8/15/2013

Ante violencia de “maras”, centroamericanas huyen de sus países


   Son obligadas a ser parejas de delincuentes

Por: Lizbeth Ortiz Acevedo
Cimacnoticias | México, DF.- 

Irazú Gómez, responsable del Programa de Asuntos Migratorios del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, informó que las adolescentes centroamericanas emigran por orden de sus familias, para evitar ser reclutadas por bandas delictivas como las “maras” y convertirse en parejas de sus integrantes o dirigentes.

A los integrantes de las “maras” les basta decidir cuál es la mujer que les interesa para entablar una relación y así reclutarla incluso a la fuerza, y ante esta situación son los propios familiares de la adolescente quienes deciden que salga del país para evitar esa situación, explicó la especialista del programa dependiente de la Universidad Iberoamericana, campus Puebla.

Otro factor de la migración femenina es que las centroamericanas salen de sus países para impedir que sus hijos de entre 11 o 12 años sean reclutados por las bandas delictivas. De acuerdo con Gómez, esta situación se ha detectado en albergues en México, a donde llegan las madres y sus hijos.

Igualmente, añadió la experta, las mujeres también emigran con sus hijas e hijos ante la falta de recursos para pagar su educación, por lo que deciden viajar a Estados Unidos.

Irazú Gómez se refirió a estas centroamericanas como “transmigrantes”, ya que tienen que atravesar por países como México para llegar a la frontera norte y luego a su destino final.

Ellas provienen principalmente de Guatemala, El Salvador y Honduras, tienen entre 26 y 35 años, y tienen la responsabilidad económica de hasta seis hijos y varios integrantes de sus familias, luego de que sus parejas decidieran emigrar. Los varones les envían los recursos para que puedan viajar y así reunificar a la familia.

Sin embargo, abundó la especialista, en “muchas ocasiones” las parejas de las migrantes dejan de enviar dinero, por lo que ellas deciden quedarse en México a realizar trabajo doméstico o regresar a sus países.

En declaraciones a Cimacnoticias, Gómez detalló que a su llegada a México las migrantes enfrentan a una “gran discriminación y estigmatización”, y sólo acceden a empleos para realizar labores domésticas o en bares de la frontera sur, donde son explotadas sexualmente.

Advirtió que en nuestro país viven un “contexto agresivo” debido a su nacionalidad, “por dejar a sus hijos” y por “ser indígenas”.

La experta cuestionó en dónde están todas las mujeres migrantes que llegan a México, toda vez que según la Comisión Nacional de Derechos Humanos entran 400 mil migrantes por la frontera sur, y de ellos organizaciones civiles estiman que la mitad son de sexo femenino. Y es que –explicó– el Instituto Ignacio Ellacuría sólo ha contactado a no más de 100 mujeres migrantes en Puebla.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario