10/06/2011

México, receptor abierto


México, receptor  abierto
or eso esta vez tenemos que estar de acuerdo con Calderón, quien durante una gira por el Estado de México, exigió gobernar sin meterle mano a la caja.

Un nuevo caso de tráfico ilegal de armas a México, en el que estuvieron involucrados funcionarios del gobierno estadounidense, quedó al descubierto gracias a un reportaje del periódico “Los Angeles Times”. Como si hiciera falta, se reconfirma la doble moral que caracteriza a las autoridades en Washington, tan escandalosa en este caso, que incluso la oposición republicana en el Congreso se escandalizó de la hipocresía del procurador Eric Holder. En el trabajo del diario californiano se puntualiza que en 2006 y 2007, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF por sus siglas en inglés), llevó a cabo un operativo similar al conocido como “Rápido y Furioso”, que se denominó “Receptor Abierto” (“Wide Receiver”).

Ni que decir tiene que tales operativos clandestinos se pueden realizar por la debilidad de un “gobierno” incapaz de velar por la soberanía nacional. Queda en evidencia el interés de la Casa Blanca en el desarrollo aquí de una estúpida “guerra” que sólo ha beneficiado a los vendedores de armas de la nación vecina, además de servir de pretexto para que el gobierno estadounidense se involucre más directamente en los asuntos internos de nuestro país. Aun así, es muy difícil suponer que el inquilino de Los Pinos actúe como sería lo conducente en un caso como este, que en otras latitudes daría margen para un rompimiento de relaciones bilaterales.

Aquí no va a ocurrir nada, ni siquiera una nota diplomática en demanda de explicaciones. Tampoco se pedirá una reconsideración de la Iniciativa Mérida, con el fin de realizar una negociación acorde con el imperativo de salvaguardar nuestra vilipendiada soberanía. Las cosas seguirán como si nada hubiera ocurrido, cuando es gravísimo el tráfico ilegal de armas de alto calibre a México para que siga aquí el inútil derramamiento de sangre. Que así es no queda ninguna duda, pues el Inegi acaba de confirmar que la ciudadanía considera, en más de un 50 por ciento, que la situación de inseguridad y de violencia es peor a la del año pasado, y mucho más grave que cuando se puso en marcha la “administración” de Felipe Calderón.

Lo malo de esta situación es que aún falta poco más de un año para que finalice el “gobierno” de Calderón y aún pueden pasar muchas cosas, todas calamitosas para los mexicanos. Los “halcones” de la nación vecina aprovecharán este lapso para cuanta ocurrencia se les ocurra que los beneficie a ellos y nos perjudique a nosotros, al fin que no hay quien nos defienda. Menos todavía cuando el año que viene será el último de la “administración”, y de seguro todo el gabinete estará ocupado en que el conocido como “año de Hidalgo” sea lo más provechoso posible.

Por eso esta vez tenemos que estar de acuerdo con Calderón, quien durante una gira por el Estado de México, exigió gobernar “sin meterle mano a la caja”. Reconoció que la corrupción le ha hecho mucho daño al país, sin embargo nada ha hecho para frenar este ilegal comportamiento en su “gobierno”. ¿Acaso el ilegal tráfico de armas estadounidenses a nuestro país no se facilita por la imparable corrupción de los altos y medios funcionarios de Hacienda? Si algo caracteriza a esta “administración” panista es precisamente la manga ancha para solapar una corrupción galopante, una impunidad que asombra y alarma, como es fácil advertirlo con un somero vistazo a la actuación de secretarías y dependencias responsables de trabajar con dinero del erario público.

A este respecto, es paradójico que la operación de Pemex para adquirir un mayor número de acciones de la empresa petrolera española Repsol, pueda naufragar precisamente porque las autoridades ibéricas sospechan que hay manejos sucios de la paraestatal mexicana en dicha operación. Si este fuera el caso, la verdad de la situación vendrá de España, para vergüenza de los mexicanos. Mientras en la península ibérica son muy celosos de salvaguardar su soberanía, como se ha visto en el tiempo que lleva esta compleja como inexplicable negociación, aquí nos vale un cacahuate tal concepto, como queda de manifiesto en la relación bilateral con Estados Unidos.

Por lo anterior, es muy lamentable que la izquierda mexicana no aproveche circunstancias muy favorables para avanzar hacia la toma del poder, por la mezquindad y torpeza de sus dirigentes. Situación que se confirma con los pleitos sin sentido entre “lopezobradoristas” y “marcelistas”, cuando lo razonable sería avanzar juntos para ganar las elecciones, independientemente de quien fuera el candidato. No parecen darse cuenta que con la división anticipada lo único que se consigue es facilitar las cosas a la derecha. En esta etapa, lo razonable es dejar a un lado divisiones estériles, caminar en la misma dirección y cerrar filas en torno de quien vaya a ser el abanderado de la izquierda, que tendrá que ser, como ambos contendientes lo han sostenido, el mejor posicionado. Ya después vendrán tiempos para negociar cuotas.

Guillermo Fabela Quiñones

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