10/04/2011

Los periodistas pal café....




Julio Hernández López: Astillero
La colocación de dos decapitados en las inmediaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional es un nuevo asomo capitalino al horror cotidiano que se vive en otras partes del país, a propósito de la turbia guerra calderonista contra el narco. En días recientes se produjo en la transitada avenida Patriotismo una balacera de policías con asaltantes que pretendían robar una camioneta, quedando múltiples capitalinos bajo riesgo de ser afectados por el enfrentamiento. Y antes han sido instalados cadáveres colgantes en puentes y se han conocido otras muestras de salvajismo, pero en áreas del estado de México colindantes con el Distrito Federal.
Lo sucedido ayer constituye un reto al poder militar del país por una organización regional secundaria, La mano con ojos, cuyo máximo dirigente, apodado El compayito, fue detenido el 11 de agosto pasado por la policía mexiquense en una colonia de la ciudad de México, durante un operativo de escandalosa violación de derechos humanos y comisión de múltiples delitos en casas, destacando la denuncia que al respecto hizo el poeta Efraín Bartolomé. Esa noche de espanto en la delegación Tlalpan, los capitalinos sintieron (pero todavía a la distancia, como cosa excepcional) lo que muchísimos mexicanos del resto del país ante corporaciones de rudeza aún peor.
El gradual acercamiento capitalino a esa violencia extrema se produce en tiempos políticos de volatilidad especial. La ciudad de México es el único punto importante de concentración de votos mayoritariamente no panistas que ha logrado quedar fuera de la peculiar ruta de confrontación explosiva que ha afectado al Michoacán perredista (donde Luisa María Calderón busca la gubernatura prometiendo subsanar parte de lo que su hermano Felipe provocó o aceleró) y a estados gobernados por priístas (graneros de votos, solían decir con orgullo los estrategas del partido de tres colores), como Nuevo León, Tamaulipas, Veracruz o Chihuahua, por mencionar casos destacados. Descomponer la capital del país significaría abrir una oportunidad de cambio electoral que pusiera fin a la ya larga presencia de administraciones de izquierda y abriera posibilidades al PAN calderonista y al PRI peñanietista, por separado o en alianza.
A las presunciones de que el gobierno federal usa su guerra contra el narcotráfico por motivaciones políticas y electorales, el PRI ha respondido con un cuasimafioso cierre de filas en torno al proyecto de retorno a Los Pinos que encabeza Enrique Peña Nieto (con todo y el retobo del senador Manlio Fabio Beltrones, que está encareciendo las negociaciones finales de entrega de su capital al heredero capilar mexiquense designado y pastoreado por su antítesis craneana con sal). El distractor presidente del PRI cuela con sigilo la lista de sus nuevos operadores electorales corleonescos mientras muestra dibujos hechos por él a mano con la presunta colocación de los principales aspirantes presidenciales (EPN, a la cabeza, obviamente; segundo lugar, AMLO, y la novedad de la conferencia de prensa de ayer, Vázquez Mota instalada en tercer lugar por la muy objetiva agencia de encuestas de Moreira Brothers).
Siete ex gobernadores bien forrados a su paso por los erarios de sus entidades se convierten en secretarios regionales (ocho, con Murillo Karam en el DF), con la consigna de llevar al triunfo al PRI haiga de ser como haiga de ser. Varios de esos nuevos adalides de la democracia fueron acusados en sus terruños de tener ligas con cierto bando del narcotráfico y es válido preguntarse si tales compromisos serán ahora sostenidos, extendidos o, también, combatidos, en los asentamientos a los que son enviados y que no necesariamente corresponden a las adscripciones originales de esos mandatarios con determinados cárteles. Igual sucede en la capital del país, donde dinero y habilidades de procedencia inedefinible entrarán en acción distrito por distrito, con poderosos responsables designados, para empujar el mayor número de triunfos priístas en la hasta ahora irrecuperable capital del país.
El dólar llega a 14 pesos con 15 centavos, mientras el presupuesto federal del año entrante es sometido al tradicional regateo entre gobernadores, legisladores y altos funcionarios federales, pero esta vez todos bajo la acusación cierta de estar pensando en términos de acumulación de pertrechos para la guerra electoral en curso. A la inseguridad ante acontecimientos económicos mundiales que agravan nuestra propia debilidad y riesgo, se suman declaraciones perturbadoras (¿el filofranquista gobernador veracruzano, Javier Duarte, podría tomarlas como dignas de cárcel por alterar la paz pública?) como la hecha por Felipe Calderón respecto de la necesidad de revisar los subsidios que terminan también distorsionando e incentivando más allá de lo razonable el uso de la energía (¿elevar las tarifas de la energía eléctrica o de los combustibles para que la gente use más racionalmente lo que ahora le resultaría más caro?).
Sin declaratoria de guerra, nomás a sus pistolas (y el resto del armamento que podría englobarse en el término Pentágono, para ahorrar palabras), un precandidato republicano a la Casa Blanca, Rick Perry, ha anunciado que estaría dispuesto a considerar una intervención militar directa en México para exterminar a narcotraficantes y ayudar al sostenimiento del gobierno formal; es decir, el que disfruta de la verde vista de Los Pinos. Tal señalamiento ha tenido como respuesta oficial una tibia e indirecta mención del embajador de México en Estados Unidos, Arturo Sarukhan, quien con gallardía de gigante ha hecho saber que no hay nada de eso, que en las mesas de negociaciones bilaterales el tema ni se discute y que, además, como si de una maquiladora fronteriza se tratara, ese eventual envío de tropas no es un componente que se esté previendo.
Y, mientras le dan al desbocado Fox una sopa de sus propios desatinos, al recordarle en el IFE que él fue el causante de la inequidad y el intervencionismo que llevaron a establecer nuevas normas que impidieran la repetición de esas andanzas tramposas, ¡hasta mañana!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx



