6/21/2011

Wikileaks en La Jornada

“La presión del gobierno contra los cárteles engendró más violencia”: García Luna

El titular de SSP hizo la afirmación en una reunión con Negroponte, dice un cable

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Despliegue militar en ChihuahuaFoto Notimex

Arturo Cano
Periódico La Jornada
Martes 21 de junio de 2011, p. 3

¿Se cree al gobierno de México cuando habla en público o cuando lo hace en privado?

Habla Alejandro Poiré, alguna vez asesor de Elba Esther Gordillo y ahora secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional: Se rechaza categóricamente la apreciación de que en México, por definición, un mayor esfuerzo en la aplicación de la ley por parte de la autoridad tendrá como resultado un incremento en la violencia de los narcotraficantes.

Toma la palabra Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública: “La presión del gobierno de Calderón contra los cárteles al principio de este año (2007) engendró más violencia” (cable 07MEXICO6043 de la embajada de Estados Unidos en México).

La airada arenga de Poiré fue lanzada apenas el 31 de mayo pasado, ante cámaras y micrófonos. García Luna habló en una reunión a puerta cerrada, cuando se cumplían 11 meses del gobierno de Felipe Calderón, ante un embajador estadunidense muy conocido en América Latina: John Dimitri Negroponte.

Poiré respondió al reporte de la Comisión Global de Políticas sobre Drogas de la Organización de Naciones Unidas, en la que participan los ex presidentes Fernando Henrique Cardoso, César Gaviria y Ernesto Zedillo, además de otras figuras mundiales. García Luna lo hizo a preguntas expresas de Negroponte, quien por entonces se preparaba, en su calidad de subsecretario de Estado del gobierno de George W. Bush, a defender la Iniciativa Mérida ante el Congreso de Estados Unidos.

Desde las primeras reuniones de funcionarios estadunidenses con sus pares del gobierno de Calderón, reseñadas por los cables entregados por Wikileaks a La Jornada, el tema de la reforma policial aparece en forma recurrente. Así ocurre también en la reseña del encuentro entre Negroponte y García Luna a finales de octubre de 2007. Sucede igual con republicanos o demócratas, con funcionarios de seguridad o legisladores del vecino país. El titular de la SSP explica a todos, con detalle, sus programas en curso y sus planes futuros.

A Negroponte, por ejemplo, le dice que pretende hacer crecer la fuerza policiaca federal a 35 mil efectivos, construir “una prisión de supermáxima seguridad que permita aislar a los miembros de los cárteles de sus redes de apoyo”, así como crear una base social de apoyo a las fuerzas de seguridad pública, se lee en el cable fechado el 5 de diciembre de 2007.

Uno de los pasos para construir esa base social serían los consejos consultivos estatales de seguridad, integrados por empresas, organismos no gubernamentales y líderes cívicos.

Las ambiciosas propuestas de García Luna –así calificadas en el cable– estaban, claro, a la espera de su aprobación en el Congreso, pero según el secretario proporcionarían los medios para la profesionalización de todos los 350 mil policías federales, estatales y locales, mediante la implementación de métodos, procesos y sistemas estandarizados en todas las jurisdicciones.

En calidad de mientras –informaba García Luna a Negroponte–, la SSP está realizando la prueba del polígrafo a las fuerzas federales bajo su control. Entonces, el secretario informaba que la SSP se preparaba para tener la capacidad de aplicar tales pruebas a 100 mil policías por año.

Calderón, explicaba García Luna a Negroponte, proponía una reforma que demostraba su compromiso de romper el molde de la seguridad pública en México, donde las fuerzas locales, estatales y federales tradicionalmente han trabajado aisladas, manteniendo distantes (y) muchas veces antagónicas relaciones.

Restaurar el respeto a las fuerzas de seguridad, objetivo

En sus conclusiones, García Luna admitía ante Negroponte que “la presión del gobierno de Calderón contra los cárteles al principio de este año engendró más violencia”, y enseguida enumeraba los desafíos claves de la dependencia a su cargo: “repoblar toda la fuerza policiaca en el país (romper el agarre que mantienen los cárteles sobre la policía local, en particular), restaurar el respeto público a las fuerzas de seguridad pública y entrenar y equipar a las fuerzas policiales para hacer frente a la ventaja tecnológica que los cárteles han mantenido durante mucho tiempo”. A ese fin ayudaría el apoyo prestado a través de la Iniciativa Mérida.

El cable lo firma el embajador Antonio O. Garza, republicano.

Dos años después, el embajador Carlos Pascual, demócrata, firma un cable que reseña la visita del subsecretario Arturo Valenzela, para quien Genaro García Luna revisa la sustitución de militares por policías en Ciudad Juárez.

