Elecciones 2015
Polarización social, riñas internas y campañas fuera de la ley, las constantes: expertos
Rebasado en este reto por conflictos internos: ex consejeros y representantes de partidos
Las movilizaciones ponen en jaque al INE; ha mostrado falta de liderazgo
Claudia Herrera y Alonso Urrutia
Periódico La Jornada
Domingo 7 de junio de 2015, p. 5
Diseñado
para corregir los déficit de las elecciones de 2012, el Instituto
Nacional Electoral (INE) llega a sus primeros comicios tras enfrentar
condiciones adversas que han mostrado una autoridad electoral
rebasadapor las campañas de los partidos, en especial del Verde, la polarización social y las disputas internas.
En este escenario, el instituto quedó por debajo de las expectativas y en el cierre del proceso ha mostrado, incluso,
falta de liderazgo, coinciden ex consejeros y representantes partidistas.
Algunos consejeros argumentan en favor del INE que con ciertos contratiempos –sobre todo por una legislación repleta de
lagunas– han podido instrumentar las principales innovaciones de la reforma electoral: la designación y coordinación con los organismos públicos locales y el diseño del sistema de fiscalización en línea –pese al incumplimiento de Scytl, la empresa contratada para ese fin.
Lourdes López, ex consejera electoral, sostiene que en la primera experiencia del INE se ha visto una autoridad
muy presionada, porque su labor ha sido muy compleja debido al marco normativo y por el contrapeso de los partidos políticos. Además, las movilizaciones sociales en el sur del país han puesto en jaque a la institución, aunque si bien es obligación de la autoridad electoral organizar los comicios, que se den las condiciones necesarias no dependen sólo de esa institución.
La resolución de las quejas “ha desgastado profundamente al INE y
puesto en evidencia que la nueva estructura de 11 consejeros fue
ampliada sólo para dar cabida a las cuotas de los partidos políticos en
el proceso de designación. Además, las filtraciones telefónicas
mostraron la frivolidad con la que se conduce el consejero presidente,
Lorenzo Córdova.
Fue un suceso desafortunado, pero la reacción al invitar a Rigoberta Menchú fue errática, porque lo colocó aún más en situación vulnerable, sujeto a la ridiculización de su persona.
Para el ex consejero electoral Marco Antonio Gómez ha habido
momentos en que se percibe la imagen de un INE rebasado, con poca
capacidad de respuesta. “Hay muchas posturas en que el instituto parece
que está buscando transferir a terceros sus propias responsabilidades,
lo cual se agudizó particularmente a partir de la filtración de la
conversación telefónica del consejero presidente.
Muchos de los consejeros están lejos de las expectativas que se depositaron en ellos, desde el presidente, quien se ha visto rebasado. Sus afirmaciones son algo que no puede decirse en público ni en privado y eso ha contribuido a acentuar la deficiente capacidad de comunicación con la sociedad.
Protesta de partidos
Cercado por los reproches de siete representantes
partidistas que habían abandonado la sesión de consejo general del INE,
Córdova se justificó aquel 18 de febrero diciendo que el suyo es un
voto más y los conminó a regresar a la mesa.
Pero
no retornaron durante dos semanas y, en cambio, expusieron que existía
un ‘‘bloque de consejeros al servicio del PRI-gobierno’’ que arropó la
campaña del Partido Verde y protegía la permanencia de Alfredo
Cristalinas al frente de la unidad técnica de fiscalización. Después de
esa protesta se multiplicaron las multas al Verde y cayó Cristalinas.
Javier Santiago, actual consejero, dice que no hubo tardanza en el asunto del Verde;
es claro que en algunos momentos ha sido estrategia de campaña de los partidos criticar a la institución como parte del juego político.
Criticado por el PRD –partido que lo propuso como consejero–, porque
en momentos se ha unido al grupo identificado con el priísmo, Santiago
responde que esa
es una fantasíay que él no es correa de transmisión de ningún partido político.
Sin embargo, este consejo ha sido señalado con insistencia por la partidización de sus integrantes.
Pablo Gómez, en su tercera participación en un Consejo General, plantea:
La protesta de la mayoría de los partidos políticos sirvió para atemperar la influencia de los cuatro consejeros ligados al oficialismo, que en realidad son cinco, porque Santiago se les une, aunque no incondicionalmente.
Para Marco Antonio Baños –en su momento cuestionado por la oposición
sobre su desempeño–, el episodio de la salida del consejo fue una forma
de aumentar la presión partidista en momentos clave. Si bien subraya
que el INE ha podido sortear las deficiencias jurídicas para aplicar la
fiscalización y construir la relación con los institutos locales, es
claro que la legislación vigente requerirá nueva revisión.
Para la consejera Pamela San Martín, tras esta primera experiencia,
habría que replantear el esquema de arbitraje ahora dividido entre la
sala especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación y el INE.
El consejero José Roberto Ruiz Saldaña, quien recientemente se
desmarcó de sus colegas al plantear que se perdieron los contrapesos a
partir un reciente pacto entre Baños y Córdova, expresa que han lidiado
con una reforma muy amplia que debieron aplicar en breve tiempo.
El representante del PRD, Pablo Gómez, duda que los partidos vayan a cambiar a los consejeros.
Yo desearía un consejo nuevo, pero claro, bajo la condición de que los integrantes fueran personas imparciales, profesionales, no protagónicos, buenos organizadores y con un buen sistema de relación con los partidos políticos, que no son pegotes ni arrimados.
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