7/07/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada


Ambivalente viaje de AMLO
Ciertos opositores desean fracaso
Clave, cena empresarial
El viernes, ¿Lozoya en México?
Hoy iniciará el Presidente de México su primer viaje internacional. Lo hará a una especie de destino manifiesto: la Casa Blanca, la sede del poder que en términos geográficos y políticos ha condicionado, distorsionado o truncado en demasiadas ocasiones (no todas violentas) el curso de las decisiones nacionales mexicanas.
El anfitrión, Donald Trump, parece el menos deseable, pero en esencia no es diferente, más que en modos, de lo que han sido los otros presidentes de Estados Unidos respecto a México. El visitante, a su vez, llegará en condiciones generales muy desventajosas (economía, pandemia, inseguridad pública y crimen organizado) aunque, al mismo tiempo, con características y empaque personales que son diferentes a los de sus antecesores: Andrés Manuel López Obrador es movido por una visión de compromiso histórico con causas populares que puede ser rebatida o combatida por sus opositores, pero que, aún en circunstancias de extremo pragmatismo necesario (como lo vivido con la migra 4T), no parece estirar lo suficiente como para incurrir en actos de traición a la patria o entreguismo, como algunos de sus adversarios tratan de achacarle con anticipación.
El Presidente de México llegará a una cita políticamente peligrosa con la carga a cuestas de un país debilitado por causas actuales (el Covid-19 y la crisis económica concurrente), pero, sobre todo, por la acumulación de traiciones a la patria cometidas por una buena parte de la clase política y empresarial que hoy está en estridencia nacionalista y patriótica. Voces que hoy se escandalizan por los riesgos del viaje obradorista a Washington fueron entusiastas concelebrantes de pasadas fiestas de real entreguismo.
Viajero en avión comercial, huésped de la residencia correspondiente al embajador mexicano en turno y acompañado de una muy reducida comitiva, López Obrador cumplirá con las obligaciones que la geopolítica imponen a cualquier poder mexicano y, además, las derivadas de la cultivada relación de entendimiento con un mandatario estadunidense siempre dispuesto a causar estropicio en cualquier país.
En el saldo histórico de la gestión de AMLO estarán, sin duda, las cesiones hechas al depredador del norte, sobre todo en el ámbito migratorio y en el económico relacionado con el tratado comercial subcontinental. Como otros presidentes mexicanos, el tabasqueño habrá de moverse entre el pragmatismo más descarnado y la necesidad de supervivencia de alguna parte del proyecto llamado Cuarta Transformación, que hoy más que nunca está en peligro de que un garnucho imperial lo reduzca a la inviabilidad práctica.
A diferencia de lo que sucedía en otras ocasiones, cuando los convidados del régimen en turno convocaban a la unidad nacional y a cerrar filas en torno a la figura presidencial, para darle mejores condiciones a sus visitas o negociaciones con el poder contiguo, ahora se han cebado contra López Obrador algunos de sus opositores de élite, despechados, revanchistas, armados de un fervor crítico que desea el fracaso de la visita a la Casa Blanca e incluso que el impertinente e impredecible monstruo naranja cometa algún acto de humillación contra el político al que ellos no han podido humillar en suelo patrio (aunque anoche se conoció que Trump llamó a López Obrador amigo y hombre maravilloso).

