En 25 casillas, concentradas en las zonas de más altos ingresos del DF, como Miguel Hidalgo, Cuajimalpa y Benito Juárez, no se completaron los seis ciudadanos que deben fungir como funcionarios de casilla que marca la ley.
Aquí no hay protestas de maestros, ni disputas del crimen organizado,
ni baleados. Sin embargo, la colonia Los Morales, parte de la zona de
alto poder adquisitivo conocida como Polanco, en la Ciudad de México,
tiene algo en común con Oaxaca o Guerrero, donde el estado de las
casillas para esta mañana electoral es incierto. En esa colonia no se completaron los seis vecinos que deben ser funcionarios de casilla como lo exige la ley.
En el último corte hecho ayer a última hora de la tarde, el Instituto Nacional Electoral contaba 25 centros de votación en esta situación, de acuerdo con un documento al que tuvo acceso Animal Político.
Chapultepec Morales, Bosques de las Lomas y Chapultepec
son algunas de las colonias de la delegación Miguel Hidalgo en esta
situación. En contraste, en las zonas más populares de esa misma
demarcación, sólo en una casilla de la colonia Anáhuac faltó conseguir
a un funcionario. Lo anterior, de acuerdo con el vocal de capacitación
electoral y educación cívica de la Junta Distrital, Ignacio Huesca.
“La gente no quiere participar, nos dicen que no,
que están muy descontentos con la política, con la gestión que se ha
dado”, confiesa el funcionario designado por el Instituto Nacional
Electoral y revela que, aunque en la mayoría están completas, en las
zonas populares también hubo dificultad para completar las casillas.
“En las colonias más modestas la gente nos ha estado preguntando cuánto les vamos a pagar, y que si no, no van”.
El vocal agregó que también faltan funcionarios de casilla en las zonas de recursos altos de las delegaciones de Cuajimalpa, Benito Juárez y Coyoacán.
Un funcionario de casilla recibe 300 pesos por el día de la elección
como apoyo para los alimentos. Aunque hay un sorteo donde se insacula a
los vecinos designados, no hay mecanismos para que este proceso sea
obligatorio y los elegidos pueden negarse.
De no
completarse los seis funcionarios por casilla que marca la ley, aunque
se abren las casillas, los votos recogidos podrían desestimarse. “El problema es que llegan los partidos e impugnan porque no cumple la ley y todo la casilla se anula”, explica el vocal Huesca.
Ante
ello la única estrategia que les queda es intentar convencer a los
vecinos en el último momento. “Vamos a abrir la casilla con la gente
que esté y tendremos que completarla con la gente que esté en la fila, a la que se le dará una capacitación exprés”, confesó Huesca.
Lo anterior coincide con lo que dijo en entrevista el responsable de la Dirección Ejecutiva de Capacitación Electoral y Educación Cívica, Luis Javier Vaquero.
“Si
no integramos completamente, mañana de la fila pueden tomarse
voluntarios. No es el mejor escenario, pero no creo que tengamos que
llegar a ese extremo”, dijo en una breve entrevista en las
instalaciones del Instituto Nacional Electoral.
Lo
anterior refleja las negativas con las que se encontraron los
capacitadores del Instituto cuando iban a buscar a los insaculados.
Relatan que el primer inconveniente era que los seleccionados no se
encontraban en su domicilio por el horario de trabajo. El segundo
filtro casi inquebrantable eran los porteros y otros agentes de seguridad que no les dejaban acercarse a los domicilios y el tercero la negativa.
“Voy a estar de viaje ese día”, era la excusa más común según registra el funcionario.
“El
problema número uno es el desencanto que tenemos la sociedad con la
clase política, siempre ha costado convencer a la gente en esta colonia
que estén en las casillas pero hoy se agravó más que hace tres años”,
señala Eloísa Alvarado integrante del Comité Vecinal de la colonia
Bosques de Chapultepec. Esta jubilada es una de las voluntarias que se
ofrecieron a llenar las plazas vacías. Hoy es presidenta de casilla y
ha pasado semanas haciendo campaña en las redes y boca a boca para que
sus vecinos completen las mesas. Ha conseguido enrolar como funcionario
de casilla hasta al conserje de su edificio. Mari Tere Ruiz, de la
asociación La Voz de Polanco también convenció gente.
Otra
vecina fue incluso a hablar con un rabino para que animara a la
comunidad judía –muy presente en la primera y la segunda sección de
Polanco, donde tampoco completaron– a participar en las elecciones.
No tuvo mucha suerte, ya que según dice “ellos no se involucran en estas cosas”.
Para
Alvarado, una de las desventajas de esta ley electoral es que no puedes
ser funcionario de casilla después de los 70 años. “Aquí habría mucho
jubilado que quiere participar pero ya no puede por edad, y en cambio los jóvenes están todo el día trabajando y no están dispuestos a ir a capacitaciones y estar en las casillas.
Deberían
ampliar la edad, si el Papa o el de la Fifa tienen más de 70 años
¿porqué nuestros funcionarios de casilla no?” reclama jocosa.
Al interior de los integrantes del Consejo General, la visión es otra un poco más optimista. Incluso, el consejero presidente de la Comisión de Organización y Capacitación Electoral, Arturo Sánchez, descarta hablar de un “rechazo” de los ciudadanos a ser funcionarios de casilla.
“Yo no usaría la palabra rechazo.
No es que haya funcionarios que no quieran ser funcionarios de casilla.
Lo que ocurre es que existe un sorteo (…) y cuando uno visita a esas
personas (los ciudadanos elegidos por sorteo) uno se va a encontrar con
todo tipo de situaciones. Personas que no saben leer ni escribir,
personas que tienen algún tipo de discapacidad que les imposibilita ser
funcionarios de casillas, etcétera”, dijo en una conferencia de prensa
el sábado por la mañana.
“Independiente de esas
personas que no aceptan funcionarios de casilla, la realidad es que hoy
tenemos a todo el personal que queremos. Necesitábamos aproximadamente un millón 100 mil ciudadanos que estén con nosotros mañana. Los tenemos. No todos van a estar porque tenemos también suplentes”.
No
obstante esta visión, a ras de las calles de las zonas más acomodadas
del DF, el vocal Ignacio Huesca señala otra situación. Dicho
funcionario, con varias elecciones ya a las espaldas como vocal, apunta
que es la primera vez que no logra completar tantas casillas. “Ha sido
un proceso electoral muy diferente a los anteriores y hay más apatía,
mucha”.
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