10/24/2016

Los periodistas pal café. . . .


De gira por Sinaloa, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sostuvo (según lo consignado en su página oficial: https://goo.gl/bTBhf9) que él podrá estar arriba en las encuestas, pero cuando los mañosos suelten todo el caudal de dinero, ¿va a aguantar la gente? La elección de 2018 será definitiva y definitoria, será entre la dignidad del pueblo y el dinero, por todo lo cual, según ese boletín, tienen que ganar la dignidad del pueblo al cochino dinero y eso requiere de organización.
El diagnóstico de AMLO no sólo es oportuno, sino fundado: en 2006 y en 2012, el fenómeno ascendente de su candidatura concitó esperanzas e ilusiones que luego fueron aplastadas por un sistema endurecido para impedir el acceso a factores perturbantes. Cierto es que hoy es perceptible un ánimo de hartazgo social que pareciera favorable para una opción como la encabezada por López Obrador, pero, en general, ¿el sistema ofrece mejores condiciones de respeto al voto que en las dos campañas anteriores del tabasqueño? ¿El instituto y el tribunal electorales garantizan equidad y justicia y están integrados por personas más respetables y confiables? ¿Los medios de comunicación rebosan de pluralidad y no se prestarán a campañas intensas de desacreditación? ¿Ha disminuido o ha aumentado el uso y abuso del dinero del crimen organizado en campañas electorales? ¿Las reformas estratégicas han convertido a México en un territorio agregado a intereses trasnacionales y en especial a la lógica de poder de Estados Unidos? ¿La tendencia que se observa en la conducta política de Peña Nieto y su equipo permite pensar en apertura democrática o en pelea criminal por mantener el poder?
A las respuestas que se hubieran dado a las anteriores preguntas, agréguese una fría reflexión sobre las consecuencias electorales que tendrá la división de ese batiburrillo denominado con generosidad como la izquierda o el progresismo mexicanos. El conglomerado de siglas, intereses, traiciones, oportunismos y simplismos que en 2006 y en 2012 colocó a López Obrador en extraordinarias condiciones de competitividad electoral, ahora tendrá cuando menos una vertiente que dividirá el voto, pues Miguel Ángel Mancera avanza a toda velocidad en la constitución de un frente que aglutine a los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Movimiento Ciudadano, más ciudadanos e independientes, como se etiqueta el propio gobernante de la Ciudad de México.
A esas cuatro propuestas viables (PRI, Verde y Panal, por un lado; PAN, por otro; la Sonora Mancerista, en otro carril, y Morena-López Obrador) habrá que añadir la consulta del Consejo Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para decidir si postulan a una mujer indígena al 2018. Es decir, de un esquema de tercios del que se hablaba hasta hace unas semanas (PRI y aliados; PAN en probable alianza con el PRD, y Morena), se ha pasado a uno de cuatro partes (con el plan mancerista de ir sin alianza con el blanquiazul) y se ha llegado a uno de cinco partes, si se formaliza la pretensión del CNI-EZLN y sin tomar en cuenta la división de votos que también generarán las candidaturas independientes sin base organizativa (como el CNI-EZLN) que logren sostenerse.
El propio Manlio Fabio Beltrones, en una sugerente reunión que sostuvo el pasado miércoles con el reunificable flanco disidente del PRD, la llamada iniciativa Galileo (con J. Guadalupe Acosta Naranjo como principal impulsor), advirtió que en 2018 la gobernabilidad del país podría estar sujeta a un esquema de coaliciones, haciendo a un lado la tesis anterior, en la cual el que ganaba, ganaba todo y el que perdía, perdía todo y se dedicaba a fastidiar al que ganaba. La tesis ya ha sido planteada desde años atrás por el priísta sonorense, quien recordó en esa sesión con perredistas los desenlaces críticos, terribles, de episodios en los que los procesos electorales no han dado legitimidad a los presuntos ganadores: de verdad, en 2006 se rompió todo y empezamos a juntar pedacitos y los empezamos a juntar desde antes del 1 de diciembre. ¡Quién no recordará el drama de ese primero de diciembre, que no quisiéramos vivir jamás!
En ese contexto, en que las fuerzas abiertamente componentes del sistema podrían optar por un escenario de coaliciones (una especie de Pacto por México para asuntos electorales y de gobernabilidad), el dividido y confrontado catálogo de izquierdas y progresismo debería realizar un análisis crítico de sus circunstancias e intentar fórmulas unitarias. Siendo el puntero en las encuestas, el propio López Obrador debería reorganizar y reorganizarse, en busca de una candidatura a discutir, que resultara fortalecida por la concurrencia de diversas fuerzas. Por lo pronto, en la misma Sinaloa, AMLO habló de abrir las puertas de Morena a militantes de abajo de diversos partidos, de entre los cuales se habló del PRI y del PAN. Eso sí, con candado de exclusión contra Salinas de Gortari, Fox y Calderón.
El 4 de junio de 2012, este reportero astillado dio a conocer el caso del presbítero Gerardo Silvestre Hernández, a quien desde 2009 se acusaba formalmente de abusar sexualmente de niños y adolescentes en comunidades indígenas de Oaxaca (https://goo.gl/I6cbX9). El propio arzobispo de esa demarcación, José Luis Chávez Botello, conoció al detalle del asunto, por voz de 10 oficiantes de su propia iglesia; el Vaticano también recibió un reporte detallado, de parte del mismo grupo de sacerdotes y diáconos asentados en Oaxaca. Sólo hubo protección eclesial para el acusado, aunque finalmente fue puesto bajo proceso judicial. A los curas denunciantes se les castigó de diversas maneras y se les ha hostigado, en especial a Manuel Arias. Un enfoque sobre ese caso de pederastia clerical y de complicidades en las cúpulas católicas (al que aquí se ha dado largo seguimiento) se expresa ahora en un cortometraje titulado Silvestre, producido por la compañía Bengala, que aquí puede verse https://youtu.be/L5KgGG5wxjk. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


Foto
Para la mayoría de las familias y las empresas, estos son tiempos de ajustarse el cinturón. Nos han dicho que la caída del petróleo golpeó severamente los recursos públicos y la devaluación del peso se resiente en forma de aumento de precios. Sin embargo, la estrechez no es para todos. La partidocracia que controla la Cámara de Diputados modificó el presupuesto que originalmente presentó Hacienda y cometió un acto de gandallaje: se asignó ‘‘un pilón’’ de 51 mil 300 millones de pesos. El modo del que dispondrán de esos recursos no está claro. La diputada federal y coordinadora del grupo parlamentario de Morena, Rocío Nahle García, dijo a esta sección: ‘‘Es muy irresponsable la forma como la comisión plantea obtener ese dinero adicional. Será el producto de estimular una depreciación del peso frente al dólar y el incremento de la plataforma de producción de petróleo’’. Dice Nahle que ese ingreso adicional se ha proyectado solamente en el papel, porque en la realidad no hay base ni estudio serio que lo sustente. Ajustaron el tipo de cambio para establecerlo en 18.60 pesos por dólar, en lugar de 18.40, como propuso el Ejecutivo. Los dólares que reciba el gobierno aumentarán en su equivalencia en pesos, pero serán los mismos dólares. También ampliarán la producción de petróleo en 19 mil barriles diarios, ¿pero con base en qué? Se supone que el dinero lleva etiqueta, destino: obras en municipios, banquetas, calles, infraestructura urbana. Hasta aquí lo que dijo la diputada Nahle. Son 500 diputados y sus socios los contratistas que ejecutarían las obras. Una división simple arroja que a cada uno le tocarían 38 millones 600 mil pesos.
Tribunal
Hay dudas sobre quién podrá ser el candidato a la Presidencia de 2018: si José Antonio Meade, por el PRI; Margarita Zavala, por el PAN, o Miguel Ángel Mancera, por el PRD, y los independientes. Pero no hay duda alguna sobre a quién le están poniendo obstáculos para que no gane las elecciones. En el INE, que cuenta los votos, colocaron a Lorenzo Córdova, que tiene más compromiso con el dinero que con la democracia. Y en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que vigila que estén bien contados, PRI, PAN y PRD se pusieron de acuerdo en el Senado respecto de sus integrantes. Se supone que deberían ser independientes, pero los siete magníficos fueron negociados y palomeados por los partidos: tres son del PRI: Mónica Aralí Soto Fragoso, Felipe Fuentes Barrera y José Luis Vargas; dos son del PAN, Felipe de la Mata Pizaña y Reyes Rodríguez Mondragón, y uno del PRD, Indafer Infante González. Janine Madeline Otálora Malassis juega cualquier posición que se requiera. Sólo falta que algún personaje del sector empresarial proponga que los futuros candidatos firmen un documento comprometiéndose a respetar el resultado de las elecciones, cualquiera que sea el resultado. Ese papel lo jugó hace seis años Gerardo Gutiérrez Candiani. Fue premiado con una buena chamba en la Coordinación de Zonas Económicas Especiales, aunque hubiera preferido el gobierno de Oaxaca.
Consuelo
La Ciudad de México no figura en el top 10 de las urbes más visitadas por el turismo internacional, de acuerdo con una encuesta de MasterCard. La inseguridad y la contaminación han ahuyentado a los visitantes. Sin embargo, tiene el segundo lugar entre las ciudades de América Latina.