Trasnacionales y evasión fiscal
Porrazo a las arcas nacionales
Reformas fiscales iban y venían para fortalecer el erario, aunque en los hechos la evasión fiscal de los grandes corporativos nacionales y foráneos siempre gozó de cabal salud. La más reciente de ellas, con el sonsonete de que paguen más quienes ganen más, fue la promovida por Luis Videgaray (hoy apanicado ante el inminente retorno de Emilio Lozoya), sólo para que los más acaudalados pagaran muy poco por impuestos y les regresaran o condonaran multimillonarias cantidades que, en los hechos, nunca ingresaban a las arcas nacionales.
Pero se acabó. El presidente López Obrador cerró esa llave y canceló ambos mecanismos, que en los gobiernos neoliberales constituyeron verdaderos barriles sin fondo para el erario y una de las razones fundamentales para amasar fortunas de ensueño por parte del gran capital.
Pero existen prácticas que permanecen intocadas y, en este sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal, que ayer divulgó su Panorama fiscal de América Latina y el Caribe 2020) hace hincapié en los nuevos mecanismos de evasión fiscal de las empresas trasnacionales que operan en México y el resto de la región, los que debilitan las de por sí no muy sólidas arcas de cada una de las naciones donde invierten.
De acuerdo con el organismo, en su afán por maximizar beneficios y extenderse internacionalmente para ampliar sus mercados, las trasnacionales suelen realizar numerosas maniobras para reducir su carga impositiva más allá de las fronteras de los países y las regiones en que operan y donde generan sus utilidades. Se ha destacado la importancia de las prácticas vinculadas con la traslación de utilidades y costos entre filiales de una misma empresa.
Múltiples y cada vez más sofisticadas, las estrategias de planificación fiscal agresiva de las trasnacionales (y de no pocos corporativos nacionales) pueden manifestarse en los canales comerciales, mediante la manipulación de los precios de bienes y servicios entre empresas vinculadas o en canales financieros relacionados con operaciones de financiamiento corporativo a través del pago de intereses o de regalías entre empresas subsidiarias para reducir el ingreso gravable.

Reclusorios y pandemia
Las pandemias no respetan jerarquías ni encierros, y aunque se tiene la impresión de que las personas enclaustradas están mejor protegidas ante los contagios en relación a las que se encuentran en la calle, no siempre es el caso. Además, el costo económico y anímico del encierro deja muchas secuelas en la sociedad. Con el Covid-19, los esfuerzos para mantener los sistemas penitenciarios se han incrementado, debido a que ahora se requieren controles más estrictos para evitar que los contagios se multipliquen.
El desempeño de los reclusorios del estado de México destaca, debido a que cuenta con 22 centros para una población de 13 mil presos, pero concentra a más de 31 mil personas privadas de su libertad, más alrededor de 5 mil trabajadores y proveedores que entran y salen en forma regular de esas microciudades. Por ello, la logística, los protocolos, la infraestructura y equipos para proteger a la gente del virus representan un gran desafío. A la fecha se ha logrado controlar la pandemia en este sistema a través de un disciplinado cerco sanitario de acuerdo con los estándares marcados por la Organización de las Naciones Unidas.
Manuel Palma-Rangel, Subsecretario de Control Penitenciario de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, explica que los sistemas penitenciarios locales ya habían manifestado insuficiencia en sus capacidades y la más evidente es la sobrepoblación. Ahora, con la pandemia, se generaron nuevos retos en los ámbitos de gobierno penitenciario, jurídico, de salud, administrativos y de logística, los cuales han funcionado.

Salir del arraigo, osadía suicida
Como buen centro neurálgico del país, el Zócalo de la Ciudad de México refleja sin temor, digamos que con osadía suicida, la necesidad de la gente de no sólo hacer compras que, en muchos casos, resultan innecesarias, sino de volver a pisar los terrenos que han sido su vida.
Explotó el confinamiento, la prohibición prolongada, el miedo impío que parecía cerrarse en torno al cuello de una sociedad culpable de los pecados de la grasa y los azúcares, del tabaco y el sedentarismo, y al reniego de todos sus males prefirió caminar al filo de la navaja que seguir encadenada al terror de contraer la enfermedad que mata.
Y no, que nadie se confunda, no se trata de un acto heroico ni valiente, sino de desesperación, pero una amargura nostálgica se apodera de muchos que ya no encuentran los referentes de muchos años de sus vidas: cerró la tlapalería de don José, al pequeño restaurante de la esquina lo dieron por muerto al mes de la pandemia...
Cierto, lo más doloroso de este momento de la historia son las muertes de miles de personas, pero el mal no para ahí: los sobrevivientes deberán aceptar el deceso de muchas de sus costumbres, de la pérdida de las formas de obtener una remuneración por la labor desempeñada, de la desaparición de algunos sitios que eran parte del entorno cotidiano, de todo eso y más, tal vez para siempre.


Editorial
Es un hecho conocido que la pandemia de Covid-19 ha dado un auge sin precedente al teletrabajo, trabajo en casa o home office, un hecho lógico e incluso inevitable en circunstancias en que millones de personas en todo el mundo deben permanecer confinadas, sea porque pertenecen a algún grupo de riesgo ante los efectos del coronavirus, o bien porque deben acatar disposiciones gubernamentales de permanecer en casa.

