8/08/2013

EPN: arriesgándolo todo



John Saxe-Fernández

De principio a fin la colonialidad impregnó la visita a México de Janet Napolitano, al mando del Department of Homeland Security (DHS), es decir, Departamento de Seguridad del Suelo Patrio. Entre sus últimas tareas antes de asumir un cargo universitario en California, vino con la encomienda de anunciar, urbe et orbi, la defensa del suelo patrio de Estados Unidos ¡en la frontera norte y sur de México!, a la usanza imperial, cuando las colonias contaban con autonomía, pero bajo tutela imperial en política exterior, económica y de seguridad, incluida la protección fronteriza. Lo hizo sin consultar a los países afectados, ¿para alejar a México de América Latina?

Gracias al TLCAN, el Comando Norte y la Iniciativa Mérida se transformó a México en zona de guerra y colchón migratorio como lo captó Contralínea en Militares y crimen organizado atacan a migrantes (Nº 344, Julio 2013). En materia petrolera la caricatura de Helguera Estado Fallido en Venta con EPN clamando: ya no tenemos control del territorio, pero aún podemos privatizar el subsuelo (La Jornada 31/7/13) esbozó el diseño de expansión/explotación territorial que guía la gestión y narrativa del Pentágono y la Homeland Security en México, no menos que el enraizado entreguismo –por decirlo de manera muy generosa– de los del Pacto ante la urgencia de los grandes monopolios petroleros (Exxon, Shell etcétera) en los tiempos del fin del crudo convencional (barato, de alta calidad y fácil acceso) por cambios constitucionales que les permitan, entre muchos otros negociazos, registrar yacimientos convencionales y no-convencionales de México como activos suyos ante la Comisión de Regulación Bursátil de Estados Unidos, vital para operar en el mercado de capitales.

El inminente arribo del crudo convencional del mundo al techo de producción anunciado desde los años 1990 coincidió, luego de la toma de la Casa Blanca por los petroleros Bush/Cheney y de 11/9, con la instauración de un estado de excepción mundial al adoptarse el principio de la guerra de autodefensa anticipatoria como eje de la política exterior y de seguridad energética y a nivel doméstico al desplegarse una sistemática ofensiva contra la normatividad constitucional, el habeas corpus y la Ley Posse Comitatus de 1878 (que prohíbe el uso de la fuerza militar dentro del territorio de Estados Unidos) vía la Ley Patriota, la Ley de Seguridad del Suelo Patrio (Homeland Security Act) –que estipula el DHS– la Ley Marcial y la Ley de Comisiones Militares.

El rompimiento con el orden constitucional y el derecho internacional se complementó con la abrogación del Tratado Anti-Balístico (ABM) seguido por la petroguerra contra Irak y Libia, eventos que arrojan una sombra de riesgo para la paz mundial y un México bajo una dirigencia de mira corta, dispuesta a lanzar el país al abismo manoseando la Constitución para subastar la riqueza del subsuelo que sustenta su principal eje de acumulación (la industria petrolera) y más de 30 por ciento del gasto público. La agenda imperialista del DHS en México prosigue mientras se da cuenta de las revelaciones de Edward Snowden sobre el espionaje de la NSA mostrando sus ominosas implicaciones por el potencial tecnológico para instaurar un régimen tiránico, como advirtió desde 1975 Frank Church, al frente del comité senatorial que documentó un programa de asesinatos en ultramar: no quiero ver este país cruzar ese puente...nunca crucemos ese abismo. (La tiranía) es el abismo del que no se regresa, algo que detalla James Bamford en Saben mucho más de lo que imaginas (The New York Review of Books, 15/7/13).

Un año antes del estallido de la gran recesión (2007) que sigue ocasionando hondos destrozos al tejido social de Estados Unidos por el feroz manejo clasista que da su cúpula gobernante a la crisis en curso, el abogado conservador Bruce Fein, ex subprocurador de Reagan, ante el endoso de Bush al espionaje sin aval judicial, advirtió al Congreso que este es un momento definitorio en la historia constitucional de Estados Unidos. Y al comentar la narrativa usada por el ejecutivo, agregó: la teoría invocada por el presidente para justificar el espionaje de la NSA en contradicción con la ley federal del ramo, justificaría la apertura de correos, los allanamientos, la tortura o los campos de detención... A menos que lo detengamos esto será una arma cargada, lista a ser usada por cualquier sucesor so pretexto de alguna urgencia (Metapolítica, julio-sept/13).
El desempleo crónico, el desenfreno especulativo del sector bancario/financiero y la vulnerabilidad energética de Estados Unidos, detectada por investigadores independientes que contradicen, dato en mano, el arrebato triunfalista de la panacea shale del cabildo fósil, al que también son adictos los medios, la cúpula del Pacto y la de Pemex ¿que ahora anda conociéndose mejor con Exxon? indican que en centro y periferia estamos en zona de alta turbulencia. Mutilar el 25, 26 y 27 constitucionales es arriesgarlo todo.
jsaxef.blogspot.com

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