10/23/2014

Por qué recularon "Los Chuchos"


Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto

En una decisión que les resultará altamente costosa y mientras Guerrero sigue incendiándose y crece la movilización social en todo el país por los 43 normalistas desaparecidos, el PRD y su corriente mayoritaria, Los Chuchos, decidieron desde el sábado pasado no pedir la renuncia del gobernador Ángel Aguirre, a pesar del clamor social por su salida; en tanto el PRI y el PAN se pronuncian por la separación del mandatario, los perredistas mantienen su posición, políticamente suicida, de respaldar su permanencia en el cargo.
Cuando todo apuntaba a que en el Consejo Nacional del fin de semana el PRD haría un pronunciamiento público para que Aguirre Rivero pidiera licencia a la gubernatura, tal como lo había anticipado el dirigente nacional Carlos Navarrete, hubo un recule que sorprendió dentro y fuera del cónclave perredista cuando la corriente mayoritaria de Nueva Izquierda se pronunció por darle su respaldo político. Esa misma posición les transmitió el martes Navarrete a los senadores de su partido en privado: “Acordamos no respaldar la desaparición de poderes”. 
Pero ¿qué hay detrás de la decisión de la cúpula perredista de ignorar el reclamo de miles de personas, en su mayoría estudiantes, que se están movilizando lo mismo ayer por la noche en el Distrito Federal que antes en Acapulco o en Iguala, en Guanajuato o en otras partes del país?, ¿no debiera el partido autonombrado “mayoritario de la izquierda” escuchar el clamor de grupos histórica e ideológicamente afines como el estudiantado y los universitarios? 
Hay un dicho en la política que dice que “lo que no suena lógico, suena metálico”, y en la decisión del PRD y, concretamente de Los Chuchos, de respaldar al cuestionado gobernador de Guerrero y su permanencia, se aplica casi literalmente. Los señalamientos de que empresarios ligados a Aguirre Rivero financiaron la campaña de Carlos Navarrete por la dirigencia del PRD y apuntalaron también proyectos políticos como el del senador Armando Ríos Piter, ambos de Los Chuchos, o incluso del despedido secretario de Salud, Lázaro Mazón, principal promotor del alcalde prófugo José Luis Abarca, y candidato de Morena a la gubernatura destapado por Andrés Manuel López Obrador, se suman más datos que confirman el papel de financiador del perredismo nacional que jugaba el mandatario guerrerense. 
Información que surge del círculo cercano de Ángel Aguirre asegura que éste le aportó mensualmente a la campaña de Carlos Navarrete por la dirigencia nacional del PRD la cantidad de 10 millones de pesos, durante el año que duró su proselitimo por todo el país, dinero que habría salido del erario guerrense. A esos recursos se sumaría el apoyo de varios empresarios de Guerrero que el gobernador acercó al hoy dirigente nacional y que en es lapso le hicieron también aportaciones monetarias y en especie. Ese sería el recordatorio que, según se publicó en algunas columnas, le mandó Aguirre a Navarrete con un emisario, horas antes del Consejo Nacional y luego de que el dirigente declarara el viernes 17: “espero que el gobernador esté evaluando hora a hora y día a día la situación y esté dispuesto a tomar decisiones pronto”. 
Eso explica el cambio radical de posición que Navarrete y Los Chuchos impulsaron en el Consejo Nacional del PRD. Y explicaría también porque, contra toda lógica política y con el costo tan alto que ya están pagando por ello —el incendio de su sede estatal lo prueba— los integrantes de la cúpula perredista, consejeros, dirigentes y senadores, hayan decidido defender al indefendible Aguirre Rivero. 
NOTAS INDISCRETAS… Con la inscripción de Raúl Plascencia para buscar la reelección como presidente de la CNDH, aun en contra de todos los pronósticos, hasta la noche de ayer sumaban 18 aspirantes propuestos por distintas organizaciones para encabezar la institución. Entre los nombres que llaman la atención está el de Mauricio Farah, ex visitador de la CNDH y con amplia trayectoria en el organismo; el de Ricardo Bucio, actual titular del Conapred y reconocido activista en el tema; Luis Raúl González Pérez, abogado general de la UNAM y también con trayectoria en la CNDH, y Patricia Olamendi, ex subsecretaria de Derechos Humanos con Fox. Se estima que la cifra final de aspirantes rebase los 25, que acudirán a las entrevistas con las Comisiones del Senado a partir del 27 de octubre, y de ahí saldrá la terna que llegará al pleno. Y ya se habla de tres posibles finalistas: Bucio, González y Farah… Se lanzan los dados. Tocó Serpiente. 
sgarciasoto@hotmail.com

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