En México se fugó el narco y multiasesino al que llaman Chapo
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Y sí, de un penal de alta seguridad.
“No imaginemos que habrá en el presidente Peña Nieto una voluntad de
apoyarse en la sociedad civil para hacer avanzar los debates y las
prácticas democráticas… Invitando al presidente Peña Nieto y a un
contingente de las fuerzas armadas a la celebración de la fiesta
Nacional en París, ¿se desea sobre todo lanzarse a la caza desenfrenada
de contratos o se pretende también apoyar a los sectores de la
población mexicana que anhelan las reformas que favorecen la
consolidación de un Estado de Derecho y el fin de la violencia y la
corrupción?”.
Gilles Bataillon, en su largo análisis “México, un invitado
problemático para Francia el 14 de julio”, publicado por el periódico Le Monde (Idées) el 12 de julio. Bataillon es especialista en Centroamérica y México, Director de Estudios de L’École des Hautes Études en Sciences Sociales.
“París es una fiesta”, escribió Ernest Hemingway. El presidente
Enrique Peña Nieto y un contingente de las fuerzas armadas son
invitados de honor para el desfile del 14 de julio en París,
(conmemoración de la toma de La Bastilla y del inicio de la revolución
francesa). Los cadetes de la Escuela Militar mexicana abren el
desfile. Honor el que nos hacen. Seguro que los cadetes parten
plaza. En nuestro contexto: Qué impotencia, que tristeza infinita, qué
ganas de llorar, ¿no es cierto?
El avión presidencial andaba en las nubes cuando una noticia (casi)
les arruina el viaje: El multiasesino al que llaman Chapo (que no El
Chapo con mayúsculas) se fugó del penal de alta seguridad El Altiplano.
“Qué casualidad”, se habrá dicho Peña Nieto, quien justo en ese momento
(yo no lo sé de cierto…) revisaba sus tarjetas para ir enterado: La
Bastilla fue una fortaleza en donde la monarquía condenaba a la muerte,
inmediata o lenta, a sus enemigos. Nadie escapaba de la Bastilla.
Chapo se les escapó en moto por un túnel. Seguro que en el desfile
militar del 14 de julio los mexicanófilos (tan abundantes en Francia)
agitarán banderitas para “recibirnos”. También pancartas -muchas,
espero- para rechazar la visita del reyecito y su corte. Osorio Chong
se regresó corriendo a México. Qué pena por él, con lo delicioso que se
come en París. Y los vinos. Y el lugarcito de luxe que les ofrece la République.
Cerrando los ojos, Hollande, es cierto. Los cierran y los aprietan
muchísimo para no vernos, mientras que intentan hacer como que sí nos
ven. A nosotras/os, a las/los mexicanas/os. México y Francia
restablecen sus buenas relaciones. Habrá más intercambios académicos y
científicos. Es muy bueno. Cantidad de contratos millonarios. También.
¿Quiénes serán los socios mexicanos? Ocho millones de euros en
inversión para renovar la Casa de México en la Cité Universitaire.
El presidente (vestido de negro y con el rostro verde) con la
bandera tricolor y obra del magnífico pintor mexicano Ángel Zárraga a
su lado, se vio obligado a mandarnos un mensaje desde la Embajada.
¿Qué tan auténtica será su palidez? No sabemos. Quizá la tiene bien
ensayada. La fuga de Chapo: “Es una afrenta para el Estado”. Pues sí,
¿verdad? También lo era/lo es el índice de feminicidios durante su
gobierno en el Estado de México, y sin embargo, él es presidente. Y
los feminicidios continúan despiadados. Impunes. Por citar sólo una
de las más horribles y específicas formas de la violencia creciente e
impune. Lo que no disminuye de un ápice la gravedad de la fuga. Claro.
Alguna vez Peña Nieto declaró que la fuga de Chapo era “imperdonable”.
No eran aún los tiempos de su “liderazgo” empresarial de sonrisa
tiesesita y zapatos hiper boleados.