Según el despacho de Pascual, la idea era trasladar a los militares a las afueras de la ciudad, para que se centren en asegurar las rutas de tránsito y en prestar apoyo a las operaciones de seguridad urbana de las unidades de la Policía Federal en la ciudad (cable 09MEXICO3504).

Con ello, explica el secretario mexicano a Valenzuela, se garantizaría que las acciones contra la delincuencia estén más estrechamente ligadas a un proceso legal y (se) aliviaría la carga operativa que tiene actualmente el Ejército.

El gobierno de Felipe Calderón ha negado siempre que el clima de violencia afecte la marcha de la economía. En una declaración reciente, el secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, rechazó un informe del Banco de México, basado en opiniones de expertos, cuando dijo: No existe evidencia de que la recuperación económica se esté desacelerando, deteniendo, por el tema de la inseguridad.

Otra idea deben tener en Estados Unidos cuando, por ejemplo, en el cable citado se anota: Tanto el embajador como el subsecretario señalaron la necesidad de proceder con cuidado respecto del cierre de empresas en Ciudad Juárez, que podría complicar un entorno económico difícil e impulsar más la violencia y la criminalidad.

[132991 y 239754]

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Wikileaks en La Jornada

Perturbó a EU pasividad militar ante atentados en la frontera

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Militares y policías municipales inspeccionan vehículos en San Pedro Garza García, Nuevo LeónFoto Notimex

Blanche Petrich
Periódico La Jornada
Martes 21 de junio de 2011, p. 4

Febrero de 2007. Felipe Calderón ensaya su estrategia contra el crimen organizado con un fuerte ingrediente militar. A las ciudades norteñas de Monterrey, Nuevo Laredo y Matamoros llega una fuerza combinada de 3 mil 300 soldados y policías federales. Es la Operación Conjunta Noroeste. El narco de la región, donde reinaba en ese momento el cártel del Golfo, con Los Zetas operando como su brazo armado, contrataca: dos días después del arribo de la tropa –19 de febrero– un comando de sicarios ataca el vehículo del diputado federal y ex alcalde de Nuevo Laredo Horacio Garza Garza y mata a su chofer. El legislador sobrevivió.

Es el principio de la contraofensiva. Al consulado estadunidense en Monterrey no le cabe duda.

Los despachos que se envían desde los consulados de Estados Unidos en la franja fronteriza tamaulipeca –Nuevo Laredo y Matamoros, principalmente– son pocos y, a diferencia de la nutrida información que genera la misión consular en Monterrey, los textos son escuetos en información y pobres en análisis.

Desde la capital regia, precisamente, llega al Departamento de Estado la primera reacción de lo ocurrido en Nuevo Laredo, en un cable en el que se destaca la pasividad de las fuerzas del orden ante los golpes de las organizaciones criminales. Particularmente a partir de la contraofensiva del cártel del Golfo y Los Zetas ante el incremento de presencia militar, de lo que se habla es de impunidad. Nos preocupa que los responsables de estos asesinatos no sean arrestados ni perseguidos, expresa el ex cónsul en Monterrey Luis Moreno en el cable 07MONTERREY130 (97717).

En este despacho se califica de particularmente perturbador el intento de asesinato en contra del priísta Garza, ya que después de los hechos no observamos que se registrara ninguna acción militar para perseguir a los perpetradores.

Sobre el ataque a Garza, el cónsul expresa textualmente: Nuestros agentes de seguridad creen que el atentado fue en represalia por el incremento de presencia militar en la ciudad de Nuevo Laredo. Nota: se nos informa que inmediatamente después del intento de asesinato, policías municipales, estatales y federales se lanzaron a patrullar las calles. Pero dos horas después del hecho toda actividad o presencia policiaca en la ciudad había cesado.

Más adelante comenta las declaraciones hechas en esas fechas por el secretario de la Defensa Guillermo Galván, quien explicó que la Operación Conjunta Noroeste pretendía irrumpir en las rutas tradicionales de drogas y armas con retenes en las vías de comunicación entre Nuevo León y Tamaulipas. Pero al menos hasta el 17 de febrero, no había militares en los retenes habituales entre las dos ciudades, aunque nuestro agente de seguridad regional sí vio un nuevo puesto militar en la entrada principal del puente internacional Colombia.

Efecto cucaracha

Al primer trimestre del gobierno de Calderón, la embajada de Estados Unidos generó el primer cable diplomático evaluando el desarrollo de la política antinarcóticos de la entonces flamante administración y la oleada de operativos policiaco-militares que se aplicaron inicialmente en ocho estados.

Lejos del triunfalismo oficial, que en esos días alegaba que el alza incontenible de la violencia era señal de que el gobierno avanzaba y estaba golpeando al crimen organizado, un análisis confidencial de la entonces encargada de la embajada en México Leslie Basset (cable 07MEXICO1068) destaca que los operativos militares desplegados en las zonas más críticas del país habían producido un efecto cucaracha, retomando un término periodístico que se puso en boga en esos años, refiriéndose a la dispersión de las actividades del narcotráfico a estados donde tradicionalmente no habían penetrado, como Aguascalientes, Oaxaca y Yucatán.