Fue tan tempranero el mensaje enviado por Jaime Arturo el pasado lunes 17, que consideré debía corresponder a su atingencia contestándole cuanto antes, es decir, al inicio de la columneta. El asunto que lo apremia es que yo adelanté el propósito de explicar mi intención de voto favorable por Javier Corral. Se trataba, evidentemente, de una hipótesis descabellada, pues el señor gobernador y yo pertenecemos a entidades federativas diferentes.
Me atreví a formular este supuesto únicamente porque a la hora de su publicación los varones (y las baronesas) de virtud, que durante los pasados años han entregado su vida profesional, sus talentos múltiples y su arduo trabajo cotidiano a velar porque el régimen político que nos gobierna sea resultado de los procesos democráticos más apegados a la legalidad y a la transparencia, al que estado alguno pueda aspirar, para la desgracia nuestra han terminado su heroico cometido. Si el tiempo me alcanza y el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales me echa una mano, nada más para documentar nuestro optimismo dijera aquél, les comentaré cuánto se embuchacaron estos siete ciudadanos en su bregar de impunidades durante su ejercicio.


En 1860 se celebraron elecciones presidenciales en EU, pero los resultados fueron desconocidos porque el Partido Demócrata consideró que el triunfo del candidato del Partido Republicano, Abraham Lincoln, había sido fraudulento. Fue una de las causas de la guerra civil. El resto de la historia es conocido de sobra.
Lo insólito 156 años después: el candidato del Partido Republicano, Donald Trump, afirma que aceptará los resultados de la elección del próximo noviembre… siempre y cuando él gane. Lo que pudiera ser solamente una mala broma, puede tener condiciones funestas en el actual clima electoral. Si los partidarios de Trump se toman en serio aquello de no reconocer los resultados por fraudulentos, no conducirá a otra revolución como en 1860, pero sí causará muchos temores y sobresaltos. Cabe imaginar un escenario en que los partidarios de Trump estén vigilando las casillas para cuidar el voto en uno de los estados donde es legal la portación de armas. Cualquier confrontación pudiera derivar en un problema mayor.


En Perspectivas de la Economía Mundial (octubre) 2016, el Fondo Monetario Internacional ajusta cifras de su revisión de abril y modifica varias de sus proyecciones 2017.
PIB Mundial
Todo indica que este 2016 será un mal año en materia de creci-miento económico (y en muchas otras áreas). De hecho todas las regiones y la mayoría de las economías tendrán menos cre-cimiento e incluso decrecimien-to respecto a 2015 (Gráfico 1).
Tal escenario sólo prevé una leve recuperación en países co-mo Canadá, Alemania, Francia, India, Rusia y el Medio Oriente, que en conjunto compensan el menor crecimiento del PIB glo-bal a sólo una décima (a 3.1% en 2016) (Gráfico 2).


La exitosa democracia a la mexicana ha convertido a los partidos políticos en grandes empresas privadas de todos los colores, que obtienen pingües beneficios por medio del generoso cuan creciente financiamiento público por ellas obtenido (las aportaciones privadas se contabilizan por separado). Pero, voraces, tales conglomerados quieren una rebanada más grue$a y para lograrlo enfilan sus baterías para un cambio constitucional, para que la ciudadanía comience a partir de los 16 años, lo que en buen castellano significa un filón adicional cercano a 5 millones de potenciales votantes que impactarían positivamente en las chequeras partidarias.
Bajo la simple ecuación de que un mayor número de votos es igual a financiamiento público mucho más jugoso para las susodichas empresas, éstas se muestran “muy entusia$mada$” por la creciente participación de los jóvenes en la política nacional. Así, en el Congreso estarían cocinando modificar el artículo 34 constitucional con el fin de reducir la edad mínima necesaria para votar (de los 18 años actuales a 16), de tal suerte que desde ya se frotan las manos. Y el punto de partida –el laboratorio experimental– sería la Ciudad de México, aprovechando que en el horno está la Constitución local.
¿Tienen derecho los jóvenes de 16 años de participar políticamente? Sin duda, pero es verdaderamente perverso que los propios partidos políticos que los han ninguneado –como al resto de los mexicanos– y que de una u otra suerte les han cancelado todo tipo de derechos, ahora pretendan convertirse en sus adalides, en defensores de las causas juveniles que no entienden ni les importan, pero sí, y mucho, el financiamiento que obtengan por dicha acción.
Los ciudadanos son rehenes de los partidos políticos, porque no sólo financian (quiéranlo o no) todas las concertacesiones, moches, cochupos e ineficiencias, sino que si es voluntad de un ciudadano competir por un cargo de elección popular deberá hacerlo por medio de esas lucrativas empresas, quienes ahora van por el mercado de los 16 y 17 años que les podría aportar (al sistema de partidos) alrededor de 5 millones de sufragios, y cada uno de ellos vale mucho dinero.
En el contexto internacional México sobresale por el número de ninis (ni trabajan ni estudian) que sobreviven en precarias condiciones. El país acumula cerca de 8 millones de jóvenes que encuadran en ese concepto, y a lo largo de los años ningún partido político ha hecho el mínimo esfuerzo por corregir tan lamentable situación. De hecho, con su accionar sólo lo han empeorado.
Como se ha comentado en este espacio, los partidos políticos prácticamente no convencen a nadie; representan los intereses de sus respectivas cúpulas y no el de los ciudadanos; sus militantes son carne de cañón; cada día un menor número de electores acude a las urnas y es mayor el número de chanchullos; a sus candidatos les sobra voracidad y les faltan propuestas, y siempre juegan con las mismas fichas quemadas. Pero ahora, desacreditados a más no poder, se muestran muy preocupados por los jóvenes de 16 y 17 años, su nuevo objetivo clientelar y financiero.
La Jornada (Andrea Becerril) informa que ante legisladores, integrantes de la Asamblea Juventud Constituyente demandaron que en la Constitución de la Ciudad de México se avance en otorgar el voto a los 16 años, así como una mayor participación de los jóvenes en las decisiones políticas y de gobierno. Durante más de dos horas, los jóvenes dialogaron e intercambiaron puntos de vista con senadores que son también diputados constituyentes, a quienes pidieron reducir la brecha existente entre juventud y política.
Uno de los legisladores participantes en dicho encuentro reconoció que en México el sistema de partidos está colapsado, y el que él representa es muestra fehaciente de ello aunque, desde luego, no es el único. El siempre atento ojo de la Rayuela jornalera lo registró así: Y entonces, ¿de qué se trata? ¿De otorgarles un derecho o de ensanchar el mercado de los votos?. De lo segundo, sin duda alguna, con su respectivo impacto en las chequeras partidarias.
Las citadas empresas privadas quieren más dinero público, y para ello pretenden reducir la edad para obtener ciudadanía y así poder ejercer el voto a partir de los 16 años. Y cada sufragio se traduce en más recursos del erario, que es lo único que les importa, porque han demostrado fehacientemente que los ciudadanos les importan un cacahuate, salvo la hora de $ufragar.