Cuando el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, en la apertura del Foro del Mercado de Valores 2011, se congratulaba del desarrollo favorable que ha tenido dicho mercado, lo cual ha sido reconocido a escala internacional, llegaban noticias de que las bolsas de Estados Unidos y México iban en picada. No se puede culpar al joven funcionario. Entre los invitados estaba el presidente Calderón y ya saben que lo persigue un mal fario insuperable. Todas las empresas mexicanas en la Bolsa de Valores de Nueva York registraron pérdidas, y las de dos, Cemex y Transportación Marítima Mexicana, fueron impresionantes. En general, el último trimestre ha sido luctuoso. En la gráfica aparece el valor de mercado actual de las empresas con presencia en la principal bolsa neoyorquina, en función a la cotización de sus adr’s (acciones), de acuerdo con datos tomados de The Wall Street Journal. Hasta hace poco era mayor, han sido castigadas duramente por la turbulencia financiera. Lo más notable es que el valor de Coca-Cola ya superó el de América Movil, hasta hace poco tiempo la estrella de la clasificación. Es ridículo que América Movil tenga una valuación de 88,050 millones de dólares; es, mínimo, de 30 mil millones más. Las cifras están redondeadas para una mayor comprensión.
¿Y el dólar?
En el mismo foro, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, predijo que el tipo de cambio se recuperará en el mediano plazo gracias a los fundamentales económicos del país. Ayer el dólar continuó cotizándose a más de 14 pesos. ¿Qué es el mediano plazo? ¿Tres meses, seis meses, un año? Los analistas de algunos grupos bancarios calculan que en Navidad rondará los 13 pesos y fracción, es decir, habrá acumulado una devaluación de dos pesos por dólar. Para entonces muchas empresas en la frontera habrán desaparecido y las familias se verán en delicadas situaciones económicas, porque ya comenzaron a retiquetar precios.
Para fumadores
Una sustancia que sustituye a la nicotina puede ayudar a los fumadores a dejar el vicio y su precio es accesible. Su nombre es cystine. Es extraída de un árbol de la familia de las acacias. En realidad no es nuevo, se le conoce desde hace tiempo en los países socialistas; la cuestión es que no ha recibido autorización de las autoridades sanitarias para venderse en Estados Unidos. Muchos fumadores pueden parar sin ayuda, pero otros seguirán con la adicción hasta el fin de sus días, a menos de que reciban ayuda, dice el investigador Robert West, de la Universidad College London, de Inglaterra. El principal atributo de cystine es que su precio es muy bajo.


Lejos de asentarse el polvo (Carstens dixit) de la depreciación del peso frente al dólar, ayer el tipo de cambio de la moneda mexicana frente al billete verde se elevó a 14.15, mientras el gobernador del Banco de México garantizaba a propios y extraños que la cosa es calmada (Clavillazo dixit). Tengan la seguridad de que dicha cotización en el mediano plazo está fuertemente anclada a niveles más bajos de los actuales por los fuertes fundamentos económicos que tenemos, explicó, una vez más, el doctor catarrito, el mismo que tres años atrás, pero desde la Secretaría de Hacienda, también presumía los ya famosos fundamentos.
Es el cuento de nunca acabar, pero en eso de ser tercos y agarrar una frase de caballito de batalla nadie les gana a los tecnócratas autóctonos. Con los calzones agujereados, los mexicanos escuchan cotidia- namente aquello de los fuertes fundamentos económicos que tenemos. Lo dicen en Los Pinos, y lo repiten, un día sí y el siguiente también, en la Secretaría de Hacienda y en el Banco de México, pero de plano el respetable no alcanza a entender qué pasa, pues si tales fundamentos son tan sólidos, si son la envidia de la comunidad internacional (siempre según la versión oficial), si son la octava maravilla del planeta, por qué la economía nacional se mantiene en el suelo, con un promedio anual de crecimiento de 2 por ciento en los últimos 30 años; por qué existen 57 millones de pobres; por qué a 28 millones de connacionales no les alcanza para comer; por qué los salarios son miserables y el empleo cada día más escaso, y tantos otros por qué que no explica el machacón discurso de los fundamentos.
Tengan la seguridad, dice el gobernador del Banco de México, pero el tipo de cambio del peso sigue debilitándose, lo que no representaría mayor drama si no fuera porque entre las patas se lleva a millones de mexicanos que sobreviven en un país que cada día produce menos, y que cada día importa más, es decir, productos pagaderos en dólares. La zarandeada en tal cotización podría beneficiar al súper concentrado sector exportador y al sector turístico (un México más barato para los visitantes extranjeros, que pagan con centavos lo que en sus países de origen pagan con enteros).
Lamentablemente, el grueso de los mexicanos pagan las consecuencias con sus de por sí mermados bolsillos. ¿Es entendible, por ejemplo (y sólo por citar un par de casos), que un país con 11 mil kilómetros de litorales importe pescados y mariscos? ¿Lo es que cada día importe más alimentos, a pesar de contar con un extensísimo territorio cultivable? Desde luego que no, pero el hecho es que el estómago nacional depende, cada vez en mayor medida, de lo que se produce fuera de las fronteras nacionales, es decir productos que se pagan principalmente con dólares, esos mismos billetitos que no alcanzan a comprender aquello de los tan presumidos fundamentos económicos mexicanos. Sube el tipo de cambio, en demérito del peso, y en automático aumenta el precio de los alimentos. Así de sencillo, con o sin fundamentos
En espera de que mañana repitan la citada frase, el Fondo Monetario Internacional ofrece un paseo, nada grato por cierto, sobre la realidad internacional del mercado de los alimentos, donde los precios, más allá de devaluaciones, se mantienen por las nubes. De hecho, el organismo indica que tales precios se mantienen muy elevados en comparación con los registrados en la primera década del siglo. El índice de precios de los alimentos elaborado por el FMI correspondiente a lo que va del tercer trimestre de 2011 es alrededor de 20 por ciento más alto que el mismo trimestre de 2010, y está significativamente por encima del precio real promedio de los 10 últimos años.
Como se observa, el mercado de alimentos tampoco entiende de qué se trata el discurso de los fundamentos. El FMI apunta que los precios de cereales y semillas oleaginosas “son particularmente altos, pero los de otros grupos de alimentos, incluida la carne, también se encuentran muy por encima de los promedios históricos. Los inventarios que funcionan como amortiguadores son muy bajos en el caso de algunos cultivos importantes –sobre todo el maíz– (ojo México) y en consecuencia los precios serán muy sensibles a variaciones de las perspectivas de la oferta y la demanda. El riesgo más inmediato es que algunos cultivos fundamentales sufran otra ronda de shocks de la oferta causados por las condiciones meteorológicas”.
El patrón reciente de condiciones meteorológicas extremas en grandes regiones de cultivo parece continuar: tras las sequías que sufrieron Europa y China, Estados Unidos (el granero de México) ha experimentado una primavera muy lluviosa seguida de elevadas temperaturas en el tercer trimestre, lo cual redujo el rendimiento proyectado de maíz. Incluso otro deterioro ligero de las perspectivas de la oferta podría provocar una fuerte reacción de los precios, efectos de contagio entre distintas materias primas y agudización de la volatilidad, como ocurrió a comienzos de 2011. Por ejemplo, el recrudecimiento de la incertidumbre en torno a la oferta incrementó drásticamente la demanda precautoria en los mercados físicos de grandes economías importadoras de alimentos durante el primer trimestre de 2011, como reflejaron las ventas de exportaciones de Estados Unidos.
Los precios de los alimentos, puntualiza el FMI, se mantendrán elevados en términos reales hasta 2012, cuando menos, suponiendo una normalización de las condiciones meteorológicas y la estabilización de los precios de la energía, que afectan a los de los alimentos a través de los costos de los biocombustibles y de la producción. Este escenario está incluido en los precios de los futuros de algunos cultivos críticos, notablemente el maíz, que actualmente reflejan cierta moderación en función de cada cosecha nueva. La oferta está respondiendo al alza de los precios, pero con rezago. En particular, la expansión de la superficie mundial cultivada debería compensar la moderación a mediano plazo del crecimiento de los rendimientos. No obstante, los riesgos para los precios de los alimentos aún se inclinan al alza.
Las rebanadas del pastel
En fin, tengan la seguridad (Carstens dixit) de que al zarandeo cambiario le valen gorro los fundamentos, y que en materia alimentaria México pasó del SAM (Sistema Alimentario Mexicano) a depender del tío Sam.
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mxhttp://twitter.com/cafevega

