7/26/2014

“La ley Gallardón esconde un planteamiento profundamente misógino”

Entrevista a Julia Navarro, integrante del nodo de la Red Federica Montseny en Bruselas



Madrid, 22 jul. 14. AmecoPress. La Red Europea para el Acceso Seguro al Aborto Federica Montseny está formada por grupos de personas en diferentes países con el objetivo de ayudar a las mujeres residentes en el Estado español que lo deseen a interrumpir su embarazo de forma legal y segura en el extranjero, en caso de que se apruebe la nueva ley propuesta por el Partido Popular sobre la interrupción voluntaria del embarazo. Amecopress ha hablado con una de las integrantes del nodo de la red en Bruselas, Julia Navarro.

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¿Cómo surge el proyecto? ¿De quién o quiénes fue la idea y cómo se articula la propuesta?
La idea nace del grupo de feminismos del 15M en Berlín y se propone al resto de ciudades a través de la red creada por los diferentes nodos de la Marea Granate. Emigrantes españoles y españolas llevamos varios años organizándonos desde el extranjero en asambleas y contamos ya con una infraestructura virtual lo suficientemente consolidada como para coordinar acciones globales y apoyar proyectos comunes. Es así como ha sido posible que en tan poco tiempo tantas ciudades europeas y no europeas hayan respondido a la llamada de Berlín y hayan creado sus propios nodos Montseny (Londres, París, Lisboa, Burdeos, Bruselas, México DF etc).
La propuesta que nos llegó a ciudades como Bruselas en abril era muy clara: la ley que pretende sacar adelante el gobierno es una ofensiva misógina y reaccionaria ante la que debemos mostrar, también desde fuera del Estado, nuestro más profundo rechazo. Ante el enorme riesgo en el que deja a las mujeres que quieran ejercer su derecho a la interrupción del embarazo, debíamos autogestionar soluciones, y por ello se planteó la creación de una red de ayuda al aborto en Europa.
Independientemente de la legalidad, las mujeres han abortado siempre y seguirán abortando tras la entrada en vigor de la normativa. La cuestión es en qué condiciones. La ley no es solo un ataque contra los derechos sexuales y reproductivos, sino un atentado contra la salud pública, en tanto que supondrá prácticas clandestinas que pueden provocar la muerte de muchas mujeres. Por ello, los nodos de la Red Montseny buscamos ofrecer asistencia e información a aquellas mujeres que voluntariamente decidan poner fin a su embarazo. Las mujeres podrán conocer toda la información a través de la página web (www.redmontseny.net) y ponerse en contacto con el nodo que escojan.
¿Vivís fuera de España porque aquí no encontráis trabajo?
Tristemente la crisis y su gestión en nuestro país han condenado al exilio a cientos de miles de jóvenes. Una gran parte de nosotras está en el extranjero porque no hay trabajo en nuestro país de origen o porque el poco que hay es demasiado precario como para poder vivir dignamente. En Europa las cosas no son fáciles, pero aún existen oportunidades que se nos niegan en el Estado español.
¿La ley Gallardón es “negociable”?
No. Los derechos no son negociables. Como mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo y no nos podemos conformar con supuestos ni medias tintas. Esta ley esconde detrás un planteamiento profundamente misógino que entiende a la mujer como un sinónimo de madre. El propio ministro afirmó en el Congreso que “la maternidad hace a las mujeres auténticamente mujeres”. Intolerable. En el anteproyecto que conocemos se presenta además a las mujeres como incapaces de tomar sus propias decisiones, las infantiliza y las condena a un proceso tortuoso en el que la última palabra no la tendremos nosotras. Exigimos que se reconozca nuestro derecho a decidir libremente sobre la maternidad.
Vuestro proyecto ¿es una especie de “medicina preventiva” o ya dais por hecho que el gobierno español aprobara la controvertida reforma de la actual ley del aborto?
No nos damos por vencidas. Estamos luchando por impedir la aprobación de una ley que atenta contra la libertad y la igualdad de las mujeres. Por ello, además de la vertiente asistencialista de la Red, existe una clara vocación de denuncia y presión política que desearíamos que pueda contribuir a frenar el ataque que estamos sufriendo. La propia presentación de la Red es una denuncia en sí misma. Nos recuerda que retrocederíamos a tiempos de la dictadura franquista, cuando las mujeres debían emigrar para ejercer su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
Además de ayudar a las mujeres que lo necesiten –cuando se vean obligadas a ir abortar fuera de España si no quieren hacerlo en la clandestinidad, con los peligros que conlleva-, vuestro enfoque es reivindicativo. ¿Qué otras cosas hacéis o tenéis previstas hacer? ¿Cuál es vuestro mensaje?