El hecho “lamentable… indigna a la sociedad mexicana”, dijo, así
como ingenuo y campirano. No, “a la sociedad mexicana”, o sea, a cada
una/o de nosotras/os, no nos indigna que se haya fugado Chapo, ¿por qué
un criminal miserable y con tantísimos recursos no se fugaría? Una
declaración desconcertante la suya. ¿Tendríamos que apelar a la
moralidad de Chapo quien debió quedarse para siempre en el penal, en un
hondo respeto ante las leyes y los sistemas judicial y penitenciario?
“He ordenado trabajar en la reaprehensión de este delincuente… He
ordenado también reforzar la seguridad de todos los penales de máxima
seguridad”. Sería bueno, ajá, que lo encuentren un siglo de estos, y
que los penales de “alta seguridad” tengan alta seguridad. ¿Quiénes
serán los Perogrullos que le escriben declaraciones tan asertivas al
presidente?
EL TÚNEL
El detalle va más o menos así: El sistema carcelario mexicano,
¿célebre por sus propuestas de vanguardia y su respeto a los Derechos
Humanos? (los suecos deberían rogarnos por venir a aprender) tiene un
punto ciego en las cámaras que vigilan 24 horas (24 horas) las celdas
de alta seguridad: la regadera. ¿Un punto ciego en la regadera? Me
imagino que por respeto a la intimidad y al pudor de los presos. Pero
nunca falta un abusivo, diría Peña Nieto, para aprovecharse de las
circunstancias. Lo último que observaron los vigilantes fue que Chapo
se internaba en el "área" de regadera en la cual nos dicen: “Los presos
lavan también su ropa y sus enseres”.
Resulta que la noche del sábado, Chapo se tardaba en la regadera, y
se tardaba, y se tardaba. Aquello era demasiado –habrán pensado los
acomedidos y atentos vigilantes- aún en el caso de bañarse muy
lentamente, desengrasar varios sartenes, desmanchar una pila de
camisas, o realizar cualquier otra actividad inscrita en la –lenta-
categoría de los "vicios nefandos". Al no verlo aparecer, los
intrépidos -y seguro honestos- servidores públicos encargados de su
custodia, acudieron a su celda en tropel. ¡No lo encontraron!
-¡No está! Exclamó Vigilante Uno.
-¡No está! Exclamó Vigilante Dos.
Así muchos de ellos a coro.
- Acá están su cepillo de dientes y su peine, ¿quizá y regresa por ellos?
- Constato, compañeros, que no hay cuerpo alguno en la regadera. Ni
el del señor Don Chapo, ni el de ningún otro recluso de menor
investidura.
- ¿Y los “enseres?”
- Constato, compañeros, que se mantienen en su sitio “los enseres”.
- ¿Se habrá escapado? Se preguntaron en un hachazo de lucidez sin precedentes.
- Demos aviso. Demos aviso. Demos aviso.
Así muchos de ellos a coro.
Qué impotencia, qué furia la nuestra. Se “escapó”. Se largó. La
burla infinita. En su artículo: “Túnel de escape: el teatro”, Lydia
Cacho escribe: “He estado en el penal del Altiplano…entrar me llevó una
hora debido los procedimientos de seguridad exhaustivos. Cámaras por
todas partes, guardias con armas, pasillos blindados, vidrios
blindados, más cámaras en los pasillos, en los baños. Los detenidos,
para circular de una zona a otra, van esposados y escoltados por
guardias. El guardia casi le respiraba a Succar en el cuello. Así es
esto -me dijo el juez de Toluca- en este penal hasta las moscas están
inventariadas… El responsable de seguridad del área en que estábamos
nos dijo que en absolutamente cada rincón había cámaras y sensores de
movimiento”.
París es una fiesta. La gendarmería francesa firmará un acuerdo con
sus equivalentes mexicanos para crear una gendarmería rural, que en
México luche contra el crimen organizado, escribe el profesor Bataillon
en Le Monde. También escribe de Tlatlaya, de los elevadísimos
niveles de criminalidad y de corrupción en México. Escribe de la casa
blanca y del escándalo silenciado, de las denuncias constantes de los
organismos de Defensa de los Derechos Humanos. Escribe cómo, si bien
los cadetes que hoy abrieron el desfile militar en París, no son
responsables de lo que él llama: “las exacciones de las fuerzas armadas
mexicanas”, sí representan a la institución que las cometió. Escribe
cómo en México pasa de todo y el gobierno invitado a París –con tanta
bomba y tanto platillo- pretende que no pasa nada. Escribe de una
clase política acostumbrada a enriquecerse impunemente: “en el soborno
y el tráfico de influencias”. El gobierno de México como el “invitado
incómodo”. Poderoso caballero es Don Dinero.
HOMENAJEAR A UN SOCIÓPATA.
Osorio Chong regresó corriendo. Faltaba más. ¿Tendría que haber
regresado -también- el presidente de la República Mexicana? No lo creo.
No porque me parezca digno que la República Francesa honre su presencia
(sin intentar llevar a cabo los acuerdos entre ambos países con
prudencia y reserva, en fechas donde no se conmemore nada, por respeto
a las/os mexicanas/os que padecemos un gobierno corrupto y
anti-democrático) sino porque bastante grave es ya que un multiasesino
se les haya “fugado”, como para abundar en la ignominia haciéndole el
inmenso homenaje de un regreso precipitado. ¿Chapo huye y el presidente
de la República Mexicana cancela una visita de Estado? En términos
simbólicos me parece como entregarle la plaza –ya casi entregada- al
crimen organizado.
Ya es bastante rudo que Forbes incluya en su lista de los hombres
más ricos del mundo a un narcotraficante y sociópata. Qué extravagante
homenaje a un criminal. ¿Con qué criterios se elabora una lista de
Forbes? Homenajear asesinos. Convertirlos en personajes casi míticos. Y
una tiene tantas ganas de llorar que hasta se ríe con los memes. Seguí
la reseña de la boda de Chapo con la reina del café y la reseña
–anterior- de la ceremonia de coronación en un pueblecito de las
montañas. Chapo le compró el concurso a su prometida. Le llevó en
avioncito una entera banda de música. Circulaban por el pueblo
sicarios armados hasta los dientes y con pasamontañas. Nadie lo supo.
Es decir, el ejército llegó cuando la fiestecita se había terminado.
Cantidad de adolescentes sueñan con ser elegidas por un narco. Tan
justicieros y tan galantes.
Es desgarrador y sucede cada vez más: “Los héroes”. Y muchos medios
contribuyen –de manera involuntaria- a esa confusión de valores: “El
capo de capos”. ¡Bueno! Chapo se eleva en los aires como globo
aerostático. Sus dominados lo admiran y quieren ser como él. Los
medios nos han mostrado funerales multitudinarios con centenas de
rosas, y monumentos fúnebres como casas, cuando uno de estos criminales
deja de estar. ¿Cómo se lee esta imagen “grandiosa” desde un mundo
inscrito en la precariedad material y emocional y sometido todos los
días a la violencia? ¿Cómo se leen estas notas desde los cuarteles de
los más viles “amos”? ¿Por qué dos de los hijos de Chapo publicaron
-en sus cuentas de tuiter- avisos de la inminente fuga del
padre, y nadie se dio por aludido? Anuncian el regreso de “El general”.
Anuncian que: “Todo llega para quien sabe esperar”.
Se les escapó por una alcantarilla. Tan metafórico. Mientras el
presidente y su corte volaban entre las nubes. Tan metafórico. ¿A
cuántos sobornó Chapo y a cuántos niveles? ¿La fuga podría ser parte
de un pacto? A como haya sido y espero lo sepamos algún día: creo que
el presidente de México no puede interrumpir una gira para llegar de
rodillas ¿a observar más de cerca? cómo sucedió “la fuga” de uno de los
más peligrosos sociópatas del país. Me inquieta muchísimo qué va a
negociar Peña Nieto en Francia y en qué condiciones para las/los
mexicanas/os. Los tiburones andan sueltos. En el crimen organizado y
en la delincuencia de cuello blanco.
París es una fiesta. El 14 de julio se escucha –por todos lados- La
Marsellesa. El crimen organizado –en México- también celebra. La
tragicomedia. Casi, pero no, somos un pueblo confrontado a la tragedia
cotidiana y gobernado por personajes de vaudeville. Por el momento. Y en eso creo firmemente: Sólo por el momento.
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