Cristina Barros y Marco Buenrostro: Itacate
El náhuatl es un lenguaje muy completo que ha servido desde la antigüedad para la comunicación entre varios grupos étnicos. En la actualidad hay en el español de México muchos términos que tienen origen náhuatl. Entre los ingredientes está tomate (tómatl), y también jitomate, xitomatl. El vocabulario, de Alonso de Molina (1571), registra ya una apropiación de la palabra, pues incluye la raíz náhuatl para definir xitomatl como tomates grandes colorados, amarillos y blancos.
La botánica náhuatl posee clasificaciones muy precisas; la palabra quelite es un genérico que designa a las plantas verdes comestibles. A quilitl se le agrega otro sustantivo que la califica, tomando en cuenta el color, el tamaño, la forma, el sabor, el lugar en el que crece u otras cualidades. En papaloquilitl, que significa quelite mariposa, se alude a la forma de sus hojas.


El Correo Ilustrado
Reclama por maltrato judicial
Fui preso político, producto de las manifestaciones de la cumbre Alcue en Guadalajara, en 2004. El 2 de mayo pasado me dictaron sentencia condenatoria, luego de un proceso viciado de irregularidades desde la averiguación previa y de actitudes de desprecio, humillación y discriminación.

Eduardo Galeano: Haití, país ocupado

Consulte usted cualquier enciclopedia. Pregunte cuál fue el primer país libre en América. Recibirá siempre la misma respuesta: los Estados Unidos. Pero los Estados Unidos declararon su independencia cuando eran una nación con 650 mil esclavos, que siguieron siendo esclavos durante un siglo, y en su primera Constitución establecieron que un negro equivalía a las tres quintas partes de una persona.
Y si a cualquier enciclopedia pregunta usted cuál fue el primer país que abolió la esclavitud, recibirá siempre la misma respuesta: Inglaterra. Pero el primer país que abolió la esclavitud no fue Inglaterra sino Haití, que todavía sigue expiando el pecado de su dignidad.


Acompañado por dos de sus amigos y compañeros de generación –la del 29–, José Alvarado aparece por primera vez en el paisaje monumental del Monterrey metropolitano. Flanquea a Raúl Rangel Frías, el más joven de los tres; del otro lado hace lo mismo Juan Manuel Elizondo, el de mayor edad. El escultor Cuauhtémoc Zamudio colocó a estas tres figuras señeras de la cultura de Nuevo León en una banca y las autoridades de la universidad pública decidieron situarla mirando hacia el edificio que alberga la rectoría de la institución.

René Drucker Colín: Morena

El pasado domingo 2 de octubre, fecha emblemática de la vida nacional, dio arranque otro movimiento social, que espero que en el futuro histórico de México sea el evento que haya marcado el principio de la futura transformación del país. Morena o Movimiento de Regeneración Nacional, que encabeza Andrés Manuel López Obrador, se conformó este 2 de octubre como asociación civil, con un consejo consultivo repleto de destacadas personalidades de la vida nacional, una gran mayoría intelectuales y académicos y un comité ejecutivo compuesto por 16 mujeres y hombres representantes de diversos sectores, que tienen que ver con las variadas actividades que conforman la vida nacional, como economía, derecho, educación, medio ambiente, salud, energía, ciencia y tecnología, etcétera.



El orden museográfico de la exposición a la que aludí en mi nota anterior no es cronológico. El recorrido depara asociaciones temáticas, pero no de manera tal que formen rubros, como es la usanza generalizada, más bien se intentó poner en relieve dos o más opciones que se dan en un mismo periodo y que resultan ya sea perfectamente afines u opuestas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario