1/07/2015

México-EUA: La enorme distancia


La sombra que persigue a Enrique Peña Nieto en EUA, sigue siendo Ayotzinapa.

lasillarota.com

La verdad es que uno quisiera que estas ‘reuniones de Estado’ entre dos presidentes de dos países, como son México y Estados Unidos de América, fueran fructíferas en particular y que el ser vecino de uno de los países más importantes del planeta tierra tuviera más utilidades y beneficios para nosotros, que desengaños y quebrantos.

Estados Unidos es un ‘socio’ importante de México. Digamos que en lo comercial lo es. El comercio bilateral entre ambos es de 506 mil millones de dólares, según la Secretaría de Economía. Estados Unidos concentra el 77.6 por ciento del comercio exterior de México; nuestro país es el tercer lugar en el comercio total de EUA y segundo como destino de sus exportaciones. Ni más, ni menos.  México es un nicho comercial y de inversiones estadounidenses irrenunciable para ellos.

Pero esa concentración económica-financiera-comercial, nos hace peligrosamente dependientes de un país al que además de todo esto le importa, sobre todo, lo político, en lo que tiene que ver con su seguridad nacional. México es estratégico para ellos y, por lo mismo, están atentos a lo que aquí ocurre y están sus operarios aquí, no para cuidarnos, sí para garantizar su seguridad nacional, por encima de cualquier consideración soberana y harán lo imposible por garantizar que México no les resulte en un peligro y que aquí las cosas se resuelvan en sí mismas, sin riesgos para ellos.

En todo caso sí ven peligro en dos vertientes iniciales: la entrada de enemigos terroristas de EUA a través de nuestra ‘frontera porosa’ del sur, como la llaman, y el que el crimen organizado de México decida aliarse a terroristas enemigos de Estados Unidos utilizando su fuerza y la debilidad del gobierno mexicano para controlarlos.

Así que el tema central del viaje del presidente Peña Nieto a Washington giró en torno a eso: la seguridad, más que la economía-inversión financiera-comercial. Esto ya está consolidad y tiene solidez a través de mecanismos establecidos entre ambos países.  Y funciona. El resultado son las cifras que hemos mencionado.

La carta que el gobierno de EUA tiene en la manga de forma permanente para presionar a México es la de los migrantes. Once millones de mexicanos legales o ilegales viven en EUA, los mismos que envían por lo menos 20 mil millones de dólares anuales, en promedio. Un recurso que es mucho menor al que recibiría México si estos trabajadores tuvieran en dónde estar-vivir-producir en México. Aun así están allá y eso es un factor favorable a EUA en sus negociaciones con México.

Otra carta que tiene en la manga el gobierno estadounidense es el cuidado de un millón de estadounidenses que viven en México y muchos más que viajan por negocios, estudios o turismo. A México le exigen garantías para su seguridad.  Y, por supuesto está la carta de los apoyos que de forma discreta le ha ‘dado’ el gobierno de EUA al gobierno mexicano en tiempos violentos.

Así que el tema central de la reunión fue el extremo al que se ha llegado a México. Aun así, hay tiempo para recordar que en mucho las fallas de estrategia tienen que ver, también, con la interrelación que existe entre la gente de EUA en México y los operarios de seguridad en el país. Así que errores de estrategia corresponden a ambos. Lo dijo Michael Shifter, del grupo Interamerican Dialogue: “El foco tiene que ser un más efectivo apoyo a México”.

La agenda de la reunión que tuvieron el presidente Obama y el presidente Enrique Peña Nieto el 2 de mayo de 2013 en la ciudad de México  contenía los mismos tópicos que dice la agenda oficial que se trataron ahora, aunque en aquella ocasión se agregó el tópico de “consolidar a América del norte como una región del conocimiento”. A más de un año ¿cuáles han sido los avances?

En el fondo, desde hace años, las reuniones entre ambos, ya por visita o a través de la diplomacia, de la línea directa o con mensajes subrepticios, han tenido como fondo principal el de ‘la asociación estratégica’, que es decir, el apoyo que EUA brinda al gobierno mexicano en la lucha anticrimen, antinarco, antiviolencia... Pero a también está el que sus agentes están en el país como Pedro por su casa...y se exigen garantías de seguridad para ellos.

No ha pasado mucho tiempo desde que vino a México el ex director de la CIA y luego secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, para ‘poner en orden a las autoridades mexicanas anticrimen’ porque cada una de ellas ‘jalaba por su lado’ en una lucha interna más feroz que la que deberían utilizar en contra de la delincuencia criminal.

Y es que ese es precisamente otro caldo de cultivo para la intromisión estadounidense en México: la desorganización, la falta de coordinación, el protagonismo de los encargados de la defensa de la seguridad pública en México. Ese es el gran tema para los estadounidenses, y mientras ésta falta de estrategias propias y descoordinación, estimulada o no, ellos estarán aquí, con el beneplácito del gobierno mexicano y el rechazo social mexicano.

La sombra que persigue a Enrique Peña Nieto en EUA, sigue siendo Ayotzinapa. De hecho el mismo día que llegó a EUA, el lunes 5 de enero, miles de manifestantes estadounidenses y mexicanos se expresaron de forma airada tanto en Washington como en otros estados de la Unión Americana, hasta hacer 43 estados, que son los 43 normalistas desaparecidos...

Complicada la relación entre México y EUA, de donde el gobierno mexicano, debilitado, pide apoyo. ¿Cuál será el costo de este apoyo?... Los estadounidenses, dicho por ellos mismos, tienen intereses, no amigos... Así que vámonos a dejar de expectativas de lo que no existirá y si algo se quiere hacer con la vecindad de México con EUA, será la de sacar el mejor provecho de ella, para beneficio mexicano. Aunque ellos no quieran. Esa es una tarea que tiene pendiente el presidente mexicano.

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