A pesar de reconocer su efecto contraproducente, ya desde entonces (2 de marzo de 2007) los diplomáticos estadunidenses prefirieron alinearse con Calderón, asegurando que “la ofensiva federal sorprendió a los cárteles con la guardia baja”. De tener éxito en su estrategia –decía Basset, esperanzada–, Calderón obtendría un capital político que le está haciendo mucha falta. Pero –estimaba– el Presidente panista sólo pasaría la prueba de fuego si “demuestra que es capaz de institucionalizar la presión de la fuerza policiaca, desarrollando de manera paralela operaciones de inteligencia a pequeña escala y manteniendo un esfuerzo sistemático para golpear la base económica que sustenta a los cárteles”.

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Wikileaks en La Jornada

EU sospechaba que Chávez Chávez ayudó a narcos en Chihuahua

Criticó la negligencia con que el ex procurador atendió feminicidios en Juárez

Arturo Cano
Periódico La Jornada
Martes 21 de junio de 2011, p. 2

Estados Unidos sospechaba que durante su desempeño como procurador de Chihuahua, Arturo Chávez Chávez ofreció una “‘mano de ayuda’ a ciertas figuras de un cártel”.

En un cable enviado el 21 de septiembre de 2009, cuatro días antes de la ratificación de Chávez Chávez como procurador general de la República, el embajador Carlos Pascual firmó el despacho que se refiere a la cuestionada actuación del funcionario frente a los asesinatos de jóvenes mujeres en Ciudad Juárez:

“El difícil entorno local que enfrentó en los años noventa (en Chihuahua) pone los cargos en contexto –algunos de nuestros informes de ‘fuentes no públicas’ en ese momento también relatan un episodio en el que Chávez ofrece una ‘mano de ayuda’ a ciertas figuras de un cártel–, pero nada de eso refuta las acusaciones de errores graves” (cable 09MEXICO2759).

Una semana antes, en el despacho 09MEXICO2701, el mismo Pascual había calificado a Chávez de soldado de a pie, y en la nueva entrega insistía en que, aun con los votos suficientes en el Senado mexicano, la reacción (a su nombramiento) de las comunidades de derechos humanos de Estados Unidos y México será negativa.

Cualquiera fuese el resultado, Pascual estaba seguro de que el nuevo abogado de la nación tendría un margen de acción estrecho: No hay manera de que Calderón permita a cualquier procurador general retroceder en la cooperación con Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico, especialmente cuando necesita nuestra ayuda para obtener resultados.

Cuando el presidente Felipe Calderón propuso a Chávez como remplazo de Eduardo Medina Mora, la embajada realizó, según se desprende del cable, una búsqueda en los archivos de varias agencias de seguridad de EU. El resultado fue una impresión general positiva de Chávez durante su periodo como procurador de Chihuahua a principios de los noventa (1993-1996).

Los detalles: en ese entonces, Chávez trabajó en estrecha colaboración con las autoridades de EU y fue uno de los preferidos de la FBI, la DEA y otros en El Paso y en el EPIC (El Paso Intelligence Center).

Considerado pro estadunidense, interlocutor de confianza y hombre de bajo perfil, Chávez Chávez también contó con la buena opinión de su antecesor Medina Mora, quien dijo al embajador Pascual: Él es un abogado, un buen abogado. Yo no. Soy un buen servidor público que salió de la inteligencia. Somos personas diferentes. Él traerá la capacidad jurídica que yo no tenía.

Pese a la capacidad jurídica de Chávez Chávez, la embajada juzga que la parte más perjudicial de su récord está en la negligencia procesal con la que atendió los asesinatos de mujeres jóvenes en Ciudad Juárez. Medina Mora también opina sobre ese tema, en la versión de la embajada: “¿Hizo lo suficiente para investigar los feminicidios? En retrospectiva, no. Sin embargo, según las normas de la época, actuó de la misma manera que todos lo hicieron. Fue una mala decisión, pero se podría generalizar a todo México”.

Su futuro compañero de gabinete, Genaro García Luna, también opina sobre la nominación del chihuahuense: García Luna nos dijo que a pesar de que Chávez estaba en la lista original de cinco candidatos, era percibido con pocas probabilidades, opacado por el delantero (Francisco) Blake, procurador de Baja California.

García Luna también dice a la embajada que no conoce bien a Chávez Chávez, pero que creía que podía trabajar bien con él si era confirmado.