Qué ambiente más extraño. Todo indica que Hillary Clinton ganará la elección presidencial el 8 de noviembre, y, tal vez más importante, que Donald Trump será derrotado. Sin embargo, no se siente como que hay algo que festejar. Es más una sensación de alivio, pero sin grandes expectativas, ni esperanzas. Muy diferente de lo que fue con Barack Obama en su primera elección. Es histórico –la primera mujer en llegar a la presidencia de la última superpotencia–, pero ni eso genera gran entusiasmo.
No se sabe qué está a la vuelta, pero no se siente que haya habido un gran triunfo ni nada. Fue más bien un escape de lo peor para seguir en lo mismo.
Entre los jóvenes hay un murmullo inteligente, pero no hay gritos colectivos de alegría. Querían algo más, muchos se atrevieron a soñar que otro Estados Unidos es posible. La campaña de Clinton les ofrece a Katy Perry y Miley Cyrus, entre otros, para intentar captar su voto. Merecen algo más.
Si se da el resultado pronosticado, si no hay grandes sorpresas o algo que descarrile la maquinaria, habrá ganado la élite dominante después de casi dos años durante los cuales la mayoría de este pueblo expresó abierta y explícitamente que desea un cambio y que no confía en las cúpulas políticas, pero está por ganar la reina del establishment. Hay alivio de que, al parecer, el monstruo anaranjado volverá a su jaula dorada, sus campos de golf, sus hoteles, y que no regresará a la arena electoral. Desde ahí, con el resto del uno por ciento, continuará ejerciendo tal vez aun más poder que como político, ya que él mismo dijo –y en gran medida eso está comprobado– que los políticos son títeres de multimillonarios como él.
No se sabe qué se asomará a la vuelta. Algunos creen que las fuerzas más oscuras desencadenadas por la estrella del reality show no aceptarán su derrota en las urnas, desconocerán la legitimidad de un gobierno encabezado por esa mujer, y podrían pronunciarse patriotas al hacer algún llamado a la resistencia (vale recordar que hay más de 300 millones de armas de fuego en manos de ciudadanos privados en este país; o sea, casi suficiente para armar a cada habitante).


La deuda de 476 millones de pesos que el gobierno del estado tiene con la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) ha dejado de ser un asunto de pesos y centavos y se ha convertido en un problema político para los panistas, no sólo porque los priístas –específicamente los diputados locales– han tomado la bandera de la universidad y exigen que no se asfixie a la institución educativa más importante de la entidad, sino porque el asunto parece incomodar mucho al mandatario, tanto que los medios locales se sienten amenazados. Primero, el semanario Zeta publicó que el área de comunicación social estaba repartiendo dinero para que nadie se hiciera eco de la demanda de la UABC. Después, el sábado, El Mexicano, que convive indistintamente con los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional porque su propietario es el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México desde hace 28 años, pero su hijo es compadre del secretario de Finanzas del estado (panista), publicó en una de sus columnas que el PRI está utilizando al presidente nacional de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Gustavo de Hoyos Walther, presidente del patronato de la UABC, en la batalla contra el gobernador panista Francisco Kiko Vega de la Madrid.


Sugerente y atractivo, un nuevo libro flota ya en la nube de Internet, aunque en estos momentos busca la manera de aterrizar con ajuares de papel para convertirse en un libro físico, en un volumen con volumen. Se trata de Músicos en la Ciudad de México, obra colectiva convocada y coordinada por Todd Clouser, músico, poeta y cuentista de Minneapolis que un buen día, para nuestra fortuna, decidió quedarse a radicar entre nosotros.
Pero los talentos de Clouser no se limitan a los terrenos de la creatividad (La Jornada 15/8/2013), con una trayectoria musical conocida y reconocida en tres continentes; no, el joven maestro es también un hacha en cuestiones de promoción y booking y mercadotecnia y todos esos etcéteras que tanta falta hacen por estas tierras.






De acuerdo con un cable de Ap dos hermanos mexicanos, Alejandra y Roberto Salgado, fueron detenidos en Estados Unidos por la oficina antidrogas de ese país (DEA, por sus siglas en inglés) por lavar dinero procedente del cártel de Sinaloa mediante depósitos múltiples de menos de 10 mil dólares en diversos bancos. El texto cita al jefe de la DEA en Nueva York, James Hunt, quien afirmó que ese método es posible porque los bancos de la nación vecina sólo tienen la obligación de informar al gobierno de cualquier depósito superior a la decena de miles de dólares. Según fiscales mencionados por Ap, “los pequeños depósitos en diversos bancos son uno de los métodos empleados por los cárteles mexicanos para sacar miles de millones de dólares (…) sin llamar la atención de los reguladores bancarios” y que “los cárteles recaudan buena parte de sus ganancias en el mercado estadunidense de la misma manera que introducen la cocaína y otras drogas, mediante cruces furtivos en la frontera”.