Como decía, la vertiente reivindicativa es muy importante en esta iniciativa. De hecho existen nodos creados tan solo con esta finalidad, ya que su situación geográfica hace imposible cualquier otro tipo de apoyo. Es el caso de México DF por ejemplo, que también se centrará en visibilizar la situación de las mujeres en países latinoamericanos. Igualmente nosotras en Bruselas somos conscientes de que destinos como Lisboa, Burdeos o París sean posiblemente más demandados por cuestiones obvias. Por ello en ciudades como la nuestra tenemos muy presente este enfoque de denuncia y presión política.
Por un lado creemos fundamental la labor informativa y de difusión. Buscamos que la ciudadanía de los países en los que residimos sepa lo que está sucediendo en España, queremos visibilizar el ataque que estamos sufriendo y crear lazos de solidaridad. No se trata de una cuestión nacional. Queremos que la sociedad española y europea sea consciente de la amenaza a la que nos enfrentamos. Debemos evitar la deriva política reaccionaria y machista a la que tiende Europa. La organización de conferencias, colaboración con asociaciones locales y preparación de manifestaciones son algunas de las acciones que tenemos previstas en un futuro próximo.
Por otro lado, a través de la difusión y concienciación buscamos presionar políticamente desde fuera, conseguir el respaldo y la condena de la sociedad civil europea y así señalar con el dedo a un gobierno que debería avergonzarse ante Europa por promover leyes como la que plantea. Nuestro mensaje es claro: Basta de machismo. Derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo. Por un aborto legal, seguro y gratuito.
¿Cómo nos miran en Europa, al conocer las intenciones de Gallardón?
A muchos y muchas europeas les resulta difícil de creer que estemos luchando por los mismos derechos por los que lucharon nuestras madres y abuelas. La ley nos situaría al nivel de los países con las leyes más restrictivas de Europa, países tan católicos como Polonia o Irlanda. Y no es casualidad. El gobierno ha utilizado nuestro derecho a decidir como moneda de cambio frente a la Iglesia y su electorado más conservador. Hasta la líder de la extrema derecha en Francia negó cualquier simpatía con una ley tan restrictiva como la que Gallardón defiende. El propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos se mostró contrario a las leyes restrictivas sobre el aborto por poder constituir éstas un trato inhumano y degradante hacia las mujeres.
La entrada en vigor de la normativa supondría un demoledor retroceso y como tal es percibido por la sociedad europea. Durante los últimos meses han sido varias las organizaciones europeas que han convocado acciones en contra de la ley Gallardón en Londres, Edimburgo, Ámsterdam o París entre otras ciudades. Aquí en Bruselas, en abril, se organizó una multitudinaria manifestación enfrente de la embajada española donde se congregaron más de 2000 personas. Fue una muestra clara de la indignación que provoca el anteproyecto en Europa y de la solidaridad que existe en torno a este tema.
¿Creéis que una joven menor de edad puede tomar la decisión de interrumpir su embarazo voluntariamente sin necesidad de autorización?
Para una mujer nunca es fácil tomar la decisión de interrumpir un embarazo y es necesario todo el apoyo posible, pero mi opinión es que en último término es la voluntad de la mujer la que debe prevalecer. La Red siempre va a respetar la legalidad escrupulosamente y las edades y condiciones en las que una mujer puede abortar libremente varían dependiendo del país. Nos ajustaremos a la normativa de cada país.
¿Cómo puede participar alguien en la red? ¿Qué compromisos asume?
Cualquier persona puede participar en la Red. Tan solo tienen que entrar en la página web y rellenar el formulario contándonos cómo podría ayudar. Puede ser desde traslados desde el aeropuerto, alojamiento, contacto con clínicas, compañía y apoyo, traducción… El grado de compromiso depende de la persona y de lo que pueda aportar en cada momento.
¿Habéis encontrado apoyo en las mujeres europeas, organizaciones feministas, profesionales de la salud…?
Sí, sentimos que no estamos solas y cada vez son más las personas extranjeras que se acercan indignadas a interesarse por lo que está sucediendo. Igualmente varias organizaciones internacionales han denunciado públicamente la amenaza que supone el proyecto español, por ejemplo Amnistía Internacional. En Europa y fuera de ella se han organizado acciones y manifestaciones en los últimos meses como condena al abuso de poder del gobierno en este tema.
Aquí en Bélgica, varias organizaciones nos han mostrado su preocupación por la situación en el Estado español y nos han ofrecido su colaboración para poner en marcha la Red. Lo mismo ha ocurrido en otras ciudades. Como he dicho antes, esto no es una cuestión nacional, sino una ofensiva violenta y misógina contra las mujeres en general. Frente a estos ataques, no nos vamos a quedar paradas. La lucha sigue. Nuestro cuerpo, nuestra elección, nuestra libertad.
Foto: archivo AmecoPress

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