El titular de la SSP también describe a Chávez para los estadunidenses: Fuerte como jurista, pero más débil en la habilidad política necesaria para resolver las cosas a través de canales legales y políticos. García Luna no estaba seguro de que Chávez lograría la ratificación del Senado, debido a sus fuertes credenciales de panista. Y, de paso, informa que el PRI había sugerido al secretario de Gobernación, (Fernando) Gómez Mont, para procurador.

Un dolor de cabeza autoinfligido

Al nominar a Chávez Chávez, dice Pascual, el presidente Calderón obtuvo un dolor de cabeza político autoinfligido. No sólo porque sus antecedentes fueron pobremente investigados, sino también porque el análisis de los aspirantes se limitó a un estrecho grupo y el gobierno no exploró las posibilidades de veto de agentes de poder claves. Por si fuera poco, al propio Chávez no lo prepararon bien para que defendiera su caso ante los legisladores.

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Juarenses e integrantes de la Caravana por la Paz se presentaron el pasado día 9 en el Campo Algodonero, en Ciudad Juárez, Chihuahua. En ese sitio fueron localizados los restos de varias mujeres asesinadasFoto Víctor Camacho

Gerardo Laveaga, respetado jurista y director del Instituto Nacional de Ciencias Penales, se define ante funcionarios de la embajada como amigo de Chávez Chávez y dice que ni siquiera quiere el trabajo. No obstante, define a quien poco después sería titular de la PGR como una persona perseverante, desconocida en el ámbito jurídico y no lo suficientemente inteligente para empujar reformas legales. Por último, dice que el historial que trae de Chihuahua es veneno, que reforzaría una visión de muchos políticos de que Chávez no estaba a la altura del reto y que no es el tipo de persona que se quisiera ver a la cabeza de críticos esfuerzos legales en el entorno actual.

A Chávez Chávez no le va mejor con sus compañeros de partido. Buenas fuentes del PAN se encargan de informar al embajador que Calderón busca ganar el favor de la facción panista encabezada por Diego Fernández de Cevallos. Chávez en la actualidad trabaja en el bufete de abogados de Cevallos, sobre todo en casos civiles y comerciales, y sirvió como su jefe de asesores en el Senado. Uno de esos contactos del PAN arriesga, en tono conspirativo, que Calderón propuso a Chávez con la plena confianza de que el Senado lo rechazaría. Según esta fuente, Calderón entonces designaría a Juan Miguel Alcántara.

Y esa posibilidad inquietaba al embajador Pascual, en tanto que el sustituido Medina Mora constantemente colocaba las necesidades operacionales por delante de puntos finos de procedimiento... Fue pragmático sobre la burocracia y utilizó su posición para ayudar a nuestros esfuerzos. Nuestra experiencia con su adjunto, Alcántara, es todo lo contrario.

Actualmente, como se sabe, Alcántara es secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Y luego, el importante matiz. Con Chávez o Alcántara las cosas no cambiarían demasiado: “No hay manera de que cualquier candidato a procurador se aleje de la cooperación con Estados Unidos. Calderón sabe que el apoyo de EU en este ámbito es fundamental para el progreso concreto y en cierto grado para su credibilidad política. Él no tolerará ninguna obstrucción a las investigaciones que hagan más difícil detener a objetivos de alto valor y desbaratar a los cárteles”.

Sin embargo, Pascual estima que el relevo en la PGR podría hacer que el día a día de la cooperación entre México y EU fuese más complicado.

El nice boy

Voy a tratar de conseguir los votos, pero será duro, se deja querer el senador Manlio Fabio Beltrones en el informe del embajador. El sonorense alude al carácter responsable de su partido y hace que el embajador se interrogue sobre qué pedirá a cambio de esos votos: No hay duda de que Beltrones está pidiendo un precio, pero no es claro cuál...

En todo caso, concluye Pascual, Calderón pagará un importante capital político para conseguir la aprobación legislativa, sobre todo porque se enfrenta al “hábil negociador en lo oscurito”, como se llama a Beltrones en los cables entregados a este diario por Wikileaks.

El balance de la propuesta presidencial no es bueno por ningún lado.

Con la confirmación de Chávez, dice también el despacho, el presidente Calderón ya no sólo estaría bajo ataque por el papel de los militares en la lucha contra el narcotráfico. Ahora también su sistema de justicia civil será el blanco de los críticos de los derechos humanos.

Aunque Medina Mora se había vuelto ineficaz en los grandes temas, Pascual sintetiza la postura de la élite mexicana sobre la propuesta del Presidente: cuestionable juicio, mal momento y pobre ejecución.

Antes, el renunciante embajador había citado la descripción que Beltrones hizo de Chávez Chávez: “(Es) un ‘buen muchacho’ que se mantiene en sus temas de conversación, pero sin una visión real”.

El nice boy, como se le nombra en el cable, ocupó el cargo de septiembre de 2009 al 31 de marzo pasado.

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