Exigen al gobierno turco devolver pasaporte a doctora
La Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames) denuncia que el gobierno de Turquía canceló sin explicación alguna el pasaporte a la doctora Feride Aksu Tanik, quien asistiría como panelista al 14 Congreso Latinoamericano de Medicina Social, en Paraguay, en representación de la International Associaton of Health Policy (IAHP), de cuya seccional europea la doctora Aksu Tanik es presidenta. Esta decisión se dio sin explicación alguna dentro del marco del estado de emergencia impuesto en ese país, que se está traduciendo en una escalada represiva contra el pueblo y contra los académicos que se manifiestan por la paz en Turquía.

El 28 de febrero de 2002 referí aquí que dos empresas construirían una terminal de gas natural líquido en Costa Azul, a 30 kilómetros de Ensenada: las estadunidenses Sempra y CMS Energy, que opera la mayor terminal de ese energético en el vecino país. El gas se importaría de Sudamérica con buques tanque que zarparían de Chile. Con el proyecto se crearían 2 mil empleos durante la construcción de la terminal (se reducen a 80 en la etapa de operación) y la entidad tendría asegurado el abastecimiento de electricidad y otros beneficios económicos. Mas lo que anunciaron como un proyecto limpio ambientalmente, era todo lo contrario.

El comunicado conjunto del Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) causó inmenso interés y extenso desconcierto. Hubo despertares y entusiasmos. Se sacudieron inercias y desesperaciones. Y surgió también confusión y legítima perplejidad.

A23 días de los hechos de Culiacán, Sinaloa, en los que según la narrativa de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) un convoy militar fue emboscado por un grupo armado con saldo de cinco soldados muertos y 10 heridos, no existen datos periciales, de balística ni criminológicos de una autoridad competente que permitan saber qué ocurrió y cómo, ni quiénes fueron los atacantes y cuál fue el móvil.

Cuando Donald Trump señala que solamente aceptará los resultados electorales si le son favorables, sigue fielmente el guión de sus amigos del PRIAN. Estos dos partidos jamás han aceptado su derrota en las urnas.

Prometer no empobrece. En tiempos de elecciones las promesas abundan. Una de ellas es repetitiva y se refiere a conseguir que crezca la economía, que se produzca más y, mejor aún, que el ingreso generado le llegue a más personas.

Nuestras ciudades son diversidad, caos, cambios de vértigo, sonidos, sueños compartidos. En tiempos de crear constituciones es momento de mirar con hondura crítica los caminos que construimos como comunidad para llegar hasta aquí. Mil y uno son los elementos sustantivos de lo que hoy somos como ciudades y como ciudadanos. Los rasgos que nos dan identidad no son inmutables y no siempre han sido los mismos. Si los observamos a través de los siglos veremos que pueden pasar centurias sin mudanza y, de repente, en pocas vueltas del calendario se desgranan las metamorfosis. Juan Rulfo lo dijo mejor al referirse a nuestras sociedades, la vida no es una secuencia. Pueden pasar los años sin que nada ocurra y de pronto se desencadena una multitud de hechos.
Hubo un tiempo una plaga de burros. Había demasiados, uno no ocupa tantos, y comen como huérfanos. Antes de que se hicieran de número los consentíamos, los cuidábamos. Los trabajos duros los dejábamos a las mulas, que tienen doble tracción. ¿Ve usted cómo se ponen de alegres los burros bien seguido? Pues se reprodujeron así haga de cuenta que conejos. ¿Conocemos de conejos? Sí, criábamos, pero acabamos por sacrificarlos, no paraban, se volvieron un peligro para la cosecha. Su sabor ni nos gustaba. ¿Pero los burros? Nadie mata a un burro en buenas condiciones, es asesinato. Venderlos, sí, unos cuántos, y había que llevarlos a otras partes, eso cuesta. Nos quedamos con la sobreproducción de animalitos inútiles, voluntariosos y tragones, puro burro echado a perder, como los hijos consentidos y las hijas malcriadas, ¿me entiende? Al final, ¿sabe qué hicimos? Los llevamos al monte. Por rebaños los sacamos del pueblo a la montaña en distintas direcciones, los condujimos lejos. Nunca regresaron, a Dios gracias. Se hicieron al monte y ahora en el bosque alto viven burros salvajes. ¿Bravos? No, si no se les arrima uno mucho. Si los quiere agarrar, creyendo que es burro común, tiran mordida con sus dientesotes o patean a matar.

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