1/21/2011

Romper la espiral de violencia


Espacio Civil | Emilio Álvarez Icaza L.

Con base en el número de homicidios dolosos, Ciudad Juárez es la ciudad más violenta de nuestro país, donde han perdido la vida niños, jóvenes y adultos. Lamentablemente, ha sido así durante años, en particular en los últimos tres, Juárez no ha dejado de sangrar. De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, en el año 2010 sucedieron más de tres mil asesinatos dolosos (3,111 según fuentes oficiales), esto es, más de ocho homicidios al día, uno cada tres horas. En el mismo año se asesinaron más de 300 mujeres. Cifras del terror y la violencia que ahí se vive.

Para darnos una idea de lo que eso significa, Hugo Almada, académico de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, explica que si comparamos el tamaño de la población de Juárez con el de la ciudad de México la proporción de homicidios que se presentan en la primera equivaldría a que sucedieran cerca de 22 mil en la segunda, casi 11 veces más de lo que en realidad sucedió el año pasado en la ciudad capital.

Por su gravedad, particular análisis requiere lo que sucede con los jóvenes, niños y niñas. El Programa Infancia en Movimiento reportó que, de acuerdo con información oficial, entre 2008 y 2010 fueron asesinados por nexos con actividades criminales 742 jóvenes menores de 30 años, de ellos 192 menores de 20 años, y que 1,303 menores de edad infractores fueron detenidos en 2010. En lo que va del mes de enero de este año son cinco los menores de 18 años que han perdido la vida, uno de ellos de tan sólo cuatro meses muerto a golpes y violentado sexualmente. Adicionalmente, diversas organizaciones civiles afirman que desde 2006, cuando el gobierno intensificó la lucha contra los carteles de la droga, cerca de 10,000 niños y niñas han perdido a alguno de sus padres.

Justamente, el próximo sábado 29 será el primer aniversario de la masacre de 18 jóvenes en la colonia Villas de Salvárcar. Este trágico suceso fue especialmente significativo por obvias razones, pero además representó un contundente llamado de atención de la sociedad juarense al presidente Felipe Calderón, a su gabinete y a las autoridades del estado de Chihuahua. Pocas veces, si es que alguna vez sucedió, la ciudadanía ha reclamado con tanta fuerza y contundencia a un jefe de Estado. Resuenan aún las palabras de Luz María Dávila (quien perdió a sus dos únicos hijos en la matanza), dirigidas al Presidente: "...No puede ser que diga que eran pandilleros, si estudiaban y trabajaban... Si usted perdiera un hijo buscaría hasta debajo de las piedras a los responsables, pero como yo no tengo esas posibilidades, no lo puedo hacer... No me diga que sí, ¡haga algo, señor Presidente! Queremos el Juárez de antes, no el sangriento...".

Desde ese profundo dolor y para intentar romper esta espiral de violencia, diversas organizaciones y parroquias de la ciudad fronteriza han convocado a una acción no violenta y política. Se trata de una jornada ciudadana de ayuno y reflexión que se llevará a cabo en el Monumento a Juárez (avenida Vicente Guerrero y Constitución, en esa ciudad), del sábado 29 de enero a las 09:00 a.m. al domingo 30 a las 12:00 del mediodía.

Esta iniciativa ciudadana, de acuerdo con los organizadores, "pretende construir un espacio de reflexión dentro de cada persona y en la sociedad, para buscar juntos la verdad, la justicia y el bien común, así como denunciar a las autoridades por la constante violación a los derechos humanos, por el clima de violencia e inseguridad y por su falta de responsabilidad en la procuración de justicia".

Los promotores de esta iniciativa están invitando a personas, grupos locales, nacionales e internacionales de alta calidad humana y moral a solidarizarse ese día y medio de ayuno y reflexión, o a unirse desde sus diferentes espacios y comunidades a esta acción durante estos mismos días. Se han sumado ya organizaciones civiles de otras partes del país como el Centro de Estudios Ecuménicos del DF y el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) de Morelos, entre otras.

Dada la gravedad de lo que sucede, es momento de sumarse. Es momento de hacer saber que nuestros hermanos y hermanas de Ciudad Juárez no están solos. Es momento de reforzar y construir la esperanza hombro con hombro. Se puede obtener información, sumarse a la iniciativa o enviar cartas de apoyo para que sean leídas durante la jornada al correo electrónico: cdhpasodelnorte@hotmail.com.

Yo por mi parte me sumo con mi granito de arena y estaré en Ciudad Juárez en esa jornada.

Urge decir, gritar, demandar: ¡no más sangre!


Defensor de los derechos humanos

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