en el Código Penal Federal y en 34 leyes federales vigentes, pero no se sabe, por ejemplo, cuántos de estos delitos se llevan a cabo en el hogar de las mujeres, señaló la especialista.
UNA HERRAMIENTA

En entrevista con Cimacnoticias, la maestra Olamendi dijo que la elaboración de este trabajo significa que hay mucho por hacer para lograr la justicia hacia quienes padecen la violencia de género, por lo que el libro es una herramienta para las mujeres para seguir exigiendo cambios, “hasta que logremos el respeto a nuestra libertad y a nuestra dignidad y a nuestra integridad”.

Mientras siga habiendo estos delitos y aberraciones en los códigos penales, no hay respeto para las mujeres, insistió.

Los datos expuestos en el texto, dice su autora, muestra cómo las legislaciones locales, al no considerar delitos los contemplados en los convenios internacionales firmados por México y consignados en la Ley General de acceso a las mujeres a una vida sin violencia y en la de Igualdad entre mujeres y hombre, mantienen en la impunidad tales hechos y posibilitan que la magnitud y la frecuencia de estos delitos quede subestimada en las estadísticas nacionales.

Actualmente no hay un delito que sea común en el país, aseguró Olamendi, hay diferencias tanto de delito como de sanción en todo México. Ejemplo de esto es el secuestro, que en un estado tiene una sanción y en otros, otra. Es como estar en distinto país dentro del mismo.

Los delitos que se analizan en el libro son: la violencia física y psicológica, en sus diversas manifestaciones, violencia sexual, violencia social, que considera además los delitos contra los derechos reproductivos, y violencia económica.

En su intervención, la diputada Maricela Contreras, dijo que el libro en sí mismo justifica su publicación pues, entre otros objetivos, lo que busca es evidenciar cómo se vulneran los derechos de las mujeres a través de legislaciones que son anacrónicas y obsoletas con los avances en materia internacional. Y, a nivel federal, en México se han detenido en el reconocimiento del derecho de todas las mujeres a vivir una vida libre de violencia.

Por su parte, el presidente de la Comisión de Justicia, César Camacho, dijo que la deficiente normativa que existe en el terreno federal y en los estados del país mantiene un debate en la homologación normativa de los códigos penales del país. Estas deficiencias, dijo, en sí mismas son un agravio para las mujeres y si este país pretende ser democrático debe poner solución a dicha situación que afecta a la mitad de la población del país.

Estuvieron también presentes en la presentación las diputadas Yolanda Rodríguez y Martha Tagle, así como Marcela Eternod Aramburu, del INEGI y Paz López Barajas, de UNIFEM.

08/STP/GG

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