1/21/2011

Perdida en Hollywood



Leonardo García Tsa

En cada nueva película, Sofia Coppola desmiente el interés generado por su debut, Las vírgenes suicidas (1999) y la quizá sobrevalorada Perdidos en Tokio (2003). Para la tercera, la biografía épica Marie Antoinette (2006), la directora puso su cabeza en la picota al intentar un triple salto mortal y caer de bruces. Fue abucheada a su estreno en Cannes y después resultó un fracaso de distribución (en México sólo se difundió en video).

Es comprensible que para su cuarto largometraje, Coppola haya regresado a territorio más seguro. Para nada épica, Somewhere (afligida aquí con el cursi subtítulo En un rincón del corazón) es una variante de la premisa de Perdidos en Tokio: otra vez el protagonista es una estrella hollywoodense que se siente enajenado de su vida y su carrera; y otra vez, el contacto con una chica le hará despertar su sensibilidad.

La diferencia es que la acción no se sitúa en Tokio, sino en el contexto similarmente inusual del hotel Chateau Marmont, tan célebre como sitio de desmanes –y algunos decesos– de celebridades que, para el contexto cultural de Los Ángeles, merece la categoría de monumento histórico. Ahí reside Johnny Marco (Stephen Dorff), un actor de existencia vacía y sin rumbo, información que se intuye desde que, en el prólogo de la cinta, lo vemos manejar su auto velozmente en círculos.

Coppola no deja lugar a dudas de que Johnny es un hombre aburrido: se queda dormido durante un acostón (cada mujer guapa en su entorno se le ofrece, o le reclama haber sido abandonada); se deja manipular como títere por sus agentes; responde a las inanes preguntas de periodistas como un autómata y, en general, deambula como vampiro en las actividades nocturnas del hotel (fotografiadas con esmerado tono claroscuro por Harris Savides, que los deficientes proyectores mexicanos convierten en oscuro, simplemente). Para enfatizar aún más el punto, se incluye la escena de un proceso de maquillaje, por el cual Johnny se queda sin rostro y despierta hecho un anciano.

Ese tedio es interrumpido por la aparición de Cleo (Elle Fanning), la hija de 11 años de Johnny, a quien su ex mujer se la encarga durante su ausencia. La niña es una previsible sobredosis de frescura. Es linda, cariñosa, grácil, le gusta el rock, baila ballet, patina sobre hielo y cocina como una chef. En otro contexto sería la fantasía perfecta de un viejo cochino, una Lolita dócil. Pero en este antiséptico melodrama no hay lugar para ningún tipo de insinuación perversa.

Tan convencional premisa es resuelta por Coppola con una pose de minimalismo europeo. Dado que no hay un desarrollo dramático que la sostenga, se recurre a extender las secuencias mucho más allá de su propósito. Así, veremos completos (dos veces), el número de tubo de dos gemelas nalgonas, la rutina de patinaje de Cleo y hasta el palomazo de un empleado de hotel que desentona una canción de Elvis.

Según resultó penosamente evidente en Marie Antoinette, la realizadora no sabe cómo filmar de otra manera que con planos generales y medios. Ya en el colmo de la osadía emplea un campo y contracampo para escenificar un diálogo. Pero cuando tres personas se sientan a desayunar juntas, corta la escena ante el riesgo de cajetear los ejes de miradas. La pose europeizada no le funciona para ocultar sus limitaciones.

En sus alcances emocionales Somewhere está muy lejos de, digamos, Alicia en las ciudades (Win Wenders en sus buenos tiempos, 1974) y mucho más cerca del simplismo de los melodramas con Shirley Temple en que los encantos de una niña transformaban la vida de un hombre al parecer irredimible.

Extraña que Somewhere sea tan esquemática cuando Sofia Coppola ha experimentado en carne propia el dilema de tener un padre famoso. Sobre todo cuando la influencia paterna ha sido contraproducente por un lado –el haber sido improvisada como actriz en El padrino III– y conveniente por otro (no olvidemos que papi ha fungido como productor ejecutivo en todas sus realizaciones a la fecha). En ese sentido, la película podría haber sido más interesante desde la perspectiva de Cleo. Pero la directora no parece poseer un punto de vista.

Somewhere/ En un rincón del corazón

D y G: Sofía Coppola/ F. en C: Harris Savides/ M: Phoenix; canciones varias/ Ed: Sarah Flack/ Con: Stephen Dorff, Elle Fanning, Chris Pontius, Lala Sloatman, Michelle Monaghan/ P: Medusa Film, Pathé Renn Productions, Tohokushinsha Film, American Zoetrope. EU-Francia-Japón, 2010.

lgtsao@hotmail.com

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