5/04/2010

En algún lugar… Estigma




Laura M. López Murillo (especial para ARGENPRESS.info)

En algún lugar de la prosperidad, se fabrican y se imponen las etiquetas que harán girar el círculo vicioso del lucro: la felicidad que se materializa, se cotiza y se consume, se produce por un lumpen estigmatizado sin posibilidad de alcanzar el sueño americano...
La Ley SB1070 promulgada el 23 de Abril en Arizona establece que la condición de inmigrante indocumentado es un delito estatal y autoriza a las corporaciones policiacas para detener, sin orden de arresto previa, a las personas sospechosas. Desde su promulgación, la ley anti-inmigrante desencadenó reacciones contrarias: mientras el 60% de los habitantes de Arizona se expresaron a favor de esta ley, los 13 millones de inmigrantes indocumentados en EUA manifestaron su rechazo por considerarla racista.

Sí! … Es cierto que todos los pueblos de la Tierra pueden regirse como les plazca y gobernarse como mejor les parezca; es cierto que una multitud de norteamericanos no están de acuerdo en financiar, a través de sus impuestos, el sostenimiento de los hijos de indocumentados que providencialmente nacieron en territorio estadounidense; pero también es cierto que el lumpen de trabajadores indocumentados genera un altísimo porcentaje de los ingresos, no sólo en Arizona, sino en todo ese país.

No!… No se ha ponderado, ni se determinará, la relación entre lo que se destina a las instituciones de bienestar social y la riqueza generada por inmigrantes indocumentados (por la vía de la explotación). Y sí!... En el territorio inhóspito del consumismo (Consumisland), la sospecha de un estatus migratorio irregular, los indelebles rasgos raciales, el color de la piel y la desesperación en la mirada, son factores que minimizan los costos, elevan la producción e inciden favorablemente en la generación de la riqueza.

El trabajo de los indocumentados se retribuye muy por debajo de los niveles mínimos del salario oficial; por la situación migratoria irregular, no tienen derecho a cobertura médica y no gozan de ninguna prestación. Es un juego perverso, pero efectivo: criminalizan al indocumentado y esparcen la amenaza de castigar a quienes los contraten, lo que provoca el abaratamiento de la mano de obra indocumentada por el riesgo latente de la aplicación de la ley; y así, en un circulo muy vicioso, la economía prospera por la vía de la estigmatización.

Lo único rescatable de este episodio, es un efecto alterno de la ley SB1070: ahora, el flujo en la cadena del valor se inicia oficialmente en el ámbito criminal, con la explotación denigrante de trabajadores tipificados como delincuentes; legalmente se reconoce que la felicidad que se materializa, se cotiza y se consume, se produce por un lumpen estigmatizado sin posibilidad de alcanzar el sueño americano...

Laura M. López Murillo es Lic. en Contaduría por la UNAM. Con Maestría en Estudios Humanísticos, Especializada en Literatura en el Itesm.

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