11/17/2010

Un estudio revela explotación sexual y laboral a mujeres inmigrantes en Estados Unidos


Trabajadoras del sector agrícola tratadas como animales

Redacción AmecoPress


Madrid, 17 nov (10). AmecoPress. El informe “Injusticia en Nuestros Platos: las Mujeres Inmigrantes en la Industria Alimenticia de Estados Unidos” asegura que las inmigrantes que trabajan en la industria alimenticia de Estados Unidos son víctimas de explotación sexual y laboral.

El SPLC entrevistó a unas 150 mujeres de México, Guatemala y otros países, y concluyó que las mujeres inmigrantes en Estados Unidos son víctimas de abusos generalizados que incluyen asedio sexual y robo de salarios. Se trata de un problema generalizado que afecta a un número no determinado de mujeres trabajadoras en sectores como el agrícola o rastros de pollos.

De los tres millones de personas trabajadoras agrícolas de Estados Unidos, alrededor del 22 por ciento son mujeres. En el sector del pollo, más del 50 por ciento del personal es femenino. Aunque no existen estudios detallados sobre la situación de las mujeres inmigrantes, un sondeo separado sobre las trabajadoras del campo en California mostró que ocho de cada diez mujeres consideraban el asedio sexual como un "problema serio".

Karina Díaz García, una inmigrante mexicana que participó en el estudio, dijo haber sido testigo de actos de asedio, hostigamiento e incluso una violación contra una de sus compañeras, en muchas ocasiones cometidos por los propios capataces hispanos.

"Muchas veces nos bañaron con pesticidas. Nos tratan como animales", señaló Karina, quien trabajó en los campos de cultivo de cebolla, papa dulce, tomate y otros vegetales en el estado de Nueva York.

Mónica Ramírez, directora del Proyecto de Justicia Inmigrante del SPLC, sostuvo que la realidad del abuso sexual contra mujeres inmigrantes es tan conocida que “muchas mujeres toman anticonceptivos para no tener que alumbrar a los hijos de sus violadores”.

Pero la violencia sexual es uno de los abusos cometidos contra las trabajadoras, que sistemáticamente son explotadas laboralmente por el pago incompleto de sus salarios o por trabajar en condiciones inapropiadas y expuestas a sustancias químicas.

Ramírez indicó que el estudio del SPLC encontró que “algunas de las mujeres tuvieron hijos con malformaciones genéticas, a consecuencia de contaminación por sustancias tóxicas”.

Se trata de formas de explotación y violencia difíciles de imaginar y, como señaló la directora legal de Centro Sureño sobre la Pobreza (SPLC), Mary Bauer, “ninguno de nosotros toleraría".

Fotos: archivo AmecoPress

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