Consideran innecesario e inoportuno el viaje de amlo a Washington
El presidente Andrés Manuel López Obrador realizará (8 y 9 de julio) su primer viaje fuera del país, con destino a Washington, Estados Unidos, donde se reunirá con su homólogo, Donald Trump.

Lo humano del ser humano se ha congelado. La pandemia evidencia la fragilidad de nuestras existencias. No es propio de la especie pasar semanas o meses confinados en un espacio cerrado, muchas veces claustrofóbico. Las causas son diversas, pero siempre debido a la intervención del ser humano. En 2010, por falta de inversiones en seguridad, 33 mineros quedaron atrapados durante 69 días en la mina de San José, en Chile. Sus relatos son significativos. Forjar moral, evitar discusiones, racionar el alimento. Fue una situación extraordinaria en condiciones extremas. En semioscuridad, con un aire viciado, a cientos de metros de profundidad debieron cooperar, unirse y esperar un rescate. Vivir para ser liberados. Pero en 2020, una decisión política frente a una crisis producto del capitalismo salvaje, mezcla de opulencia y extrema pobreza, hambre inducida y especulación alimentaria, calentamiento global, extractivismo y contaminación, nos llamó a un confinamiento de urgencia.
El 24 de junio, fiesta de San Juan Bautista, termina en Guerrero (sobre todo en Tierra Caliente) la siembra de maíz de temporal. Herederos del culto prehispánico, los campesinos que lo cultivan piden por buenas aguas y el alejamiento del granizo. Sin embargo, este año, a las peticiones ancestrales deben añadir una: abo­no. Cuando llegó la fecha para celebrar, muchos se encontraron con la mala noticia de que no tenían fertilizante para la planta.
De los intelectuales del ex ­círculo rojo, ubicado a la derecha del espectro político, ha salido la demencial y fingida idea de que la 4T es una revolución que, como todas las revoluciones, la mexicana de 1910, la francesa de 1789, o la bolchevique de 1917, va contra los bienes de los ricos. Fingen creer que peligra la propiedad privada de los de arriba. Además de los insultos, el ex ­círculo emite así uno más de sus lloriqueos de orfandad causada por el destete aplicado por la 4T. La falsedad se alarga diciendo que AMLO llevará al país a ser otra Venezuela.
El proyecto tren que llaman maya está en curso y el director de Fonatur despliega su estrategia para burlar el derecho de los pueblos indígenas. Como sabemos, hay organizaciones mayas y de derechos humanos que realizan acciones de resistencia jurídica y política, y denuncian el impacto del proyecto contra sus territorios, a través de los llamados polos de desarrollo que lo acompañan y cuyo énfasis se omite en la etapa en curso. También un conjunto de autoridades ejidales se han prestado a apoyar este proyecto en nombre de comunidades que no necesariamente están informadas de los compromisos asumidos por aquéllas. Ello fue evidente en el proceso de la llamada consulta realizada a finales del año pasado, donde sin una participación significativa y sin información previa y suficiente sobre el impacto positivo y aun el negativo del proyecto, se anunció que se obtuvo el consentimiento. La oficina en México del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU dio cuenta de que en ese ejercicio no se cumplió con los estándares internacionales en torno al derecho de consulta. Con ese supuesto aval se siguió con las licitaciones y adjudicaciones y las empresas ganadoras participaron con el titular del Poder Ejecutivo, en el llamado banderazo al Tren Maya. El panorama es muy complejo para las comunidades y organizaciones opositoras. Enfrentan enormes desafíos, más aún con la pandemia, para movilizarse e informar a comunidades, pero también en el plano jurídico, pues pareciera que en el Poder Judicial se está configurando un patrón, pues lo que se dice en los juzgados de distrito, el colegiado cede en favor de Fonatur y restringe los impactos de las suspensiones inicialmente definidas en tres juicios de amparo. Sin embargo, ya lo están denunciando e incluso la Asamblea de Defensores del Territorio Maya Múuch Xíinbal acudió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), solicitando medidas cautelares; también a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

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